Kitabı oku: «Obras Completas de Platón», sayfa 184

Yazı tipi:

Notas

[1] El mismo del Sofista. (Patricio de Azcárate) <<

[2] El mismo que en el Sofista, donde replica al extranjero: aquí es un personaje mudo. (PA) <<

[3] El mismo que en el Sofista. (PA) <<

[4] Es indudable que Platón tuvo intenciones de escribir un tercer dialogo titulado El Filósofo, y en el que habría sido el principal personaje el extranjero. (PA) <<

[5] Nuestro dios Ammón, es decir, Júpiter, que nosotros, los habitantes del litoral del Africa, adoramos bajo el nombre de Ammoó. Ammón significa arena. Es preciso tener presente que Teodoro era de Cirene. (PA) <<

[6] Es decir, sin que hayamos añadido a la definición del sofista, la del político y la del filósofo. (PA) <<

[7] Sócrates el joven, de quien no se tiene ninguna noticia. (PA) <<

[8] Conforme al testimonio del mismo Platón, el diálogo titulado Teeteto ha precedido al Sofista, al que ha seguido el Político, que debía a su vez ser seguido por el Filósofo. En vista de estos textos, ¿que significa la conjetura de Ast? Véase el principio del Sofista. (PA) <<

[9] Es decir, de las artes de aquellos que no mandan por sí mismos. (PA) <<

[10] El Ática. (PA) <<

[11] El primer método, es decir, la división por especies, que son al mismo tiempo partes; el segundo, es decir, la división por partes, que pueden muy bien no ser especies. (PA) <<

[12] Como el número, que se divide en par e impar. (PA) <<

[13] Es decir, de las dos partes en que es preciso dividir la especie que no se mezcla. (PA) <<

[14] Es el sentido de la versión latina de Ficino, adoptado por M. Cousin, y creo sea el verdadero de este pasaje, en el que los críticos han agotado su ingenio para encontrar su significación enigmática. La expresión de lo noble y lo ágil se toman en sentido irónico. Este animal, que ni es noble ni ágil, es sin duda, según conjetura Schleiermacher, el cerdo. (PA) <<

[15] Este pasaje dio origen sin duda a la famosa chuscada de Diógenes el Cínico. En la noticia biográfica que Diógenes Laercio da de este filósofo, se lee lo siguiente: «Había oído defender la definición que Platón daba del hombre, diciendo que era un animal de dos pies, sin plumas; y tomando un gallo y quitándole la pluma, le llevó a la escuela de Platón, y presentándole, dijo: He aquí el hombre de Platón». (PA) <<

[16] Es decir, en cuya determinación no entran menos de tres ideas. (PA) <<

[17] Platón considera las tres palabras γενέσεωή άμίxτου νομευτιχή como si formaran una sola palabra compuesta. (PA) <<

[18] De la oveja de oro, es decir, de la oveja del vellón de oro. Véase en el Orestes de Eurípides, verso 809, una alusión a la querella ocasionada por un vellón de oro entre los descendientes de Tántalo. (PA) <<

[19] Minerva. (PA) <<

[20] El griego tiene la ventaja de emplear dos veces la misma palabra στοιχετον, que nos vemos precisados a traducir por los dos términos: letras y elementos. (PA) <<

[21] Πόλις πολιτιxή. (PA) <<

[22] Ἰμάτια ίματιουργιxή. (PA) <<

[23] Es decir, la trama y la urdimbre. (PA) <<

[24] Alusión evidente a los pitagóricos. (PA) <<

[25] Es decir, los atenienses, puesto que la escena pasa en Atenas, y los que hablan con el extranjero son los atenienses. (PA) <<

[26] Uno de los arcontes. (PA) <<

[1] El Timeo (Τίμαιος) es un diálogo escrito por Platón en torno al año 360 a. C. Precede al Critias o La Atlántida, y es considerado como el más influyente en toda la filosofía y ciencia posteriores. Su contenido profundiza esencialmente en tres problemas:

el cosmogónico, sobre el origen del universo

el físico, sobre la estructura de la materia

y el antropológico, sobre la naturaleza humana.

