Kitabı oku: «La Leyenda de los Dolgias», sayfa 6

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Vollend y Gironed se sorprenden al ver la extraña combinación que prepara Gircelle, a diferencia de Arkend y Madania que sí conocen sus peculiares antojos.

—Deberían probarlos —les dice Gircelle, tomando una porción del wendrok con crema.

—Solo porque se trata de ti, Gizz —le dice Gironed.

Las dos hacen la combinación con el wendrok y lo prueban. Sus gestos de sorpresa hacen sonreír a Gircelle.

—Están ricos, tenías razón, Gizz —le dice Vollend.

—¡Tendremos a nuestro Chef personal en Dolgiavit! —dice Gironed, provocando las risas de todos.

—Gizz es muy creativa para cocinar, lo ha sido desde que tenía cinco años —les dice Jaelian, y todos lo escuchan con atención. Gircelle sonríe de manera tímida—. Lo que más recuerdo fue el día que se robó la mezcla de panquets de la cocina de sus abuelos. Se la llevó a la playa y le puso todos los colores que tenía al alcance. Por suerte, pudimos llegar a tiempo con ella para quitarle el recipiente y evitar que se lo tomara. Las pinturas no eran tóxicas, pero iba a tener un dolor de estómago nada divertido.

Todos ríen con la anécdota de Jaelian.

—Se veía muy rica la mezcla - dice Gircelle, divertida—, pero dije, esto se ve muy pálido, le falta mucho color.

—Claro, ya vemos de dónde vienen tus combinaciones raras —le dice Madania.

—Pero les gusta —le dice Gircelle—. Ya tengo nuevos clientes.

Jaelian observa los vorsets preparados en su jugo y cree que es hora de estrenar algo nuevo que complemente a los calentadores.

—Es momento de otra de las sorpresas —les dice dándole el panel de control a su hija—. Danos el privilegio, Gizz —ella lo toma—. Espero que este nuevo modelo ayude a que podamos hacer mejores comidas al aire libre en esta temporada.

Gircelle accede a los menús del panel de control y ve por primera vez el nuevo aparato. Su asombro es evidente.

—¿Lista, Gizz?

—Si, papá —dice Gircelle mientras presiona la sección del menú en el panel.

Los sensores que se encuentran al lado del aparato emiten un suave sonido, y la intensidad de su luz va en aumento. Todos observan la maniobra, sorprendidos. El nuevo artículo doméstico de Jaelian aparece lentamente ante sus ojos, sobresaliendo en el suelo de madera del Lounge, a un lado de la barra y de la alberca, la cual está cubierta por una extensión de losa de madera. Todos aplauden ante la aparición de la imponente parrilla. Con un diseño único y práctico, y con un gran espacio en la parte superior. Ideal para preparar una gran variedad de cortes de carne y vegetales.

Todos aplauden y felicitan a Jaelian. Él les agradece e invita a Gircelle y a Arkend para el encendido.

Las jóvenes alistan los vorsets en las charolas, los aderezan con jugos frutales y especias originales de Promend, y los acercan a la parrilla.

Los vorsets, cortes de carne de Vors, especie nativa de Promend, de apariencia grande y jugosa, están listos para ser cocinados en la innovadora parrilla de Jaelian.

Gircelle activa el panel y presiona la indicación de encendido de la parrilla.

Una inusual combustión se genera en la parte inferior del aparato. Una mezcla de llamas en verde y azul iluminan parte de la barra, ubicada al frente de la parrilla. Las barras de metal inoxidable cambian de textura y su original color plateado se transforma en un azul brillante.

El panel de la parrilla emite una luz blanca intermitente junto con un suave sonido de alarma. Todos observan atentos.

—La luz y los sonidos en el panel nos avisan que la parrilla está lista para asar los vorsets — dice Jaelian.

