Kitabı oku: «Actividad del BEI en África, el Caribe, el Pacífico y en los Países y Territorios de Ultramar», sayfa 4

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TODOS LOS SECTORES SON BIENVENIDOS

El UDBL cuenta con 115 empresas en su cartera. Provienen principalmente de cuatro sectores diferentes: agricultura y agroindustria, manufacturero, turismo y desarrollo del capital humano, que consiste en centros de formación profesional y de enseñanza para adultos y escuelas para niños. Dentro de estos sectores, hay una gran diversidad. Prestan apoyo no solo a casas de alojamiento turístico, fabricantes de colchones, hospitales, escuelas de enfermería y facultades de medicina e institutos de formación profesional, sino también a cooperativas agrícolas y empresas en las cadenas de valor de la agroindustria. «Tenemos clientes dirigidos por mujeres en todos los sectores», dice Ojangole, «y estamos poniendo en marcha iniciativas para ayudarles a evolucionar».

El mayor número de empresas gestionadas por mujeres en la cartera del UDBL se encuentra en agricultura y agroindustria, aunque con excepciones destacables. Delight Supplies es el principal distribuidor de cosméticos y productos de belleza de Uganda, y sirve a clientes en todo el país desde sus instalaciones en Kampala. Crest Foam fabrica colchones y almohadas, que vende dentro y fuera de Uganda. Estas dos empresas están a cargo de mujeres y pueden servir de ejemplo a otras.

UNA OFERTA ALTERNATIVA

La filosofía del UDBL para ayudar a mejorar la igualdad de género en Uganda va más allá de proporcionar financiación a empresas propiedad de o dirigidas por mujeres. «Para promover la capacitación de las mujeres, necesitamos diseñar programas especiales y financiar productos que se ajusten a las necesidades y circunstancias de las mujeres», sostiene Ojangole. El UDBL tiende a trabajar directamente con empresas más grandes. En general, para las de menor tamaño, el UDBL pone a disposición fondos para préstamos derivados a través de instituciones microfinancieras con presencia y experiencia local y regional.

En ambos casos, Ojangole estudia maneras de hacer más para prestar apoyo a las mujeres. «En el caso de pymes y empresas de nueva creación dirigidas por mujeres emprendedoras, necesitamos estudiar cómo diseñar alternativas a los requisitos de garantía para las mujeres», explica. Este es un punto importante. A las dueñas de empresas sin propiedades inmobiliarias les puede resultar muy difícil obtener crédito por falta de avales o garantías. A menudo, esos activos existen pero son propiedad o están inscritos a nombre de varones. Para respaldar a las mujeres, tiene que haber alternativas a estas garantías reales, o bien reducir los requisitos de colateral a la hora de conceder préstamos. «También necesitamos programas de orientación específicos para desarrollar sus capacidades de gestión, así como proporcionarles acceso a plataformas de intercambio de información y conocimientos relacionados con su sector y negocio».

2X Challenge tiene una visión holística del apoyo y empoderamiento de las mujeres. Brinda oportunidades a emprendedoras y otras mujeres dispuestas a asumir riesgos, pero su finalidad es igualmente dotar a un mayor número de mujeres de las herramientas que necesitan para incorporarse al mercado de trabajo formal y desempeñar funciones directivas. Los objetivos del UDBL para los próximos años coinciden con estas ambiciones, y este es un paso lógico. Invirtiendo en las mujeres, invertimos en todos nosotros.

REDUCIENDO LA BRECHA CIUDAD/CAMPO

La economía de Nueva Caledonia está dominada por la capital, Numea, y las empresas de zonas más remotas del territorio no siempre pueden obtener los fondos que necesitan para crecer. El BEI está ayudando a Banque Calédonienne d’Investissement a cambiar esta situación.