Los tres argumentos hallan correspondencia con otras partes en las que es posible subdividir la obra, y a las que se les añade el prólogo. (Wikipedia) <<

[2] Véase Galieno, t. II, p. 326, edición de Basilea. (PA) <<

[3] Estudios sobre el Timeo, t. I, p. 2. (PA) <<

[1] Timeo era de Locres, en la Gran Grecia, y pertenecía a la secta de los pitagóricos; debió florecer ya en tiempo de Sócrates, puesto que Platón presenta a ambos en este diálogo, y vivía aún en tiempo de Platón del que quizá fue maestro, pues Cicerón afirma que tenían muy estrechas relaciones. Era un gran astrónomo, según resulta del mismo diálogo. El escoliasta dice que escribió libros de matemáticas y un tratado de la naturaleza a la manera de Pitágoras. El tratado del alma del mundo y de la naturaleza, que Proclo le atribuye, es de un discípulo, o más bien de un plagiario de Platón. Véase a Th. H. Martin, Estudios sobre el Timeo. T. I, p. 50, y el artículo sobre este diálogo del Diccionario de las Ciencias filosóficas. (Patricio de Azcárate). <<

[2] Todo lo que sigue es un resumen libre de los libros II, III, IV, y V de la República. (PA). <<

[3] Para futuros guardadores del Estado. (PA). <<

[4] Entre los guerreros. (PA). <<

[5] Personaje que figura en el Cármides. (PA). <<

[6] Hijo de Hermón, general siracusano, que no fue extraño a la derrota de los generales atenienses Demóstenes y Oritias. Desterrado de su patria a la sazón en que iba a prestar socorros a Esparta, quiso más tarde entrar en la ciudad a viva fuerza, y pereció en esta tentativa. Su hija, que estaba casada con Dionisio el Antiguo, se vio forzada a darse la muerte. No debe confundírsele ni con Hermócrates, padre del mismo Dionisio el Antiguo, ni con Hermócrates, discípulo oscuro de Sócrates, y que Jenofonte menciona en el cap. 2.º, 1.1, de sus Memorias. (PA). <<

[7] De los filósofos y de los políticos. (PA). <<

[8] Es decir, en la Gran Grecia, célebre en la antigüedad por su legislador Zaleuco. (PA). <<

[9] Véanse para la genealogía de Solón, de Drópido y de los dos Critias, las notas biográficas del Cármides. (PA). <<

[10] ¿Qué versos? Quizá las Elegías a Critias, mencionadas por Aristóteles, Retórica, I, 15. (PA). <<

[11] Atenas. (PA). <<

[12] Las pequeñas Panateneas. (PA). <<

[13] Las Apaturias, fiesta ateniense en honor de Baco. Duraba tres días, cada uno de los cuales tenía un nombre particular; el primero, δόρπεια, se consagraba a los festejos; el segundo, ανάρρυσισ, a los sacrificios; y el tercero, χουρεώτις, al cauto y la declamación. (PA). <<

[14] Sobre el origen de Amasis, véase a Herodoto, 162, 182. (PA). <<

[15] Sobre la cuestión relativa a si la Neith de Sais es la Minerva de los griegos, véase a Herodoto, II, 28, 59,170, y 176; Pausanias, II, 36; Cicerón, De nat. Deor. III, 23, y Plutarco, Sobre Isis y Osiris, 9, 32 y 62. (PA). <<

[16] Foroneo, hijo de Inaco, el primero según unos, porque fue el primero de los hombres (Inaco pudo ser un río); según otros, porque fue él el primer mortal que reinó; y según otros, porque fue el primero que fundó a Argos. (PA). <<

[17] Hija de Foroneo, que tuvo de Júpiter un hijo llamado Argus, el cual dio nombre a la ciudad de Argos. (PA). <<

[18] El de Deucalión. El escoliasta refiere tres, el primero bajo Ojijio; el segundo bajo Deucalión, y el tercero bajo Dárdano (PA). <<

[19] En la doctrina platónica el pensamiento o razón pura no se eleva hasta las ideas, sino con el auxilio del razonamiento (PA). <<

[20] El texto griego dice: δόξη, dictamen, opinión, conjetura, parecer; δόξηστόν, que se puede alcanzar mediante la conjetura; que no consiste más que en una opinión. (PA). <<