Las jóvenes acercan las charolas con los vorsets preparados a la parrilla. Jaelian les indica la manera en la que deben ser colocados en las barras de metal. Gircelle toma el primer vorset con el gancho especial, lo levanta un poco y posa sonriendo a los paneles de Janvie y Arkend.

—Me gustó mucho acompañarlos ese día. Por cierto, son los más grandes que he visto.

—Se los merecen, Gizz —le dice su madre, orgullosa—. Tantos momentos especiales se deben celebrar...

Gircelle coloca el vorset suavemente sobre la parrilla. Un crujiente sonido y una gran estela de humo blanco brotan de la parrilla.

Arkend y Madania colocan el resto de los vorsets en la parrilla. La estela de humo es ahora más ancha y todos disfrutan del irresistible aroma de la carne con la especie más importante y sabrosa de Dodanesk.

Gircelle programa el panel de la parrilla de acuerdo al tiempo en el que los vorsets deben ser asados, y así conservar ese sabor tan característico.

Los jóvenes organizan la distribución de las mesas, luego invitan a sus respectivos padres a tomar asiento.

La brisa que corre en medio de la terraza y el sol iluminando las paredes, crea una ambientación especial para el convivio de despedida.

Gircelle, Arkend y Madania acercan los spodtrogs y otras bebidas a las mesas que ocupan sus padres.

—Cómo has crecido, Gizz —le dice Girwen.

Gircelle sonríe tímidamente, y les ofrece la charola de pan de Obsedie y wendroks.

—Recuerdo tus travesuras con Gironed en la casa —le dice Luvan—. Me acuerdo de ese día que estuve persiguiéndolas a las dos por la zona residencial, mientras trataba de apagar el vehículo de utilidades que habían encendido sin permiso —todos ríen—. Un árbol que estaba cerca las detuvo y acabaron llenas de lodo.

—Luvan tuvo que quitarles las bandas de protección y levantarlas, no podían ver por tanto lodo que tenían encima —les dice Girwen—. Las envié a la habitación de Gironed para asearse y limpié todo el pasillo. Después cayeron en la cama como rocas.

Gircelle y Gironed se sonrojan y ríen.

—Suficientes travesuras por el día de hoy —dice Luvan levantando su vaso con spodtrog—. —Quiero brindar por ustedes, nuestros orgullos. Sus logros son parte de nosotros también.

—Gracias, papá —le dice Gironed.

Janvie y Jaelian acercan sus vasos para brindar juntos.

—Dolgiavit es una ciudad inmensa y llena de modernidad —les dice Jaelian—. Vivirán grandes experiencias y harán realidad varios de sus sueños.

Los jóvenes sonríen y chocan sus copas.

Un sutil sonido y una luz blanca intermitente interrumpen el brindis. Vollend y Gironed acomodan todo mientras Gircelle, Arkend y Madania colocan los vorsets en las charolas escurriendo en su jugo.

—¡Excelente, los vorsets están listos! —dice Gircelle con alegría, se levanta de su asiento y se acerca a la barra para sacar platos y utensilios.

Un sonido se activa en el panel de la barra. Jaelian se acerca para verlo y ve la imagen de dos parejas distinguidas en la puerta principal. Son Mardece y Jamilod Lotpar, los padres de Arkend, y Seletin y Dorguv Lyntar, los padres de Madania.

—Llegaron sus padres, Madi y Arkend. Vamos a la puerta —les dice Jaelian.

Los jóvenes caminan hacia la casa para recibirlos. Jaelian abre la puerta principal. Jamilod se acerca para saludarlo animadamente.

—Qué gusto verlos de nuevo, Jaelian. Excelente fiesta la de anoche a pesar del susto —le dice Jamilod, se dan un fuerte abrazo.

—Igualmente, Jami. Esos días en la Flota no se olvidan.

—Hoy es un buen día para recordarlos —le dice mientras toca los hombros de Jaelian y Dorguv.

—Para mí, el nuestro ha sido el mejor Regimiento de Cadetes Tavet de la historia —dice Dorguv.

