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Las industrias creativas en el marco de la comunicación para el desarrollo

En este contexto, es importante ver cómo las industrias creativas pueden venir desde la base y empoderar a la sociedad civil para crear un desarrollo «desde abajo». Las evoluciones posibles desde los países emergentes como Brasil y, más allá, desde ciudades creativas y empresarios sociales, son ejemplos de prácticas sensatas que se pueden duplicar. Para eso es interesante poner juntos el derecho a la diversidad cultural, las industrias creativas y conectarlos con el paradigma del desarrollo sostenible con participación. Estos ejemplos locales ilustran los elementos claves del emprendimiento social: «innovación social, dimensión empresarial, impacto colectivo, sostenibilidad y replicación» (McAnany 2012).

«Ciudades creativas»: el papel de la sociedad civil

La reciente iniciativa de designar «ciudades creativas» es importante, ya que esas entidades territoriales y políticas pueden proteger al individuo dentro de la comunidad, ofreciendo formas localizadas de expresión colectiva. La Unesco, a través de la Alianza Global para la Diversidad Cultural, estableció en el 2007 una «Red de Ciudades Creativas» para el intercambio de buenas prácticas y para facilitar la transferencia de habilidades. Dicha iniciativa busca la promoción de las industrias locales, poniéndolas en línea, y aumenta las alternativas para la perspectiva de las industrias creativas basadas en la diversidad, lo que refleja los intereses de la sociedad civil, que se ocupa de los activos digitales compartidos y el desarrollo sostenible.

Estos procesos allanan el camino para la diversidad cultural, ya que combinan varios recursos y su propagación descentralizada a otros nodos en la red. Ciertos servicios web ya están empezando a conectar a agentes autónomos inteligentes, capaces de interactuar entre ellos, con otros sitios web y otras personas. Esos enormes sistemas de inteligencia híbrida —que combinan personas y software inteligente— pueden incluir sistemas de traducción automática (necesarios para la auténtica diversidad). También pueden capacitar a las comunidades territoriales y virtuales a autoorganizarse, optimizar sus costes transaccionales y gestionar los equipos de colaboración creativos y las redes de conocimiento diversificadas.

Los ejemplos de ciudades creativas podemos tomarlo tanto de las ciudades que han sido oficialmente declaradas así como también de las que lo son sin decirlo. Latinoamérica es bastante rica en ciudades creativas pues tiene nueve con ese sello; entre ellas: Popayán (Colombia) en el campo de la gastronomía, Buenos Aires (Argentina) para el diseño o Guadalajara (México) para la creatividad digital. Se unen a una red de ciudades del mismo tipo que puede fomentar apoyos y cooperaciones. Por ejemplo, recientemente, en el 2012, una delegación mexicana vino a Angulema (Francia) para intercambiar experiencias, examinar sus distintos potenciales tecnológicos y evaluar las posibilidades futuras de colaboración.

De manera no oficial, hay otros modos de fomentar creatividad comunitaria, como en el caso del uso del presupuesto participativo (PP). Esta noción vino en respuesta a problemas de sostenibilidad y replicación, y empezó en la década de 1990 en Porto Alegre, Brasil. Es una manera de descentralizar la administración de los recursos y fomentar inclusión social y participación ciudadana en la distribución de los recursos públicos. El proceso de PP se extendió a otras ciudades de Brasil y Latinoamérica, constituyéndose en procesos sostenibles en Montevideo (Uruguay), Córdoba y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Argentina), y Medellín (Colombia). Una de las características importantes de los programas de PP es la manera en que fomentan la participación de la ciudadanía en la toma de decisiones respecto de los recursos del municipio. «En Medellín desde la línea temática de cultura, se evidencia un creciente aumento de proyectos de diversidad cultural priorizados por la comunidad» (véase el anexo 2).