[21] El texto dice: ειxόνος y ειxότας. Entre estos términos hay una relación de expresión, que no puede aparecer en la traducción. (PA). <<

[22] La πίστισ es uno de los grados de la opinión, que comprende también la ειxασία. Aquí se toma la parte por el todo. (PA). <<

[23] El sentido de esta proposición, dice Th. H. Martin, nota XX, es evidentemente, que para establecer una proporción geométrica con superficies, dadas las dos superficies extremas, bastaría con una tercera superficie media proporcional entre las otras dos; pero que, por el contrario, para establecer una proporción geométrica con sólidos, dados los dos sólidos extremos, es preciso emplear dos medios términos, porque no puede darse un medio proporcional. Para mayor ilustración, véase el resto de la nota y la de Cousin, p. 330 y siguientes. (PA). <<

[24] Los demás movimientos, que con el de rotación componen el número de siete, indicado más arriba, son los movimientos hacia la derecha, la izquierda, arriba y abajo, adelante y atrás. (PA). <<

[25] Esta esencia indivisible y siempre la misma, según conjetura Martin, es nada menos que el mismo intelecto divino. (PA). <<

[26] Esta esencia divisible y corporal, según otra conjetura del mismo autor, no es la materia misma, sino una imagen de la materia de las ideas, porque hay materia hasta en las ideas, y sería, por decirlo así, el alma motriz del caos. (PA). <<

[27] No se debe confundir esta tercera esencia con el alma misma, como hace Proclo, a quien sin razón justifica M. J. Simón en su Estudio sobre el comentario del Timeo. (PA). <<

[28] Lo mismo, es decir, la idea de la identidad absoluta o la identidad ideal. (PA). <<

[29] Lo otro, es decir, la idea de la diversidad absoluta o la diversidad ideal. (PA). <<

[30] La esencia, es decir, la tercera esencia, la que es intermedia. (PA). <<

[31] M. Martin, en la nota precitada, resume en estos términos la interpretación que él da a esta oscura teoría de la formación del alma del mundo.

En el sistema de Platón todas las cosas se componen de materia y de forma, y así las ideas mismas se componen de la dualidad (δυάς, dyas) y de la unidad. Todas las cosas producidas, y por consiguiente el alma, tal como Dios las ha hecho, se componen de materia primera y de esencia. La materia primera, según Platón, estando completamente indeterminada, no es más incorporal que corporal. Toda esencia es la imagen de las ideas. En las esencias corporales, la diversidad domina tanto cuanto es posible. De las dos esencias incorporales, con que Dios ha formado el alma del mundo, la una, la esencia individual, imagen sobre todo de la forma de las ideas y en la cual domina la identidad, no es otra cosa que el intelecto eterno e inmutable que existe en Dios mismo; la otra, esencia divisible, imagen de la materia de las ideas más que de su forma y en la que el principio de diversidad tiene más parte, no es otra cosa que el poder sensitivo y motriz derramado en la materia segunda de los cuerpos; es un alma móvil y mudable, que nace siempre y no es o existe nunca, y que Dios ha sometido al orden forzándola a unirse con el intelecto. Pero como esta unión era difícil de hacer, Dios al pronto sólo obró sobre una parte de esta esencia desordenada, y uniéndola a la esencia indivisible más estrechamente que hubiera podido hacerlo con la totalidad, formó de este modo una esencia intermedia. En fin, la esencia del alma del mundo, tal como Dios la ha compuesto, es a la vez una y triple, y resulta de la asociación de la esencia divisible, de la esencia intermedia y de la esencia indivisible; y cada una de estas tres esencias explica la existencia de las tres facultades intelectuales que Platón distingue en las almas inmortales, a saber: la opinión, la ciencia, y el intelecto. <<

