Kitabı oku: «Comentario de los salmos», sayfa 4

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DAVID, «EL DULCE CANTOR DE ISRAEL»

La importante relación de David con el libro de los Salmos se pone claramente de manifiesto en la gran cantidad de poemas que se le atribuyen, o que se relacionan con su dinastía (¡73!). Las Escrituras hebreas son testigos de la muy antigua tradición que le atribuía al monarca dones especiales para la música y la composición. Inclusive es conocido como «el dulce cantor de Israel» (2 S 23.1), que es una manera de enfatizar sus capacidades poéticas y de destacar sus virtudes literarias, y también una forma de reconocimiento y aceptación de sus composiciones. Y esos extraordinarios dones poéticos y musicales, según las narraciones bíblicas, le fueron dados por el Señor28 .

De acuerdo con el testimonio bíblico, los cánticos y la música de David liberaban al rey Saúl de los malos espíritus que le atormentaban (1 S 16.14-23); los relatos bíblicos aluden a sus cánticos en medio de catástrofes nacionales (2 S 1.17-27; 3.33-34); e, inclusive, se le atribuye al famoso soberano israelita la elaboración de diversos instrumentos musicales (véase, p.ej., 2 Cr 7.6; Neh 12.36; Am 6.5). Posteriormente en la historia, cuando la institución de la monarquía había dejado de existir en Israel, se reconocía que David había sido el organizador principal de los diversos grupos de cantantes y músicos en el Templo de Jerusalén (1 Cr 15.16-24; 16.4-6; 25.1-31). Y por el año 190 a.C., el sabio Jesús hijo de Sira presentó poéticamente la vida de David y lo describe cantando salmos al Señor en diversas etapas de su vida, e identificando la música necesaria para las diversas festividades nacionales del pueblo de Israel (Ec 47.8-10).

En el período neotestamentario es muy generalizado el reconocimiento de David como autor principal del libro de los Salmos. De esa época, uno de los manuscritos de Qumrán (11 QPsa) incluye una importante nota en torno a las composiciones poéticas de David, que le fueron dadas por Dios: Tres mil seiscientas (3,600) alabanzas, 446 cánticos para la adoración diaria y eventos especiales, y cuatro canciones que debían entonarse con harpas o liras para liberar a personas atormentadas por espíritus. ¡Un gran total de 4,050 composiciones!

El Nuevo Testamento se hace eco de esas tradiciones antiguas y atribuye a David algunas citas de salmos que tienen interpretaciones mesiánicas. De acuerdo con esa comprensión del Salterio y de David, el antiguo monarca hablaba «por el espíritu» o «profetizaba». Dios mismo y el Espíritu Santo hablaban a través de él (Sal 110 en Mr 12.36-37; Sal 69 y 109 en Hch 1.16-22; Sal 16 y 110 en Hch 2.29-42; Sal 32 en Ro 4.6-8; Sal 95 en Heb 4.7). Posteriormente, en el siglo segundo de la iglesia, una opinión rabínica de gran importancia indica claramente que David escribió los Salmos, con la ayuda de Adán, Melquisedek, Abraham, Moisés, Hemán, Jedutún, Asaf y los tres hijos de Coré. Generalmente se entendía que los salmos eran el trabajo profético de David.

La erudición moderna, que intenta fundamentar sus conclusiones en la evidencia literaria, el análisis histórico y la reflexión teológica crítica, ha revisado esas afirmaciones y se ha replanteado seriamente la afirmación de la autoría davídica de muchos salmos. Las notas históricas que se incluyen como epígrafes, suscripciones o títulos hebreos de 13 salmos, son evidentemente añadiduras posteriores que intentan relacionar alguna frase o palabra del salmo con varios incidentes en la vida del famoso monarca israelita (véase, p.ej., Salmo 3 y la tabla a continuación).

La referencia «a David» en muchos títulos de salmos no son necesariamente afirmaciones de autoría sino de reconocimiento de autoridad. Y aunque es muy difícil relacionar algún poema específico del Salterio con su autoría particular, David es ciertamente el líder que inspira la música cúltica e incentiva las alabanzas a Dios de parte de la comunidad. En ese sentido figurado, David es, en efecto, el «autor del Salterio» por excelencia, pues es su autoridad como músico y poeta la que le brinda al libro de los Salmos el reconocimiento público y el aprecio del pueblo de Israel y, posteriormente, de las iglesias.

