Kitabı oku: «Un viaje sin viajero: relato de extranjeras en Calcuta», sayfa 2

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En este apartado se presentaron limitaciones y restricciones dada la extensa producción de conocimiento en el ámbito académico sobre diversos asuntos de este país; por ello quisimos, al menos, describir algunos artículos elaborados en este terreno que nos permitieran identificar asuntos comunes entre autores latinoamericanos, frente a trabajos publicados en los contextos norteamericano y australiano.

Dado que no encontramos artículos de autores nacionales sobre este país, se optó por buscar en universidades y centros de investigación latinoamericanos. Así, localizamos una publicación del Colegio de México y decidimos centrarnos en reseñar, de manera limitada, algunos de estos trabajos, teniendo en cuenta la trayectoria de esta universidad en el ámbito de la investigación académica en el continente y la especificidad de su propuesta de promover a partir de la década de los sesenta lo que enuncian como la existencia de una asociación de académicos que tuviera como finalidad auspiciar y fortalecer el interés por los estudios sobre Asia y África en América Latina.

Otras referencias nos remitieron al Instituto Indo-Australiano (Australia India Institute, AII), fundado por el Departamento de Educación, Trabajo y Relaciones Laborales de Australia dedicado a estudios sobre este país. Este instituto que sirve de enlace para el adelanto de la investigación y las asociaciones entre la India y Australia.

Para el cuarto aspecto (“Conseguir una práctica en la India”), quisimos reconstruir el proceso vivido por una estudiante que quiere desarrollar una práctica profesional en el exterior. Para ello, recurrimos a una entrevista con el fin de reconocer en qué consistía este proceso desde sus inicios hasta que se “hizo realidad” el viaje. Quisimos detallar las condiciones que una persona debe cumplir para alcanzar una experiencia de movilidad académica de tipo internacional desde el ámbito universitario local.

En este sentido, la llegada de la estudiante colombiana a la India estuvo precedida por un proceso que interrelacionó tres escenarios distintos: la universidad, por el requisito exigido de cumplir con la práctica profesional; la organización Global Leaders que gestionó los trámites de intermediación para conseguir la plaza de la practicante en India y, por último, Banglanatak, la empresa que adelanta programas sociales de intervención en los que, finalmente, las tres estudiantes desarrollaron su práctica profesional.

Adicionalmente, nos interesamos en descifrar el quehacer de estas organizaciones dedicadas a la intervención social al promover la figura de practicantes internacionales en su distribución jerárquica. Uno de los procedimientos para tal fin consistió en revisar los vacíos entre la información que circula en las plataformas de divulgación sobre organizaciones de este tipo, las expectativas personales trazadas por quienes aspiran y se presentan a las diversas convocatorias ofrecidas en esos sitios y la manera como las universidades conciben esos escenarios concebidos para la formación profesional. Quisimos desentrañar, desde la distancia determinada por la escritura de este libro, la tensión entre lo que se declara y ofrece alrededor de la labor y el objeto social de estas empresas y las impresiones que les queda de esa experiencia a quienes se constituyen como pasantes por medio de estas organizaciones.

Para finalizar, en el último aspecto del dispositivo (“En busca de las reglas del relato”) que constituye la concreción del proceso anterior para transitar hacia la segunda parte del libro, nos centramos en los criterios de elaboración del relato que estuvo antecedido por las diferentes rutas seguidas.

De tal modo, una de las decisiones para estructurar la segunda parte, el relato, consistió en la construcción de un personaje (Anabel Reina), quien recoge y sintetiza las acciones de mayor recordación de las estudiantes y cuya historia refleja, entre otros asuntos, sus dificultades al enfrentar situaciones de vida como lo acontecido en su paso por Calcuta. En el relato, se combinaron los contenidos de los diferentes correos recuperados de las tres estudiantes. También, se recurrió a nutrir la historia con apartes de una entrevista con la estudiante colombiana; lo anterior para darle forma al personaje de Anabel Reina.

Estos aspectos posibilitaron activar una narración que fluctúa entre reconstruir y, de cierto modo, recrear buena parte de los hechos vividos en Calcuta.

