Kitabı oku: «La Leyenda de los Dolgias», sayfa 5

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—El equipo de Ingeniería lo configuró pensando en ti, Gizz. Yo les pedí personalmente que así fuera —le dice su padre.

Gircelle sigue observándolo sorprendida, cuidando de no tocar los botones y paneles que todavía no comprende del todo. Jaelian toma los manuales de navegación de la Ruta Thende y revisa con su hija las funciones de cada panel.

—Este es el panel más importante —le dice señalándole su ubicación—. Es el secuenciador, el corazón del Diastro.

Jaelian inicia la programación de la ruta planeada para los jóvenes. En este caso, colocando en la sección táctil del menú principal como origen o punto de partida a la Terminal de Terran. Y como destino o punto de llegada, la Universidad de Dolgiavit.

—Partiremos de aquí —señala la ubicación de la Terminal en el mapa de Dodaine.

Gircelle lo observa.

—Introduciremos las coordenadas de su ubicación en esta sección, luego colocaremos la altitud y el ángulo de vuelo para el momento del despegue —dice Jaelian, Gircelle se alegra con las palabras de su padre—. En esta sección del menú del panel podremos consultar las condiciones meteorológicas y atmosféricas —despliega una nueva sección del panel—. Tengan en cuenta que las temperaturas y las condiciones atmosféricas de Dolgiania son diferentes a las de Dodanesk.

Gircelle frunce el ceño.

—Los dos giran en órbitas paralelas con altitudes casi iguales en esta zona de la Federación —le comenta a su padre—, pero, ¿a qué se debe la diferencia de condiciones?

—A la forma que tiene cada uno, flor del cielo —muestra en el panel los diagramas de cada planeta—. Los anillos de Dolgiania giran con una velocidad más alta, esto hace que sus estaciones sean más cortas. Es decir, los climas cambian con frecuencia.

—Y el planeta también gira con más rapidez —le dice Gircelle mientras señala la estadística de velocidad de Dolgiania.

—Es correcto, Gizz. También tiene un oxígeno más denso. Esto les causará un poco de incomodidad al ingresar a la atmósfera, y tardarán en acostumbrarse. Pero después, todo volverá a la normalidad —toma el antebrazo de su hija—. Ahora revisemos la sincronización del panel del secuenciador con el timón. Tengo algo listo para ello.

Jaelian se levanta del asiento del copiloto. Gircelle hace un gesto de sorpresa, pero luego sonríe cuando ve a su padre que regresa con un accesorio en su mano derecha.

—Es mi gorra de Cadete —le dice mientras se la coloca en la cabeza de su hija.

Gircelle sonríe y se la acomoda bien.

—En cada uno de sus lados están las insignias de mis servicios en el Regimiento Tecnológico—le dice, orgulloso—. Le sienta muy bien, Capitana Ganeve.

—Gracias, Cadete Ganeve.

Por un momento se quita la gorra para observar las insignias de su padre. Arkend termina de subir unas provisiones a la cabina y se acerca a Gircelle y a Jaelian. Sus ojos se iluminan cuando vea a su novia portando la gorra.

—La Capitana Tavet más hermosa e inteligente.

Gircelle se sonroja.

—Bienvenido a bordo, Primer Oficial Lotpar.

—Gracias, Capitana Ganeve. Justo terminé de subir varias de nuestras provisiones favoritas, listas para abrirlas en pleno vuelo.

—Buen trabajo, Primer Oficial —le dice Gircelle con un ademán de aprobación.

Madania entra a la cabina con unos equipajes.

—Justo a tiempo para el momento más emocionante de la tarde. La capitana activando los sistemas y los motores —les dice Madania.

Gircelle sonríe.

—Es hora de iniciar las secuencias. Favor de ocupar sus posiciones —les dice Jaelian.

Todos lo observan con atención, y el continúa dando instrucciones:

—Será muy importante hacer un ensayo de las maniobras del despegue junto con la activación de los motores.