Las empresas de Nueva Caledonia son producto de su ubicación. El archipiélago está situado en la parte suroeste del Océano Pacífico. Los países más cercanos son Vanuatu y Australia. Nueva Caledonia tiene tres provincias: las provincias del Norte y del Sur en la isla principal, Grande Terre, que es alargada y estrecha, y la provincia Islas de la Lealtad, que agrupa a las islas más pequeñas que rodean Grande Terre. En la Provincia del Sur se encuentra la capital, Numea, donde viven dos tercios de los 280 000 habitantes de Nueva Caledonia. Numea creció al calor de la minería del níquel, al ser el emplazamiento más adecuado para construir un puerto. En la actualidad, es donde se encuentran casi todas las principales empresas de Nueva Caledonia. Fuera de la capital y sus alrededores, la vida puede ser difícil para los propietarios de pequeñas empresas, algo que está intentando cambiar Banque Calédonienne d’Investissement (BCI). «El paisaje económico fuera de la Provincia del Sur es muy rural», explica Jean Bourrelly, director general del BCI. «Hay una división nítida norte/sur, si bien, al ser la isla alargada y estrecha, también hay una brecha este/oeste. El norte es rural; el sur está más urbanizado; la costa oeste tiende a ser suave, mientras que en el este abundan los acantilados escarpados».

• El proyecto ayudará a combatir la pobreza rural en Nueva Caledonia.

• Las empresas receptoras de inversiones crearán puestos de trabajo.

• El proyecto reducirá las desigualdades en las zonas remotas de las islas.


UN ENFOQUE INTEGRAL

Fuera de Numea, a las empresas les puede costar encontrar oportunidades de desarrollo. «Simplemente, no hay el mismo potencial de crecimiento en la Provincia del Norte, ni en las Islas de la Lealtad», se lamenta Bourrelly. «La idea de empresas con 30 o más empleados que orienten su negocio a toda la isla, simplemente no es realista aquí». Lo que sí que es realista, no obstante, es tener ambiciones que están más cerca de casa. Hay un montón de empresas pequeñas que pueden proporcionar servicios locales y ampliar su base de clientes, pero no tienen los medios para invertir en su negocio. Estas son las empresas a las que se dirigen los esfuerzos del BCI. «Las compañías de Numea pueden aspirar a operar en todo el territorio, algo fuera del alcance de las norteñas y más aun de las empresas de las Islas de la Lealtad. Así, por ejemplo, un profesional del vidrio que vive en Numea, puede conseguir trabajo en cualquier lugar del territorio. En cambio, un norteño no va a tener esa oportunidad en la capital, y esto es lo que vemos que les sucede a muchos artesanos y trabajadores cualificados».

Podría decirse que esta es la diferencia entre el BCI y otros bancos que operan en Nueva Caledonia. La entidad se esfuerza por convertirse en socio financiero de todos los habitantes del territorio, residan donde residan, estando dispuesta a asumir riesgos financiando a empresas de reciente creación o que operan en sectores desatendidos. Empieza concediendo préstamos pequeños para que las pymes puedan ampliar su oferta a la clientela local, pero su actividad va más allá. «Nuestro objetivo es impulsar el desarrollo de este territorio lo mejor que podemos, ayudar a cuantas personas podamos. Ese es nuestro ADN», señala Bourrelly. Este es el segundo préstamo del BEI al BCI en los últimos años. El énfasis en las pymes supone un ligero cambio de dirección con respecto al préstamo anterior, mediante el cual el BEI ayudó a financiar un amplio abanico de iniciativas, entre las que figura una pequeña planta de energía solar y una huerta-mercado, donde las hortalizas se cultivan y se venden in situ.

