Kitabı oku: «Comprendiendo las parábolas de Jesús», sayfa 12

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La interpretación válida en nada debería enfocar en las noventa y nueve.

3. ¿Esta la parábola limitada en uno o más textos del Antiguo Testamento? Específicamente, ¿tiene Bailey razón al considerar Lucas 15 como una expansión del Salmo 23? Según se ha indicado anteriormente, la ilustración del pastor en el Antiguo Testamento con frecuencia refiere a Dios o a los líderes del pueblo de Dios. Ezequiel 34 es particularmente notable debido a la similitud de algunas de sus frases con la redacción de la parábola. Ya sea que Mateo y Lucas difieran en la descripción de la oveja como descarriada o perdida, Ezequiel 34.4, 16 emplea ambas palabras (planaō y apollymi) en paralelo para describir la oveja perdida. Ezequiel 34 menciona la oveja que anda dispersa por las montañas y collados (v.6) y afirma que Dios mismo buscará su oveja (v.11), cuidará de ellas (v.16), juzgara sus opresores (vv. 17, 20, y 22), y establecerá un pastor como David que las apaciente (vv. 23 y 24). Además, Dios juzgará los pastores que no cuiden de sus ovejas. Otros textos tienen los mismos pensamientos y la esperanza que Dios apacentará su pueblo y/o designará un libertador davídico que los apaciente. Ezequiel 34 es solamente uno de varios textos que contienen esta teología pastoral.58 Si la conexión es para Ezequiel 34 ó con la más amplia tradición pastoril no se puede determinar con certeza, pero al menos la parábola se da en el contexto de la tradición del Antiguo Testamento, la cual Ezequiel 34 expresa eficazmente.59 Esto enfatiza la importancia del Antiguo Testamento en la formación de las parábolas, pero emerge otros dos resultados importantes. Primero, esta parábola es una queja implícita contra las autoridades religiosas por descuidar su función como pastores de Israel que debían buscar al perdido. Segundo, en algún nivel Jesús se considera a sí mismo como el que desempeña la labor descrita en Ezequiel 34 y otros textos que enfocan en un libertador proveniente de Dios que apacentará al pueblo conforme al propósito divino.

Si la dependencia en estos textos es clara, el caso con el Salmo 23 es diferente. K. Bailey arguye que Lucas 15 tiene numerosos paralelos con el Salmo 23 y que las tres parábolas en este capítulo es la expansión detallada de Jesús del Salmo.60 El método de Bailey es más bien complejo. Además del Salmo 23, Bailey encuentra numerosos paralelos con Jeremías 23.1-8 y Ezequiel 34. En la parábola de la oveja perdida, él considera que el pastor no es bueno, y con esta ilustración Jesús acusa a los líderes judíos. Entonces el pastor se convierte en un buen pastor y refleja el mismo ministerio de Jesús. Bailey comprende el Salmo 23.3, que habitualmente se traduce “confortará mi alma” como “me traerá de vuelta” y que al menos implica “Él hace que me arrepienta”. Entonces el arrepentimiento se entiende como “la aceptación de haber sido encontrado”. Además, Bailey encuentra en estos textos alusiones a la encarnación y comprende el pastor que carga la oveja como una referencia al propio sufrimiento de Jesús y que implica una comprensión relevante de la expiación.61 En obras posteriores, Bailey agrega numerosos paralelos entre Lucas 15 y la historia de Jacob.62

