Kitabı oku: «Historia de Venezuela, Tomo I», sayfa 29
CAPITULO VEINTE Y UNO
Como Sedeño prendio Alonso de Herrera y a los demas que con el estauan en Paria y los lleuo a la isla de la Trenidad, y como el Audiencia de Santo Domingo tuuo notizia dello y dio prouisiones para que lo soltasen.
Pocos dias pasaron despues que Alonso de Herrera se apodero en la fortaleza de Paria, quando lo uino a sauer y entender el gouernador Sedeño, questaua en la Trenidad entendiendo en las cosas tocantes a la pascificacion y sustento de aquella tierra, lo qual le causo no poca turuacion y alteracion, por parezerle que heran prencipios aquellos para tornarse a desuaratar y que no ouiese su jornada el suceso y fin que el pretendia, como ciertamente lo fue de la suerte que adelante se uera; y usando de la breuedad quel negocio rrequeria, para que antes que Alonso de Herrera le fuese fauor de alguna parte y tuuiese copia de jente con que defenderse, luego yncontinente mando aderezar toda la mas de su jente y se enbarco en vn nauio que alli tenia, y una noche atraueso aquel golfo o brazo de mar que entre Paria y la Trenidad ay, y saltando en tierra ante que amaneciese ni pudiesen ser sentidos, zercaron la fortaleza de suerte que al tienpo que amanecio y los de dentro abrieron las puertas, entro Sedeño con su jente de tropel, que serian de sesenta honbres, y rrecojendo ante todas cosas las armas de los de dentro, los prendio a todos sin ninguna rresistencia, por estar tan descuidados como estauan desta uenida de Sedeño; y deseando el mismo Antonio Sedeño no lleuar consigo Alonso de Herrera a la Trenidad, porque como hera persona principal facilmente podria atraher a si los soldados y causar algun alboroto o salirse con ellos de la tierra, le dijo quel le soltaria y dejaria para que libremente se fuese a Cubagua o donde quisiese, con tal aditamento, que le hiziesse juramento de que no bolueria mas aquella fortaleza ni tierra de Paria.
Alonso de Herrera, viendo que si aquel juramento hazia questaua obligado a cumplillo, rrespondio que no lo queria hazer ni juraria lo que le hera pedido, aunque entendiese claramente que por hello auia destar toda su uida en prision. De esta rrespuesta se indino tanto el gouernador Sedeño, que luego lo comenco a molestar con prisiones y rregurosos tratamientos, poniendole grillos a los pies y un zepo al pesquezo, con yntencion de si por aquella via pudiese constriñir a Alonso de Herrera a que hiziese el juramento que le pedia, el qual jamas lo quiso hazer.
Visto esto por Sedeño, y que si asi libremente lo dejaua v soltaua, podria juntar jente y so color de boluer a Paria yria a donde el estuuiese a uengarse, acordo lleuarselo consigo preso a la Trenidad, en todo rrecaudo, de suerte que no se le pudiese soltar, y por entonzes dejo sin jente e ynabitable la fortaleza.
Llegado Sedeño a la Trenidad, con esta vitoria, quiso mostrarse mas rriguroso de lo que en semejantes lugares y tienpos es rrazon, y asi puso en prision a Bartolome Gonzalez, que hera la persona que estaua por caudillo en la fortaleza al tienpo que Alonso de Herrera entro en hella, y a un sobrino de Diego de Hordaz, llamado Aluaro de Hordaz, y a otros amigos y apaniaguados del governador Hordaz; y pareciendole que en el auerse entrado Alonso de Herrera en la fortaleza auia auido alguna traicion o auia sido corronpido el Bartolome Gonzalez con dadiuas para ello, determino de dalle tormento369 para sauer la uerdad, el cual se los dio los mas rrezios e ynumanos que pudo, hasta que lo descoyunto; y viendo que no hallaua ninguna claridad de lo que pretendia, ciego con alguna demasiada hira, quiso ahorcar a Aluaro de Hordaz y a otros dos hidalgos muy amigos del gouernador Hordaz. Este echo no les parecio vien a los llegados370 y consejeros de Antoño Sedeño, por lo qual le persuadieron a que no lo hiziese, y asi le fueron a la mano y se lo estoruaron y sosegaron al Gouernador, aunque no del todo, pues por vna parte tenia guerra con los naturales de aquella tierra, y por otra auia de estar sienpre recatado de los presos que consigo tenia.