SECTORES DE LOS QUE HABRÁ QUE ESTAR PENDIENTES

Además de planificar el apoyo a empresas que prestan servicios locales esenciales y son una verdadera alternativa a los grandes operadores de Numea, el BCI también desea expandir su actividad a sectores nuevos de la economía con escasos servicios, siendo el turístico uno de ellos. El archipiélago lleva décadas como destino turístico, pero sin explotar todo su potencial. Hay algunos complejos hoteleros medianos y grandes. También los hay más pequeños, pero las alternativas a los primeros son escasas. «Aquí hay un auténtico potencial», indica Bourrelly. «Además, hablo de personas que creen oportunidades para sí mismas, pero también para Nueva Caledonia en general». Mucha gente ha tenido la idea de crear hostales y casas rurales, pero se ha topado con un obstáculo insalvable: conseguir financiación para acometer las obras necesarias.

Con esta línea de crédito, más gente podrá hacerlo, ya sea como fuente de ingresos principal o como proyecto secundario. Bourrelly afirma que el BCI podría ofrecer colaboración a un número sustancial de mujeres emprendedoras de esta manera. «En el caso de nuestra cartera de préstamos pequeños, la proporción de préstamos a hombres y mujeres es prácticamente similar», explica. «Poner una casa de huéspedes es una idea que se les suele ocurrir más a las mujeres, al estar a cargo del hogar, ven ahí una manera de mejorar la vida de ellas mismas y de sus familias. El BCI está ahí para ayudar con esos proyectos».

Cuando Bourrelly indica que las islas no están explotando todo su potencial turístico, no está pensando solo en más alojamientos. «Quizá sea mi opinión personal, pero estas tierras son preciosas. Especialmente las Islas de la Lealtad. La laguna es una de las más sorprendentes del mundo. Se puede hacer mucho más para atraer turistas». Los residentes locales con ideas siempre pueden acudir al BCI. En el pasado, la entidad apoyó a empresas pesqueras unipersonales, pero hay otras muchas más formas de que los barcos aprovechen la ubicación de las islas. «Tenemos muchos recursos naturales. La laguna podría explotarse para el turismo. El mar que nos rodea es rico y diverso. La economía azul es algo que tenemos que considerar en términos de pesca y acuicultura sostenibles».

INTENTANDO ALGO NUEVO

El BCI está dispuesto a arriesgarse para mejorar la vida en todos los territorios de Nueva Caledonia. Es el banco más susceptible de financiar empresas de nueva creación y, a medida que sus clientes evolucionan, también lo hace su relación con esos clientes. «A menudo oímos a gente decir que no habrían podido poner su negocio si no hubiera sido por nosotros, que éramos el único banco dispuesto a apoyarles al principio», comenta Bourrelly. En el BEI hacen el esfuerzo de conocer a los clientes, por lo que las aprobaciones de préstamos son algo más que un ejercicio de marcar casillas. «Tenemos clientes que llevan con nosotros 15 o 20 años», añade. «A veces han creado una pequeña empresa y han tenido mucho éxito en su nicho de mercado, pero les apetece probar en una actividad nueva. Puede ser algo completamente diferente, pero sabemos que tienen el don empresarial y la capacidad de hacerlo funcionar».

Aquí es donde el BCI marca la diferencia, y así es como apoyará a los remotos, pero ambiciosos, empresarios de Nueva Caledonia. Los préstamos a pequeñas empresas no son algo frecuente en todos los territorios del archipiélago, pero el BCI es un banco que se esfuerza por poner a disposición este tipo de financiación. «Conocemos el territorio», dice sonriendo Bourrelly. «Queremos ver a más empresas nacer y crecer en todas partes: especialmente en las islas y en el norte del país. Financiaremos cualquier proyecto viable, sea quien sea su promotor. ¡Estamos abiertos a todos!»


ASOCIACIONES
INSTITUCIONES HOMÓLOGAS

El BEI es el banco de la Unión Europea. Nuestros accionistas son los Estados miembros de la UE, y son estos Estados miembros los que definen nuestro enfoque con respecto a los proyectos que financiamos, al tiempo que ayudan a orientar nuestras políticas. El BEI no podría financiar este gran número de proyectos sin el respaldo de los Estados miembros de la UE y la Comisión Europea. Esto es aplicable tanto a las operaciones del Instrumento de Ayuda a la Inversión como a las financiadas con recursos propios. También colaboramos con otras instituciones. En este apartado, analizamos la cooperación del BEI con otras entidades para incrementar de diferentes formas su impacto en el desarrollo.