Los ojos de Gircelle brillan, Arkend y Madania le sonríen.

—Bienvenido, Primer Oficial Loptar —le dice a Arkend, mostrándole el asiento.

Arkend se sienta en el lugar que le corresponde y luego toma la mano de su novia.

—Te Amo —le susurra.

—Estás aquí —le responde señalando su pecho.

Janvie sube a bordo con unas espumosas y frías bebidas de color crema.

—Listos los spodtrogs. Justo a tiempo para presenciar este momento —dice Janvie.

—Gracias, amor —responde su marido mientras la abraza.

—Tenías ocho años cuando nos refrescaste a todos con esta delicia, Gizz. Tuviste la inspiración para crearlo cuando estábamos en la playa con tus abuelos —le dice Jaelian a su hija, luego de tomar grandes sorbos de la célebre bebida.

Le agradecen a Janvie la bebida. Gircelle cierra sus ojos mientras la bebe despacio.

—Me recordaste esas mañanas en la playa de Promend, mami. Las flores de Tulmunia, spods cremosos de los árboles de la casa de mis abuelos, y el resto es historia. Spodtrog, en yamchano, trogs y playa —dice Gircelle alzando su vaso—. Quiero brindar por mis abuelos, por los recuerdos del mar de Promend y también en su casa. Por nosotros, y por el privilegio de vivir este momento con ustedes.

Todos sonríen y brindan con sus bebidas. Janvie se sorprende cuando ve en persona las modificaciones y actualizaciones de la cabina del Diastro. Hasta ahora solo había visto los diagramas y planos que diseñaba su esposo.

Se acerca a su hija cuando esta ocupa de nuevo su asiento.

—Mira, mami —activa el panel del timón—. Estos menús los configuró papá. Con ellos dirigiremos al Matzik en pleno vuelo.

—Espera, mi niña. Quiero darte algo antes de que lo enciendas.

Janvie abre la bolsa portátil que lleva en su cintura y saca una caja en forma de prisma octagonal de mármol blanco, con un peculiar mini panel al frente del mismo.

—Oprime el panel para descubrir lo que hay dentro de él —le dice.

Gircelle asiente y luego presiona el panel suavemente. El prisma se abre. Después de unos segundos, observa el misterioso y peculiar objeto. Lo toma y lo saca de la caja prismática. Se trata de un accesorio para el cuello con una misteriosa insignia en su centro, la cual desconoce su significado.

—Es uno de los legados más valiosos que me han dejado mis padres. Este accesorio perteneció a tu tatarabuelo Engelmor. Era su objeto más preciado.

Gircelle se queda sin palabras, solo se limita a colocárselo en su cuello. El collar comienza a brillar al igual que los ojos de Gircelle. Ella se asusta un poco, pero después recupera el ánimo y el orgullo por portar la insignia de su tatarabuelo.

—Sé que él los cuidará en el viaje y en su estancia en la universidad.

—¡Gracias, mami! Es hermoso, me siento privilegiada —le dice, abrazándola.

Jaelian se acerca y toma la mano de su hija para invitarla a que ocupe su asiento en la cabina. Arkend toma el asiento de Primer Oficial y Madania el de Ingeniería de vuelo. Ellos también encienden sus paneles. Jaelian les da las primeras indicaciones de la secuencia de activación de los motores.

—Madi, por favor inicia la secuencia del motor uno.

—Muy bien, tío —le contesta.

Se coloca su auricular y maneja con soltura los menús digitales de su panel principal.

—Arkend, cuando la turbina uno active su ignición al cincuenta por ciento, sincronízalo con la bitácora de tu timón —le dice Jaelian mientras revisa un área de los sistemas de ventilación.

—Correcto, tío Jaelian.

—Sincronizando bitácora de Primer Oficial Lotpar —dice la voz femenina del Diastro.