Este presupuesto participativo es original de Latinoamérica y está asociado con la Ley de Puntos de Cultura, que se estableció a partir del año 2004 en Brasil. Actualmente hay en el país unos 2500 puntos, seleccionados por medio de concursos públicos, que benefician a los PP. Es una manera de potenciar las energías locales con soporte del gobierno a los que trabajan sobre aspectos de la cultura. También aquí se articula esta iniciativa con una red: por un lado la red Ar--ticulación Latinoamericana Cultura y Política y por otro la Red Latinoamericana de Arte y transformación Social, constituida por una plataforma de 65 organizaciones que opera en 11 países de la región. Esta red impulsó el debate en el Parlamento del Mercosur, en el 2009, y desde entonces los países miembros están trabajando una legislación propia. En Argentina, el colectivo El Pueblo hace Cultura está impulsando la implementación de la ley. En otros países se debate sobre cómo se pueden organizar estos puntos y repartir sus fondos, pero se ven como una manera de conseguir autonomía y durabilidad en determinado tiempo, pues los proyectos se financian por tres años (Piñón 2011).

Lo que muestran estos ejemplos es la importancia de la regulación «desde abajo» con la proliferación de actores, la profundización del alcance a los niveles individual y comunitario, la heterogeneidad ideológica de la implementación (más o menos centralización, más o menos confianza en el Estado central o en el clientelismo local, participación más y más grande de la población, distribución más o menos igualitaria de los recursos…). También se ve el riesgo de superposición de programas porque las varias agencias de políticas sociales se hacen competencia en los ámbitos nacional y local. Más interesante quizás son las interrelaciones de confianza entre los que implementan una política social y los miembros de la comunidad. El éxito depende en parte del interés común y el buen entendimiento entre los recursos del Estado y las capacidades locales para implementarlas. Estas prácticas y procesos deben tener sentido en el ámbito local (Festenstein 2005).

«Individuos creativos»: emprendedores sociales

Las industrias creativas también pueden ser iniciadas por individuos pero con un interés en el desarrollo de su comunidad. La descripción de este fenómeno es ambivalente y ambigua. Para James Lull, las industrias creativas en los espacios virtuales como Second Life pueden ser un modo de explorar «el empresariado cultural» (cultural entrepreneur) y evoca la posibilidad de crear «superculturas personales» (personal superculturas). Ulrich Beck hace referencia a una colectividad paradójica al hablar de «individualización recíproca» (reciprocal individualization) para describir estas nuevas transiciones sociales y culturales, mientras que Barry Wellman evoca «comunidades personales» (personal communities) (Frau-Meigs 2008).

Pero esta visión de individuos creativos depende mucho de una visión mercantil de la cultura, que sirve a los intereses de Hollyweb. Para los cultivarredes, se trata de vender una creatividad y una extimidad (pérdida de intimidad) «por diseño» en las plataformas listas para mediatizar la participación digital. Pero también hay otra visión alternativa que otorga a los individuos creativos otras características, como por ejemplo, un interés social que intenta cambiar la relación asimétrica del individuo y la cultura como espacios variables y modulares. Esta perspectiva construye al individuo creativo como un «emprendedor social» (social entrepreneur). Los casos que llamaron la atención vienen del subcontinente indio (India y Bangladesh), con personas que han alcanzado la prominencia global durante las décadas pasadas como Mahoma Yunus, creador del Banco de Grameen y de la noción de «microcrédito», y Bill Drayton, fundador de la agencia Ashoka e inventor de la noción de «empresario social». Ellos han dado credibilidad a la idea de que del espíritu emprendedor social puede proceder el cambio social. Lo han puesto en el debate sobre el desarrollo participativo y sostenible.

Hay varios casos de emprendedores sociales que han utilizado las industrias creativas para cambiar el entorno de su comunidad. Más allá del problemático aspecto financiero, los programas de microcrédito han impactado el desarrollo local porque tocan sectores que forman parte de la definición de industrias creativas como la artesanía, en particular con agrupamientos de artesanos en redes de colaboración y venta a distancia. También tocan sectores de los medios, en particular de las radios comunitarias, que permiten dar información sobre la financiación de la economía social, la educación y la protección social (mutuales de salud,…). También contribuyen a que cada vez más sean mujeres quienes participen como individuos creativos, pues son ellas las que más se benefician del microcrédito, un factor de evolución profundo de la sociedad.

Un ejemplo que llama la atención porque trasciende fronteras y se produce de Sur a Sur —pues ha sido implantada primero en Kenya pero ahora trabaja en Brasil, Guatemala, Perú y Nicaragua, por ejemplo— es el de DataDyne (www.datadyne.org). Es una empresa social que solo utiliza la tecnología móvil pero también le da mucha planificación a la formación de su personal y la gestión de su impacto económico y social. Produce un software gratuito, EpiSurveyor, que permite la recolección de datos sobre la salud en sectores rurales, pero ahora también sirve para otros tipos de datos e indicadores de desarrollo. Es una empresa creada por un individuo, Joel Selanikio, pero que quiere liberarse de la dependencia hacia las fundaciones o las ayudas de gobiernos.

