Kitabı oku: «Embarazo, parto y primer año de vida», sayfa 3

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¿Parto hospitalario o en casa?

Hasta finales del siglo pasado, la mayoría de las mujeres pertenecientes a niveles socio-económicos medios y altos –cualquiera fuera su lugar de residencia– ni siquiera se hacían esta pregunta: daban por descontado que, llegado el momento, tendrían su valija preparada y saldrían raudamente hacia la clínica u hospital elegido. Por otro lado, para las mujeres de zonas rurales aisladas y muchas de países de pocos recursos, la pregunta tampoco tenía demasiada cabida, ya que no tenían centros de atención hospitalaria cercanos y las mujeres simplemente daban a luz en sus casas.

Sin embargo, en los últimos años esto se ha ido modificando y se han generado muchos cambios a nivel profesional e institucional. Hoy por hoy, muchas mujeres que, pudiendo optar perfectamente por un parto hospitalario o por instituciones privadas de renombre, eligen con total libertad parir en su propia casa.

Llegado el momento, usted también deberá hacer su elección: parto hospitalario o domiciliario. Y lo mejor será que tome su decisión lo antes posible para poder prepararse según uno u otro, en todos los aspectos. Ninguno es per se “malo” o “bueno” y ambos cuentan con sus ventajas y desventajas. Conozcamos ventajas y desventajas de ambas opciones:

• Ventajas del parto hospitalario

❍ Se podrá responder mejor y más rápidamente ante cualquier imprevisto, complicación o inconveniente, tanto los que pueda sufrir usted como el recién nacido. Por esa razón, es más recomendable para las primerizas, ya que su historia clínico-obstétrica presenta muchos puntos desconocidos.

❍ La idea de estar cubierta en todas sus necesidades y de estar en un lugar que, como explicamos en el punto anterior, se encuentra en mejores condiciones de lidiar con cualquier imprevisto, puede aportarle un grado de tranquilidad que puede serle de mucha ayuda en el parto.

❍ En algunos casos específicos, tales como un embarazo múltiple, es el más recomendable.

• Desventajas del parto hospitalario

❍ Asume el parto no como un evento natural, sino como un acontecimiento quirúrgico, con mayor utilización de medicamentos y procedimientos invasivos.

❍ Todo obedece a reglas y rutinas y usted deberá atenerse a ellos, sean o no de su agrado.

❍ La aísla de su grupo familiar y, en algunas instituciones determinadas, también de un potencial acompañante.

❍ Implica dificultosos e incómodos traslados en camillas (del sector de preparto, a la sala de partos y luego a la de recuperación).

❍ La ambientación hospitalaria podrá generarle un sentimiento de temor.

• Ventajas del parto domiciliario

❍ Se produce en un ambiente íntimo, acogedor y familiar.

❍ La atención es personal e individualizada.

❍ Tendrá la total seguridad de que sus preferencias serán respetadas.

❍ El posparto podrá convertirse en una suerte de festejo íntimo entre las personas que usted desee que participen y no en una rutina hospitalaria.

• Desventajas del parto domiciliario

❍ Usted deberá asumir una gran responsabilidad sobre su estado de salud, tanto físico, como mental y espiritual.

❍ Si se presenta alguna complicación inesperada, no estar en una sala de partos especialmente acondicionada para enfrentarla puede ser un problema grave.

❍ Muchas obras sociales y medicinas prepagas cubren los gastos de un parto en los hospitales y clínicas que forman parte de su cartilla, pero no los de un parto domiciliario.


¡Importante! Cuando nos referimos a parto domiciliario no hacemos referencia a un parto que, por motivos ineludibles, sorpresivos o no (como el aislamiento o la falta de medios económicos), se produce en la casa, sino que hablamos de un parto domiciliario planificado, el cual incluye contar con la asistencia de profesionales especialmente capacitados para ello, con quien se estableció contacto y se organizó todo con anterioridad.

Algo más sobre el parto domiciliario

Como el parto domiciliario no está tan extendido, seguramente le será más difícil conseguir información sobre él que sobre las prácticas de parto hospitalario. A continuación, una breve sinopsis para quienes optan por el parto en casa y lo que conlleva esa elección:

• La mayoría de las personas que escogen un parto domiciliario tienen una visión distinta del embarazo de la que poseen quienes optan por el parto en hospital. Mientras estos últimos lo perciben de manera similar a una suerte de “enfermedad” que necesita ineludiblemente de hospitalización, quienes eligen parir en su casa ven el embarazo como un proceso normal y saludable que el cuerpo de la mujer sabe cómo afrontar.

• Durante el parto, la filosofía que guía a esta modalidad es la de “respetar a la naturaleza”, es decir, acompañar todo el proceso de inicio espontáneo del trabajo de parto y la evolución del período de dilatación dejando que la parturienta se maneje con absoluta libertad.