Me parece esto muy imaginativo y nada convincente. Los supuestos paralelos con el Salmo 23, aparte de los términos más generales, simplemente no se encuentran allí. La parábola no presenta un pastor malo primero, porque se podría considerar negativamente solo si el pastor no fuera a buscar la perdida. El Salmo 23 no habla de una oveja perdida; mas bien el punto principal indica que Dios es como un pastor que cuida bien de la oveja para evitar que se pierda o se meta en problemas. El argumento de Bailey que el arrepentimiento se refiere en el Salmo 23.3 no tiene base, porque las palabras en cuestión, napshî yeshôbeb no indican simplemente “me trae de vuelta”. Estas dos palabras (nepesh, “vida” o “alma”, y shûb, “volver’ o “restaurar”) se emplean juntas otras veces con el sentido de reanimar, de manera literal y metafórica.63 El entendimiento tradicional del Salmo 23.3 (“El confortará mi alma” en el sentido de “refrescarme” o “rescatarme”) es correcto. Si la imagen del pastor es un lenguaje tradicional acerca de Dios y los líderes, cualquier uso de la ilustración se limita a un lenguaje en común con otros textos, pero no hay nada aquí para desarrollar un tipo de caso como el que hace Bailey. Pero esto no resta importancia de los textos del Antiguo Testamento acerca de los pastores. Estos proveen la redacción y el contexto para que Jesús describa una poderosa ilustración, una que implícitamente acuse los líderes de fracaso y señale el carácter de Dios y la naturaleza de su propio ministerio.

4. ¿Representan las características realidades teológicas? ¿Se debe identificar el pastor con Dios, Jesús, los discípulos, o uno que busca el reino? Y en especial, ¿tiene la parábola implicaciones de cristología? Hemos observado que K. Bailey y la iglesia primitiva consideran que la encarnación se ilustra en la parábola y que Bailey juzgó que la expiación se refleja en el esfuerzo del pastor. Incluso J. Bengel observó que el regreso del pastor al hogar refiere a la ascensión de Jesús.64 Tal alegorización teológica está fuera de límite, pero las parábolas, y específicamente ésta, enseña teología. De lo contrario ellas serían ineficaces. Otra vez enfrentamos el asunto primordial con las parábolas. ¿Cuánto de la parábola es teológicamente relevante? Como siempre, la clave está en determinar cómo funciona la analogía. El cuidado en el empleo del lenguaje es importante. Esta parábola no dice que Dios es un pastor, ni las siguientes parábolas hacen de Dios una mujer o un padre.65 Estas parábolas son analogías implícitas. Las acciones y las actitudes que se describen, no las personas por sí mismas, reflejan las acciones y las actitudes de Dios. La parábola de la oveja perdida es un argumento analógico “cuánto más argumentos”. El pastor no es Dios, Jesús, o ningún otro, y la oveja no es una persona o grupo. Estas figuras residen y permanecen en la historia. Claramente las montañas/desiertos y los amigos no “representan a nadie”. Al mismo tiempo, las imágenes seleccionadas para las historias no resultan al azar; ellas se escogen específicamente para provocar reflexiones, y la referencia a un pastor y una oveja traería a memoria el uso del Antiguo Testamento de estas imágenes de Dios, los líderes, y la esperanza para el pueblo de Dios. Nada apoya la sugerencia que la referencia es uno que busca el reino.66 La lógica de la parábola es esta: Si, como seguramente está de acuerdo, un pastor va tras la oveja perdida y se regocija cuando la encuentra, ¿cuanto más Dios buscará la persona perdida/descarriada y se gozará cuando la rescata? Ambos evangelistas señalan a Dios como la analogía del pastor conforme ellos han estructurado la parábola,67 la cual concuerda con la descripción del Antiguo Testamento.