—Solo dolores de cabeza para el General Sethodi —dice Jaelian, los tres ríen.

Janvie saluda a Mardece.

—Gracias por venir, Mard —le dice dándole un abrazo.

—Un placer. Aquí, un pequeño presente para conmemorar el inicio del sueño de nuestros hijos.

—Gracias, Mard —recibe el ramo de flores dodanas—, llegan justo a tiempo, los vorsets están listos.

Dorguv y Jamilod muestran alegría.

—Excelente —dice Jamilod—, el camino desde Terranvit fue largo y tenemos hambre.

Todos caminan por la casa hacia la puerta deslizante que conduce al jardín y se saludan con alegría.

—¡Gircelle, qué hermosa! —le dice Mardece.

Gircelle le da un abrazo.

—Me da gusto verte y saber que mi pequeño Arkend escogió de manera muy inteligente a su novia —la joven sonríe tímidamente.

—Mami, no la apenes tanto —le dice Arkend mientras se acerca a las dos y las abraza.

Dorguv carga una pequeña caja con una decoración de color morado y la apoya en la barra. La abre para sacar una elegante botella de su interior: el Dodan Cremet, una espumosa bebida dodana, usada principalmente en las celebraciones especiales.

—Excelente elección, Dorguv —le dice Jaelian cuando lee la etiqueta en la botella—. Reserva especial de la casa Creative, es de la colección del Creative Lounge. Mira, Gizz —le dice a su hija mientras ella se acerca—, tu tío Dorguv nos trajo este Dodan Cremet del Lounge.

—Gracias, tío.

—Te felicito por tu gran logro, Gircelle. Ese diploma siempre ha sido muy codiciado por todos —le dice Dorguv.

—Gracias, tío, pero no lo gané yo sola, fue gracias a todos ustedes también —le da un abrazo.

Seletin, la madre de Madania, se acerca a donde se encuentran Gircelle y Dorguv para abrazar a Gircelle.

—Gracias por la gran amiga y hermana que has sido siempre para mi hija, y felicitaciones por tu Diploma Estond —le dice Seletin, emocionada.

—Gracias a ustedes por aguantar nuestras tonterías, tía —le dice Gircelle, sonriente.

Jaelian invita a todos a sentarse en las mesas del salón para disfrutar de los vorsets, los cuales son llevados en recipientes especiales por Gircelle, Madania y Arkend.

—Se ven deliciosos, Jaelian —le dice Jamilod.

—Esperen a probar esta receta en particular, es una selección del libro sagrado de Yamchem.

La pareja ayuda a Jaelian a cortar los vorsets en piezas y servirlos en los platos de todos. Los padres de los jóvenes toman sus respectivos vasos con spodtrog, y Janvie reúne a todas las mujeres.

—Acompáñenme a la cocina para terminar de crear algo especial —les dice Janvie.

Al entrar a la cocina, Janvie cambia la polarización de las ventanas, así los jóvenes no se dan cuenta de lo que están haciendo. Sus padres ya lo saben, y lo disimulan degustando las primeras piezas de los suculentos vorsets dodanos.

Todos se reúnen en una de las mesas principales de la terraza Lounge para comer los vorsets y los aperitivos.

—Magníficos —le dice Jamilod a su hijo—, siempre fuiste muy hábil para escoger las especies y comidas en ese escaparate para locos que siempre le ha gustado a tu madre. Muchas gracias por ello.

—Gracias, papá —le dice Arkend—, siempre me gustaron los vorsets, como a todo Dolgia.

—Siempre han sido dóciles. Creo que eso ha facilitado mucho la labor de los granjeros de Dodanesk.

A todos les llama la atención la decoración del lugar, rodeada de piezas de artesanías y plantas tradicionales de Yamchem, las cuales están inspiradas en los restos originales hallados en el Santuario de Tulmun. Son piezas ancestrales que datan de mucho tiempo antes de la unificación de la Federación Dolgia.