En este tienpo azerto a llegar a esta isla de la Trenidad vn nauio de un Sanabria, que por aquella costa de Paria andaua a rrescatar esclauos conforme a la costunbre de aquel tienpo, y para que Antoño Sedeño no tuuiese ocasion de hazelle alguna molestia si le hallaua en Paria haziendo esclauos, aunque hera fuera de su gouernacion, fue a el y le pidio lizencia para hello, el qual se la dio, con que no los conprase ni rrescatasen de veinte y cinco años para uajo; e yendo a pedir esta lizencia Sanabria, supo la prision de Alonso de Herrera, como auia pasado, y despues de auer rescatado sus esclauos, dio la buelta a Cuuagua, donde hizo rrelacion del suceso y prision de Alonso de Herrera, con todo lo que sobre hello auia pasado, lo qual sauido por un Alonso de Aguilar, que en aquella ysla rresidia, que hera muy grande amigo de Herrera, luego yncontinente se partio para Santo Domingo, donde dio rrelacion a la Audiencia rreal de todo lo que Antoño Sedeño auia echo con Alonso de Herrera, y como lo tenia preso a el y todos sus amigos, los maltrataua y auia maltratado371. El Audiencia, sauido este atreuimiento dicho de Antoño Sedeño, luego dio prouisiones muy vastantes para que el propio Aguilar fuese, y con vn escriuano notificasen a Sedeño que soltase Alonso de Herrera y a todos los demas que tenia presos, y a los que con el se quisiesen yr a su gouernacion, y se les boluiese todo lo que se les auia tomado, asi de cauallos como de otras armas y peltrechos de guerra, so372 graues penas que para hello se le ynponian; y rresciuidas sus prouisiones, Alonso de Aguilar, luego, sin mas se detener, dio la buelta a Cuuagua, para de alli yr a la Trenidad hazer soltar a su amigo Alonso de Herrera y a los demas presos.
CAPITULO VEINTE Y DOS
De como Alonso de Aguilar fue á la isla de la Trenidad, y Sedeño no quiso ouedezer las prouisiones, antes lo quiso prender sobre ello.
O quanto puede y cuanta fuerza tiene la lei de amistad, pues a este Alonso de Aguilar constriño dejar su casa, a poner en rriesgo su uida y gastar su hazienda, a pasar la mar, a sufrir otros muchos trauajos y rriesgos, solo por sacar a su amigo Alonso de Herrera de la ynjusta y molesta prision en que Antoño Sedeño lo tenia; y asi se puso, despues de tantos trauajos, en auentura de que el mismo Sedeño lo prendiese y hiziese del lo mesmo que avia echo de Alonso de Herrera; porque pasa en esta forma: que llegado que fue con las prouisiones a Cuuagua, luego sin detenerse, busco y conboco algunos soldados amigos suyos, para que le aconpañasen hasta la Trenidad; y metiendose con asta373 ocho conpañeros en vn uergantin, se fue derecho a donde Antoño Sedeño estaua, vsando de un barbaro rigor con todos los que tenia presos, porque ni el les daua de comer ni les queria dejar para que lo fuesen a buscar; y asi, no solo les daua pena la prision en que estauan, mas les atormentaua la hanbre que padezian.