Gircelle observa el panel y sonríe mientras toma su timón. Después observa con sorpresa a su novio al ver la agilidad que este tiene para programar y coordinar la diferentes maniobras.

—Secuencia de la turbina uno completándose al cuarenta por ciento —le dice Madania a su tío.

—Excelente, Madi —observa su cronómetro—. Me da gusto ver esta nueva versión de los sistemas fluyendo con rapidez.

Gircelle hace un gesto de asombro al ver todos los sistemas y paneles del Diastro sincronizándose.

—Papi, estos paneles son impresionantes. Harán que recorramos la Ruta Thende al doble de velocidad, comparado con la que alcanzábamos en los Bosques de Cortran.

Jaelian le sonríe y termina de hacer unos ajustes en la ventilación.

—Volará como un auténtico Matzik, ojos celestiales. Esta noche lo comprobarás con el Mar de Terran como testigo —le dice.

—Tío Jaelian, sincronizamos al cuarenta y ocho por ciento el motor y la bitácora del timón está descargada en el panel. Todo está en orden.

—Bien, Arkend.

Madania interviene mientras hace ajustes táctiles en el menú de su panel.

—Secuencia al cuarenta y nueve por ciento, tío Jaelian —le dice.

Gircelle aprieta el timón con emoción, dirigiendo su mirada a las ventanillas del Diastro, las cuales emulan los ojos del Matzik yamchano. Observa muy concentrada su panel. La bitácora del capitán se está sincronizando con la de su novio. Voltea hacia Arkend y lo mira con ojos brillantes:

—Primer Oficial Lotpar, sincronización al cincuenta y dos por ciento, ¿cuál es el reporte en su timón?

—Bitácora en orden y sincronizándose al cincuenta y cinco por ciento, Capitana Ganeve —le contesta sonriendo a su novia.

Ambos se colocan sus auriculares para coordinar algunas maniobras con Madania.

Los dos motores del Diastro inician su secuencia primaria de encendido. Jaelian y Janvie observan a los jóvenes, les sorprende la rapidez que tuvieron para familiarizarse con los procesos. Jaelian revisa detenidamente su bitácora y documentos, y en ese instante se empiezan a sentir unas vibraciones continuas en la cabina. Se trata de los motores en su etapa inicial de encendido. Gircelle muestra su alegría al coordinar los menús de ignición junto a su novio. Los diagramas y actualizaciones en tiempo real aparecen en los paneles de los dos. En el centro de estos, la secuencia de encendido de los motores sigue su curso.

—Motores al setenta por ciento, Primer Oficial Lotpar —le dice.

Una vibración cada vez más intensa se percibe en el interior de la cabina.

—Bitácora de ruta e instrumentos completada, Capitana Ganeve —afirma Madania.

—Magnífico, Ingeniera Lyntar —le responde esbozando una sonrisa.

Jaelian y Janvie sonríen ante la felicidad de su hija. Saben que las actualizaciones al Diastro están dando resultados óptimos.

—Tripulación, manténganse alertas —les dice Jaelian—, motores encendidos al noventa y cinco por ciento. Capitana Ganeve, inicie activación del secuenciador y coloque timones en posición.

Gircelle atiende las indicaciones de su padre y hace las maniobras correspondientes.

Arkend toma de la mano a Gircelle mientras ella toma el secuenciador con firmeza con su mano derecha. Los dos no dejan de intercambiar miradas.

—Lo activaremos juntos, hermosa, igual que en el viaje esta noche —dice Arkend.

Gircelle sonríe ante las palabras de su novio y asiente.

—¿Lista?

—Completamente, amor —le responde mientras sostiene el secuenciador con firmeza.

—Secuencia de ignición de motores finalizada, Capitana Ganeve —dice Madania.

Gircelle se emociona con las palabras de su amiga, y toma la gorra de capitán de su padre para colocársela.