• Esta filosofía, que conlleva una actitud expectante, excluye la rotura artificial de membranas, la anestesia, el goteo para acelerar el proceso y la episiotomía.

• Casi todos los partos pueden producirse en casa, pero hay casos en los que no es conveniente que así sea. Hay requisitos generales para tener un parto domiciliario. Ellos son: buena salud física y emocional, óptimo cuidado prenatal y un embarazo que está progresando en forma normal.

• Los que proveen el “servicio” y cuidado de un parto en casa –pueden ser parteras o médicos– evalúan en sus pacientes factores que pueden indicar riesgo y posibilidad de complicaciones y, sólo después de hacerlo, recomiendan y llevan a cabo un parto de estas características.

• Si bien el criterio puede ser diferente de un profesional a otro, las parteras y los médicos que se encargan del cuidado de un parto en casa por lo general ofrecen asistencia prenatal completa incluyendo tests de laboratorio, parto, alumbramiento y cuidado de posparto inmediato hasta que un pediatra o médico de familia se haga cargo de la salud del recién nacido.

• En general, especialmente si se elige una partera, la relación que se entabla con ella es mucho más intensa y personal que la que traba la futura mamá con el ginecólogo a quien visita una vez por mes. Las parteras suelen pasar mucho tiempo con la embarazada, comparten valiosa información sobre descanso, nutrición y ejercicio, hablan sobre las posibilidades de crianza del niño, etc.

El plan de parto

Hacer un plan de parto le permitirá organizar sus pensamientos, preferencias y expectativas con relación a ese momento tan especial. Y, sobre todo, le posibilitará decidir acerca de una serie de tópicos y cuestiones donde estará en juego su cuerpo y el de su pequeño hijo. Por ejemplo: ¿desea estar sola en ese momento (además de la presencia del personal médico) o quiere contar con la compañía de alguna persona próxima a usted? ¿Le gustaría recibir anestesia ante la menor molestia o, preferiría evitarla de cualquier modo? ¿La ayudaría a relajarse escuchar su estación de radio preferida mientras está en trabajo de parto? Las respuestas sólo están en usted: es su parto y el que nacerá es su hijo. Cada hospital o clínica y cada profesional de la salud hace las cosas de una forma diferente y sin un plan de parto, es probable que usted reciba un tratamiento impersonal y rutinario.

Eso sí: una vez confeccionado el plan de parto, lléveselo a su médico, para que pueda respaldar sus decisiones, le explique las conveniencias de modificar alguna de ellas y/o le indique cuáles son los centros médicos que pueden cumplir con sus expectativas.


Algo importante: el plan de parto no tiene que ser definitivo. Siéntase en total libertad de modificarlo a medida que sus deseos o expectativas cambian o que su nivel de información es mayor.

EJEMPLO DE PLAN DE PARTO

– Título:

• Plan de nacimiento.

• Mis deseos para el parto.

• Nuestros deseos para el parto.

• Preferencias para el parto.

– Nombres:

• Su nombre.

• El de su pareja.

• El elegido para su hijo/a.

• El del obstetra o partera.

• Clínica, hospital o institución donde tendrá a su bebé.

– Fecha probable de parto:

– Me gustaría tener a mi hijo:

• En un hospital o clínica.

• En mi casa.

• En la casa de….

– Me gustaría que las siguientes personas estuvieran presentes:

• Mi pareja.

• Mi mamá.

• Mi papá.

• Mi hermana.

• Mi hermano.

• Mi amiga.

• Otros.

– Durante el trabajo de parto preferiría:

• Permanecer en un ambiente tan tranquilo como sea posible.

• Elegir la ropa a usar.

• Evitar una enema.

• Que se me hiciera una enema de rutina.

• Evitar el afeitado del vello público.

• Que me rasuraran el vello público.

• Que se me efectuaran la menor cantidad posible de exámenes vaginales.

• Que no se colocara una vía endovenosa, a menos que sea realmente imprescindible.

• Permanecer en mi cuarto hasta tener 5 cm. de dilatación.

• Ser libre de caminar.

• Poder moverme y cambiar de posición a voluntad.

• Permanecer todo el tiempo acostada.

• Poder tomar todo el líquido que deseo.

• Poder chupar cubitos de hielo.

• Comer y beber de acuerdo a mis necesidades.

• Escuchar la radio.

• Estar a media luz.

• Otros.

– Respecto al monitoreo fetal preferiría:

• Que fuera continuo durante todo el trabajo de parto.

• Que no sea continuo a menos que la condición del bebé así lo requiera.

• Que el bebé fuera supervisado escuchando periódicamente sus latidos.

• Otros.

– Me gustaría manejar el dolor a través de las siguientes prácticas o métodos:

• Relajación.