Tabla de salmos con algunas referencias a varios episodios en la vida de David


SalmoReferencia histórica
32 Samuel 15–19
72 Samuel 18.21
182 Samuel 22
341 Samuel 21.14
512 Samuel 11–12
521 Samuel 22.9
541 Samuel 23.19; 26.1
561 Samuel 21.11; 27.2
571 Samuel 22.1; 24.3
591 Samuel 19.11
602 Samuel 8.3; 1 Cr 18.1-12
631 Samuel 23.14; 24.1; 26.2
1421 Samuel 22.1; 24.3

MUJERES SALMISTAS

Para la comprensión adecuada del Salterio debemos tomar en consideración las contribuciones de las mujeres a la liturgia y las ceremonias religiosas antiguas. En los anales pictóricos provenientes de Egipto y Asiria, se pone claramente de manifiesto la participación destacada de las mujeres como bailarinas, cantantes e instrumentistas. Además, aunque los autores de los antiguos himnos sumerios generalmente no son identificados, un muy importante y revelador ciclo de 42 poemas y cánticos, que destaca de forma extraordinaria las virtudes de sus templos y divinidades, es atribuido a la princesa Enheduanna, hija del rey Sargón, que es descrita como una poetisa virtuosa29 .

A esta realidad internacional, que se revela del estudio sistemático de la literatura del antiguo Oriente Medio, debemos añadir el gran valor que se daba en la sociedad israelita a las mujeres cantantes. Sabemos por el testimonio bíblico que cantaban en ceremonias fúnebres (2 Cr 35.25), y que también participaban de eventos de importancia en el palacio real (2 S 19.35). Inclusive, algunas mujeres fueron enviadas como parte del tributo que Judá pagó a los asirios, para salvar la ciudad de Jerusalén en la crisis del 701 a.C. Posiblemente, estaban organizadas en grupos, como se desprende del relato que identifica a un grupo de 200 cantantes que llegó del exilio (Esd 2.65).

De acuerdo con esta información, por lo menos durante el período de la monarquía, había participación destacada de mujeres en las ceremonias que se llevan a efecto en el Templo, posiblemente, como cantantes e instrumentistas. Estaban en la importante tradición de María la profetisa, que inspiró a un grupo de mujeres a cantarle al Señor un himno de triunfo con panderos y alabanzas, y danzar de alegría ante las intervenciones salvadoras de Dios con el pueblo de Israel (Éx 15.20-21). Las mujeres salmistas siguen el ejemplo de Débora, que a la vez era jueza y profetisa, que se inspiró y entonó uno de los himnos de triunfo más importante en la historia del pueblo de Israel (Jue 5.1,7). En esa misma vertiente poética e hímnica, está Ana, la mamá de Samuel, que se allega al santuario de Silo a presentar sus ofrendas y votos, y canta un himno al Señor que es una especie de anticipación al reinado del Mesías (1 S 2).

El Salterio recoge esas importantes contribuciones de mujeres a la vida cúltica del pueblo, y las incorpora en una gran ceremonia y procesión de alabanzas al Señor, en la que participan también un grupo de cantores y músicos. Y en medio de esa algarabía de entusiasmo y celebración, se identifican a las mujeres que van cantando y bailado con panderos y con gestos de gratitud y felicidad (Sal 68.25). Esas contribuciones femeninas le añadían a las ceremonias entonaciones vocales complementarias y movimientos rítmicos alternos al que producían sus compañeros varones, y de esa forma contribuían positivamente a la belleza estética de las celebraciones.

EL TEXTO HEBREO DE LOS SALMOS

Al igual que el resto del Antiguo Testamento, el texto hebreo del Salterio fue fijado con sus consonantes mediante el trabajo de los escribas judíos del siglo 1 d.C., y desde entonces, ese texto ha sido preservado con bastante fidelidad a través de los siglos. Posteriormente, con el trabajo esmerado de un grupo de estudiosos judíos conocidos como los masoretas, se le añadió a los manuscritos consonánticos los signos vocálicos, que facilitaban la pronunciación, lectura y comprensión de las Escrituras Sagradas30 . Las traducciones que se hacen del Salterio en la actualidad generalmente utilizan con seguridad ese texto hebreo. En efecto, una vez se fijó por escrito el texto hebreo de los Salmos su transmisión y preservación fue bastante buena.