Sin embargo, la parábola es una cristología importante. Las asociaciones del Antiguo Testamento incluyen la alusiva esperanza que Dios establecerá un pastor Davídico sobre su pueblo.68 Si Jesús defiende que comer con los pecadores señala el carácter de Dios y afirma que Dios es como un pastor que busca la perdida, entonces implícitamente afirma que él hace la obra de Dios.69 Al menos con relación a Lucas, la analogía de los pastores refiere al carácter de Dios y la actividad de Jesús. La parábola por si misma no es muy específica para asegurar que Jesús afirmó la función de David como pastor, pero parece muy claro en el contexto general de su enseñanza.70 Según Jan Lambrecht comenta, sin esta dimensión escatológica y de cristología cada explicación de la parábola es superficial.71

5. ¿Qué se debe aprender acerca del arrepentimiento? ¿Acaso algunos no necesitan de arrepentimiento? He indicado anteriormente que no existe base para el argumento de k. Bailey que el Salmo 23.3 se refleja en la parábola y significa “Él hace que me arrepienta”. Además, el argumento de Bailey, basa especialmente en la historia del pródigo pero también de la oveja perdida, ese arrepentimiento en Lucas 15 significa que la aceptación de haber sido encontrado es sin fundamento.72 Esta historia en parte emerge de la ansiedad innecesaria de considerar el arrepentimiento como una obra humana. El hombre obra o nada sucede pertinente a la vida con Dios, sin embargo enfatizamos correctamente al afirmar que la salvación es obra plena de Dios. Pero el arrepentimiento no es parte de la parábola. Esta parábola no define el arrepentimiento ni culpa a la oveja. Ella describe una analogía de la actitud y las acciones de Dios. El arrepentimiento aparece solamente en Lucas, no en Mateo, cuando el punto de la analogía, el gozo de Dios al rescatar la persona, se describe y se extiende. En especial para Lucas,73 la restauración de los pecadores envuelve arrepentimiento, y el interés del pasaje es la restauración de los pecadores. Además, el arrepentimiento es una característica importante del mensaje de Jesús74 y no se debe tomar a la ligera.

La parte más problemática de la discusión sobre el arrepentimiento es la referencia de Lucas 15.7 a los noventa y nueve justos que no necesitan arrepentirse. Aunque teológicamente se supone que tales personas no existan y debido a que los Evangelios implican que los fariseos no necesitan arrepentimiento, con frecuencia se toma esta afirmación como una ironía, exageración, o sarcasmo.75 No creo que esta sea la solución al texto. El judaísmo reconoce sin pecado a muy pocas personas,76 pero “justo” no significa “sin pecado”. Simplemente refiere aquellos en buena relación con Dios. El arrepentimiento es tan central al pensamiento judío que es difícil imaginar que se consideran a sí mismos, a la mayoría de las personas, o incluso que las noventa y nueve personas específicamente sin necesidad de arrepentirse. Las ideas paralelas a la falta de necesidad de arrepentimiento aparecen en Lucas 5.31 y 32 (el enfermo, no el sano, necesita de médico; Jesús no vino a llamar a justos sino a pecadores al arrepentimiento) y en 15.29 (cuando el hijo mayor afirma no haber desobedecido se deja sin discusión). Sin embargo, Lucas 13.3 advierte que todos deben proceder al arrepentimiento o de lo contrario perecer. Los padres de la iglesia tratan la dificultad del tema afirmando que las noventa y nueve refieren los ángeles. Varios estudiosos legítimamente cuestionan si los fariseos tienen que ver con las noventa y nueve.77 Algunos sugieren que mallon (“más”) se debe proveer para que el significado lea “más que” en lugar de “más bien que”, es decir, habrá gozo en los cielos por un pecador que se arrepiente más que noventa y nueve justos, porque Dios está complacido de los justos también (p. ej., 1.16).78

Si enfocamos en la función de estas palabras, son una expresión poderosa de Dios quevalora los perdidos y despreciados y, por consiguiente, una defensa de las acciones de Jesús, y no una evaluación del estado de las noventa y nueve.79 La importancia de esta afirmación aumenta por la introducción “así os digo”, la cual Jesús empleó para resaltar la verdad de un dicho.80 Una parafraseo diría “un pecador arrepentido trae mayor gozo a Dios que noventa y nueve en buena relación con Dios”, o debería decir “¿que noventa y nueve pecadores en buena relación con Dios”? La referencia de Mateo confirma el punto del valor de los perdidos porque sus ángeles ven siempre el rostro de Dios (18.10), una forma metafórica de enfatizar cuán importantes son los pequeños.81

En otras palabras, la parábola enseña prácticamente nada respecto de la naturaleza del arrepentimiento, pero enfatiza cuánto valora Dios el arrepentimiento.