—A Mard y a mí siempre nos ha gustado tu decoración, Jaelian - le dice Jamilod, mientras este contempla la terraza con detenimiento.

—Siempre hemos sido admiradores de la cultura yamchana —le responde—, y especialmente, porque el amor de mi vida es de Promend —observa a Janvie con amor.

Ella le corresponde con una sonrisa complaciente.

—Hermoso e inspirador lugar —le dice Jamilod al ver un cuadro de la playa situada frente al Santuario de Tulmun.

—Y con una infinita historia y cultura —les dice Dorguv.

Jaelian asiente, y después toma un sorbo de su spodtrog.

—Es cierto, Dorguv, una hermosa y dramática historia que ha forjado una parte importante de lo que es ahora nuestra querida Federación Dolgia.

Los padres de los jóvenes alzan las copas.

—Por los logros de nuestros hijos y su nueva vida en Dolgiavit —dice Jaelian.

Gircelle y Arkend programan la música ambiental en el sistema de sonido de la casa, la cual resuena en el jardín. Los padres de todos se emocionan al escucharla, ya que se trata de una de sus melodías favoritas de sus días de noviazgo. Los dos sonríen y se abrazan al ver a sus padres cómo invitan a bailar a sus respectivas parejas. Después de verse a los ojos por un momento, Gircelle y Arkend caminan hacia la terraza donde todos bailan la bonita melodía.

La brisa y las nubes se fusionan con los rayos del sol de la tarde, generando un hermoso momento del convivio.

Gircelle siente una extraña sensación de alegría y nostalgia a la vez. Se apoya en el hombro de su novio, y este la abraza e intenta reconfortarla.

La melodía termina, todos aplauden a Gircelle y Arkend por haberla escogido. Los jóvenes se organizan para tomarse imágenes con sus padres en diferentes grupos, buscando las mejores ubicaciones y perspectivas.

Gircelle aprovecha para ir a un sillón y choca su tenedor en su copa de Dodan Cremet para dedicarles unas palabras.

—Quiero brindar con esta bebida muy rica, tío Dorguv —dice Gircelle esbozando una ligera sonrisa y ojos vidriosos.

El padre de Madania levanta su copa en agradecimiento a Gircelle.

—Esta tarde ha sido hermosa. Gracias a todos por tantos recuerdos. He aprendido mucho de ustedes. Esta noche empezaremos un nuevo camino, una nueva meta, un nuevo sueño —dice Gircelle alzando su copa hacia el cielo en dirección a Dolgiania.

Sus padres y amigas le aplauden por sus palabras.

Jaelian, Janvie y Madania sacan los vorsets que quedan en los recipientes para servirlos en los platos. Comienza la tarde y se asoman en el cielo algunas estrellas. Una de ellas es el planeta capital de la Federación.

Gircelle y Arkend comen sus vorsets sin importarles la formalidad, solo se dedican a disfrutarlos.

—Son una delicia, amor —le dice Gircelle a Arkend mientras limpia su boca con una servilleta de tela—, valió la pena que te aventara a empujones en medio de esas señoras gruñonas en el local.

—Si, hermosa, las cajas se me estaban resbalando cuando registraba la compra en los paneles. Tuve que dárselas a tu papá para resguardarlas y que no creyeran que las estábamos robando.

—Esa mañana, papá y yo vimos a los soldados de la Flota Tavet con muchos problemas para tranquilizar a todos en el escaparate.

—Si, amor, la gente estaba incontrolable. Gracias a la ayuda de los soldados pudimos escapar, y así ir al estacionamiento para encontrar la Diometric.

—Me acuerdo muy bien. Gracias por protegerme —le dice Gircelle sonriente a su novio—. Fuimos muy afortunados.

—¿Te acuerdas de todos en el área gastronómica de los planetas Federados? Gritaban, protestaban por los vorsets agotados, se estaban volviendo locos.

—Tuvieron que conformarse con los dulces de los escaparates al lado. Terminaron comiendo pura azúcar.