—Iniciando secuencia de conteo —dice Arkend.

Janvie sonríe al ver la alegría de Gircelle. El sueño de su niñez se está volviendo realidad.

Madania pronuncia en voz alta la etapa final del conteo regresivo.

Los paneles del Diastro despliegan las últimas interfases del secuenciador. Gircelle hace un movimiento con su mano izquierda en el panel principal de su timón. Se trata de la activación de la interfaz principal de encendido de los motores. La joven activa unos botones en su timón de acuerdo a las indicaciones que le había dado su padre. Un potente ruido se escucha en la parte trasera de la cabina. Es la ignición en plenitud de los motores, los cuales despiden al principio un tenue humo blanco y luego emite con fuerza unas brillantes llamas largas de color celeste. El ruido de los motores se vuelve cada vez más intenso debido al aislamiento de los sonidos del exterior en las paredes del pequeño hangar y también a la puerta abierta del Diastro.

Jaelian y Janvie fueron precavidos al instalar un sofisticado sistema de mantenimiento y ventilación en el hangar de los vehículos. Janvie activa su panel y hace grabaciones de los jóvenes. Le interesa documentar el momento más importante en la vida de su hija.

La jovencita dodana refleja sus emociones con un grito de alegría al escuchar la potencia de los motores del Diastro. Regula su aceleración en el secuenciador, se levanta de su asiento y abraza fuertemente a sus padres. Arkend graba el momento con el panel de Janvie.

Los blancos interiores y revestimientos del Diastro contrastan con los paneles, controles y timones en azul marino y negro. La iluminación de la cabina da vida a los paneles de mando. A unos pasos, se encuentran los gabinetes de provisiones, herramientas y material suplementario de emergencia. De la misma manera, la cabina resguarda los asientos especiales antigravedad nivel dos, así como una pequeña área de descanso, aseo y esparcimiento.

Los jóvenes hacen improvisaciones presentando las diferentes áreas de la cabina, y Janvie continúa haciendo grabaciones de video en su panel. Jaelian interviene, ya que el extenuante trabajo de toda la mañana en el Diastro ha hecho que todos estén interesados en ir al jardín para empezar a organizar la parrillada de despedida.

Después de las breves improvisaciones grabadas para la posteridad en el panel de Janvie, Gircelle regresa a su asiento de capitana para regular los sistemas y desactivar los motores. Arkend se acerca y toma su asiento para ayudarla a coordinar la maniobra.

—Iniciando interfaz de desactivado, confirmando motor uno —anuncia Gircelle.

—Enterado, Capitana Ganeve. Iniciando interfaz de desactivado, confirmando motor dos.

La aceleración, así como el ruido de los motores disminuyen. Los dos accionan el secuenciador para colocar los sistemas en reposo.

—Confirmando sistema y motor uno, desactivado. Buen trabajo, Primer Oficial Lotpar.

—Enterado, Capitana Ganeve. Confirmando sistema y motor dos, desactivado —dice Arkend al levantarse de su asiento y ofrecer su mano a su novia para ayudarla a levantarse.

—Gracias, Primer Oficial Lotpar.

—Un placer haber iniciado operaciones a su lado, Capitana Ganeve —le dice Arkend, haciéndole el saludo militar Tavet.

Los dos se miran a los ojos y se acercan para besarse.

—Tengo hambre, Matziks, los vorsets y los spodtrogs nos esperan —los interrumpe Madania.

Gircelle y Arkend sonríen y asienten. Las jóvenes se acercan a la puerta del Diastro. Janvie besa la frente de su hija y ella le corresponde con un abrazo. Arkend y Jaelian esperan afuera del Diastro para ayudarlas a bajar por las pequeñas escaleras.