6. ¿Qué enseña la parábola? La función principal de esta parábola para Jesús fue una defensa de su asociación deliberada y por comer con pecadores.82 Por su manera de recibir y comer con tales personas Jesús demostró la presencia del reino y el perdón a disposición de todos. Indirectamente esta es una parábola del reino,83 porque con ella Jesús asegura que la prometida actividad de Dios como pastor de su propio pueblo estaba sucediendo. Además, con la parábola Jesús mostró a los que se quejaban de sus acciones que la actitud de ellos no tenía paralelo con el carácter y los deseos de Dios, y efectivamente, les invita a unirse a la celebración del reino por el perdón otorgado. Lucas quiere que sus lectores comprendan el evangelio de Jesús y que adopten la misma actitud. Además, implícitamente puede haber la acusación de que los líderes no desempeñaban sus funciones de buscar al perdido. Mateo, sin tener en cuenta si Jesús o Mateo aplicaron la parábola a los discípulos, quiere que sus lectores apliquen el carácter y los deseos de Dios a sus relaciones en la comunidad, especialmente con aquellos que puedan estar marginados. Si la mimshalim se redacta, todavía están correctos, simplemente explicando que el factor de control es el carácter de Dios. Sin embargo, esta no es una discusión teológica abstracta; la parábola describe el carácter de Dios según ella se revela específicamente en el ministerio de Jesús.

Lo que se revela respecto del carácter de Dios es el valor que da a los que menos merecen y el cuidado que extiende a tales personas. Dios no es pasivo, que espera que la persona se le acerque después de haber ordenado su vida. Es Dios que busca que toma la iniciativa de traer de vuelta a la persona, sin que importe cuán “perdida” ella esté. C.G. Montefiore, un estudioso judío del Nuevo Testamento, dice que el enfoque en la búsqueda directa de Dios de los pecadores era un nuevo elemento con Jesús, algo que no incluía el Antiguo Testamento o la enseñanza rabínica.84 Al menos esta es una exageración, porque ciertamente el Antiguo Testamento conoce que la iniciativa del perdón siempre viene de Dios. Sea nuevo o no, el Dios revelado por Jesús es uno que valora incluso aquellos sin valor y los busca.85 Si el reino viene con gracia y demanda inmensurable, esta parábola enfatiza la gracia interminable. Sin duda, Dios buscara los perdidos y los rescatara. La búsqueda y el gozo son los pilares de la parábola, y la búsqueda de Dios no viene con una lista de condiciones.86 El gozo refleja la actitud de Dios al rescatar al perdido y la celebración del reino con la buena noticia que la promesa de redención de Dios ha comenzado. El gozo es comunal, y los oyentes de Jesús deben unirse a la celebración.87