[32] Para las siete primeras partes del alma o del todo que será el alma, es fácil encontrarlos números que la representan, y sobre este punto están de acuerdo todos los comentadores. Son los números 1, 2, 3, 4, 8, 9, 27, que forman dos progresiones geométricas, que tienen por primer termino común la unidad, a saber: una progresión 1, 2, 4, 8, cuya razón es 2; y otra progresión 1, 3, 9, 27, cuya razón es 3. La mayor parte de los comentadores presentan estas dos progresiones en un triángulo, cuyo vértice es la unidad, el lado izquierdo la primer progresión, y el derecho la segunda. Puede verse esta colocación en las notas de M. Cousin, que la copió de Macrobio. No hay para qué decir que lo mismo los comentadores antiguos que los modernos se han atormentado mucho para encontrar una explicación matemática o filosófica de este número 7, y de estas dos progresiones. Stalbaum ve sencillamente en los cuatro términos de cada progresión los cuatro grados que el ser debe recorrer para llegar a la plenitud y a la perfección de la existencia. ¿Pero por qué cuatro grados precisamente? En cuanto a los demás números, no es tan fácil encontrar la explicación. La mayor parte dejos comentadores, queriendo evitar los números fraccionarios, han seguido el consejo del falso Timeo de Locres, tomando, en lugar de la unidad, 384 por primer número. Puede verse la progresión de estos números enteros hasta el término 36 inclusive, en las notas de Cousin, p. 336. 31.Martin ha partido de la unidad según la marcha prescrita por el texto mismo del Timeo, y no ha temido más a las fracciones que a los números enteros. El resumen de todo esto es que Dios forma el alma del mundo según las leyes de la armonía musical, puesto que todos estos números son números músicos. (PA). <<

[33] Téngase en cuenta que se trata de la letra griega. (PA). <<

[34] Estos dos círculos, como observa Aristóteles, Del alma, I, 3, y Proclo en su Comentario al Timeo, son el ecuador y la eclíptica. (PA). <<

[35] Si los movimientos de los dos círculos difieren tanto, es porque estos, a pesar de estar formados de los mismos principios, difieren esencialmente. Como se verá más adelante, el uno no está dividido y permanece el mismo; el otro está dividido y cayendo, por lo tanto, en lo múltiple, se hace otro. (PA). <<

[36] Hacia la derecha, es decir, de Oriente a Occidente; hacia la izquierda, es decir, de Occidente a Oriente. La derecha, aquí por lo menos, es el Occidente y la izquierda el Oriente. Se encuentran determinaciones contrarias en las Leyes, pero Platón no daba a esto gran importancia, puesto que en realidad para un animal esférico no hay derecha ni izquierda. (PA). <<

[37] Según observa M. Martin, nota XXVI, estas dos progresiones reunidas, que toman por unidad el primer círculo, común a ambas, presentan la misma sería de números que hemos encontrado ya en la formación del alma del mundo: 1, 2, 3, 4, 8, 9, 27. (PA). <<

[38] Estos siete círculos son los de los planetas. Los tres primeros son los del Sol, de Venus y de Mercurio; los otros cuatro, los de la Luna, Marte, Júpiter y Saturno. (PA). <<

[39] Es decir, de las ideas. (PA). <<

[40] Porque estas cosas devienen siempre, sin ser nunca. (PA). <<

[41] Pasaje difícil de interpretar sin corregir los manuscritos. Véase la nota XXXII de M. Martin. T. II, p. 69 y 70. (PA). <<

[42] Por la revolución del movimiento circular único y el más perfecto debe entenderse la revolución diurna del mundo entero sobre su eje, de donde resulta la revolución diurna de todos los cuerpos celestes alrededor de la tierra. (PA). <<

[43] M. Martin explica, nota XXXIV, que así como hay un año solar, hay un año lunar, un año de Mercurio etc., que estos años o medidas de tiempo, no son conocidos por los hombres, porque no las observan; que, en fin, el año perfecto está caracterizado por la vuelta de todos los planetas a su punto de partida, y que esta vuelta tiene lugar, cuando todos acaban sus revoluciones, comenzadas al mismo tiempo. (PA). <<

[44] Es decir, los planetas. (PA). <<

[45] El movimiento de rotación. (PA). <<

[46] El movimiento de traslación describiendo un círculo. (PA). <<

[47] Es decir, que las estrellas fijas no caminan ni a la izquierda, ni a la derecha, ni hacia arriba, ni hacia bajo, ni hacia atrás. (PA). <<

