Kitabı oku: «Esta no es la vida que pedí», sayfa 2

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Sobrevivir y prosperar

Desde nuestras conversaciones en la cocina hasta los miles de conversaciones que hemos sostenido con mujeres de todo el mundo, aprendimos que la vida libre de problemas que buscábamos es peor que una simple ilusión: es un mito que vació de sentido la vida de muchas de sus víctimas. La vida de una mujer es mucho más que el éxito, tenerlo todo o lograr el frágil equilibrio que todas buscamos (y podemos encontrar). Se trata de algo más que buscar la perfección o conquistar el mundo (aunque podrías hacerlo). Se trata de algo más que apretar los dientes y salir adelante (sin importar cómo). Se trata de sobrevivir y prosperar.

Para nosotras, sobrevivir y prosperar significó reinventar y reconstruir, y darnos cuenta de que el éxito nunca es definitivo y el fracaso nunca es fatal. Significó dar lo mejor de nosotras y caminar hacia el futuro que habíamos diseñado. Con mucha frecuencia nuestra pequeña voz interior nos hizo ver que, aunque pudiéramos parecer exitosas por fuera, nuestros adolescentes no se estaban portando bien, nos podíamos quedar sin trabajo al día siguiente, y nuestros cónyuges, colegas y jefes a menudo eran falsos, egoístas, infieles, habían muerto o simplemente eran unos cretinos.

Sobrevivir y prosperar significaba aprovechar lo que la vida nos ofrecía mientras buscábamos las oportunidades, la alegría y la compasión en circunstancias poco agradables y siempre menos que perfectas. Juntas, sortearíamos algunos momentos intrincados de la vida.

¿Y qué tal va tu vida?

En conjunto, nuestras vidas han estado llenas de más transiciones de las que creíamos posibles. Las transiciones son una parte importante del tejido de la vida de cualquier mujer. Nos afectan individualmente, pero también tienen un efecto dominó en nuestras familias. Las transiciones pueden construir nuestro carácter y convertirnos en mujeres sabias, o hacernos sentir deprimidas y solas. Las transiciones exitosas pueden hacernos sentir fuertes, listas para extender una mano amiga a otras mujeres, o provocarnos miedo ante lo que nos espera.


Ofrecemos este libro como una especie de mapa-guía para sortear las transiciones de la vida. Contiene las muchas lecciones que hemos aprendido sobre cómo surcar las olas del cambio que a menudo hacen sucumbir a las mujeres. Hemos resumido estas lecciones en sesenta imperativos para sobrevivir a las vicisitudes de la vida y prosperar a pesar de ellas. En el camino, hemos tenido el honor de conocer a muchas mujeres magníficas y valientes cuyas historias de desafío, resiliencia y triunfo incluimos como ejemplos de esperanza para todas. Nuestra intención es que esta sea una conversación de cocina hecha libro: te invitamos a acercar una silla y unirte a nosotras, para que no tengas que vivir la vida sola. Esperamos que este inspirador círculo de mujeres te brinde esperanza, lucidez e inspiración para lidiar con tus propios desafíos y cambios.

La educación no es suficiente si no va acompañada por la acción. Con esto en mente, cada sección de nuestro libro termina con sugerencias de planes de acción y herramientas para ayudarte a implementarlos. Llamamos a esta sección Estuche met, y esperamos que las ideas que ahí se ofrecen te resulten valiosas. Aún más importante, esperamos que te sientas motivada a adaptarlas y aplicarlas a tu propia vida, para que puedan darte resultados en el mundo real.

Sabemos que estás ocupada. Somos conscientes de que probablemente estés corriendo desde el momento en que te despiertas hasta que te acuestas. Pero también sabemos que tomarse el tiempo para seguir las recomendaciones que se encuentran en el Estuche met puede marcar la diferencia entre simplemente sobrevivir a lo que la vida te ponga delante, o prosperar a pesar de lo que la vida te mande.