Sin embargo, antes de esa importante fijación textual, la historia de la transmisión de los salmos de forma oral fue compleja. Por muchos años los salmos se transmitían de generación en generación de manera oral, y estaban abiertos a adaptaciones, revisiones y añadiduras. A estas realidades de transmisión oral, que con el tiempo se hicieron por escrito, es que se deben la duplicación de algunos salmos –p.ej., Sal 14 y 53; Sal 40.14-17 y 70; Sal 57.8-12 y 108.2-6; Sal 18 y 1 S 22; Sal 105.1-15, junto al 96, y 1 Cr 16.8-36–, y las diferencias en las lecturas y la comparación de los salmos masoréticos con los de Qumrán y la Septuaginta. Además, a esos largos y complejos procesos de transmisión oral y literaria, debemos añadir las dificultades que se relacionan con los errores y las revisiones de los copistas –¡trabajan en condiciones no ideales!–, el deterioro natural de los manuscritos –¡tanto por el uso continuo como por el tiempo!–, y los cambios en la grafía hebrea a través de la historia.

El libro de los Salmos también enfrentó desafíos extraordinarios de supervivencia en la historia del pueblo de Israel. La experiencia de la destrucción del Templo y la posterior deportación de los judíos a Babilonia debió haber sido traumática para la comunidad y para las autoridades religiosas. De acuerdo con algunas fuentes literarias antiguas (2 Mal 2.13), Nehemías se esforzó por recoger y coleccionar nuevamente los manuscritos sagrados, particularmente los de David, en referencia a los Salmos. Posteriormente en la historia, Antíoco IV Epífanes (167-164 a.C.) intentó destruir los libros sagrados de los judíos (2 Mal 2.14). Por todas esas vicisitudes históricas y literarias, el libro de los Salmos presenta algunas variantes importantes que, aunque no afectan la integridad teológica y el valor religioso del libro, presentan a los estudiosos desafíos formidables.

Las traducciones antiguas del Salterio fueron importantes en la difusión y el uso de los salmos. La de mayor importancia es la Septuaginta, en el griego koiné, que fue utilizada en la liturgia tanto en las iglesias de Oriente como en las de Occidente hasta mediados del siglo 2 d.C. La Vetus Latina contenía los salmos traducidos al latín que se utilizaban en África y Roma desde el siglo 2 d.C., y sirvió de base para las revisiones y traducciones de San Jerónimo hechas en Belén a partir del 387 d.C.

Los manuscritos de los Salmos nos permiten ver algunas dimensiones históricas de la vida del pueblo de Israel que no debemos obviar ni ignorar31. Aunque la finalidad principal del Salterio es litúrgica y teológica, de la lectura de sus poemas se descubren algunos aspectos históricos que nos ayudan a comprender mejor la vida del pueblo de Israel. Los clamores del pueblo y sus reflexiones sobre los desafíos que debían enfrentar, les permitieron describir la vida con sus virtudes y complejidades.

Una lectura atenta de los salmos nos ayuda a comprender esa dimensión histórica de la realidad humana. Los salmos aluden a la trágica experiencia de la caída de la ciudad de Jerusalén, la dolorosa deportación de los judíos, y la angustia de vivir en el exilio babilónico (Sal 137), y también comenta en torno a las dinámicas militares de la antigüedad (Sal 5; 18; 20; 21; 35; 44; 46). Desde la perspectiva económica, el Salterio puede ser una buena fuente de información valiosa, pues describe algunas dinámicas fiscales de importancia en la antigüedad (Sal 15.5; 45.8; 48.8; 107.23). Y para las personas interesadas en la liturgia y la música, los salmos pueden ser una fuente importante de información, pues estos poemas surgen de esos contextos cúlticos de celebración, piedad y alabanzas (Sal 22.26; 50.14; 61.9; 65.2; 66.13; y también 33.2; 57.9; 92.4; 98.5-6; 108.3; 149.3; 150.3-5).