Llegado Alonso de Aguilar a la Trenidad, luego salto en tierra con vn escriuano que lleuaua a notificar las provisiones y rrecaudos que del Audiencia auia lleuado, a Sedeño, el qual los rresciuio con alegria y contento, no creyendo que fuesen aquel efeto, mas des que lo supo, fue tan grande el enojo que tuuo y rresciuio del atreuimiento del Alonso de Aguilar, que luego alli, yncontinente, le quito el escriuano que lleuaua y lo prendio con aspero senblante, y no curando de ouedezer ni cunplir lo que se le mandaua por el Audiencia, con aspera yra rrespondio que las ouedecia, y cuanto a cunplir lo que se le mandaua, que no convenia ni auia lugar, y disimulando su pasion, propuso de dar horden en como prender a Alonso de Aguilar, y detenello alli hasta que a el le paresciese, y asi acordo de conuidallo a comer, para que estando comiendo mas seguramente lo prendiesen y sin aluoroto. El Alonso de Aguilar sospecho la cautela: luego ymajino el modo que tendria en escaparse, y no dando a entender que auia entendido cosa alguna de lo que contra el se tratava, le rrogo al gouernador Antoño Sedeño que le hiziese merced de dejar uer Alonso de Herrera, pues que no lo auian de soltar como el Rrey mandaua, que le queria hablar antes de partirse. Sedeño, por desimular mas sus desinios, dijo que le hablase en buena hora, con tal que a hello se allase presente su theniente, el qual hera muy grande amigo del Herrera y conpañero que auian andado juntos en conpañia de Don Diego de Hordaz, y deuajo de esta amistad dio lugar a que los dos amigos, Herrera y Aguilar, se hablasen en secreto. Aguilar dijo a Herrera que ya ueia que Sedeño no lo queria soltar; que no auia otro rremedio sino que vna noche el se procurase soltar y fuese a la mar, que alli el lo rresciuiria y aria lo que hera obligado a su amistad.
El Herrera quedo de hazer lo que pudiese por soltarse, pues a el le yua mas que a ninguno; y con esto se boluieron a la posada de Sedeño, ya que se hazia hora de comer, y estando puestas las mesas y llamados los huespedes para sentarse, el Alonso de Aguilar finjio que queria proueherse374 y como alli no auia otro lugar sino el arcabuco o montaña, entrose por el, y encuuiertamente y sin ser sentido ni uisto, se fue a su uergantin, y despues de metido en el no curo de saltar mas en tierra a esperar ni estar en arbitrio de lo que tan ynumano gouernador como Sedeño quisiese hazer.
Sedeño estuuo esperando buen rrato a su huesped para comer, y desque uio que se tardaua enbiolo a buscar, creyendo que le vuiese sucedido alguna desgracia; mas Aguilar, viendo desde el bengartin que le buscauan, dio uozes diziendo que no le buscasen, porque el se auia ydo a comer con sus conpañeros por comer mas segura y descansadamente; que el no queria mas tratos ni contratos con el gouernador Sedeño de que le diese su escriuano, porque se queria boluer a Cuuagua. Sedeño, viendo cuan en vano le auian salido sus desinos, turbose demasiadamente, entendiendo quel no prender Aguilar le auia de ser dañoso, y rrespondio que la necesidad que de jente tenia le constreñia a detener alli al escriuano; que le perdonasse pues no se podia hazer otra cosa, y que ya uia la gran falta que la jente tenia de comida, que le rrogava que fuese con su bergantin al pueblo de Chacomar para que les trajesen algunas patatas y casaue y otras comidas de la tierra, a lo qual rrespondio Aguilar que hera contento de hazer lo que le rrogaua, pero que el era bisoño o chapeton en el trato de aquella tierra; que enviase vna persona que supiese tratar y rrescatar con los yndios. Sedeño se olgo con la rrespuesta de Aguilar, y asi le ynuio para el efeto vn amigo suyo, llamado Bartolome Gonzalez, que es el que hallo Hordas en la fortaleza de Paria por Sedeño.