[48] Es decir, las estrellas fijas. (PA). <<

[49] No se crea con Aristóteles y otros, que Platón atribuye a la Tierra un movimiento de rotación en el centro del mundo. Esto sería absolutamente contrario a todo el sistema astronómico de Platón. M. Martin explica perfectamente este pasaje controvertido en las líneas siguientes de la nota XXXVII. Este miembro de la frase significa, que la Tierra se une fuertemente alrededor del eje que atraviesa el universo, y es por lo tanto la creadora del día y de la noche por su resistencia al movimiento, al mismo tiempo que por su inmovilidad es la guardiana. Es en este sentido evidentemente en el que el falso Tuneo de Lacres la llama el límite, όρος, de los días y de las noches. Plutarco, interpretando a Platón, la compara a la aguja del cuadrante solar: su reposo, dice, es el que hace que los astros nazcan y se pongan. El participio presente ειλλομένην expresa perfectamente el esfuerzo continuo de que resulta esta inmovilidad. Véase también la nota interesante de M. Cousin, p. 339 a 341. (PA). <<

[50] Es decir, una carta astronómica. (PA). <<

[51] Todo este pasaje es evidentemente irónico. (PA). <<

[52] M. Cousin traduce sin detenerse: dioses nacidos de un dios. Esta interpretación es muy filosófica, pero absolutamente incompatible con el texto griego. El Dios supremo no se dirige sólo a los astros nacidos de él, sino a estos dioses mitológicos, que Platón finge reconocer y que tienen otros dioses por padres. Por esto, sin duda, dice: dioses, hijos de los dioses. Esta explicación de M. Martin es infinitamente más probable que las extravagantes conjeturas de Proclo y de los alejandrinos en general. (PA). <<

[53] Los astros, creados, como se ha dicho, para marcar-medir el tiempo. (PA). <<

[54] Platón quiere decir que αϊσθησισ viene de αϊσσειν (agitarse). Esta oportuna observación es de M. Martin, nota XLVI (PA). <<

[55] No es posible admitir aquí el sentido de M. Martin, que parece demasiado ingenioso para ser verdadero. Véase la nota XLVIII. (PA). <<

[56]Φωςφόρα όμματα, los ojos portadores de la luz. Platón dice más adelante que hay dentro de nosotros, es decir, dentro del globo del ojo un fuego interior, cuyas partes más sutiles corren al través del tejido de este órgano. (PA). <<

[57] M. Martin muestra que en este pasaje, como en otros muchos, la palabra όψις no designa ni el ojo, ni la vista, ni la visión, sino el fuego interior. (PA). <<

[58] Los filósofos antiguos explicaban el conocimiento de lo sensible y de lo otro: unos, por la acción de lo semejante sobre lo semejante, y otros, por la acción de lo contrario sobre lo contrario. Véase la exposición de esta doble teoría de los semejantes y de los contrarios en el tratado de Teofrasto, Sobre la sensación. Véase también la obra de Saisset De las teorías sobre el entendimiento humano en la antigüedad, p. 31, 32, 61, 104, 105, 205, 206, etc. No es imposible dar razón de la manera cómo Platón ha llegado a concebir esta singular teoría de la visión. Antes de él, los pitagóricos explicaban la visión por un fuego interno, que sale de los ojos y va a tocar a los objetos. Por otra parte, los atomistas lo explicaban por imágenes que se desprenden de los objetos y van a herir los ojos. Parece que Empédocles había ya combinado estas dos teorías. (Véase la obra citada De las teorías del entendimiento humano en la antigüedad, p. 87, 92). Platón las combinó de nuevo, mezclándolas emanaciones luminosas del ojo y las emanaciones luminosas de los cuerpos, y explicando la sensación visual por su encuentro. Es lo que se llamaba en la antigüedad πλατωνιxή συναύγεία. (PA). <<

[59] Es lícito a un lector moderno pensar de otra manera. Este pasaje oscuro por más de un concepto, está perfectamente comentado en la nota LII de M. Martin. (PA). <<