LA ICONOGRAFÍA EN EL SALTERIO

Un área de investigación reciente que ha apoyado significativamente la comprensión de los manuscritos bíblicos y su mensaje es la iconografía. El estudio detallado del arte y la interpretación de los símbolos y artefactos descubiertos en el Oriente Medio antiguo, nos ha ayudado a entender y visualizar mejor el mensaje del Salterio32. Las ilustraciones de instrumentos musicales son bastantes y detalladas. Se han descubierto representaciones de címbalos (Sal 150.5) y panderos (Sal 98.6), de trompetas y flautas (Sal 105.4), y de arpas (en hebreo, kinnor, Sal 150.3) y liras (en hebreo, nebel, Sal 33.2; 144.9). También se han analizado diversos artefactos que ilustran los movimientos del cuerpo y atestiguan varias formas de adoración que revelan humildad y aceptación de autoridad.

La onomástica o listas de nombres que provienen de la antigüedad, recuerdan, p.ej., los diversos fenómenos meteorológicos que se incluyen en el Salterio (Sal 104; 148). El lenguaje de las fosas y los posos que se utilizaban para atrapar los animales salvajes en tiempos antiguos, con frecuencia se utiliza en los salmos para describir las dificultades, los dolores y las persecuciones de los creyentes. Diversas representaciones e imágenes de esas fosas se han encontrado en pinturas y en vasijas. Además, la transportación de los ídolos, atestiguada con regularidad en los descubrimientos de la antigüedad, delata la seriedad y el respeto hacia las divinidades paganas que tenían los ciudadanos de las naciones vecinas de Israel. Quizá esas actitudes politeístas e idólatras son las que explican la vehemencia de las críticas y las sátiras proféticas contra ese particular tipo de práctica religiosa (Sal 104.25).

Se han encontrado en varias culturas antiguas diversas escenas que representan a las divinidades y sus representantes como pastores. Esos pastores tienen vara y callado, como en las imágenes de la Biblia (Sal 23), para ahuyentar a los enemigos y también proteger las ovejas. En el Salmo 78.70-72 se indica que el Señor transfirió esas responsabilidades pastorales al rey David; y en el Salmo 110, al mismo monarca de Israel, se le otorga la dignidad sacerdotal. Y esa unificación de roles, de monarca y sacerdote, tiene paralelos en las diversas culturas vecinas del pueblo de Israel.

Finalmente las representaciones de caballos y carruajes son frecuentes en la antigüedad, pues aluden particularmente al prestigio social, el poder político, la autoridad militar y la virtud económica de los monarcas. Desde la perspectiva bíblica, el triunfo en la batalla no se relaciona con el poderío militar representado en los corceles y carros de guerra, sino en las intervenciones redentoras y liberadoras del Señor de los ejércitos (Sal 147.8-10; 33.16-17).

FESTIVALES EN EL PUEBLO DE ISRAEL

El estudio del calendario religioso del pueblo de Israel revela una serie de eventos y celebraciones que incluyen días santos –p.ej., las celebraciones de luna nueva y el sábado–, y fiestas nacionales. Tres festivales de gran importancia cúltica deben destacarse, por su importancia histórica, cúltica y teológica: la Pascua y la fiesta de los Panes sin levadura, la fiesta de las Primicias o de las Cosechas, y la fiesta de los Tabernáculos33 . Estas importantes actividades nacionales le brindaban al culto de Israel su particular trasfondo litúrgico, y servían de marco de referencia para una gran parte del libro del Salterio. Los salmos tienen en estas celebraciones su contexto inicial de celebración, también conocido en círculos académicos como el Sitz im Leben –o situación en la vida del pueblo–.

La comunidad en general se incorporaba en estas celebraciones nacionales y, además, llevaban a efecto otras actividades religiosas relacionadas con sus responsabilidades personales –p.ej., los sacrificios prescritos en la Ley, y las oraciones que se hacían en momentos de necesidad persona, familiar y nacional–.