Y antes que pasemos adelante es de sauer que en esta sazon no estaua toda la jente de Sedeño en la Trenidad, porque en el nauio que alli tenian auia ydo Agustin Delgado a buscar comida con zierta jente a la costa de Paria y auia lleuado consigo a un soldado llamado Andino, que hera, o auia sido secretario de Alonso de Herrera, para hazer justizia del, diciendo que este Andino auia persuadido a Herrera que fuese a Paria e hiziese lo que hizo. Por esto y otros motiuos que el Agustin Delgado tuuo afrento a este Andino o lo acoto alrrededor de la fortaleza, y sauido por Sedeño como Delgado auia afrentado Andino, temiose que si de alli escapaua los podria seguir o perseguir, y ansi le ynuio desde la Trenidad vna botija bazia con solo vn cordel atado al cuello, dandole a entender que lo ahorcase, lo qual alcanco y entendio el Agustin Delgado, pero no lo efetuo, porque llego a la sazon a Paria Alonso de Aguilar y Herrera que se lo estoruaron, como luego diremos, y por esta caussa no se hallo presente Delgado a esto que auemos contado que paso Aguilar con Sedeño, ni a todo lo demas que vamos diziendo, lo qual le fue gran ayuda para que Herrera se soltase y Sedeño no prendiese Aguilar; y es cierto que si Agustin Delgado con el nauio se hallara en la Trenidad a la sazon que esto pasaua, Sedeño se uengaua a su boluntad del Aguilar, y por uentura fueran los negocios mas malos y feos de lo que fueron.
CAPITULO BEINTE Y TRES
Como Alonso de Herrera se solto y libro de la prision en que Sedeño lo tenia, y se fue en el uergantin a Paria, adonde a la sazon estaua Agustin Delgado, y lo prendieron con los que hallaron en su conpañia.
En este tienpo que Antoño Sedeño estuuo en la Trenidad, que pasaron algunos meses, no dejo de tener guazaueras y guerras con los yndios, los quales le auian muerto en diferentes rreencuentros que tuuieron, mas de veinte honbres, y los demas estauan tan amedrentados, asi de la mucha multitud de yndios que cada dia bian sobre si, como por no ser parte para yr por los pueblos comarcanos a buscar comida, las quales necesariamente se auian de prouer de fuera de la tierra, que deseauan o procurauan salirse de alli; y algunos quieren dezir que de uerse la jente que alli tinia Sedeño tan opremidos y trauajados, en rriesgo de caer cada dia en poder de sus enemigos, persuadieron e ynportunaron a Sedeño que saliese de la tierra y fuese a rehazerse de mas jente o no curase demas de aquella tierra, pues la jente de hella era tan yndomita y pesima, y que esto le constriño y forco a Sedeño a salir de la Trenidad. Mas conforme a lo que uamos tratando, yo no tengo por cierto esto, sino que la jente de Ordas lo conpelieron a salirse, como luego se uera.
Buelto que fue el uergantin de Alonso de Aguilar con la comida que auia ydo a buscar a Chacomar, echola en tierra y rretubo en si a Bartolome Gonzalez, que hera la persona e ynterprete que Sedeño le auia dado para rrescatar la comida, enuiandole a dezir que no le daria su beedor, que este cargo tenia Bartolome Gonzalez, si no le daua su escriuano; y de camino enuio a dezir con vn esclauo negro que alli tenia Sedeño, que hera o auia sido de Hordas, a Alonso de Herrera que procurase soltarse aquella noche, porque el lo esperaria alli para rreceuillo, lo qual el esclauo le dijo a Alonso de Herrera, y el lo procuro poner por la hobra, como diremos.
Sauido por Sedeño la rretencion que Aguilar le auia echo de su beedor, enbiole a rrogar que se lo soltase, sin querer el soltar el escriuano que preso tenia, y uisto que no aprouechaua nada no curo de hablar mas hen ello, procurando poner toda guarda y custodia en Alonso de Herrera porque no se le fuese, al qual tenia con grillos y con diez honbres de guarda, con que se aseguro Sedeño, creyendo que con tanta jente como guardauan375 Alonso de Herrera vsso de un ardid, que fue darse a parlar y chocarrear con los que le guardaban a fin de desuelallos en el primer cuarto, para que entrando mas la noche hellos fuesen bencidos del sueño y se durmiesen todos y el tuuiese lugar de yrse; y auiendo gastado en parlar mas de la media noche, las guardas todas se durmieron, y Alonso de Herrera se descalco los grillos y poniendo vnos palos o vancos en la hamaca donde durmia, porque si la meneasen la hallasen pesada y creyesen que el estaua en hella, tomo vna ballesta de los que lo guardauan, y se fue a la mar y se entro en el vergantin.