Los dos no paran de reír, llamando la atención de todos en ese momento. Los padres de Gircelle aprovechan para ir a la cocina y buscar la dulce sorpresa de la tarde.

La puerta deslizante que une a la cocina de la casa con el jardín se abre. Janvie y Jaelian salen caminando hacia la terraza con una gran charola cubierta por una tapa cóncava de aleación plástica en color blanco, y la colocan en la barra. Todos los invitados se reúnen alrededor de esta.

—¿Listos? —les dice Janvie a los jóvenes.

—¡Si, hagámoslo al mismo tiempo! —les dice Gircelle, tocando la tapa que cubre lo que hay en la charola.

Los padres alistan sus paneles para registrar el momento. Todos quitan la tapa, quedando sorprendidos y felices de lo que hay dentro.

—Es su postre de despedida, disfrútenlo —les dice Jaelian.

—¡Gracias, papá, es genial!

Se trata de un panquet gigante con la forma del Diastro, relleno de crema de trog y cubierto con fondter brillante color blanco. Todos lo miran sonriendo.

—Al mismo tiempo está para comerse y no comerse —dice Gircelle, divertida.

Su canción favorita se escucha suavemente en el sistema de sonido. Es la misma que cantó en el festival de fin de curso de los estudios preliminares y la noche anterior en el Creative Lounge.

Janvie le entrega a Gircelle y a Arkend un dispositivo.

—Acérquenlo donde están los motores.

Gircelle hace un gesto, extrañada, toma el dispositivo junto con Arkend y lo acercan a la zona del panquet que emula a los motores del Diastro. Todos se sorprenden y ríen con la sorpresa. El dispositivo ha activado unas luces especiales, las cuales emiten un resplandor similar al del verdadero blanco Matzik cuando está encendido. Después de observar las luces por un momento, los jóvenes se juntan para soplar al mismo tiempo en los motores encendidos. Las luces se apagan y todos aplauden. Jaelian enciende el panel instalado en la pared de la barra, la cual muestra emotivos e importantes momentos en la vida escolar de todos los jóvenes. Ellos lo observan con alegría, y cuando finaliza el video se acercan a sus padres para abrazarlos.

Los cinco se reúnen nuevamente junto al panquet para rebanarlo.

—Muy suave, mami, y huele muy rico —le dice Gircelle.

Janvie le sonríe con los ojos cristalizados. Jaelian se acerca para abrazarla mientras los padres de Arkend captan el momento con sus paneles.

—Supongo que te llevó toda la noche hacerlo, Janvie —le dice Mardece.

—Hay un ingrediente que mi madre usaba en Promend que es muy importante para la consistencia y el sabor de los panquets. Lo tengo en la cocina, se lo compartiré a todos. Se llama Pulder, se obtiene de los palmíticos de las playas de Tulmun.

Todos se sientan en los sillones de la terraza para disfrutar de su porción de panquet.

Jaelian aprovecha el momento para brindar y contarles con mayor detalle la dramática batalla que marcó la historia de la Flota Tavet y de la Federación, tal y como lo prometió en el Creative Lounge la noche anterior. Los invitados se sientan a su alrededor y lo escuchan con atención, en especial Gircelle y Arkend. La suave música yamchana que se escucha de fondo calma un poco la tensión que de alguna manera siente Jaelian. Gircelle frunce el ceño, es raro ver a su padre con gestos de preocupación justo ahora que están disfrutando de un alegre convivio.

—Papá, ¿te sientes bien? —le pregunta Gircelle, preocupada.

—Si, hermosa, todo bien.

Sin embargo, se ha quedado durante un momento mirando su plato, con el panquet a medio comer.

—Discúlpanos si te insistimos anoche para que nos contaras esa historia —le dice Gircelle a su padre en medio de un silencio incómodo—. En la preparatoria y en los Escaparates de Virtunmend hablaban mucho de anécdotas y leyendas sobre una batalla del pasado en la que la Flota Tavet estuvo involucrada, y pensamos que sería importante conocer esa parte de nuestra historia.