Fiestas judías y días sagrados34


Fiesta o día sagradoDía de celebraciónReferencia bíblica
Año de jubileocada 50 añosLv 25.8-11;27.17-24;Nm 36.4
Dedicación o Hanuká25 quisleu (nov.-dic)Jn 10.22
Día del perdón10 de tishri (sep.-oct.)Lv 16; 23.26-32;Heb 9.7
Luna nuevaPrimer día del mes lunarNm 10.10; 28.1-15;1 S 20.5-6,29; 2 R4.23; Am 8.5
Panes sin levadura15-21 de nisán(marzo-abril)Éx 12.15-20;13.3-10Lv 23.6-8; Mr 14.1,12
Pascua14 de nisán(marzo-abril)Éx 12.1-14;Lv 23.5; Jn 2.13
Primicias o Cosechas16 de nisán(marzo-abril)Lv 23.9-14
Purim14-15 de adar(feb.-marzo)Est 9.18-32
Santa convocación22 de tishri (sep.-oct.)Lv 23.36b;Nm 29.35-38
Semanas o Pentecostés6 de siván (mayo-junio)Éx 23.16; Lv 23.15-21;Hch 2.1
Tabernáculos15-21 de tishri (sep.-oct.)Lv 23.33-36a, 39-43;Jn 7.2,37
Trompetas, Año nuevoo Rosh Hashana1 de tishri (sep.-oct.)Lv 23.23-25;Nm 29.1-6

MÚSICA E INSTRUMENTOS MUSICALES

La música jugaba un papel preponderante en la vida del pueblo de Israel. Esa importante influencia se ponía claramente de manifiesto en la vida diaria, las celebraciones religiosas, las dinámicas políticas, y las relaciones internacionales del pueblo. En los eventos que se llevaban a efecto en el Templo había cantores y coros (2 Cr 5.13; Esd 2.41,65), y, además, se tocaba una variedad de instrumentos musicales que contribuían al desarrollo de una experiencia cúltica significativa. En efecto, los salmos se cantaban con el acompañamiento de instrumentos de viento, cuerdas, metales y percusión35 .

Tabla de instrumentos musicales en el Templo


InstrumentoReferencia bíblica
Trompetas y cuernos1 Cr 15.28; 1 Co 14.8
ArpasGn 4.21
Salterio (10 cuerdas horizontales o verticales)Sal 92.1-3
Flautas2 S 6.5
PanderosSal 81.2
Instrumentos de madera de haya de percusión2 S 6.5
Címbalos o platillosSal 150.5

INTERPRETACIÓN DE LOS SALMOS

Interpretar los salmos es una tarea de fundamental importancia, tanto para los propósitos educativos de este comentario como para la formación espiritual y moral de los creyentes y las comunidades de fe que regularmente se acercan a esta literatura para las devociones personales, la liturgia grupal o la reflexión personal y teológica36. Esta empresa interpretativa o hermenéutica, sin embargo, es compleja y difícil por varias razones: p.ej., el libro de los Salmos es extenso, los salmos individuales fueron escritos por diferentes autores en contextos variados, el idioma poético utilizado es complejo y simbólico, y esta literatura no contiene muchas referencias o alusiones históricas que nos permitan ubicarlos en su entorno social, político y religioso preciso. Además, debemos tomar en consideración, en nuestros procesos de comprensión e interpretación, las distancias que separan al lector o la lectora actual del Salterio, que incluyen las distancias históricas o cronológicas, las culturales, las lingüísticas y las teológicas.

Por muchos años se pensó que los salmos eran el resultado de los esfuerzos literarios de individuos específicos piadosos que escribieron esas oraciones y cánticos para sus devociones privadas, o para suplir alguna necesidad litúrgica específica en respuesta a eventos históricos particulares. Con esa presuposición en mente, los estudiosos se esforzaban por identificar, describir o descubrir sus autores individuales, e intentaban también explicar con alguna precisión los particulares contextos históricos y litúrgicos que enmarcaron su composición. Esa información, se pensaba, era básica e indispensable para tener una comprensión adecuada del salmo estudiado. Gran parte de los estudiosos tradicionales, además, entendía que los salmos habían sido escritos en el período de la monarquía.

Esa metodología, conocida en algunos círculos académicos como precrítica, fue la que dominó los estudios del Salterio por siglos. Otros académicos, en cambio, a finales del siglo 18 y en el siglo 19, entendían que la literatura poética de los salmos reflejaba diversos períodos, particularmente tardíos, en la historia del pueblo de Israel37 .