Viniendo el dia y hallando menos Sedeño a Herrera, luego echo toda su jente para que lo buscasen por los arcabucos o palmares que por alli auia, y asi mesmo enuio en vna canoa a su Alcalde mayor para que uiese si estaua en el vergantin. Alonso de Aguilar y Herrera, viendo venir al Alcalde mayor de Sedeño le dijeron que dejase la uara en la canoa y que entrase en el vergantin a uer y hablar lo que quisiese, el qual lo hizo asi, y despues de auerse hablado y saludado como amigos, Alonso de Herrera le dijo que para que auia tomado aquel trauajo tan en bano, pues sauia que no auia preso que suelto no se quisiese uer, y que las ynumanidades y rrigores que con el auia vsado Sedeño que ya quel no pudiese uengarsse por sus manos, quesperaua que del cielo le uendria el castigo por su gran yngratitud, pues questando el preso y teniendo los yndios zercado a Sedeño y su jente y a punto de matallos a todos, el se auia soltado y caualgado en vn cauallo en pelo y tomado vna lanza y ahuyentado los yndios y echadolos del zerco que les tenian puesto, y que en pago desta buena hobra y seruicio le auia tornado a poner mas graues y asperas prisiones que antes tenia; que pues en pago de tan vuena hobra el le auia dado tan mala gratificacion, que no esperase ningun bien del en rremuneracion de la seueridad que con el auia vsado y de la arrogancia con que lo auia tratado.
Y sauida esta rrespuesta por Sedeño, temiendose no quedase hecho algun concierto entre Alonso de Herrera y soldados amigos suyos que alli auian quedado, que serian mas de treinta honbres, luego los prendio a todos e hizo poner vna fragua en medio de la plaza o rrancheria, para hen ella, con el trauajo de los propios soldados hazer copia de prisiones que echalles y en que tenellos.
Alonso de Aguilar y Herrera se partieron luego y se fueron derechos a la fortaleza de Paria, donde hallaron Agustin Delgado con algunos soldados que queria ahorcar a Andino por la seña que Sedeño le auia ynbiado, y prendiendo Agustin Delgado y a sus amigos dieron la uida al pobre Andino, y ellos se apoderaron de nueuo otra vez en la fortaleza y en todo lo que en ella auia.
Los soldados que Seseño auia preso, viendo que no les uastaua su hanbre y nezesidad y trauajos y enfermedades que auian pasado, sino que de nueuo los queria molestar con prisiones, rrogaron a un Moran, persona principal y amigo de Sedeño, que le dijese que les vastaua la prision que tenian o no poder salir de aquella isla donde auian pasado las calamidades que hera notorio, sin que de nueuo los aprisionase, dando a entender que de todo punto deseaua y pretendia su total perdicion y muerte. Moran se junto con otro hidalgo que alli estaua por thesorero, que se dezia Uillegas, y se fueron al gouernador Sedeño y le dijeron: la amistad y boluntad que a Umd tenemos nos constriñe y oprime a dezille lo que sentimos de lo que al presente haze y pretende hazer con los soldados que tiene presos, lo qual no solo qualquier honbre de buen juizio vera y colijera, mas todo baruaro que con algun belo de pasion no tuviese zerrados los ojos del entendimiento, y dira que lo que Umd al presente haze es fuera de toda la modestia que deue tener y beneuolencia que esta obligado a usar, no solo con los de su nacion, mas con los estranjeros y no conocidos, y asi parece crueldad ynumana que despues de tantos trauajos como estos miserables honbres an padecido en ayudar a sustentar a Umd en esta tierra, pasando los trauajos y necesidades que es notorio, poniendo sus uidas en rriesgos de perdellas, en pago de todo hellos sean puestos en tan asperas prisiones, para que ofreciendose algun dia alguna rrepentina guacavera de estos yndios de esta tierra, sean muertos cruelmente, no es cosa que conuiene pasar adelante con el proposito que Umd. tiene; mas376 soltandolos, con alagos y blanduras de palabra atrahellos a si para que quando fuere menester pongas las uidas por su gouernador.