Todos caminan por el corredor que conduce al jardín posterior de la casa. Gircelle ayuda a cargar unas cajas con algunos utensilios que ha traído su novio. Mientras que los hombres cargan los recipientes con los vorsets listos para ser preparados, Jaelian se adelanta para dejar los recipientes con los vorsets en la barra, al lado de unos misteriosos compartimentos delimitados con sensores de luces, en la terraza de madera de Tulmun.

Arkend coloca las cajas en la barra y observa intrigado los sensores iluminados.

—¿Listos para una de las sorpresas de esta tarde? —les pregunta Jaelian.

Todos le contestan que sí al unísono, expresando sorpresa en sus rostros. Jaelian abre un compartimento en la pared de la barra y extrae un elegante e innovador panel. Desliza sus dedos en los menús y los sensores en los compartimentos se activan con un tenue sonido, aumentando la intensidad de la luz. Todos observan sorprendidos.

—Papá, no nos habías platicado de esta instalación.

—Estuve diseñándola y planeándola en secreto, flor del cielo. Mis compañeros de Interjogue y yo estuvimos implantándolo por etapas, mientras mamá y tú salían a los escaparates de la Plaza de Cortran a convivir con sus amigas.

Las jóvenes se quedan en silencio. Arkend observa a Jaelian con complicidad.

El padre de Gircelle hace un movimiento adicional con su mano derecha en el panel. Las luces de los sensores aumentan y los compartimentos en la terraza de madera se abren, apareciendo unas grandes estructuras, las cuales suben lentamente.

La alegría de todos no se hace esperar. El primer artefacto hace su aparición, un gabinete de calentadores panélicos. Creación del equipo de Interjogue. Se trata de un aparato con armazón de aleación de Distrum. El mismo material con el que fue fabricado el Diastro, equipado con doce calentadores que se pueden regular digitalmente a través de un menú en la parte frontal.

—¿Lista, Gizz? Te daré el privilegio de encender por primera vez nuestro nuevo dispositivo. En él pondremos a punto los ingredientes que darán sabor a nuestra exquisitez dodana, los vorsets.

Todos aplauden y se acercan al panel que se encuentra al frente de los calentadores.

Jaelian se dirige al menú principal del panel.

—Aquí tenemos los controladores de los doce calentadores con su respectiva regulación de funciones y temperatura, dependiendo de lo que quieras cocinar —le explica a su hija, orgulloso.

—¿Entonces los calentadores se adaptan a la receta que estés cocinando?

—Así es, ojos celestiales —le muestra el menú principal—, busca el platillo estelar de esta tarde.

Gircelle se acerca al panel, el cual emite una voz masculina.

—Buen día. Favor confirmar ingrediente inicial —dice la voz.

Gircelle muestra su emoción al escuchar la voz del aparato.

—Aderezo para vorsets —le indica.

—El calentador manifiesta su primera etapa de encendido en color amarillo —les explica Jaelian— Gizz, ahora es cuando el dispositivo te está indicando que es el momento de acercar el recipiente con el aderezo.

Janvie se dirige a los gabinetes a un lado de la barra para sacar un recipiente con un ingrediente de aroma muy agradable que Gircelle y Madania reconocen enseguida, y se los entrega a las jóvenes para que lo agreguen al recipiente. Es el inconfundible Alboque de Obsedie, un ingrediente de extraña composición, oscuro y brillante a la vez, que forma parte de la herencia culinaria del pueblo yamchano. Además, este aderezo completa el sabor de los vorsets.

—Ya lo recuerdo —dice Gircelle mientras se acerca al recipiente para percibir su aroma—, mi abuela lo usaba en su receta con los frutos palmíticos de su jardín, que crecían sobre la arena a unos metros de la playa —le comenta a Madania al colocar este ingrediente en un recipiente.

—Tus abuelos fueron muy privilegiados al tener la playa más bonita de la Federación y además tener a los palmíticos a solo unos pasos de su habitación —le dice Madania.

—La vista del Mar de Promend al atardecer era lo más bonito —le dice Gircelle a su amiga mientras selecciona la luz amarilla del calentador.