Algunas de las acciones descritas en el Estuche met toman solo unos minutos. Otras requieren más tiempo y planeación. Todas ellas pueden ser útiles. Si sientes que la vida te está arrastrando hacia las profundidades, estas acciones pueden ayudarte a mantener la cabeza fuera del agua, y a crear una mejor calidad de vida para ti y tus seres queridos desde ahora, no en el futuro.

DEBORAH COLLINS STEPHENS

MICHEALENE CRISTINI RISLEY

JACKIE SPEIER, JAN YANEHIRO

SAN FRANCISCO, CALIFORNIA, JULIO DEL 2018

Prólogo

En el mundo hay solo quince personas que han ganado un Emmy, un Grammy, un Oscar y un Tony. Rita Moreno es una de ellas. El expresi dente Barack Obama se refirió a Rita, la única latina que ha ganado estos premios, como una pionera con la valentía de romper barreras y forjar nuevos caminos. La jueza de la Suprema Corte estadouniden se, Sonia Sotomayor, dijo: “Cuando era joven, idolatraba a Rita Moreno. Todavía lo hago”.

Rita es un modelo a seguir para los millennials y un ícono de inspira ción para todas las generaciones. Hoy, a los ochenta y seis años, sin que la jubilación corra por su adn, Rita tiene un exitoso programa de tele visión, One Day at a Time, e incluso más premios y reconocimientos: un Kennedy Center Honor, un premio de la American Civil Liberties Union (aclu) y una medalla de honor Ellis Island por su trabajo en derechos ci viles, portadas en las revistas Time, Newsweek, Glamour y una cobertu ra completa en el programa Today Show. Sin embargo, su camino hacia la fama y el éxito no ha sido fácil. Rita ha vivido casi todas las leccio nes incluidas en este libro, y ha salido de ellas más fuerte, más sabia y más realizada. A continuación, un recuento de sus experiencias, en sus propias palabras.

Simplemente enfrenta las cosas

Cuando leí por primera vez Esta no es la vida que pedí, le dije al editor que era una lectura obligada para todas las mujeres y los hombres que las aman. En sus historias y lecciones vi muchos paralelismos con mi propia vida. Cuando Jan me pidió que escribiera el prólogo, de inmediato dije que sí. Estas cuatro mujeres son el perfecto ejemplo de cómo yo, y muchas otras, enfrentamos las situaciones: simplemente lo hacemos. En mi libro, Rita Moreno: Memorias, empiezo con ese consejo: solo enfrenta las cosas. Pasé buena parte de mi vida buscando una identidad que me mantuviera a salvo. No quería ser solo esa “chica latina” con “atractivo sexual”.

No tenía modelos a seguir, así que elegí uno: Elizabeth Taylor. En retrospectiva, todos sabemos que imitar a alguien sencillamente no es posible; no es factible; no funciona. El resultado es que vives una vida muy confusa respecto de tu identidad. Pierdes algo extremadamente valioso e importante: el respeto propio. Esta lucha fue muy dolorosa. Siempre les digo a las mujeres que sean ellas mismas y dejen que la vida fluya.

Nadie muere por no caerle bien a los demás

Siempre fui la niña linda, del tipo “por favor quiéreme”. Es el síndrome del inmigrante; es resultado de ser puertorriqueña, de no sentirme parte del juego. A mí, como a tantas mujeres, se nos dice de manera sutil y no tan sutil: “No hagas olas; no hagas ruido”. Mi madre era muy consciente de ello. Crecí tratando de complacer al mundo. Quería gustarle al mundo. La mayor lección que he aprendido es esta: nadie muere por no caerle bien a los demás. Sin embargo, hay una pequeña voz, una presencia oscura que permanece contigo todo el tiempo. Es la que hasta el día de hoy dice cosas como: “Ja, ja, te dije que no podrías hacerlo”. Esa pequeña criatura todavía existe en mí, y tengo la sensación de que también en muchas otras mujeres. No piensan en ella como una entidad, pero yo sí. La llamo “mi Rosarita”, y la envío a su habitación todo el tiempo. Es imposible deshacerse de ella, pero he aprendido a no dejar que dirija mi vida.