[60] Manifiesta alusión a los filósofos de Jonia. (PA). <<

[61] Aquí comienza como una segunda parte del Timeo. (PA). <<

[62] Los elementos reunidos en las sílabas son las letras. Por consiguiente, según Platón, el fuego, el aire, etc., falsamente llamados elementos, no deben compararse ni con las letras ni con las sílabas, sino con las palabras; pues que son dos veces compuestos. Obsérvese que esta doctrina es pitagórica. (PA). <<

[63] ¿Cuál es este razonamiento bastardo? No sabemos que Platón lo haya explicado en ningún paraje de sus diálogos. El falso Timeo de Locres expone, que nosotros percibimos la materia indirectamente y por analogía, comentario tomado de Aristóteles. (PA). <<

[64] Al pronto, no se comprende cómo la generación puede ser anterior a la formación del universo. Pero por la generación en este caso es preciso entender, como veremos más adelante, los cuerpos elementales formados a medias en el seno del lugar eterno. (PA). <<

[65] Por consiguiente, estos dos triángulos irreducibles, principio de todos los demás, son dos triángulos rectángulos. (PA). <<

[66] Es el triángulo rectángulo isósceles. (PA). <<

[67] Es el triángulo rectángulo escaleno. (PA). <<

[68] Los triángulos isósceles y escalenos son los principios geométricos de los cuatro cuerpos elementales; pero por encima de los principios geométricos hay los principios numéricos, los números, conocidos sólo por Dios y por los pitagóricos. (PA). <<

[69] Es decir, el agua y el aire. Es preciso recordar lo que ha dicho Platón al principio: que dos cuerpos sólidos no se pueden unir, sino por dos medios términos. (PA). <<

[70] Es decir, que todos los triángulos rectángulos isósceles son semejantes entre sí. (PA). <<

[71] Es decir, escaleno. (PA). <<

[72] Mediante el cambio de las proporciones de sus ángulos agudos y de sus lados. (PA). <<

[73] Prolongados o escalenos. (PA). <<

[74] Es decir, aquel, que, repetido dos veces o añadido a sí mismo, forma un tercer triángulo, que es equilátero. La fórmula de Platón es un poco enigmática. Muy mal comprendida por M. Cousin, ha sido perfectamente interpretada por M. Martin en su nota LXVI sobre la geometría corpuscular. (PA). <<

[75] Esta primera especie de sólido es el tetraedro regular o pirámide de base triangular equilátera. Puesto que este sólido comprende cuatro triángulos equiláteros, que comprenden a su vez seis triángulos elementales escalenos, es claro que se compone de veinticuatro triángulos elementales escalenos. (PA). <<

[76] Este segundo sólido es el octaedro regular. Se compone de cuarenta y ocho triángulos elementales escalenos. (PA). <<

[77] Este tercer sólido es el icosaedro regular. Se compone, como dice Platón, de ciento veinte triángulos elementales escalenos. (PA). <<

[78] El triángulo escaleno. (PA). <<

[79] Este cuarto sólido, nombrado por Platón mismo, es el cubo. Se compone de veinticuatro triángulos elementales isósceles. (PA). <<

[80] Esta quinta combinación, este quinto sólido, es el dodecaedro regular. Si no es esférico y el mundo lo es, es preciso tener en cuenta que Platón no llega a decir que Dios haya dado exactamente la forma de este poliedro al universo. (PA). <<

[81] Los cuerpos elementales, menos la tierra, a la que el autor acaba de asignar la forma cúbica, y que está ahora fuera de cuestión. (PA). <<

[82] El octaedro regular. (PA). <<

[83] El icosaedro regular. (PA). <<

[84] Porque la tierra tiene por elemento generador el triángulo isósceles; mientras que los otros tres géneros proceden del triángulo escaleno; de donde resulta, que estos tres géneros, convertibles entre sí, no lo son respecto de la tierra. (PA). <<