Arkend y Janvie se acercan a ellas para poner a punto a los vorsets en la barra.

—Una tarde, mi papá y mi abuelo habían recolectado muchos trogs. Después se subieron a los palmíticos para cortarlos y recogerlos. Me acerqué sin que me vieran, les quité tres y me fui corriendo a la cocina.

—Tu padre y tu abuelo tuvieron que subirse tres veces a los palmíticos ese día...—dice Madania y todos ríen.

—Eran frágiles y pesados para mí, entonces fui rápido a la cocina para ponerlos en la mesa del desayuno antes de que mi abuela llegara.

—Esa vez te salvaste de tener que limpiar una cocina llena de crema de trog —le dice su madre.

—Creo que lo más importante de esa noche fue tu gran descubrimiento —le dice Arkend mientras sorprende a su novia con un trog que saca de uno de los recipientes que trajo para la fiesta.

Gircelle hace un gesto de sorpresa y le sonríe a Arkend.

—¡Amor, gracias! —le dice Gircelle al recibir el fruto palmítico.

—Lo mandamos a traer de Promend especialmente para ti, hermosa.

—Manos a la obra para unos spodtrogs naturales hechos como en casa de la abuela —dice Gircelle.

Las jóvenes llevan el trog hacia la parte posterior de la barra para convertirlo en la célebre y refrescante bebida creada por Gircelle.

—Madi, necesitaremos los utensilios que están en el segundo gabinete, al lado del vertedero de platos —le dice mientras pule el trog con un utensilio cóncavo que sirve para cortar ese tipo de fruto de las playas yamchanas.

Madania lo encuentra enseguida gracias a la buena organización que hay en la barra. Le sorprende la variedad y el orden de los implementos de cocina, así como de la decoración del lugar con pinturas y artesanías de Yamchem.

—Mi papá siempre fue muy aficionado de la cocina yamchana, sus recetas y formas de hacer los platillos. Creo que esa fue una de las razones por las que mami y él se enamoraron.

—Y te heredaron sus habilidades de Chef —le dice Madania mientras Gircelle termina de pulir el trog.

—Nunca he sido hábil —le contesta ella con sencillez—, pero me ha ayudado mucho el deseo de querer inventar nuevos sabores y platillos para sorprender a todos.

Arkend regresa del interior de la casa con unos utensilios que sirven para poner a punto los vorsets, y ve el trog recién pulido por su novia.

—¡Genial, hermosa! —le dice abrazándola y besando su frente.

—Vayamos al siguiente paso, amor —le dice Gircelle mientras Arkend la graba con su panel.

Gircelle comienza a improvisar y a bromear con Arkend y Madania, haciendo gala de su humor y encanto natural.

—Reglas básicas que debemos conocer en la creación de un buen spodtrog para este verano en la Federación —les dice colocando el trog en el centro de la mesa de trabajo, así como el mezclador, utensilios, vasos y accesorios.

Arkend y Madania la miran divertidos. Janvie y Jaelian hacen una pausa en sus actividades para ir con los jóvenes. Les llama la atención el hecho de que Gircelle esté explicando su receta para un video.

—La primera regla en la creación del spodtrog —saca un afilado cortador mecánico— es pulir y retirar la dura corteza superior. Tomaremos este cuchillo para hacer unos cortes rápidos y precisos en esta parte de la corteza inferior.

Arkend hace un acercamiento al trog y a la mano de ella con el panel. La jovencita presiona el botón principal del aparato, y un sutil ruido se escucha junto con las pequeñas y múltiples navajas deslizándose a gran velocidad. Gircelle toma precauciones y se coloca unos lentes especiales para protegerse al cortar el codiciado fruto palmítico de la Riviera Yamchana.