Primera parte

1. El dispositivo: inquietudes durante el proceso

Durante los meses de junio a diciembre del 2011, tres estudiantes universitarias de distintas nacionalidades, de manera eventual, compartieron una estadía en la organización i-land informatics (Banglanatak) en la ciudad de Calcuta, India. Dos años después, una de ellas, colombiana, se interesó en sacar a la luz la experiencia vivida, a su parecer, fruto de las huellas emocionales dejadas por esta travesía en su vida. Aunque en los tres casos se trataba de cumplir el requisito exigido por sus programas académicos, relativo al escenario de lo que se denomina en este ámbito como la práctica profesional, pasantía o voluntariado, las dificultades encontradas y compartidas para llevar a cabo su práctica en aquella ciudad evidenciaron las tensiones, conflictos, dilemas, penurias y riesgos que implica enfrentarse a contextos ajenos por parte de quienes, como en este caso, se aventuraban a viajar y, por primera vez, permanecer solas por fuera de sus países de origen.

Por esta razón, alentar la reconstrucción de la experiencia sobre la permanencia en Calcuta tomando como insumo las situaciones compartidas en los tres casos nos condujo a idear de qué manera podríamos invocar, luego de algunos años, un ejercicio de distancia que permitiera, en lo posible, referirnos de manera reflexiva a este asunto. Así, a comienzos de junio del 2013 surgió un primer interrogante entre los autores de esta publicación: ¿Por qué escribir sobre la ciudad de Calcuta, en India, tomando como punto de partida la singularidad de las vivencias de tres estudiantes extranjeras en su propósito de realizar una estancia en una organización de carácter social, a partir de la iniciativa de una de ellas?

La primera respuesta se encontraba en el sentimiento de frustración manifestado por quien quería llevar a cabo la reconstrucción sobre lo vivido, casi como un acto que le permitiera desalojar de su vida los recuerdos perturbadores de aquel momento.

Durante los siguientes meses emprendimos un proceso para esclarecer cómo podría ser este libro. Lo que nos resultaba innegable era recuperar los episodios en Calcuta; es decir: el punto de partida sería aquello que desencadenó la pulsión personal de una de las estudiantes para evidenciar lo que podríamos llamar, en el escenario de la práctica profesional de un estudiante, una experiencia malograda y, de esta manera, llegar a evidenciar de manera indirecta cómo funcionan estas organizaciones que anuncian labores de intervención social.

Para ello, nos apoyaríamos en principio en los hechos vividos y recordados por una de ellas en conversaciones realizadas en ese lugar por las tres. Todos estos materiales llevados posteriormente a cuadernos de trabajo que se traducían en una colección de anotaciones dispersas. Después de varias conversaciones, realizamos una primera entrevista con la estudiante colombiana en la que quisimos “ordenar” las situaciones de mayor recordación en estos seis meses de vida. Sin llegar a ser una novedad, identificamos que un recurso existente y hasta ese momento no previsto serían los correos enviados por estas tres jóvenes en su manera de comunicarse con sus lugares de origen y, que en el caso de la colombiana, constituían una colección personal de corte introspectivo (alrededor de 54 correos) que reflejaban su estado de ánimo frente a esta experiencia. A su vez, los episodios en los que se realizaron registros fotográficos en la India nos resultaron reveladores, en tanto las fotografías tomadas daban cuenta de diversos aspectos de la vida en este lugar.

En este momento del proceso, la recuperación y revisión de estos materiales nos resultaba todavía difuso para los fines propuestos, dado que muchos de estos mensajes electrónicos, enviados en un primer periodo desde este lugar, estaban dedicados más a conversar sobre las relaciones con familiares y amigos del país de origen; es decir: recados y pormenores relacionados con la cotidianidad en sus entornos, más que con las vivencias en Calcuta. Sin embargo, nos llamaba la atención cómo a partir de algunas situaciones enfrentadas por las tres pasantes, los mensajes se convirtieron en una especie de revelación sobre las relaciones de poder con miembros de la organización a la que nos hemos referido. Así, en busca de recursos para la escritura mediante una ruta errática vivida en este proceso, quisimos buscar trabajos que apelaran al uso de la correspondencia, tanto en ciencias sociales como en la literatura, que nos permitieran entender las fronteras entre los hechos consignados en ese tipo de documentos y su recreación literaria.