[85] He aquí cómo M. Martin explica este oscuro pasaje; nota LXXIV. Platón supone, que los corpúsculos de una de las cuatro especies no pueden experimentar ninguna alteración por parte de los corpúsculos semejantes a ellos, y que la acción de los corpúsculos diferentes tiende a asimilar los más débiles a los más fuertes. Esta asimilación consta de tres operaciones, a saber: primera, de la separación de los corpúsculos reunidos en masa para formar una de las cuatro especies de cuerpos, διάλυσισ; segunda, de la división de cada corpúsculo en sus elementos constitutivos, τμή σις διάλυσις xατά στοιχετον; tercera, de la reunión de estos elementos, formando nuevos corpúsculos semejantes a los vencedores. Cuando la tierra aparece vencida, puede sufrir temporalmente las dos primeras operaciones, pero nunca la tercera. En esta lucha los cuerpos más pequeños tienen una ventaja, por lo menos, para la segunda operación, puesto que son los más puntiagudos. Cuando las pirámides de fuego ceden a la superioridad numérica de los otros poliedros que las dividen y las transforman en poliedros, más obtusos, Platón dice, que se extinguen. Por extensión dice también, que el aire se extingue, cuando sus elementos sirven para formar el agua. En igual forma, el agua puesta al fuego se hace aire, y el aire puesto al fuego se hace fuego. Cuando se completa la asimilación, la lucha cesa. Pero cuando dos especies de cuerpos combaten con fuerzas iguales poco más o menos, entonces su esfuerzo recíproco se limita a la primera operación, es decir, a la separación de los corpúsculos (διαλμθέντα), que se desprenden de la pelea para ir a reunirse en dos campos separados: la lucha cesa cuando se ha verificado esta separación, o bien cuando resulta vencido (νιxηθέντα) uno de los dos partidos, y se ve obligado a asimilarse al vencedor. (PA). <<

[86] A saber, de los dos triángulos isósceles y escaleno. (PA). <<

[87] Se refiere a la discusión del principio de este diálogo sobre la naturaleza de lo mismo y de lo otro, y consiguientemente sobre la causa de la diversidad. (PA). <<

[88] Lo que queda en los cuerpos inflamados, después que se ha extinguido la luz, es el calor. El fuego comprende, según Platón, primero, la llama; segundo, la luz; tercero, el calor. (PA). <<

[89] Es decir, en términos metalúrgicos, la parte más dura del metal. (PA). <<

[90] M. Martin, nota LXXXIII, prueba que la palabra άδάμας no significa ni el diamante, como traduce M. Cousin, ni el acero, ni el bronce, pero no dice qué significa; porque no rechaza ni adopta la conjetura de Schneider que supone que es una mezcla de oro y cobre. (PA). <<

[91] De otra manera no formaría una piedra, sino una teja, como se verá en la frase siguiente. (PA). <<

[92] La piedra preciosa. (PA). <<

[93] Probablemente la piedra de lava; quizá el basalto. (PA). <<

[94] Es decir, los triángulos de que se componen. (PA). <<

[95] En esta revista de los cuatro cuerpos elementales para preparar la explicación prometida, Platón omite el fuego, sin duda porque no puede ser disuelto por ningún otro cuerpo, y si sólo transformado, es decir, extinguido. (PA). <<

[96] Otras condiciones de las impresiones que serán desenvueltas más adelante. La primera acaba de ser estudiada en las páginas que preceden. Se trata, en efecto, de las impresiones que se refieren al cuerpo y al alma, como lo ha visto bien M. Martin; es decir, impresiones seguidas de sensación; pero Platón nos parece decir aún algo más. En nuestra opinión, anuncia que va a comenzar por explicar las impresiones comunes a todo el cuerpo y al alma; a saber: las impresiones del tacto, las que nuestros fisiólogos designan con el nombre de sensibilidad general. En efecto; más adelante, hablando de las mismas impresiones, no dice sólo el cuerpo, sino todo el cuerpo, όλον τό σώμα, y el cuerpo todo entero, τόυ σώματος παυτός. En seguida, es de las impresiones del tacto, cuyo órgano es el cuerpo entero, de las que habla en todos estos pasajes, en que se trata de lo caliente y de lo frío, de lo duro y de lo blando, de lo pesado y de lo ligero, etc. En fin, no podía decir, que comenzaría por las impresiones de los cinco sentidos, puesto que no se ocupa de otras impresiones. Por el contrario, comienza por el tacto que se ejercita mediante todo el cuerpo, y concluye por los otros cuatro sentidos, que se ejercitan mediante órganos particulares. Es posible que M. Martin se engañe en la nota CIX, donde dice, que Platón, antes de llegar a las sensaciones propias de cada uno de los cinco sentidos, va a hablar del placer y del dolor. Es con motivo de las sensaciones del tacto, que Platón habla del placer y del dolor. (PA). <<