Perseverancia

Había ganado el Oscar y un Globo de Oro por Amor sin Barreras (West Side Story). De verdad creí que después de eso iba a tener mucho trabajo, y que todo iba a ser color de rosa, pero sucedió lo contrario. Me resultaba imposible encontrar trabajo. No lo podía creer. Me rompió por completo el corazón. Hoy, a los ochenta y seis años, miro hacia atrás y considero esos eventos como una recompensa por todos los años difíciles en una profesión que desafió mi sentido de dignidad y autoestima a cada momento. Me recuerdan, en este tercer acto de mi vida, que caerse y levantarse constituyen una gran parte del sueño americano.

Esta no es la vida que pedí está lleno de historias sobre caer y volver a levantarse. Lo que le digo a mi gente es que resistan y recuerden quiénes son. Siéntete orgullosa de quién eres y sigue hablando; sigue quejándote. Y nunca, nunca, te des por vencida. Sé perseverante. No hay nada más poderoso que una mujer que encarna la perseverancia. Las lecciones de este libro, y las mujeres que lo escribieron, evidencian perseverancia en todo lo que hacen. Lo maravilloso de la perseverancia es que está disponible para todos, sin importar nuestros antecedentes o estatus socioeconómico.

Mi buena amiga, la brillante autora Amy Tan, dijo que Esta no es la vida que pedí da a las mujeres la inspiración para sobrevivir a la peor suerte y a las más difíciles circunstancias, y para escalar hacia una nueva vida de felicidad inesperada. Eso es lo que le deseo a cada mujer: la capacidad de sobrevivir y prosperar.

RITA MORENO


01




Convoca a una reunión de amigas en torno a la mesa de cocina

Eres el narrador de tu propia vida. Puedes crear una leyenda... o no.

ISABEL ALLENDE

ESCRITORA CHILENO-ESTADOUNIDENSE (1942-)

Encuentra un lugar seguro para contar tu historia

La primera y más importante forma de mantener la cabeza fuera del agua cuando la vida amenaza con arrastrarte hacia las profundidades, es crear un lugar seguro, en donde tu historia pueda ser escuchada: una reunión de amigas en torno a la mesa de cocina. Reunirnos alrededor de una mesa de cocina y contar nuestras propias historias nos dio poder. No lo sabíamos en ese momento, pero estábamos “validando el testimonio” mutuo al hablar de nuestras experiencias en un entorno confiable. Los psicólogos dicen que “validar el testimonio” es un ingrediente vital en el proceso de sanación.

Esperábamos con ansias nuestras reuniones, porque sabíamos que nos proporcionaban el único lugar en nuestras vidas donde seríamos escuchadas, que eran un espacio y un momento en el que otras mujeres nos escucharían sin juzgar. No tenemos duda de que poder contar nuestras historias salvó nuestra cordura y, en algunos casos, nuestras vidas. Creemos que cada mujer necesita crear para sí misma un lugar seguro donde su historia pueda ser escuchada. Sabemos, por experiencia propia, que permanecer conectadas entre nosotras ha hecho toda la diferencia en cuanto a nuestra capacidad para lidiar con los desafíos que hemos enfrentado.

¿Crees que no tienes tiempo para tus amigas? Te exhortamos a que lo pienses de nuevo. Si en este momento piensas que no tienes la energía para hacerlo, es precisamente por eso que deberías hacerlo. Si tu energía está baja, se debe a que estás tratando de hacer todo por ti misma. Te estás quedando vacía, y necesitas llenar tu tanque emocional con el apoyo y el aporte de las mujeres que son importantes para ti. Tu propio grupo, reunido alrededor de una mesa de cocina, alimentará tu alma. Puedes comenzar hoy mismo, siguiendo estos siete simples pasos para crear una maravillosa red de amigas.