Los métodos tradicionales de estudios bíblicos toman en consideración sólo de forma parcial los resultados de las investigaciones científicas que pueden contribuir sustancialmente a la ubicación del texto en sus entornos originales, a la comprensión de los complejos procesos de redacción y transmisión de los documentos, y a la comparación de esta colección con otras piezas literarias del antiguo Oriente Medio. Esas maneras de estudiar los salmos, no necesariamente toman en consideración el producto de los descubrimientos arqueológicos y lingüísticos, ni el fruto de las investigaciones teológicas y sociales que han ayudado a comprender mejor el pensamiento hebreo y la vida en el antiguo Israel, en el particular entorno histórico del Oriente Medio antiguo.

Una nueva forma de interpretar los salmos se asocia con las investigaciones de eruditos europeos y norteamericanos a finales del siglo 19 y principios del 20. Estos estudios, conocidos como «crítica bíblica», intentan ponderar, analizar, estudiar y comprender los salmos en sus contextos históricos, sociales, culturales y religiosos originales, para la posterior aplicación de sus enseñanzas. Esos nuevos métodos utilizan los recursos de diferentes disciplinas académicas al servicio de las investigaciones bíblicas.

En efecto, los acercamientos tradicionales al estudio y la interpretación de los salmos cambiaron radicalmente al llegar el siglo veinte. En primer lugar, esas metodologías cedieron el paso a nuevos programas de investigación de los salmos, que contribuyeron significativamente a una mejor comprensión de esta importante literatura religiosa. Y aunque la forma antigua de leer y meditar en los salmos sirvió con distinción a generaciones de creyentes a través de la historia, se necesitaron nuevas metodologías y herramientas de estudio para descubrir, en esas antiguas piezas literarias, virtudes noveles de gran valor teológico y ético para la humanidad.

Un avance fundamental en el estudio de los salmos se relaciona con el uso de la metodología conocida como «crítica de las formas»38 . De gran ayuda en el estudio científico y profundo de los salmos fue el descubrimiento de que en las formas de expresión religiosa y en los modos de articulación de las enseñanzas en los salmos se descubren algunos patrones recurrentes, se distinguen varias fórmulas que se repiten; se descubrió, además, que esas formas típicas de expresión transmiten características particulares de la fe, reflejan ciertas situaciones específicas de la vida y presuponen algunas prácticas litúrgicas comunes.

Esas características literarias de los salmos nos ayudan considerablemente a entender el libro de los Salmos en su totalidad. En efecto, no es necesario estudiar cada salmo en particular para tener una comprensión adecuada y amplia del libro; basta con seleccionar los salmos que representan las diferentes situaciones litúrgicas y las variadas expresiones de fe en la vida para tener una idea más amplia de la teología y los propósitos educativos del Salterio. Por esa razón, el estudio del libro de los Salmos debe comenzar con la identificación y comprensión adecuada de estas importantes formas de comunicación, o tipos de salmos, o géneros literarios, que nos permiten mirar y evaluar los salmos individuales como parte de un todo teológico, literario, religioso, social y cultural.

Un paso de avance fundamental en el estudio de los salmos se asocia con la teoría que indica que esos salmos representativos de una forma determinada de expresión o género literario específico deben ser entendidos en el entorno de un contexto litúrgico particular en la vida del pueblo de Israel. Esta teoría propone que muchos de los salmos bíblicos presuponen un festival anual de entronización, que se llevaba a efecto en el Templo de Jerusalén durante la celebración del año nuevo39 . En ese acto de gran colorido cultural e importancia religiosa y política, el Dios de Israel era coronado nuevamente como rey del pueblo para gobernar durante el año, que equivalía a afirmar el bienestar del pueblo y la renovación de la creación. En las ceremonias, el rey de la casa de David ocupaba una posición de preponderancia y recibía grandes beneficios políticos, como resultado de las celebraciones y los actos.

Otro avance de gran importancia en el estudio del salterio indica que la forma básica de comunicación de los salmos es el lamento, y que las otras formas de expresión son sus derivadas40 . De acuerdo con esta teoría, el lamento es el modo básico de expresión religiosa en los salmos, pues permite articulaciones religiosas que van desde las experiencias dolorosas de separación y de angustia hasta las manifestaciones extraordinarias de fe, confianza y esperanza. Se reconoce de esta forma que las expresiones religiosas en los salmos son dinámicas y ponen de manifiesto complejidades teológicas y literarias que no se confinan al contexto litúrgico de los salmos.