—No olviden colocarse unos lentes como estos. Una vez que completemos este paso, lo demás será un spodtrog dulce, suave y muy cremoso —dice mientras su novio está concentrado en la toma—. La segunda regla es algo importante que aprendí muy bien de pequeña en la playa. Los cortes con este aparato deben ser muy suaves. Si no tienen cuidado, acabarán llenos de crema de trog y tendrán que limpiar bastante.

Todos ríen con el comentario de Gircelle.

Gircelle acerca el cortador a la zona superior derecha del trog, que es el lado más blando del fruto. Con una precisión de cirujano, hace los cortes necesarios para abrirlo. Las primeras gotas de la dulce e irresistible crema salpican un poco la mesa sobre la que trabaja.

—El segundo paso ha sido completado —dice Gircelle sonriente mientras muestra orgullosa al fruto con la corteza abierta, dejando ver una gran parte de la deliciosa crema.

Todos le aplauden.

—La tercera regla es tomar la crema y aplicarle el mezclador —vierte el contenido del trog en el aparato—. Como pueden ver, este mezclador está diseñado con la medida exacta para la crema de un trog, gracias al Teniente Jaelian Ganeve y a su gran equipo creativo por esta genial aportación a los ciudadanos dolgias.

Arkend dirige la toma hacia Jaelian, quien agradece a Gircelle y saluda mirando al panel.

Gircelle vacía la crema del trog en el mezclador con una destreza notable y coloca su corteza, para después hacer una mezcla adicional con dos ingredientes especiales. Luego, la vacía en el recipiente, produciendo una colorida reacción en el mezclador. Todos aplauden a Gircelle.

—Cuarta regla: el encendido, ¡y el spodtrog aparecerá! —dice, colocando una tapa selladora en el recipiente.

Después activa la función correspondiente en el pequeño panel del mezclador. Luego de dos minutos, aparece la característica textura y color crema del spodtrog. Finalmente, presiona el botón en el panel para detener el mezclador. Todos aplauden, y ella les agradece con una reverencia y una sonrisa.

Madania y Arkend la ayudan a ordenar y decorar los vasos con flores de Tulmunia. Gircelle lleva el recipiente del mezclador a la barra y vacía el spodtrog con cuidado en los vasos decorados. Sabe que es importante vaciar la bebida con calma, ya que si se sirve con rapidez la textura del spodtrog puede perder su cremosa consistencia y característico sabor. Jaelian le propone a Arkend hacer una toma de ellos brindando con las bebidas.

Los jóvenes brindan con sus bebidas y se abrazan para hacer una toma, marcando el inicio de la fiesta de despedida.

El panel principal de la barra emite un agradable sonido de alerta. Se trata de Vollend y Gironed, las amigas de Gircelle en compañía de sus respectivos padres.

Gircelle corre por el camino del jardín, cruza la casa y se dirige a la puerta. Al abrirla, Vollend y Gironed abrazan fuertemente a su amiga para después saludar a sus novios y a sus padres.

—Muy bonita casa, Gircelle —dice la madre de Gironed—. Gracias por recibirnos, ¿listas para Dolgiavit?

Gircelle y sus amigas sonríen.

—No del todo, tía Girwen —le dice Gircelle—, hay muchos recuerdos que dejo aquí.

Los padres de las jóvenes se acercan para entregarle unos regalos.

—¡Gracias, tíos!

—Espero que te ayuden mucho en tus estudios —le dice Brild.

Todos caminan por el pasillo hacia el jardín posterior de la casa. El sol dolgia se encuentra en la plenitud del mediodía, lo que hace que el color blanco que predomina en la casa de la familia Ganeve brille de manera intensa.

Janvie y Jaelian reciben a sus invitados, mientras Arkend ayuda a los novios de Vollend y Gironed a bajar sus equipajes y provisiones para llevarlos al pequeño hangar.

—Jaelian, qué gusto verte de nuevo. Después de tantas fiestas en la Flota... pero esta vez lo amerita mucho —le dice Brild cuando se saludan.