Resultó evidente la complejidad que conllevaría revisar antecedentes, tanto en los medios artísticos, como literarios o académicos, sobre los usos que ha tenido la correspondencia entendida como documentos que posibilitan inferir hechos socioculturales en distintos momentos y contextos de la producción bibliográfica. Nos referimos, entre otras perspectivas, a lo que se conoce como géneros referenciales o biográficos, más del lado literario en los cuales se recurre al uso de las cartas, la autobiografía, las memorias o los diarios íntimos para transitar a publicaciones de carácter ficcional. Por supuesto, las polémicas desestimaban grosso modo, por un lado, puntos de vista sobre estos materiales en cuanto a su valor literario, en la medida en que no trascienden las fronteras de lo biográfico y, por otro lado, observamos posturas recientes según las cuales el concepto de ficción y el uso de datos documentales no eran en sí mismos requisitos para la escritura literaria.

Luego de constatar las dificultades relativas a seguir cualquiera de los caminos escudriñados, es menester insistir que no es de nuestro interés participar en esas perspectivas ni polémicas.

Así, el proceso de escritura continuó acentuando el carácter testimonial que provoca aproximarse desde la distancia de casi dos años a estos materiales hasta abordar la complejidad de los hechos consignados en su momento en estos registros electrónicos, desde su carácter confidencial e intimista y que, para volver sobre ellos en la actualidad, exigieron de manera deliberada evidenciar unos aspectos y callar otros. Todo ello, extensivo a los imaginarios que conforman la memoria y nuestra percepción del mundo cuando entramos a confrontar desde el presente el sentido de lo vivido, frente a la expectativa previa a toda experiencia.

Al tomar como punto de partida esos correos, el propósito se mantuvo en el sentido de permanecer en el terreno de las nuevas formas de oralidad —o lo que autores del campo de la comunicación llaman, como en el caso de Jesús Martin Barbero, como “oralidad escrita”— para referirse a los mensajes digitales trasmitidos por las autopistas de plataformas o dispositivos electrónicos. En nuestro caso, se trata de los correos electrónicos que hoy en buena medida son la base de las nuevas formas de interacción y de la propuesta de escritura de esta publicación.

1.1 Bosquejo sobre posibles marcos de análisis

Como se ha venido insistiendo, durante el proceso no se tuvo el propósito de realizar revisiones de corte académico sobre el estatuto conceptual y metodológico de perspectivas de estudio en el ámbito de la investigación cualitativa que nos ayudaran a “encuadrar” un posible enfoque para el desarrollo del trabajo. Entre otras razones, porque como se ha reiterado, el ejercicio de escritura de este libro nunca tuvo intenciones deliberadas sobre objetivos académicos respecto de tomar como objeto o proyecto para la descripción o el análisis, el viaje de estas estudiantes a la India. Es decir, no hubo planes premeditados antes de la llegada a este lugar sobre el uso de herramientas de la investigación cualitativa ni desde perspectivas de estudio, ni de la aplicación de técnicas, ni de registros de ninguna índole que fuesen preparados y llevados a cabo durante esa estadía en este país. Por el contrario, el ejercicio de diseño y escritura de esta publicación, tres años después del viaje, se enfrentó al propósito de recuperar un proceso a partir de los escasos registros dejados y posteriormente utilizados para los fines descritos.

También advertimos sobre la visión compleja y la amplitud del objeto de trabajo que implica, en el ámbito académico, cualquier aproximación sobre referencias en torno a la investigación cualitativa, es decir, desde acercamientos a nociones básicas que permitan conocer sus principales postulados y discusiones en curso. Mucho menos interesó enfrentarse a una dispendiosa e inagotable revisión desde los fundamentos teórico-conceptuales y de orden metodológico introducidos por diferentes campos de conocimiento y tradiciones disciplinares que vienen retomando e incorporando estas orientaciones para sus desarrollos en la construcción de conocimiento, en el contexto de la investigación empírica o de otro tipo.

Más bien y porque se trata de considerar y, en cierta medida, documentar el proceso seguido en la escritura de la publicación, quisimos prever posibles usos de este libro en el terreno de la enseñanza universitaria, en especial, para apoyar la bibliografía de las asignaturas relacionadas con la investigación formativa en el programa de comunicación social de la Universidad Autónoma de Occidente. Lo anterior se da en la medida en que el proceso seguido incluyó aproximaciones a perspectivas que han abordado estrategias para la recolección de datos, como es el caso de los correos electrónicos y otros materiales recuperados. Lo que se conoce en el ámbito académico como las especificidades que contribuyen al uso de documentos para la escritura narrativa.