En otros casos los emprendedores sociales han entregado su obra a la colectividad, como en el caso de los que desarrollan el software libre (FOSS, por sus siglas en inglés). Llama la atención el caso de Mark Shuttleworth, de África del Sur, que desarrolló el Ubuntu («humanidad hacia los otros»), el sistema operativo de ordenador más utilizado en las comunidades FOSS. También está el caso de Ory Okolloh y del proyecto colaborativo Ushahidi (la palabra swahili que significa «el testimonio») de interés particular, pues es una herramienta para el crowdsourcing que usa múltiples canales, incluyendo el SMS, el correo electrónico, el Twitter y la web (http://ushahidi.com/products). Todos estos proyectos han logrado producir bienes relacionales sin que sean necesariamente bienes experienciales, lo que no quiere decir que no generan industria ni intercambio, sino que lo hacen de modo non-propietario, desde abajo. También han conseguido movilizar mucha gente, tanto en línea como fuera de ella.

Otro ejemplo es el de varias radios comunitarias de América Latina, que combinan sistemas analógicos y numéricos para mejorar la comunidad, y especialmente la situación de las mujeres. Se pueden destacar los casos de radio Tierra, en Santiago de Chile, que se apoya sobre la experiencia de La Morada, una asociación de mujeres para el desarrollo que tiene más de veinticinco años. Es una plataforma activista para la justicia social a favor de los derechos de las mujeres pero en torno a la ciudadanía y la salud. Otro ejemplo es el de radio Wiñay Jatha, que sirve a la comunidad indígena aimara en Bolivia. Es una red establecida por el Centro para el Desarrollo Integral de las Mujeres Aimara (CDIMA), que se enfoca en el empoderamiento de las mujeres vía la cultura y el idioma. Entre otras actividades estos medios proporcionan noticias y servicios de información, organizan redes temáticas y las difunden (Buckley 2011).

Los elementos claves que sobresalen no son solo los de la sostenibilidad financiera sino también la sostenibilidad comunitaria vía las tecnologías, con un uso muy creativo de los bienes relacionales y culturales. Todos estos casos comparten un concepto de desarrollo con una nueva visión de futuro de las industrias creativas, con perspectivas finales locales y no necesariamente comerciales, con la necesidad de resolver un problema de interés social común. Tienen la capacidad de ampliarse a más personas, de adaptarse a las nuevas tecnologías y de planificarse a largo plazo. Pueden encontrar una variedad de recursos para financiarse que los aleja del paradigma de la dependencia y los aproxima al de la sostenibilidad: no se acercan mucho a las grandes instituciones especializadas de la ayuda internacional y prefieren constituirse en proyectos y fundaciones del crowdfunding (financiamiento colectivo), beneficiándose del apoyo de muchos pequeños actores antes que depender de agencias de desarrollo cuyas prácticas se han vuelto casi obsoletas con las iniciativas desde las redes sociales.

Las perspectivas de futuro
Industrias creativas desde abajo

Estos ejemplos muestran la pertinencia de la relación entre industrias creativas, diversidad cultural y desarrollo participativo. En relación con Hollyweb y los intereses de los Estados Unidos y otros países desarrollados en mantener una visión desde arriba, la sociedad civil debe quedar movilizada para permitir la emergencia de industrias creativas e individuos creativos que fomentan autonomía y sostenibilidad desde abajo. Entre los retos principales, los más importantes son seguir promoviendo tanto las ampliaciones en línea de los medios audiovisuales de tipo broadcast como las creaciones en línea de los medios de comunicación de tipo broadband.

En el ámbito de los medios audiovisuales de tipo broadcast, el foco debe mantenerse en:

• Legitimar el valor de servicio público de las redes para la difusión de contenidos audiovisuales, mediante la protección de las ampliaciones en línea de los organismos de radiodifusión de servicio público y promoviendo la aparición de servicios públicos de radiodifusión transnacionales.