Adaptación de la parábola

Esta parábola es teológica y tiene cristología, y lo esencial en la adaptación de la parábola es la comprensión de cómo es Dios y qué es la naturaleza del ministerio de Jesús. Pocas cosas son más importantes que nuestra percepción de Dios, porque de ese entendimiento percibimos nuestra propia identidad, cómo debemos pensar y actuar, y cómo debería ser el mundo. Si Dios busca, se interesa, entonces su gracia debe caracterizar nuestra percepción y trato de otras personas. La conciencia que Dios nos busca, da libertad y confianza a la vida. Que su gracia se determina cómo tratamos a otros debe movernos a ser sensibles y mostrar interés. Tenemos la tendencia de conocer estas verdades de manera abstracta, pero no se traducen en la práctica ni cómo percibimos nuestro trato de los demás, o cómo organizamos la vida de la iglesia. Preferimos suponer que Dios debe ser más duro, y favorecemos el cuidado de las noventa y nueve que salir por la perdida. ¿Acaso el perdido, el desobediente a Dios, y los “insignificantes” consideran de nosotros que Dios verdaderamente se interesa por ellos y los busca? ¿Mostramos este interés y búsqueda? El texto de Mateo nos recuerda que Dios se interesa no solamente por los “pecadores” fuera de la comunidad sino también por los marginados y cuestionables dentro de ella. Nuestra tendencia es mostrar gracia a los que buscamos traer que hacer lo mismo con aquellos que debemos trabajar en la iglesia. La gracia de Dios, su búsqueda y cuidado, se aplica a todo, y nuestro reflejo del cuidado de Dios se debe extender también dentro de la comunidad.

El texto de Lucas enfatiza el valor del arrepentimiento, y el arrepentimiento es una tarea necesaria y sin límite para todos. No necesitamos temer que el arrepentimiento nos expone a tratar de conseguir la salvación por esfuerzo humano. Toda la Escritura enfatiza que Dios es el que toma la iniciativa. Cualquier acción humana es una respuesta a la gracia de Dios. Sin embargo, toda la Escritura también insiste que los humanos por cierto obran. La salvación es completamente obra de Dios, en la cual estamos plenamente envueltos. Hay una gran diferencia en responder a la gracia de Dios y tratar que uno mismo parezca estar correcto.

Otro nivel en la cual esta parábola merece atención es su enfoque en el gozo. La adoración cristiana muchas veces carece de sentido de gozo. Puede que tenga forma, tradición, energía, o novedad, pero el gozo se nota poco. El gozo merece un enfoque como indicador verdadero del cristianismo,88 porque está directamente conectado con la conciencia teológica del carácter y la actitud de Dios como uno que busca y celebra el rescate. En algún nivel la adoración cristiana conlleva adoptar la misma actitud de Dios de hallar y establecer un pueblo para sí mismo. ¡Únase a la celebración!

Lectura adicional

Kenneth Bailey, Finding the Lost: Cultural Keys to Luke 15 (St. Louis: Concordia, 1992), pp. 54-92.

______, Jacob and Prodigal: A Study of the Parable of the Prodigal Son in the Light of the Saga of Jacob (Downers Grove: Ill.: InterVarsity, 2003), pp. 65-85.

W.D. Davies and D.C. Allison, Jr., A Critical and Exegetical Commentary on the Gospel According to Saint Mattew (ICC; Edinburgh: T. & T. Clark, 1988-97), 2:768-80.

J. Dupont, “Les implications christologiques de la parabole de la brebis perdue”, en Jesus aux Origines de la Christologie 9BETL40; Leuven: Leuven University Press, 1975), pp. 331-50.

Greg W. Forbes, The God of Old: The Role of the Lukan Parables in the Purpose of Luke’s Gospel (JSNTSup 198; Sheffield: Sheffield Academic Press, 2000), pp. 109-24.

Arland Hultgren, The Parables of Jesus (Gran Rapids: Eerdmans, 2000), pp. 63-70.

Peter Rhea Jones, Studying the Parables of Jesus (Macon, Ga.: Smyth &Helwys, 1999), pp. 196-214.

Adolf Jülicher, Die Gleichnisreden Jesu (2 vols.; Freiburg i. B.: Akademische Verlagsbuchhandlung von J.C. B. Mohr, 1888-89), 2:315-33.

LA MONEDA PERDIDA (Lucas 15.8-10)

Esta parábola breve con frecuencia se descuida debido a su similitud con la más extensa y favorecida parábola de la oveja perdida. Esto es comprensible, y bastante común a las dos parábolas que no es necesario que se repita aquí. Por otro lado, aunque las parábolas son iguales, no son idénticas, y ésta tiene su mensaje propio. Con un vistazo ella parece común, tanto que se la reconoce como una de las más placenteras y pintorescas parábolas de Jesús,89 pero además lleva revelación vital sobre el carácter de Jesús. Para cada sección vea el trato correspondiente para la parábola de la oveja perdida.