En este sentido, quisimos bosquejar en el inicio al menos dos referencias que nos sirvieran de marco general para comprender los extremos en los que se ubican este tipo de ejercicios de escritura. Los dos componentes de esta interfase estarían relacionadas con el uso de perspectivas de la investigación cualitativa que recurren a los métodos cualitativos a partir de su aplicación en diferentes áreas de investigación, en nuestro caso, la comunicación social. Dos de los métodos posibles en el ámbito de la investigación cualitativa se refieren tanto a los enfoques biográficos como a la etnografía como método o técnica. No es, pues, nuestro objetivo entrar en revisiones de corte histórico o planteamientos epistémicos —tanto conceptuales o metodológicos— dada la complejidad de los desarrollos de estas áreas de conocimiento. En los dos casos, intentamos de manera somera realizar un acercamiento exploratorio y general que ofreciera algunas herramientas prácticas a los estudiantes a partir del reconocimiento y posterior uso de las distintas estrategias particulares que las dos perspectivas brindan, tanto en los dispositivos de recolección de datos y sistematización como de análisis y perspectivas referidas a lo que se identifica como “choque cultural”, y lo que algunos autores llaman la propuesta textual y de especificidad de la escritura narrativa.

De allí se derivan dos breves resúmenes presentados a modo de apartados en los que condensamos aspectos claves para reconocer aportes generales de los marcos de estudio, que no tienen intención distinta a la de servir de correlato para situar posibles puntos de vista a la hora de enfrentar la escritura de un libro como este, con las especificidades descritas hasta el momento.

También surgió un tercer interés, resultado del proceso de reflexión en este ejercicio de escritura que nos posibilitó diferenciar la experiencia del viaje de la construcción de un relato en el marco de lo que podríamos llamar una “narrativa de viajeros”. Esta idea cobró vida al percatarnos de cierta construcción discursiva implícita en buena parte de los correos intercambiados por las estudiantes (colombiana, española y japonesa), así como al revisar comunicados de blogueros en su paso por la India. En este caso, no se pasa por alto el intento de interpretar de qué nos dan cuenta ciertas expresiones consignadas y derivadas de las vivencias de estos extranjeros en su interrelación con las realidades de este país.

Más aun cuando en estos registros electrónicos producidos e intercambiados se revela el carácter testimonial de los hechos enfrentados y, en particular, se naturalizan ciertas valoraciones, en ocasiones comunes, resultado de sus impresiones y la “visión de mundo” en la condición de “foráneos occidentales”.

Para ello, acudimos a revisar perspectivas que tuvieran como marco analítico planteamientos sobre la colonialidad, en la medida en que nos interesó traslucir en estos mensajes de qué manera se activan percepciones negativas naturalizadas en el lenguaje y en las maneras de interactuar al referirse a situaciones en la India.

Esta elaboración fue presentada luego de los apartados sobre métodos biográficos y estrategias etnográficas y que, de manera exploratoria, hemos denominado como “Narrativas de viaje en clave de colonialidad: huellas de una matriz en relatos de extranjeros”. Realizamos un esquema general que nos posibilitara esclarecer la ruta metodológica seguida en el proceso de construcción del relato en su articulación con las perspectivas anunciadas, como se muestra a continuación2.

Figura 1. Proceso de construcción del relato en la perspectiva de la investigación cualitativa


1.1.1 Aproximación a perspectivas de la investigación cualitativa: entre métodos biográficos y etnográficos para la escritura narrativa

A continuación se expone la primera síntesis sobre los llamados estudios narrativos en el contexto de la investigación social cualitativa, acentuando las posibilidades que ofrecen para explorar a través del relato biográfico, de una manera que permite contar las propias vivencias como hechos/acciones a la luz de las historias que los agentes o sujetos narran y en las cuales se reproducen intersubjetividades basadas en un diálogo consigo mismo y con otros en un proceso dialógico de construcción.