• Garantizar los derechos de programación y el acceso de las audiencias a los contenidos audiovisuales y digitales, mediante el monitoreo de una serie de acontecimientos considerados como de «gran importancia para la sociedad» (deportes, festivales…), y extender dicha protección a toda la gama de eventos comunitarios y de industrias creativas basadas en el desempeño colectivo y el conocimiento agregado por los usuarios.

• No hay que olvidar el «dividendo digital», que libera una gran cantidad de espectro radioeléctrico de alta calidad para el despliegue de nuevos servicios, el cual tiene el potencial de proporcionar una gran abundancia de beneficios sociales y culturales, mediante la ampliación de las posibilidades de los actores de pequeña escala, como las comunidades o los municipios, para entrar en el tercer sector de la radiodifusión y la industria inalámbrica.

Con respecto a los medios digitales de tipo broadband, la atención debe centrarse en:

• Conseguir una retribución creíble de la creatividad en las industrias creativas a través de mecanismos de compensación alternativos de tipo microcrédito, como el propuesto en el caso de la «licencia global».

• Centrarse en la legitimación de las industrias creativas, de modo que los cultivarredes (netcroppers) se vuelvan emprendedores sociales y se beneficien de la protección en las condiciones financieras de ese trabajo personal y social.

• Vincular a los estados a través de políticas culturales digitales para democratizar la cultura, especialmente mediante el desarrollo de mecanismos de apoyo como el presupuesto participativo para la producción y la distribución de contenido generado por los usuarios y por la comunidad.

• Mantener el valor del pluralismo en la diversidad de los medios, frente a las prácticas de vinculación (bundling) comercial de Hollyweb que unen una herramienta de navegación y el software específico, todos ellos pertenecientes a un mismo operador o a la misma compañía de software.

• Promover el código y el software libre para fomentar los bienes comunes de información, a través de una robusta infraestructura básica de acceso abierto, ya sea para la seguridad y la soberanía nacionales o para las pequeñas empresas locales y las formas de expresión colectiva.

Nuevas perspectivas para la investigación en comunicación para el desarrollo

La relevancia de estas perspectivas para el campo de la comunicación para el desarrollo es patente, pues apunta a varios temas de investigación. Hay mucha conceptualización que hacer sobre los modos de propiedad y su evolución en relación con los bienes experienciales y los bienes relacionales. Se tiene que pensar también en el significado de estas nuevas industrias creativas y los desafíos en lo referente a las oportunidades y los riesgos. Los nuevos agentes del desarrollo, desde abajo, pueden llegar a chocar con los agentes más tradicionales, desde arriba, de los países del Norte.

La interdisciplinariedad, que es una fuerza de la comunicación para el desarrollo, puede permitir entender procesos de globalización y de mediatización y abarcar el fenómeno de la proliferación de agentes y de propuestas desde abajo. Los nuevos modos de movilización social y su relación con el cambio social tienen que ser explorados y modelizados para capitalizar así las prácticas sensatas que puedan servir para apoyar a otras comunidades. No se pueden hacer únicamente modelos prescriptivos sino que también es necesario desarrollar procesos deliberativos y prácticas generativas.

El campo de la comunicación para el desarrollo también tiene que pensar en el papel del Estado en esta nueva luz. Las políticas públicas de apoyo siguen siendo imprescindibles para la interacción coordinada entre varios niveles de gobierno y la gente. Se tienen que monitorear las políticas sociales y culturales que alimentan estas redes y protegen a los miembros más vulnerables de la población. De particular interés es el actual movimiento para renovar la literacidad y fomentar la transliteracidad, como manera de conciliar una educación a los medios con una educación del código digital, a fin de darle cada vez más fuerza y conocimiento al usuario (Frau-Meigs 2011) (http://www.stef.enscachan.fr/manifs/translit/colloque_translit_det.html).

En conclusión, los medios no solo fomentan cultura o democracia. Se tiene que desarrollar una cultura de la confianza y de la autonomía local de los individuos creativos en sus comunidades creativas. Las redes mediáticas digitales que se han nombrado en los ejemplos de América Latina muestran que son fuertes cuando también hay redes sociales reales, ya sea de mujeres, de artistas y artesanos, y de ciudades. En este sentido las industrias creativas sí pueden participar en la inclusión social y el desarrollo sostenible. Es decir, las industrias creativas pueden hacer que la era ciberista sea verdaderamente un humanismo.

Bibliografía

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Buckley, Steve (ed.) (2011). Community media. París: Unesco.