Siete pasos para formar un grupo en torno a una mesa de cocina

1. Invita. No importa cuán mal esté tu vida en este momento. Organiza una reunión con mujeres que admires. No es necesario que sean famosas, ricas o fabulosamente realizadas. Tampoco que las conozcas bien, aunque sí deben ser personas a las que respetes y con las que compartas valores y prioridades similares: mujeres íntegras que estén dispuestas a escuchar, alentar y ser honestas. Muchas mujeres se sienten tan aisladas como tú. Este es el momento perfecto para conocer a esa mamá que comparte su auto para llevar y traer a los niños. ¿Qué hay de esa conocida en tu trabajo, a quien solo has saludado con un movimiento de cabeza, pero con quien siempre has sentido una chispa de conexión? En muchos de los ámbitos que frecuentas puede haber alguien a quien admires, alguien que te parezca confiable.

2. Elije el lugar de la reunión. Trata de que sea un ambiente cómodo y que brinde privacidad. Puede ser el rincón de una cafetería o la sala de tu casa. En nuestro caso, las mesas de cocina de nuestras diferentes casas nos han funcionado bien todos estos años.

3. Cita a una primera reunión. No tienes que hacer nada elaborado. Solo levanta el teléfono, envía un correo electrónico o haz la invitación en persona. Empieza por decir a tus invitadas que sabes que están ocupadas, que el propósito de esta reunión es crear una red de apoyo que se reúna con regularidad, para expresar lo que está sucediendo en sus vidas en un entorno confidencial. Las participantes son bienvenidas a hablar sobre sus trabajos (o la falta de ellos), sus familias, su salud, sus finanzas o cualquier otra cosa que haya en sus mentes y sus corazones. Den un nombre a su grupo y comprométanse a reunirse regularmente (cada dos semanas, o al menos cada mes). En nuestro propio grupo nos reunimos cada mes, aunque a veces, cuando una de nuestros miembros está pasando por una crisis, convocamos con mayor frecuencia.

4. Establece reglas básicas. Las primeras reuniones de tu grupo de mesa de cocina podrían beneficiarse de cierto tipo de estructura. En nuestras reuniones grupales siempre comenzamos con algunas preguntas esclarecedoras:

Entonces, ¿cómo va tu vida?

¿Cómo podemos ayudar?

¿A quién conocemos que pueda ayudar?

¿Qué podría alegrarte en este momento?

¿De qué podrías reírte?

Al terminar la reunión de hoy, nos comprometemos frente a las demás a hacer tres cosas por nosotras mismas. ¿Cuáles son?

5. Mantente positiva. No permitas que tu grupo se convierta en el “club de la queja”. La queja constante te roba el espíritu y no hace nada para empoderarte. El propósito de la reunión debe ir más allá. No te limites: expresa lo que te está molestando, lo que te está preocupando, lo que te está lastimando, y luego pide consejo. Hagan una lluvia de ideas sobre posibles soluciones y estrategias para los problemas que enfrentan.

6. Usa el Estuche met. Las sugerencias incluidas al final de cada sección de este libro pueden ayudar a que tus reuniones tengan un punto focal. Creamos el Estuche met a propósito, para darte herramientas con las que puedas trabajar en grupo en tus propias reuniones de mesa de cocina. Comenten los temas y las preguntas entre ustedes.

7. Compartan sus experiencias. Visiten nuestro sitio de internet, www.kitchentablefriends.com, y cuéntenos sus historias.

Nuestro grupo en torno a la mesa de cocina se reunió durante más de diez años; a lo largo de ese tiempo contamos muchas historias, resolvimos muchos problemas y reparamos muchos corazones rotos. A continuación, comenzaremos por presentarte los momentos decisivos que nos unieron como amigas para toda la vida.

02




Trasciende los eventos desafortunados

Aunque pueda haber tragedia en tu vida,

siempre existe la posibilidad de triunfar.

No importa quién seas o de dónde vengas.

La capacidad de triunfo comienza contigo.

Siempre.

OPHRA WINFREY

PRESENTADORA DE TELEVISIÓN (1954-)

Encuentro en la selva

“Pesadillas. Todavía invaden mis sueños cuarenta años después. Las pesadillas me recuerdan que la vida es un recurso precioso que debemos agotar, disfrutar, vivir. Soy Jackie Speier, y mis pesadillas me llevan a un fatídico día de noviembre de 1978. Tenía veintiocho años y estaba preparándome para comprar mi primera casa. Era asesora legislativa de un congresista estadounidense, ¡y lo tenía todo! También tenía un fuerte presentimiento de que el viaje que estaba preparando a Sudamérica podría ser el punto final de mi vida. ‘Son ideas tontas’, me aseguró mi amiga Katy. ‘Después de todo, viajarás con el cuerpo de prensa y un congresista estadounidense. ¿Qué podría salir mal?’