A Sedeño nunca hablandaron nada377 estas y otras palabras que le dijeron, mas con animo seuero y ostinado les rrespondio que a los que sienpre le auian sido amigos y se lo era, que el los auia tratado y trataua como hermanos, y que a los demas no solo auian de ser tratados del asperamente y mandados a coces y a puntillacos, mas que no los auia de soltar de las prisiones en que estauan, sino para los oficios y obras ciuiles que se ofreciesen, y que el pondria tanto rrecaudo de prisiones en ellos, que aunque quisiesen no se soltasen. Viendo Moran y Billagran378 la obstinacion y crueldad del Gouernador lo dejaron sin curar de gastar mas palabras y se fueron a sus posadas, harto descontentos en ber que no auia podido acauar con Sedeño vna cossa tan justa y caritativa como la que pedian.
CAPITULO VEINTE Y CUATRO
Como los soldados que estauan en la isla de la Trenidad con Sedeño se amotinaron y lo prendieron y se fueron con el a Paria, donde Alonso de Herrera lo echo en prision, y como despues los propios soldados, amotinandose contra Herrera, soltaron a Sedeño y se fueron con el a Cubagua.
Los soldados que presos estauan, viendo que Moran, a quien auian encargado que hablase a Sedeño, gouernador379, no les voluia con rrespuesta alguna, colegieron que no abria querido condecender con su rruego, y asi acordaron tomar su liuertad con sus propias manos, porque algunos de los questauan presos auian ya hablado y tratado con amigos suyos que andauan sueltos, para que les ayudasen a soltarse si el Gouernador de su boluntad no lo quisiese hazer; y a medio dia, en punto que todos los mas estauan comiendo o rreposando, los presos, ayudandose los vnos a los otros, se soltaron, y tomando algunas armas de las que Sedeño tenia en deposito rrecojidas, salieron por el pueblo o rrancheria dando uozes y diciendo «viua el Rrey que libertad nos a dado y el Gouernador nos quiere hazer esclauos»; a los quales luego se ajuntaron otros amigos y conpañeros y conocidos para salirse de la isla, porque lo deseauan grandemente, a fin de uerse rredimidos de las uejaciones y trauajos que alli pasauan; y con todos los que hen el camino se les llegaron se fueron derechos a donde el gouernador Sedeño estaua, al qual prendieron, y sin hazelle mas daño de despojalle de sus armas le mandaron, por la uiolenta jurisdicion que hellos auian adquerido, que tuuiese aquella su posada por carzel, so pena de la uida; sin auer entre esta jente caueza que se señalase, sino que todos de una conformidad lo hazian y mandauan, por no poder ya sufrir ni tolerar las crueldades de Sedeño, el qual en este tranze nunca hallo amigo que por el boluiese ni quisiese tomar la uoz para defendello; y asi determinaron de uenido que fuesse el nauio que esperauan, enuarcasen en el y irse a Cuuagua o la buelta de Paria o donde les pareciese.
Estando esta jente en esta sedicion y escandalo o rrebuelta, a cauo de tres dias parecio la carauela de Sedeño, que uenia de la costa y fortaleza de Paria con comida, la qual no auia topado en el camino el bergantin de Aguilar y Herrera, y ansi los que hen ella venian ynorauan lo que auia pasado, asi en la Trenidad como en Paria con Agustin Delgado; y entendiendo el gouernador Sedeño que ya la carauela se azercaua a tierra, procuro ponerse en parte do la uiese380 y comenzo a hazer señas con vn paño para que se boluiese y no llegase a tierra. Los soldados, que no deseauan hazer daño ni mal a Sedeño, mas de salir de catiuerio, le rogaron que se dejase de hazer lo que hazia y no permitiese que la carauela se boluiese y pereziesen alli todos381. Los que en la carauela uenian se azercaron a tierra sin auer entendido las señales que por Sedeño se les auia echo; y desque los soldados la uieron sueta382 y al maestre en tierra, se metieron y apoderaron todos en ella, rrogando al gouernador Sedeño que si se queria yr con ellos que lo lleuarian; el qual, con vna loca obstinencia, menos preciado lo que los soldados le ofrecian, dijo que se fuesen con Dios, que el, con los que le quisiesen aconpañar, se quedaria alli, diciendo que los que le heran y auian sido amigos se lo mostrasen en aquel trauajoso tiempo.