Tipo de parábola

Como la parábola de la oveja perdida, esta es una parábola interrogativa que funciona como un símil implícito. A sus interrogantes les siguen una declaración de consecuencias y un nimshal explicativo.90 No hay paralelos.

Puntos en cuestión que requieren atención

1. ¿Cuál es la relevancia debido a que la parábola trata de una mujer? ¿Es la mujer una imagen de Dios? ¿Qué implica esta parábola respecto de la función de la mujer en la actualidad?

2. ¿Qué enseña la parábola? En particular, ¿cuánta tecnología se refleja en la parábola?

Recurso básico útil

Escritos greco-romanos

• Dion Crisóstomo, Oratio 20.5 es una queja respecto de las personas que no atienden cómo gastar su dinero y tiempo y se angustian si pierden una dracma.

Escritos judíos tardíos

1. Song Rab. 1.18: “Nuestro rabino dice: que ninguna parábola sea de poca estima ante tus ojos, porque mediante la parábola un hombre puede dominar las palabras de la Tora. Si un rey pierde el oro de su casa o una perla preciosa, ¿acaso no la encuentra por unas pocas monedas? De modo que la parábola no debe ser de poca estima ante tus ojos, porque mediante la parábola el hombre llega a conocer el verdadero significado de las palabras de la Tora.”

2. Song Rab. 1.1.9; “Si un hombre pierde un sela o un óbolo91 en su casa, prende una lámpara tras otra, pabilo tras pabilo, hasta que la encuentra. Entonces, acaso no se pone a razonar: si por estas cosas que son solamente efímeras y de este mundo un hombre prende tantas lámparas y luces hasta encontrar lo perdido, porque las palabras de la Tora que es la vida de este mundo y del venidero, ¿no debería acaso buscar los tesoros perdidos?”

Características relevantes del texto

Lucas con frecuencia empareja los relatos que tratan con hombres y mujeres.92 Aunque algunos restan la importancia de esto, es parte de la estrategia de Lucas resaltar la función de la mujer y la relación de Jesús con ellas.

La forma de la interrogante, “¿Quien de vosotros, teniendo cien ovejas…?” o “¿que mujer que tiene diez dracmas…?” no sugiere que el lector implícito es varón.93 La interrogante toma esa forma porque en la narrativa se dirige a los fariseos y los escribas, de los cuales todos habrían sido varones. Sin embargo, claramente las mujeres estaban incluidas entre los pecadores con los que Jesús se asociaba.

La interrogante en el versículo 8 supone una respuesta afirmativa. Cualquier mujer buscaría una moneda perdida, especialmente si ella tuviera solamente diez monedas en su posesión. La lógica es del mayor al menor, una de “¡cuánto más!” Si una mujer buscara diligentemente una moneda perdida y se regocijara por encontrarla, ¡cuánto más Dios buscará al perdido y se gozará por su rescate!

Los versículos 8 y 9 podrían constituir una interrogante continua,94 pero no parece posibles. Si el versículo 9 fuera también parte de la interrogante, la negativa ou se hubiera repetido antes de “llama” (synkalei).

El género de “amigas” (tas philas) es femenino,95 y podríamos pensar de la celebración entre las mujeres. En concordancia, lo mismo pensaríamos que la celebración de los pastores es entre varones.96

Aunque esta parábola tiene una cercana relación con la de la oveja perdida y las dos enfatizan puntos similares, no son sinónimas. La introducción ē (“o”) no significa que ambas son idénticas. Cf. 13.4 y 14.31.