1.1.1.1 Acerca de las perspectivas de la investigación narrativa en ciencias sociales

El siguiente ejercicio retoma algunas precauciones expuestas en referencias consultadas con respecto al amplio aporte con que cuentan los denominados estudios narrativos en el contexto de la investigación social cualitativa. En principio, el universo conceptual y metodológico de los estudios narrativos se deriva del conjunto de tradiciones disciplinares de las ciencias sociales, consideradas en la actualidad como lugar de encuentro entre diversas ciencias sociales al convertirse en una dimensión investigativa transversal a dichos campos disciplinares.3

Según Oriana Bernasconi, una primera disquisición entre lo conceptual y lo metodológico se refiere a que los estudios narrativos no se circunscriben a un agregado de métodos, técnicas de investigación o series de procedimientos de análisis para verificar resultados; por el contrario, estos pueden entenderse fundamentalmente como una forma de exploración sobre la práctica narrativa y los relatos construidos por personas, grupos e instituciones en y sobre la vida social.4

En este sentido, la investigación social cualitativa viene aumentado su interés en estas perspectivas de investigación narrativa, dado que, como lo afirma Polkinghorne citado por Sparkes, la narración es considerada como la forma lingüística apropiada para exponer la existencia humana, entendida esta como acción social contextualizada. En la misma dirección, para la investigación cualitativa la actividad humana y su descripción narrativa implican tomar la vida social como un relato en el que la narración representa una condición ontológica de la vida social.5 En cuanto a las tradiciones disciplinares actualizadas por los estudios narrativos, estos han sido enmarcados en los nuevos géneros biográficos y narrativos, estimados con un gran potencial para representar la experiencia transcurrida en la vida social.6

Algunos autores relacionan el enfoque biográfico-narrativo y sus metodologías con sus propios orígenes provenientes de la escuela de Chicago y las tradiciones de las diferentes ciencias sociales (sociología, antropología, psicología, educación, comunicación social), cuyo empleo se presenta de manera profusa en la última década. Al indagar sobre la experiencia de la vida social en el marco de una metodología de carácter hermenéutico, se admite conjuntamente dar significado y comprender las dimensiones cognitivas y afectivas de la acción social, en que la subjetividad se considera también como condición necesaria del conocimiento social.7

En este sentido, al contar las propias vivencias como hechos/acciones en un relato biográfico a la luz de las historias que los agentes narran, se reproducen intersubjetividades basadas en un diálogo consigo mismo y con otros en un proceso dialógico de construcción relacional y comunitaria. Por ello, Antonio Bolívar y Jesús Domingo señalan que contar las propias vivencias y leer —en el sentido de “interpretar”— dichos hechos/acciones a la luz de las historias que los agentes narran se ha convertido en una perspectiva peculiar de investigación. De allí que algunos planteamientos indiquen que la investigación narrativa corresponde al estudio de las formas en que los seres humanos experimentan el mundo.8 Otras posturas señalan que el análisis narrativo instituye una opción a las interpretaciones más convencionales realizadas por las ciencias sociales sobre el ser humano, en especial las que tienden a abstraer al sujeto de su contexto, en vez de analizarlo en un marco de relaciones contextuales.9 En todos los casos, la idea de la narrativa subraya la experiencia vivida de los individuos, con anclaje en las tradiciones cualitativas de la investigación social.10 También el análisis narrativo se ocupa de la interpretación de un subconjunto particular de textos, en particular, aquellos que se estructuran como relatos o historias.

Con respecto a consideraciones de orden metodológico, Devís y Sparkes plantean que la investigación narrativa corresponde a un proceso de recolección de información a través de los relatos que cuentan las personas sobre sus vidas y las vidas de los demás. En este caso, las fuentes utilizadas para el levantamiento de información de estos relatos son las entrevistas, las cartas, las autobiografías y las historias orales.11

En la misma dirección, otros autores consultados enuncian que los estudios narrativos encuadrados en los géneros biográficos, al representar la experiencia de la vida social a través de los relatos de vida y sus modos de narración, expresan aspectos de los individuos y la colectividad, de lo público y lo privado, de lo estructural y lo personal y, también, de los mundos reales y ficticios, estableciendo así el papel que las historias ocupan de modo central en el conocimiento de las sociedades.12 En este caso, señalan que el proceso de desarrollo de lo que llaman síntoma biográfico-narrativo, en la medida en que se extiende y es abordado desde diversas perspectivas y áreas de estudio, termina dando cuenta del lado humano y personal de los significados y los acontecimientos sociales en su conjunto.13

Figura 2: Enfoque biográfico narrativo