A esta opinion y boluntad de Sedeño correspondieron solamente seis honbres amigos suyos, los cuales se le ofrecieron, que auiendo copia de soldados para defenderse de los naturales, de aconpañarle y rresidir alli con el. Sedeño se lo agradecio, y dijo a los demas que antes queria con los seis conpañeros solos quedarse alli a su aventura, que ir en conpañia de tan mala jente. Los soldados y amigos que alli se le auian mostrado a Sedeño, pareciendoles que si conforme a lo que decia y pretendia se quedauan alli, que de su propia boluntad se entregauan en poder de los naturales baruaros de aquella isla para ser sacrificados neciamente y ofrecidos a la muerte, y asi persuadieron a Sedeño que dejase su loca y temeraria determinacion y se metiesen en su nauio y se fuesen donde tuuiesen las vidas seguras; y asi, casi por fuerza, tomaron a Sedeño y a383 sus amigos y criados y lo metieron en el nauio, arto contra su uoluntad; lo qual uisto por Sedeño y que le dejauan alli tres cauallos que tenia de mucha estima, enuio a rrogar al casique Chacomar, que hera su amigo y sienpre se auia conseruado en su amistad, que lleuase los cauallos a su pueblo y los tuuiese y curase en el, y con esto partieron de la Trenidad y se fueron derechos a Paria, ynorando que Herrera estuuiese en ella; los cuales saltaron en tierra en la fortaleza, y uiendoles Alonso de Herrera, vsando del propio rrigor que con el se auia usado, prendio Antonio Sedeño y a sus amigos y criados, y pusolos en prisiones dentro de la fortaleza, y todos los demas se holgaron los vnos con los otros en uerse fuera de la sujecion y dominio de Sedeño.
Alonso de Herrera se detuuo algun tienpo en esta fortaleza, rretiniendo en ella los presos por uer si azerca de la gouernacion de Paria auia alguna ynovacion de España o de Santo Domingo, para disponer de los presos a boluntad del que uiniese y aun antes el pedir contra hellos lo que le conuiniese; en el qual tiempo se ofrecio que ynbio ziertos soldados a vna poblazon de cariues que estaua zerca de alli, los quales, o por descuido suyo o por el animo e yndustria de los yndios, les mataron ciertos españoles y los hizieron boluer casi vyendo, de lo qual se hallaron corridos todos, y los mas soldados que desta jornadilla escaparon, antes de llegar a la fortaleza se concertaron de soltar a Sedeño y a sus amigos de las prisiones en que Herrera los tenia e yrse con los que le quisiesen seguir a Cuuagua en vnas piraguas o canoas que auian tomado en aquella poblazon de cariues, y llegados que fueron a la fortaleza de Paria se fueron derechos Antonio Sedeño; y porque despues de suelto con fauor de algunos allegados suyos no quisiese hazer nueuas molestias a Alonso de Herrera y a sus amigos, rrecivieron del juramento, antes de soltallo, que despues de suelto no haria ningun desabrimiento ni descontento a Alonso de Herrera ni a los de su parcialidad, sino que el, con los que lo quisiesen seguir, se yrian a la isla de Cuuagua, el qual se lo prometio asi, y deuajo384 deste presupuesto, le soltaron a el y Agustin Delgado y a todos los demas questauan presos, los quales luego, con los que les quisieron seguir, se enuarcaron en las piraguas y canoas que auian traido de los cariues, y se fueron a Cuuagua, y de alli se uoluio Antonio Sedeño a Puerto Rrico, donde sucedio vu caso vien estraño, que por ser tal, lo pretendo escreuir en este libro.
Luego Alonso de Herrera, con los de su parcialidad, se quedaron en la fortaleza de Paria esperando si uenia Gouernador o socorro para que podiesen efetuar lo que tanto tiempo auia pretendido, que hera uer la noticia que en aquella prouincia de Paria les auian dado.