”Enclaustrada en una oficina del Congreso durante horas, estuve leyendo los informes del Departamento de Estado sobre una comunidad religiosa creada por el reverendo Jim Jones. Investigábamos numerosas denuncias de personas que alegaban que sus familiares estaban siendo retenidos contra su voluntad en un escondite de la selva, conocido como Templo del Pueblo. Mientras revisábamos las entrevistas grabadas con los desertores, me invadió una escalofriante sensación que no podía apartar de mí. Un exmiembro nos había dicho que las personas estaban siendo obligadas a suicidarse en un ejercicio que Jones llamaba la Noche Blanca.

”El congresista Leo Ryan, mi jefe, ya había escuchado suficiente. Decidió ver personalmente la difícil situación de los ciudadanos estadounidenses en Guyana. Pero incluso aunque la cia (Agencia Central de Inteligencia) y el Departamento de Estado habían dado el visto bueno en cuanto a la seguridad del viaje, yo tenía mis dudas.

”Volamos a Georgetown, la capital de Guyana, cambiamos de avión, y continuamos hacia Puerto Caituma, una remota pista de aterrizaje en lo profundo de la selva sudamericana. Un convoy de varias camionetas nos llevó al campamento de Jonestown. Entramos en un claro de la selva, donde vi un anfiteatro al aire libre rodeado de pequeñas cabañas. No podías evitar sentirte impresionado por el asentamiento. En menos de dos años, una comunidad había sido esculpida en la densa jungla. Durante nuestra primera y única noche en el Templo del Pueblo, los miembros nos entretuvieron con música y canto. Recuerdo haber mirado a Jim Jones a los ojos, y lo que vi fue locura. Ya no era el líder carismático que había atraído a más de 900 personas a una remota comuna de la selva; en aquel momento era un hombre poseído.

”El congresista y yo seleccionamos algunas personas al azar para entrevistarlas y determinar si estaban siendo retenidas en contra de su voluntad. Muchos de los individuos eran jóvenes (dieciocho o diecinueve años), mientras que otros eran personas mayores.

Uno por uno confirmaron que les encantaba vivir en el Templo del Pueblo. Era casi como si hubieran sido entrenados para responder a nuestras preguntas. Cuando la noche se acercaba, el corresponsal de noticias de nbc, Don Harris, salió solo a caminar y fumar un cigarrillo. En la oscuridad, dos personas se le acercaron y le pusieron unas notas en la mano. Harris me dio las notas, y tuve entonces la evidencia de lo que había percibido todo el tiempo: aquellas personas sí estaban siendo retenidas contra su voluntad en el complejo sudamericano.

”Cuando amaneció, entrevisté a las dos personas que le habían dado las notas a Harris, diciendo que querían irse. Se había corrido la voz sobre la oportunidad de dejar ese lugar, y más personas comenzaron a presentarse, afirmando que también querían partir. Entonces, de repente, aparecieron un par de hombres con armas de fuego. El caos sobrevino a medida que más individuos se nos acercaban queriendo salir. Jim Jones comenzó a vociferar y a gritar. Larry Layton, uno de los asistentes más cercanos de Jones, dijo: ‘No piensen mal. Todos estamos muy felices aquí. Miren la belleza de este lugar tan especial’. Una hora después, Larry Layton se había convertido en uno de los desertores, y también solicitó escapar del complejo de la selva”.

03




Cuando te dejen en la pista de aterrizaje, comienza a caminar

El mundo es redondo,

y el lugar que puede parecer el final,

puede también no ser más que el principio.

IVY BAKER PRIEST

EXSECRETARIA DEL TESORO

DE ESTADOS UNIDOS (1905-1975)

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