En el contexto de la Agenda 2030 y el Acuerdo de París, los bancos multilaterales de desarrollo se comprometen a impulsar la financiación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la lucha mundial contra la crisis climática, atrayendo igualmente la inversión del sector privado. Al tratar de movilizar financiación de entidades financieras tanto públicas como privadas, los bancos multilaterales de desarrollo prestan atención a las normas, la calidad y el impacto de las inversiones: por ejemplo, los impactos ambientales y sociales y la gobernanza, el mejor uso estratégico de recursos financieros escasos en condiciones favorables y la orientación hacia los segmentos más pobres y vulnerables de la población.

Las infraestructuras siguen estando entre las principales prioridades mundiales. La presidencia del G20 de 2019, ostentada por Japón, se centró en las infraestructuras de calidad. La actual presidencia de Arabia Saudita ampliará ese enfoque creando un marco en materia de infraestructuras y tecnología que analice cómo combinar mejor las infraestructuras físicas y las tecnologías digitales para conseguir un mayor impacto y valor. Bajo el paraguas del grupo de trabajo dedicado a Infraestructuras del G20, los bancos multilaterales de desarrollo intercambiarán conocimientos mediante la plataforma de colaboración sobre infraestructuras. Estas actuaciones se suman a las actividades permanentes relacionadas con normas en materia de garantías, datos y elaboración de proyectos de los bancos multilaterales de desarrollo. Estos últimos también están analizando la armonización de indicadores de sostenibilidad y mitigación de riesgos.

El BEI está desempeñando además un papel importante en la labor internacional destinada a mitigar los efectos de la migración. El BEI puede seguir contribuyendo a la Agenda Europea sobre Migración y otras actuaciones internacionales para aumentar la resiliencia frente a crisis y perturbaciones económicas, incluidas las derivadas de desplazamientos masivos forzosos. Esto implica que el BEI se centre en las necesidades de inversión a largo plazo de los países de origen, tránsito y destino de migrantes y personas desplazadas por la fuerza. Nuestra función no consiste en frenar o detener las migraciones, sino en contribuir al crecimiento económico sostenible.

Hasta el momento, el BEI ha desempeñado una función esencial a la hora de orientar a la comunidad de bancos multilaterales de desarrollo en los ámbitos de la migración y los desplazamientos forzosos. La plataforma conjunta de coordinación sobre migraciones y desplazamientos forzados de los bancos multilaterales de desarrollo refuerza la cooperación y facilita el avance hacia un mayor impacto global en el desarrollo en dichos ámbitos. La secretaría de esta plataforma está gestionada conjuntamente por el BEI y el Banco Mundial. Los bancos multilaterales de desarrollo miembros han mejorado la cooperación en cuatro áreas principales: marcos comunes, intercambio de conocimientos y datos, coordinación operativa e instrumentos financieros.

La coordinación entre los bancos multilaterales de desarrollo es además especialmente intensa en el ámbito de la acción por el clima. El BEI supervisa la financiación de las acciones por el clima usando definiciones creadas y armonizadas en cooperación con instituciones homólogas. Los bancos multilaterales de desarrollo han establecido cinco principios voluntarios: 1) poner en marcha estrategias para abordar los fenómenos climáticos; 2) gestionar los riesgos relacionados con el clima; 3) promover objetivos climáticos inteligentes; 4) mejorar el rendimiento de las actuaciones por el clima; y 5) asumir responsabilidades con respecto a la acción por el clima. Como parte de esos esfuerzos, los bancos de desarrollo están elaborando un enfoque común para cumplir los objetivos establecidos en el Acuerdo de París.

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