Jamilod interviene:

—Lo mejor será que los jóvenes conozcan ese pasaje histórico, Jaelian.

—Si, Jami, es lo justo —responde pensativo—. Las batallas Vandorménicas fueron un episodio difícil de nuestra historia. Son hechos dramáticos, muy difíciles de comprender, por eso esperé a que tuvieran la edad suficiente para poder contárselas. Me disculpo por ello.

—No te preocupes, papi. Siempre quisiste vernos felices, disfrutando la vida y sin pensar en eso.

Jaelian asiente y agrega:

—En los Regimientos de Cadetes se hablaba de esas batallas en los entrenamientos, en las habitaciones y en los tiempos libres.

—Así es, Gizz —dice Jamilod—, tu padre y yo compartimos la habitación durante la carrera, y ese era un tema muy frecuente en la Flota.

—Y en la ciudad también, cuando salíamos para ver a las que hoy son sus mamás —dice Luvan.

Jaelian agradece los comentarios de sus amigos y continúa contando la historia.

—Muchas áreas del Palacio de Promend conservan de manera intacta pasajes y murales gigantescos que recrean los eventos de esas batallas. Nuestros antepasados combatieron y muchos de ellos murieron, incluso cadetes y soldados que eran reclutados para los diferentes regimientos en Zardtond o Cudienk. Ustedes los conocen a través de los documentos históricos que están archivados en la preparatoria. Son planetas que siempre han sido santuarios de paz en la Federación, gente noble que disfruta vivir. Fueron circunstancias muy injustas para ellos y también para sus familias.

—Si, los recuerdo bien. Zardtond me gusta mucho por sus paisajes y montañas —dice Gircelle.

Su padre asiente.

—Correcto, Gizz, es un planeta que ha aportado una cultura ecológica muy importante al pueblo Dolgia —todos siguen con atención la narración de Jaelian—. Durante nuestros servicios en el Regimiento Tecnológico de la Flota, las batallas Vandorménicas siempre fueron un asunto de honor y memoria, de adversidad y orgullo, de coraje, heroísmo y libertad. Es una leyenda y un legado que debemos transmitir —los demás se quedan reflexionando—. Todo inició hace más de doscientos años, cuando los Vandormanos llegaron por primera vez a Dolgiania para hacer negociaciones. Hace ciento veinte años, Vandorm quiso crear un convenio con el antiguo sistema planetario de Dolgiania, bajo la ilusión de una comunidad unificada. Pero en realidad, era un oscuro y extraño plan para desaparecer al pueblo Dolgia, y de esta manera tomar el control de los ocho planetas del sistema. Nuestra querida y legendaria Asamblea Ancestral siempre se mantuvo alerta e intuyó las oscuras intenciones de los Vandormanos y su líder, el General Tilfradv Kwold.

—¿Cómo se liberaron de los Vandormanos, papá? —interrumpe Gircelle.

—Tu tatarabuelo Engelmor alertó a la Flota Tavet, que en ese entonces estaba en pleno proceso de consolidación. La Asamblea Ancestral contaba con el arma que desterró a los Vandormanos de por vida, la Luz de Promend. Solo Engelmor, junto a los otros miembros de la Asamblea, tenían la capacidad de generarla. La insignia que te regaló tu mamá en el Diastro representa su memoria, Legado y Leyenda.

Los ojos de Gircelle brillan, ahora conoce el verdadero valor del amuleto, herencia de su tatarabuelo. La curiosidad e intuición de Gircelle salen a relucir cuando observa de nuevo el prisma con detalle.

—¿Qué razones habrá tenido la Prefectura de Vandorm para llegar a un conflicto tan severo con la Federación? No nos enseñaron eso en los preliminares, ¿nos lo ocultaron?, ¿crees que nos puedan hacer daño otra vez? —pregunta Gircelle a su padre.