Bustamante, Enrique (ed.) (2011). Industrias creativas. Barcelona: Gedisa.

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Pinon, F. J. (ed.) (2011). Indicadores 2010. Desafios de la cultura en la «era digital». Buenos Aires: Cuadernos de Políticas Culturales, Eduntref.

Anexo 1 «Hollyweb»


El (top 12) de las megacorporacionesActividades y productosIngresos (2011) (dólares)
General Electric (1963)èComcast (1963)Petróleo, electricidad, operadores de cable, producción de contenidos audiovisualesNBC Television Network, Telemundo, Universal Pictures, MSNBC, Bravo, CNBC… Desde el 2011, acciones de GE vendidas a Comcast que tiene tambien: Versus, Style, G4, E!, Comcast SportsNet, Xfinity, Comcast Interactive Media,…147 000 millones
Apple Computer Inc (1976)Software, material integrado, bienes de consumo electrónicoMac, iPad, iPhone and iPod, iTunes, …108 200 millones
Microsoft (1975)Systema operador, servicios en línea, videojuegosWindows (OS), Bing.com (buscador), Bing.com; Xbox 360, Skype, juegos…69 900 millones
The Walt Disney Company (1923)Producción de contenidos audiovisuales, edición, InternetABC Television Network, ESPN, Disney Channel, SOAPnet, A&E Lifetime, Pixar Animartion, Touchstone, Walt Disney Pictures, Disney Mobile, parcs à thème,…40 900 millones
Cisco Systems (1984)Material red, procesamiento de datos e interfaces, seguridad de las redes, voz sobre IP, televisión IP, centro de procesamiento de datosCisco IOS et NX-OS, Réseau de stockage SAN, Wi-Fi, Solutions de sécurité (VPN accessibles grâce au VPN Client), Cisco PIX Firewall, Cisco IOS routersCisco VPN3000, Switch ATM, MPLS (gamme Catalyst)Logiciels (Cisco Unified Communications Manager), Telepresence, …40 000 millones
Google (1998)Buscador, servicios, móvil, publicidad en líneaAndroid, YouTube, DailyDeals.com, Slide.com, TheDealMap.com, GoogleMaps, Fridge, Postini.com, reCAPTCHA.net, FeedBurner.com, Panoramio.com Next New Networks, DoubleClick, Motorola Mobility, Teracent Corporation, Clever Sense, RightsFlow, SageTV, PostRank, TalkBin, Widevine Technologies, Phonetic Arts, SocialDeck, AdMob, Instantiations, ITA Software, Invite Media, Adscape,…37 900 millones
News Corporation (1979)Producción de contenidos audiovisuales, edición, InternetFox Broadcasting Company, Fox Business Channel, National Geographic, FX, Wall Street Journal, The New York Post, TVGuide, HarperCollins, 20th Century Fox, Fox Searchlight Pictures, Blue Sky Studios,…33 400 millones
Time Warner (1989)Producción de contenidos audiovisuales, edición, InternetCNN, CW (CBS), HBO, Cinemax, Cartoon Network, TBS, TNT, America Online, MapQuest, Moviefone, Warner Bros. Pictures, Castle Rock y New Line Cinema, Time, Sports Illustrated, People,…28 900 millones
Viacom (1971)Producción de contenidos audiovisuales, edición, InternetMTV, Nickelodeon/Nick at Nite, VH1, BET, Comedy Central, Paramount Pictures, Paramount Home Entertainment, Atom Entertainment, Harmonix, Viacom 1814 900 millones
CBS Corporation (1971)Producción de contenidos audiovisuales, edición, InternetCBS Television Network, CBS Television Distribution Group, the CW (Time Warner), Showtime, Simon & Schuster, CBS Radio, Inc.14 200 millones
Yahoo! (1995)Portal Internet, red social, publicidad en líneaRivals.com, Flickr, FoxyTunes.com, Upcoming, CitizenSports.com, Koprol.com, FireEagle.yahoo.net, Associated Content, …5000 millones
Facebook (2004)Red socialTimeline, Ticker, Facebook Music, Facebook Lieux, Facebook Games, Instagram, …4270 millones

Fuente: compilación de Divina Frau-Meigs, establecida con datos de NASDAQ y de http://en.wikipedia.org/wiki/Media_cross-ownership_in_the_United_States + <http://www.freepress.net/ownership/chart/main>.