[97] Platón acaba de servirse de la palabra xερματιζουσα. Hace, pues, derivar θερμόν de xερματιζω. (PA). <<

[98] Es decir, que los que ceden son blandos; y duros los que resisten. (PA). <<

[99] Es sabido que cada uno de los cuatro cuerpos elementales ocupa un lugar distinto: la tierra, el centro; el fuego, a las extremidades; el agua y el aire, entre los dos; el agua más cerca de la tierra, el aire más cerca del fuego. (PA). <<

[100] Es sabido también, que hay partes de los cuatro cuerpos elementales dispersas por todas partes en el mundo. (PA). <<

[101] Pero cercana. (PA). <<

[102] El más grande. (PA). <<

[103] El menor. (PA). <<

[104] La impresión de lo áspero. (PA). <<

[105] La impresión de lo liso. (PA). <<

[106] Hasta aquí Platón había casi confundido la impresión y la sensación; pero ahora las distingue profundamente. (PA). <<

[107] Es decir, difícil de mover. (PA). <<

[108] Así pues, resultan dos especies de impresiones; las que son seguidas de sensación, y las que no lo son. Las impresiones seguidas de sensación, son las que van desde el órgano hasta el alma; las impresiones no seguidas de sensación, son las que se extinguen en el órgano. Las impresiones caminan hasta el alma, cuando el órgano se presta al movimiento que las trasmite; se extinguen en el órgano, cuando éste no se presta a esto. (PA). <<

[109] Por lo tanto, para que la sensación sea dolorosa, es preciso tres cosas: primera, que sea fuerte y brusca; segunda, que encuentre resistencia en los órganos; tercera, que sea contraria a su naturaleza. Las dos primeras son las condiciones del dolor; la tercera constituye su esencia. La sensación agradable está sometida a las mismas condiciones. Debe ser igualmente fuerte y brusca; debe encontrar resistencia en los órganos; pero el placer, contrario al dolor, tiene la esencia contraria, puesto que restablece los órganos a su estado natural. Esta misma teoría del placer y del dolor se encuentran en el Fílelo y en el libro IX de la República. (PA). <<

[110] Como la impresión no encuentra resistencia en el órgano, como no le saca con violencia de su estado natural, ni le restablece tampoco con violencia, no hay ni placer, ni dolor. Sin embargo, si la impresión, que ha partido del cuerpo, llega hasta el alma, hay sensación. (PA). <<

Yaş sınırı:
0+
Hacim:
3355 s. 10 illüstrasyon
ISBN:
9782380374100
Yayıncı:
Telif hakkı:
Bookwire
İndirme biçimi:
Metin
Ortalama puan 0, 0 oylamaya göre
Ses
Ortalama puan 0, 0 oylamaya göre
Metin PDF
Ortalama puan 0, 0 oylamaya göre
Ses
Ortalama puan 0, 0 oylamaya göre
Metin PDF
Ortalama puan 0, 0 oylamaya göre
Metin
Ortalama puan 0, 0 oylamaya göre
Metin, ses formatı mevcut
Ortalama puan 0, 0 oylamaya göre
Metin
Ortalama puan 0, 0 oylamaya göre
Metin
Ortalama puan 0, 0 oylamaya göre
Metin
Ortalama puan 0, 0 oylamaya göre
Metin
Ortalama puan 0, 0 oylamaya göre
Metin
Ortalama puan 0, 0 oylamaya göre
Metin
Ortalama puan 0, 0 oylamaya göre
Metin
Ortalama puan 0, 0 oylamaya göre
Metin
Ortalama puan 0, 0 oylamaya göre
Metin
Ortalama puan 0, 0 oylamaya göre
Metin
Ortalama puan 0, 0 oylamaya göre
Metin
Ortalama puan 0, 0 oylamaya göre