—Vandorm se encuentra a años luz de distancia de nosotros, pero la Ruta Thende se ha vuelto más dinámica y veloz, lo que ha favorecido el intercambio con otras Federaciones y comunidades lejanas. Es difícil saberlo, flor del cielo. En ese momento se logró la paz, gracias a la valentía de la Asamblea y la Flota Tavet —Gircelle lo escucha con atención—. La historia completa la conocerán cuando visiten el Palacio de Promend. Ahí podrán corroborar todo esto que les comento.

Jaelian hace una pausa para mirar el dispositivo tempórico en su muñeca izquierda y se dirige a todos.

—Creo que llegó el momento de comenzar el camino hacia sus sueños. Guardemos todo en la cocina que la Terminal de Terran nos espera.

Los jóvenes sonríen, se levantan de sus sillones y llevan las comidas y utensilios a la cocina.

Gircelle acomoda los vorsets en el mueble frío mientras Arkend y Madania lavan los utensilios. Vollend, Gironed y los padres de todos ayudan a limpiar la terraza y la cocina.

Los padres de los jóvenes se despiden y se adelantan para llegar a la Terminal Interplanetaria de Terran.

En una habitación anexa al hangar, Arkend y Jaelian acomodan los equipajes y provisiones de Vollend y Gironed, y los colocan junto a los de Gircelle, Arkend y Madania.

—Gracias a los dos —les dice Gironed a Jaelian y a Arkend mientras observa el Diastro con asombro.

—Lo importante es que estamos listos —le dice Arkend.

Los ojos de Gircelle brillan cuando observa al Diastro. Sabe que llegó el momento de pilotearlo hacia su sueño de toda una vida.

—Listo, amor —le dice Arkend y se coloca a un lado de la puerta.

—Muy bien, aquí vamos —activa el menú del control para abrir la puerta principal de la cabina.

La innovadora puerta de acceso se abre lentamente. Arkend espera a que se abra por completo para activar el sensor de la escalera para subir. El fuselaje del Diastro se levanta a un metro y medio del suelo, lo que le permite desplazarse con fluidez en superficies que no sean completamente planas. Su elegante y reluciente cabina está lista para partir a la terminal.

En una sección, al lado de las alas, puede observarse la matrícula del Diastro para su identificación y referencias de navegación. GNV0712 es el código de certificación asignado por el sistema de la Torre Central de la Terminal Interplanetaria de Terran.

Las siglas de la matrícula llaman la atención de Gircelle y la hacen sonreír.

—¡Qué bien, papá! Es nuestro apellido y la fecha en que nací —dice Gircelle, contenta.

—Si, ojos celestiales, es una gran y bonita coincidencia.

Gircelle toca dos veces con su mano derecha la parte del fuselaje del Diastro que está cerca de la puerta. Eso llama la atención de sus amigas.

—Es mi manera de decirle que lo quiero. Será muy importante hacerlo parte de nosotros durante el viaje.

Las tres sonríen ante la original idea de Gircelle.

Arkend ayuda a subir a su novia acercándole su mano, para luego hacer lo mismo con el resto de las jóvenes. Todos están impresionados con las comodidades y la innovación tecnológica con la que cuenta la cabina.

Los cinco reflejan su alegría al estar juntos en el lugar que compartirán durante las siguientes doce horas.

—Miren—les dice Arkend señalando las provisiones—, como pueden ver, los gabinetes están llenos de nuestras comidas favoritas. Esta es una de las ventajas que Interjogue les ofrece. Gracias por viajar con nosotros —ellas se ríen.

Arkend ocupa su asiento de Primer Oficial para iniciar la configuración de los sistemas principales. Gircelle y sus amigas continúan revisando y organizando sus compartimentos personalizados con sus nombres, así como los asientos y las secciones de descanso y aseo.

—Genial —dice Gircelle al sacar una de sus cosas personales favoritas dentro de uno de sus equipajes.