• Acupuntura.

• Masajes.

• Técnicas de respiración.

• Hipnosis.

• Anestesia local.

• Anestesia peridural.

• Administración de narcóticos.

• Me gustaría probar sin anestesia.

• Otros.

– Referente a la cesárea:

• Me gustaría evitarla a menos que sea realmente imprescindible.

• Si un doctor determina que es necesaria, me gustaría contar con una segunda opinión en caso de que la situación lo permita.

• De ser necesaria, me gustaría poder participar del proceso de decisión.

• Me gustaría que mi acompañante estuviera presente, aún en caso de cesárea.

• Me gustaría estar consciente.

• Otros.

– Respecto a la episiotomía preferiría:

• Que no me la hicieran a menos que sea absolutamente necesaria para la seguridad del bebé.

• Que me la efectuaran a modo de prevención para evitar desgarros.

– Referente al parto me gustaría:

• Que el lugar tuviera luces tenues.

• Que el lugar estuviera lo más silencioso posible.

• Que me permitieran escoger la posición, incluyendo cuclillas o postura vertical.

• Que no hubiera ningún estudiante ni residente presente.

• Que el acompañante que yo elija o una enfermera me ayude en la fase expulsiva.

• Que se utilizaran fórceps en caso de necesitar ayuda en el parto.

• Que se utilizara un extractor de vacío en caso de necesitar ayuda en el parto.

• Que se procediera a una cesárea en caso de necesitar ayuda en el parto.

• Esperar hasta que yo sienta el impulso de pujar, cuando ya esté totalmente dilatada y sin que entrañe ningún tipo de riesgo para el bebé.

• Que me avisen cuando pujar.

• Tener un espejo disponible para ver la cabecita del bebé cuando comience a salir de mi cuerpo.

• Me gustaría poder tocarla en ese momento.

• Que me permitieran tener a mi hijo en brazos inmediatamente después del parto.

• Otros.

– Documentación del momento:

• Me gustaría grabar en video el nacimiento de mi bebé.

• Me gustaría sacar fotos del nacimiento de mi bebé.

– Inmediatamente después del parto preferiría:

• Que mi acompañante cortara el cordón umbilical.

• Cortar yo misma el cordón umbilical.

• Que alguien del personal médico cortara el cordón umbilical.

• Que el cordón umbilical deje de latir antes de ser cortado.

• Sostener al bebé mientras expulso la placenta y/o se sutura cualquier desagarro o episiotomía.

• Que el bebé fuera evaluado en mi presencia.

• Que si el bebé debe separarse de mí para recibir algún tipo de tratamiento, mi pareja o alguna otra persona que yo designe lo acompañe en todo momento.

• Ver la placenta.

• Otros.

– Referente al posparto me gustaría:

• Un cuarto privado.

• Que mi estadía en la clínica u hospital fuera lo más larga posible.

• Que mi estadía en la clínica u hospital fuera lo más corta posible.

• No ser separada de mi bebé, a no ser que por razones de salud resultara totalmente imprescindible.

• Que me traigan al bebé al cuarto ni bien me haya recuperado del parto.

• Tener conmigo al bebé durante el día, pero en la guardería durante la noche.

• Que el bebé se quedara en la guardería y me lo traigan al cuarto cuando yo lo solicite.

• Otros.

– Con relación al amamantamiento yo preferiría: No hacerlo.

• Comenzar a alimentarlo inmediatamente después del parto.

• Dejar pasar un tiempo para descansar y luego comenzar a amamantarlo.

• Otros.


Acerca del plan de parto Algunas mujeres experimentan cierto sentimiento de culpa ante la perspectiva de confeccionar un plan de parto, ya que temen que el médico lo perciba como un cuestionamiento a su juicio o capacidad profesional. Si usted tiene algún sentimiento de este tipo considere que muchos médicos se complacerían de tener una fuente de información tan detallada acerca de lo que quieren y esperan sus pacientes. Igualmente, si su médico se molesta cuando usted le presenta su plan de parto, la pregunta que usted debería hacerse es: “¿Deseo que alguien que se siente molesto cuando le explicito lo que deseo para el momento de la llegada al mundo de mi hijo se encargue de ello?” Entre otras razones, el plan de parto se confecciona porque hablar durante la consulta médica acerca de sus preferencias no es suficiente. Seguramente, habrá varias personas, además de su médico, que llegado el momento crucial, la asistirán y atenderán (personal del hospital, por ejemplo) y hasta es posible que su médico no esté disponible en ese momento y otro deba tomar su lugar. En ese caso, el plan de parto es una herramienta fundamental para que todo vaya tal cual usted lo desea. El plan de parto ordena y explicita sus preferencias acerca de este acontecimiento, asumiendo que se trata de un parto rutinario y/o solamente con las complicaciones más comunes. Si las cosas se tornan verdaderamente problemáticas, es posible, que por su salud o la de su bebé, haya que hacer cambios o tomar decisiones de último momento que no estaban explicitadas en su plan. Un plan de parto es una declaración de preferencias, no un contrato obligatorio. Si usted cambia de idea acerca de algo –tal como la necesidad de anestesia– esos deseos deben ser respetados.