Se acercan a la barra que se encuentra en el jardín. Jaelian le muestra una botella de diseño peculiar.

—Muchos recuerdos en el Regimiento. La cantidad de inventos que hicieron que aún existen —le dice—. Mira, este es el licor más famoso de Yamchem.

Brild agarra la botella y la mira.

—Increíble, la reserva es de cuatrocientos años de antigüedad. Tienes una joya, Jaelian.

Jaelian toma la botella y se la muestra a Luvan, padre de Gironed.

—Dicen que la fórmula original la encontraron en los libros sagrados que aparecieron en las excavaciones del Santuario de Tulmun —les comenta a los dos.

La forma de la botella les llama la atención.

—¿Es el templo principal de Tulmun? —le pregunta Luvan.

—Así es, Luvan. Me encanta la cultura yamchana. Fui muy afortunado al encontrar al amor de mi vida en Promend —le contesta mirando a Janvie.

Ella se acerca y toma su mano, los dos sonríen. Gircelle trae una charola con varios vasos de su célebre bebida.

—¿Gustan un spodtrog?

Todos toman un vaso y brindan con ellos.

—Gracias, Gizz —le dice Girwen, madre de Gironed—. Tienen una hija hermosa —agrega acariciando la mejilla de la joven.

Gircelle se sonroja y su padre la abraza.

—Todos fuimos muy afortunados con nuestros hijos —les dice Janvie—. Nos hace muy felices el hecho de que puedan estudiar sus carreras en Dolgiavit.

—Me siento orgulloso de que mi hijo Luvan ya esté allá, y Gironed vaya en camino —dice Luvan.

—Pasen al Lounge —les dice el dueño de la casa.

Sus cómodos y esponjosos sillones invitan a sentarse, en medio del aire fresco y el aroma de los aperitivos y los vorsets. Los árboles palmíticos de Promend que trajo Jaelian de Yamchen, miden tres metros de alto y decoran el jardín. La brisa de la tarde mueve sus largas hojas de color menta. Ese movimiento produce un agradable y peculiar sonido, recreando el característico ambiente de las playas de Promend.

Jaelian invita a Brild y a Luvan a ver el preparado de los vorsets. Luvan se acerca al recipiente y se queda mirándolo.

—¡Genial elección, Jaelian! —le dice—. Hace tiempo que no veía unos vorsets con este grado de jugo y color.

-—Los escogimos con los jóvenes. Hace unos días fuimos al escaparate culinario cerca de la Plaza de Cortran y tuvimos la fortuna de encontrarlos. Había mucha demanda, no fue fácil.

Arkend asiente.

—Nada fácil, tío. Hay que saber escogerlos y eso toma tiempo —le dice—, además la gente se la pasa peleándose por ellos —todos ríen—. Si es temporada de comidas al aire libre, todo Dodanesk quiere vorsets y panquets.

—¿Dijeron panquets? — pregunta Gircelle que escucha la conversación a lo lejos mientras preparan los aperitivos con sus amigas.

—La palabra mágica de Gizz —dice Madania riendo.

—Los comimos esta mañana. Fue perfecto amanecer con ellos, y ese aroma... —dice Gircelle mientras corta en secciones los aperitivos.

Entre ellos, están los bloques de pan de Obsedie, con su color celeste característico, y el exquisito wendrok de Promend, producto lácteo agridulce de color café claro.

Jaelian se acerca a los jóvenes.

—¡Se ve muy bien todo! —les dice mientras los demás terminan de acomodar los aperitivos en las charolas con forma de conchas marinas, fabricadas en piedra blanca con arena de la playa de Tulmun.

—Los libros sagrados yamchanos cuentan que ellos usaban estas conchas para llamar a sus comunidades y empezar sus festividades en honor a la vida —les comenta Gircelle, tomando una de las charolas para colocarle un wendrok y aderezarlo con crema de trog.

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9788468561608
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