Relacionado con el estudio de las características literarias de los salmos debemos añadir la importancia de sus recursos retóricos41 . Aunque es ciertamente importante descubrir las peculiaridades de los géneros literarios o las formas de comunicación que se manifiestan en todo el libro de los Salmos, también se deben identificar las peculiaridades estilísticas y los recursos retóricos utilizados para hacer justicia poética a esa literatura. Esos artificios estilísticos le dan gran fuerza estética y belleza poética a la pieza literaria; además, añaden recursos educativos de gran importancia para la memorización y los procesos forMtivos del pueblo.

Un adelanto adicional e importante en el estudio de los salmos se puede relacionar con los estudios bíblicos que afirman y destacan la importancia del canon de las Escrituras hebreas42 . De acuerdo con esta metodología de estudio, la forma final del texto que tenemos disponible para la investigación es la que debe ocupar la atención prioritaria del intérprete, pues es a última instancia la que transmite el sentido al lector o lectora. Se reconoce de esta manera que, aunque la prehistoria literaria y teológica de los documentos antiguos es importante, y aunque ciertamente los análisis de los contextos vitales en los cuales se originaron los salmos son necesarios, lo que debe ocupar prioritariamente la atención de los estudiosos y las estudiosas del texto bíblico es el estado canónico final de los documentos. Lo más importante en el estudio de los salmos, según esta metodología, es su redacción y estado final, que es lo que lee, estudia y aprecia la comunidad de fe. Esta perspectiva canónica, inclusive, afirma que el orden en que aparecen los salmos revela los presupuestos teológicos de las comunidades que les preservaron y transmitieron.

Respecto a las diversas formas y nuevas metodologías de estudio científico y crítico de los salmos, debemos indicar que son complementarias, pues tienen la capacidad de brindar a los lectores y las lectoras más posibilidades de interpretación y alternativas adicionales de comprensión. Esas formas de estudio facilitan el camino para descubrir la importancia de los temas y las contribuciones educativas y teológicas en los salmos. Y esas peculiaridades –que se revelan claramente desde la lectura y el estudio del Salmo 1– son de importancia capital en el estudio del Salterio43 . En este sentido hermenéutico, las contribuciones de la literatura teológica latinoamericanas son muy importantes, pues le brindan a los estudios bíblicos críticos un sentido especial de pertinencia, que hace de la empresa interpretativa algo vivo, contextual y actual.

El libro de los Salmos es, en efecto, una gran obra religiosa y literaria que tiene una muy clara finalidad educativa, una meta forMtiva definida. En ese sentido, los salmos son torá –en el sentido hebreo de la palabra, que significa «instrucción»–, pues deben ser utilizados no como documentos legales rígidos e inaplicables, sino como recursos educativos para contribuir sustancialmente a la formación espiritual y la transformación moral de los lectores individuales y de las comunidades de fe.

La lectura profunda de los salmos no debe confinarse al descubrimiento de las formas de expresión antiguas, ni al aprecio de los recursos estilísticos y retóricos que utilizan. El estudio del Salterio debe penetrar el mundo de los temas expuestos, identificar las teologías que se afirman, distinguir las enseñanzas que se presentan, y celebrar los valores que se revelan. Además, ese análisis ponderado de los salmos debe incentivar la aplicación de los principios morales y los valores éticos que se ponen de manifiesto en sus enseñanzas.

El propósito fundamental de este comentario es orientar la investigación para descubrir los temas religiosos que tienen pertinencia y relevancia para la sociedad contemporánea. Nuestra meta es estudiar nuevamente los salmos para aplicarlos al diario vivir, tanto a niveles personales como en los entornos colectivos del pueblo de Dios.

Y para lograr esos importantes objetivos de comprensión y aplicación de las enseñanzas y los valores de los salmos, algunas recomendaciones metodológicas en el estudio del Salterio son importantes y muy necesarias:

• Hay que identificar quién es la persona que habla en el salmo: Dios, el salmista, el pueblo o algún sector específico del pueblo.

• Hay que decidir si el salmo es individual o comunitario: Las oraciones provienen del pueblo en algún evento o asamblea, o son las expresiones de alguna persona específica .

• Hay que comprender el propósito básico del salmo: ¿Cuál es la razón teológica, política, social, personal o comunitaria que originó el clamor y las oraciones en el poema?

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