La autenticidad de esta parábola difícilmente se cuestiona,97 aunque se considera el versículo 10 a menudo como un agregado de Lucas. Aunque ciertamente Lucas organiza el versículo de la parábola, se requiere tal tipo de conclusión. De lo contrario, se desconocería la dirección de la parábola.98

Las principales diferencias entre esta parábola y la de la oveja perdida es el énfasis en la diligencia de la mujer (enciende una lámpara, barre, busca), la carencia de cualquier paralelo de dejar las noventa y nueve ovejas, cargar la oveja perdida, y el gozo por el encuentro de una oveja es mayor que el gozo por las noventa y nueve. Estas diferencias no se dan meramente para evitar la monotonía99 sino que resulta en parte de lo que es apropiado imaginar y en parte de un énfasis mayor en la diligencia de la búsqueda.

Información cultural

La palabra “dracma” ocurre solamente aquí en el Nuevo Testamentoen los versículos 8 y 9 y solamente siete veces en la LXX.100 En el siglo primero un dracma era el equivalente de un denario, usualmente el salario de un día de trabajo (véase Tob 5.14).101 Algunos sugieren que una mujer recibiría solamente media paga del salario de un día de trabajo.102 Por lo general se consideraba muy inferior a la mujer, lo cual puede que sea una exageración; un día de salario no es una suma pequeña. Ella posiblemente sea solo una mujer típica que se encuentra en la villa de Galilea.103

Las casas eran típicamente pequeñas y, si tenían ventanas, éstas eran pequeñas, de modo que la luz sería limitada. El piso también era barro o piedra. Cerca de Capernaum se usaba piedras de basalto para los pisos, donde había mucho basalto. En efecto, en la “casa de Pedro”, los arqueólogos encontraron en Capernaum monedas en las grietas de los pisos.104

La sugerencia de que la moneda sea de una corona o collar es infundada.105 La única evidencia muy temprana que apoye esta sugerencia es m. Kelim 12.7,106 pero este pasaje supone que la moneda ya era efectiva y había perdido su valor como moneda. Desfigura una moneda para usarla como joya habría reducido su valor o perdido su valor.107

Explicación de la parábola

Opciones para la interpretación

Agustín estableció el tono para muchos cuando alegorizó la moneda como los humanos hechos a imagen de Dios y la mujer como Cristo, la Sabiduría de Dios. Las amigas y los vecinos e incluso las nueve monedas a veces se comprendían que referían ángeles.108 La identificación de la mujer como Cristo, la Sabiduría de Dios, también se encuentra entre los feministas modernos e intérpretes.109 Pocos interpretan esta parábola en relación a la parábola del tesoro escondido como que indica la crisis y la respuesta de gozo a la proclamación del Reino.110 La opción primordial para la interpretación es comprender la parábola como una analogía de las acciones de Dios y la actitud hacia el perdido similar a la parábola de la oveja perdida.

Decisiones respecto de los temas

1. ¿Cuál es la relevancia de que la parábola trata acerca de una mujer? ¿Es la mujer una imagen de Dios? ¿Qué implica la parábola acerca de la función de la mujer en la actualidad? Mucho se discute el hecho que la mujer es el personaje principal de la parábola, sin que importe a veces mucho respecto del lenguaje. El empleo de Lucas del hombre y la mujer se mencionó antes. Es mucho menos que exacto decir que la mujer es un símbolo de Jesús,111 y no hay base para identificarla con la sabiduría divina. La parábola es una analogía “¿cuánto más?”, así como las acciones o actitudes de otras mujeres se compara a Dios en el Antiguo Testamento (como el consuelo que una madre da su hijo, Is ٦٦.١٣). Una comparación no es lo mismo como un símbolo. El uso de la mujer es relevante pero no se debe exagerar. Ella es evidencia de la atención y el valor de las mujeres en una sociedad fuertemente patriarcal. La sensibilidad de Jesús hacia las mujeres y la presencia de éstas entre sus discípulos es algo nuevo, incluso sorprendente,١١٢ y de mayor relevancia para la vida de la iglesia tanto en el siglo primero como en la actualidad.