Arkend respira con alivio al ver que no se trata del equipaje donde guardó el regalo sorpresa para su novia.

Gircelle se acerca a sus amigas y les comenta:

—Este es mi dispositivo musical y perfume favorito. Lo uso desde los doce años.

—Excelente, Gizz, la buena música y los aromas celestiales siempre generan un buen ambiente —dice Madania.

—Así es, Madi, comencemos con el repertorio musical para esta tarde —dice Arkend.

Todas aplauden mientras terminan de acomodar sus pertenencias en los compartimentos.

Arkend activa el sistema de sonido del Diastro con volumen bajo para permitir la comunicación entre ellos durante el viaje corto hasta la terminal de Terran.

—Excelente música, amor —le dice Gircelle.

—Que la disfruten, hermosa, en veinte minutos iniciamos configuraciones para el despegue vertical.

—Enterado, Primer Oficial Lotpar —le dice haciendo el saludo militar Tavet.

Los dos se sonríen mutuamente.

Arkend continúa revisando los sistemas y bitácoras mientras espera a Gircelle y a Madania.

Janvie y Jaelian suben a la cabina.

—¿Listos? —pregunta Jaelian.

—¡Listos! —contestan todos.

Gircelle y Madania terminan de instalar sus equipajes y se acercan a la cabina de mando para ocupar sus asientos.

—Configuración de sistemas completada —dice la voz femenina del panel principal del Diastro.

Gircelle, Arkend y Madania se colocan sus auriculares para iniciar la secuencia de los motores.

—Gizz, Arkend, activen configuración del secuenciador para vuelo a baja altura —le dice Jaelian.

—Muy bien, papi —le dice Gircelle reflejando felicidad en su rostro.

Jaelian se acerca a Madania para confirmar que la configuración de los paneles de Ingeniería de vuelo se sincronice con la del secuenciador. En ese momento se da cuenta de que las indicaciones del altímetro en uno de los paneles de Madania necesitan un ajuste en su menú principal.

—Madi, permíteme corregir el altímetro en esta secuencia.

—Claro, tío —le dice Madania mientras le cede su asiento a Jaelian.

—Capitana Ganeve, por favor inicie transferencia en la base de datos del altímetro y de los sensores de estabilidad.

—Copiado, Teniente Ganeve —le dice Gircelle a su padre—, iniciando transferencia de datos.

Jaelian se siente satisfecho cuando ve que los datos se transfieren con rapidez en los paneles de los tres. Le vienen a la mente recuerdos de sus primeros años en Interjogue, cuando diseñaba estos innovadores sistemas.

—Transferencia completada, confirmando secuencias de altímetro y estabilidad correctos —dice la voz del panel del Diastro.

Todos muestran su alegría.

—Esta es la configuración que hacía falta —dice Jaelian mientras se levanta del asiento que ocupará Madania—. Tripulación, sistemas en orden, confirmo autorización de despegue.

Los jóvenes aplauden. Gircelle sonríe y mira a su padre.

—Copiado, Teniente Ganeve —dice Gircelle mientras configura el sistema de sonido para que su voz pueda ser escuchada en toda la cabina—, tripulación, listos para despegue.

Jaelian les pide a todos su atención para darles una serie de instrucciones:

—Hay varios procedimientos importantes de seguridad que deben conocer y dominar —se acerca a uno de los paneles de Madania—. Este es el panel principal con las normas de seguridad, no es algo en lo que normalmente pensamos, pero es importante saber qué hacer en caso de contratiempos. Tomen en cuenta que viajarán a dos mil quinientos kilómetros por hora a lo largo de la Ruta Thende. Las condiciones son seguras y nuestros compatriotas son amables al conducir en ella, pero ustedes saben que los inconvenientes siempre están presentes.

El padre de Gircelle también les muestra los compartimentos con los materiales y equipos de emergencia, así como los suplementos de oxígeno y primeros auxilios.

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