CAPÍTULO 4
El embarazo paso a paso

Los trimestres son los principales hitos en los que se divide el embarazo y, si bien se relacionan con los meses de gestación, lo fundamental al respecto no es tanto el tiempo transcurrido sino la fisiología del crecimiento fetal.

Para que el bebé se desarrolle necesita del denominado sistema de apoyo vital que se formará hacia principios del embarazo y que estará conformado por:

• La placenta: es el órgano que le posibilita al bebé en formación depender de usted. Entre otras funciones, permite el paso del oxígeno, nutrientes y anticuerpos, elimina los desechos y produce hormonas.

• Las membranas: se trata de dos láminas delgadas que revisten al útero y conforman una bolsa que, llena del denominado líquido amniótico, aloja al bebé y permite su desarrollo.

• El líquido amniótico: llena el espacio formado por las membranas y sus funciones son, entre otras, amortiguar al bebé y mantener constante la temperatura.

• El cordón umbilical: une al feto con la placenta y es el encargado de transportar la sangre y está compuesto por tres vasos sanguíneos.

Los cambios de la mamá a través del embarazo
El primer trimestre

Comienza con la concepción y abarca el primero, segundo y tercer mes de embarazo.

Será el principio de vida de su bebé y el momento en que se forma la estructura de su cuerpo. Eso lo convierte en el período de mayor riesgo de teratogénesis (malformaciones) debido a factores ambientales y por eso usted deberá estar especialmente alerta y evitar ingerir medicamentos sin prescripción médica y no exponerse a productos químicos. Más detalles e información al respecto podrá encontrarlos en los tópicos: “Factores de riesgo y contaminación para tener en cuenta” e “Ingestión de fármacos y medicamentos”, en el capítulo 8 de este libro.

Es el momento donde malestares típicos como las náuseas y los vómitos serán más frecuentes y acentuados. A partir del segundo trimestre suelen desaparecer en la mayoría de las gestantes.

Primer mes

El embarazo comienza en el momento de la fecundación, momento en que el óvulo y el espermatozoide se unen. Esto sucede luego de producirse la ovulación, lo que ocurre entre los días 14 y 16 de un ciclo menstrual normal.

Para contar las semanas de embarazo se toma como primera aquella donde se produjo la última menstruación (FUM). Por eso, aunque el embrión tenga dos semanas de vida, se habla de un mes de embarazo.

Durante la tercera semana de ese mes se transporta el nuevo ser a la cavidad uterina; y durante la cuarta, se consolida su implantación en el útero.

Es también en estas primeras semanas cuando se forman la placenta y el cordón umbilical y el revestimiento del útero se engrosa. Estas modificaciones, entre otras, son las que permitirán albergar y alimentar al bebé.

El embarazo implicará para usted una verdadera revolución corporal y eso se reflejará en múltiples síntomas: malestar digestivo matinal (generalmente, náuseas, vómitos y acidez), deseo de orinar con frecuencia, flatulencias, aversión hacia determinados sabores y olores, deseo imperioso de comer ciertos alimentos, sensación reiterada de fatiga y somnolencia y salivación excesiva. Otro síntoma usual lo constituyen los cambios en los pechos: debido a que comienzan a prepararse para la lactancia, usted notará aumento de volumen, hipersensibilidad en los pezones y oscurecimiento de la areola.

En el plano emocional, seguramente estará inestable y es posible que pase de la alegría de saberse futura mamá al miedo y aprensión por la misma causa.

Segundo mes

En general, debido a que la sospecha de un embarazo comienza cuando no se produce la menstruación en la fecha en que debería hacerlo, usualmente es durante el curso de este mes cuando se practican los tests para confirmar la presencia de un estado gestacional. También en este período es cuando se acude al primer control médico y se solicitan los exámenes prenatales de rutina.

En esta etapa, el útero ya ha comenzado a extenderse y el líquido amniótico conforma el medio ambiente del bebé, protegiéndolo y manteniéndolo a una temperatura constante, conveniente y agradable.

En cuanto a la sintomatología que usted experimentará, lo esperable es que no varíe demasiado en relación a la del mes anterior. Sin embargo, pueden aparecer algunos síntomas nuevos, tales como el dolor de cabeza, los mareos, la sensación de debilidad y la constipación. Asimismo, es posible que la piel (especialmente la del rostro) sufra modificaciones, especialmente incremento de la grasa y hasta aparición de acné.

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