Sin embargo, para algunas personas, la mujer en esta parábola es de poca relevancia. Algunos arguyen que Mateo omitió esta parábola porque la mujer no era un símbolo adecuado como líder en la iglesia,113 pero esta es una simple suposición. ¿Acaso Mateo al menos sabía la historia? Algunos consideran esta historia y otras similares como muy patriarcales y, se dice, que ni se las debe leer o que se deben reescribir con una agenda feminista.114 Precisamente ese es el problema. La gente pone su agenda en el texto y espera que éste sea conveniente para nosotros, en lugar de considerar el texto, incluso en su irrelevancia, y aplicar su mensaje. El texto no es a nosotros, aunque sea por nosotros. El primer paso en la interpretación del texto es permitir que sea lo que es, un texto antiguo. Solamente cuando se permita al texto expresar lo que se propone, entonces nos puede confrontar de manera legitima y tener la oportunidad de transformarnos. No se debe esperar que los textos antiguos traten nuestros problemas. Por ejemplo, problemas como el abuso de las mujeres es terrible, y las iglesias deben tratarlo, pero se debe dejar que el texto bíblico cumpla su función, y no forzarlo para que haga lo que nos corresponde o esperar que trate cada tema que conocemos.115 No es fácil ser bíblico, particularmente con temas tales como el desempeño de las mujeres, sin embargo, el mensaje bíblico correctamente comprendido, provee una plataforma para la condición de igualdad y ocupación sin restricciones de la mujer en la comunidad cristiana.

2. ¿Qué enseña la parábola? ¿Cuánta teología se refleja en la parábola? Con todas las parábolas que hay, es fácil poner nuestra propia teología en el texto y luego con triunfo encontrarla allí. Esta parábola no compara el pecado humano a una moneda sin vida, ni contiene una teología de expiación,116 y la vela no es la luz divina.117 Tampoco la parábola no es una burla donde se presenta el Reino de modo escandaloso como una mujer impura en busca de algo de poco valor.118 No se culpa implícitamente a la mujer por la pérdida de la moneda, y por cierto no lo está.

La búsqueda de la mujer es una analogía de la iniciativa y diligencia de Dios en buscar y rescatar a su pueblo. Los verbos en acción, que ella busca cuidadosamente,119 y su perseverancia hasta que la encuentra, enfatiza el esfuerzo que ella hace. Esta diligencia es el nuevo factor que resalta solamente en las dos parábolas de Lucas 15. Si una mujer gasta pone todo de sí para hallar la perdida y se goza cuando la encuentra, ¿acaso Dios no dará todo de sí y se gozará al hallar a su pueblo perdido?120 Tanto la búsqueda y el gozo son características esenciales; las parábolas no se pueden limitar a un punto. Semejante a la celebración del pastor, la celebración de la mujer con sus amigas se exagera para que la ilustración sea más cercana en relación con la realidad de la celebración de Jesús al comer con los pecadores.121

Semejante a la parábola de la oveja perdida, implícitamente, esta es una parábola acerca del Reino.122 Ambas parábolas funcionan de la misma manera. Ambas suponen la presencia de Reino y que Dios está activo en el ministerio de Jesús para redimir a su pueblo y cumplir sus promesas de la restauración de Israel. Ambas presentan una defensa de la asociación de Jesús con los cobradores de impuestos y pecadores y prueba que los que se quejan de las acciones de Jesús revelan una falta de entendimiento de la actitud de Dios y sus acciones. Dios es un buscador diligente, que toma la iniciativa para rescatar lo que es suyo. Él no guarda rencor ni duda en aceptar a los pecadores sino que prontamente les busca y encuentra una razón para celebrar por el rescate. El Reino viene con gracia ilimitada, incluso para aquellos que otros desprecian.

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