Anexo 2 Planeación local y presupuesto participativo; posibilitador de participación ciudadana desde la diversidad

En el período 2004-2007 se articuló el Sistema Cultural de Medellín:

– 1446 actividades culturales y corredores artísticos,

– 4 redes de agentes culturales con 400 personas, y

– 1350 grupos culturales y artísticos beneficiados y fortalecidos.

• Ley de cultura.- Los objetivos primordiales de la política estatal sobre la materia son la preservación del Patrimonio Cultural de la Nación y el apoyo y estímulo a las personas, comunidades e instituciones que desarrollen o promuevan las expresiones artísticas y culturales en los ámbitos locales, regionales y nacionales; según lo establecido en la Ley 397 de 2007, Ley General de Cultura, en su artículo 2. «Del papel del Estado en relación con la cultura».

• La cultura en el Plan de Desarrollo 2008-2011.- El plan de desarrollo contemplaba, en su línea 2, el desarrollo y bienestar para toda la población, y el componente de arte y cultura (numeral 2.3), el cual tiene como propósito promover y fortalecer los procesos de creación, formación, producción, distribución, circulación y consumo de los bienes y servicios culturales; valorar, proteger y recuperar el patrimonio inmaterial de la ciudad, y fortalecer los procesos de planificación y participación del sector cultural.

Durante este periodo se realizó una inversión en actividades culturales para la ciudad de Medellín, por medio del programa de PLPP por un valor de 41 757 747501.


Vigencia Recursos
2008 10 139 435 704
2009 9 872 300 406
2010 11 019 336 862
2011 10 726 674 529
Total 41 757 747 501

Desde la Secretaría de Cultura Ciudadana se brinda asesoría a las comunidades en temas de cultura, se viabilizan y se licitan las iniciativas priorizadas por los delegados en el programa de Planeación Local y Presupuesto Participativo (PLPP), se trabajan mediante varios componentes articulados a las cuatro subsecretarías: metrocultura, turismo, juventud y educación ciudadana.

• Programacion cultural. Desde los proyectos de programación cultural se pretende generar un proceso para la formación de públicos receptores con capacidad crítica, de disfrute y valoración de las diferentes manifestaciones del arte y la cultura que contribuyan a la construcción de identidades en la ciudad. Han asistido cerca 237 632* personas a más de 550 eventos de programación cultural en toda la ciudad durante el 2008 y el 2009: corredores artísticos, festivales de rock, hip hop, artes escénicas y comparsas; actividades en casas de la cultura y sedes sociales, tomas del espacio público, funciones didácticas, conversatorios, muestras gastronómicas, agendas culturales y concursos artísticos.

Se han invertido 7 002 532005 pesos colombianos (3 092 250 396 euros) en todas la comunas y corregimientos en las vigencias 2008 y 2009.

* Datos suministrados por los funcionarios del programa de Planeación Local y Presupuesto Participativo.


• Formación artística y cultural. Se contemplan en el plan de desarrollo de la ciudad como actividades de promoción cultural que deben garantizar la toma del espacio público, con miras a la difusión de la cultura ciudadana. Los procesos de formación artística pretenden encaminarse hacia la promoción de los saberes artísticos alcanzados y su proyección en escenarios de la ciudad que permitan la cualificación de los productos. Cerca de 99 321 personas han participado en los procesos de formación artística por medio de talleres en las áreas de música, danza, teatro, artes plásticas, literatura y audiovisuales, muestras artísticas y ensambles culturales durante el 2008 y el 2009.

239 personas han sido capacitadas en seminarios y diplomados de gestión cultural, 13 redes culturales han sido conformadas y fortalecidas, que ha permitido la formación de una generación de líderes que piensan en clave del desarrollo local a través de la cultura.

Se han invertido 6 414 551 185 pesos colombianos (2 834 741 997 euros) en todas las comunas y corregimientos en las vigencias 2008 y 2009.

• Plan de lectura. Se han realizado cerca de 730 actividades entre ferias literarias, plasticreando, lectura en hogares comunitarios, tertulias, encuentros del escritor y su obra, cine literario, cajas viajeras, leyendo con los abuelos y cuentería, beneficiando a cerca de 2195 personas. La inversión durante los años 2008 y 2009 fue de 450 857 727 pesos colombianos (198 912 054 euros).

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