Kitabı oku: «La Celestina», sayfa 9
ARGUMENTO DEL DOZENO AUTO
Llegando media noche, Calisto, Sempronio e Parmeno armados: van para casa de Melibea. Lucrecia e Melibea estan cabe la puerta aguardando a Calisto. Viene Calisto. Hablale primero Lucrecia. llama a Melibea. Apartase Lucrecia. Hablanse por entre las puertas Melibea e Calisto. Parmeno e Sempronio de su cabo departen. Oyen gentes por la calle. Apercibense para huyr. Despidese Calisto de Melibea, dexando concertada la tornada para la noche siguiente. Pleberio, al son del ruydo que hauia en la calle, despierta. llama a su muger Alisa. Preguntan a Melibea quien da patadas en su camara. Responde Melibea a su padre Pleberio: fingendo que tenia sed. Calisto con sus criados va para su casa, hablando. echase a dormir. Parmeno e Sempronio van a casa de Celestina. Demandan su parte de la ganancia. Dissimula Celestina. Vienen a renir. Echanle mano a Celestina: matanla. Da voces Elicia. Viene la justicia e prendelos ambos.
CALISTO. SEMPRONIO. PARMENO. LUCRECIA. MELIBEA. PLEBERIO. ALISA. CELESTINA. ELICIA
CAL.—Mozos, que hora da el relox? SEMP.—las diez. CAL.—o como me descontenta el oluido en los mozos. de mi mucho acuerdo en esta noche, e tu descuydar e oluido: se haria vna razonable memoria e cuydado. Como, desatinado, sabiendo quanto me va, Sempronio, en ser diez o onze: me respondias a tiento lo que mas ayna se te vino a la boca? O cuytado de mi! si por caso me houiera dormido: e colgara mi pregunta de la respuesta de Sempronio: para hazerme de onze diez: e assi de doze onze. Saliera Melibea: yo no fuera ydo: tornarase: de manera, que ni mi mal ouiera fin: ni mi desseo execucion. No se dize embalde: que mal ageno de pelo cuelga. SEMP.—tanto yerro, senor, me parece, sabiendo, preguntar: como ignorando, responder. Mas este mi amo tiene gana de renir e no sabe como. PARM.—mejor seria, senor, que se gastasse esta hora que queda en aderezar armas: que en buscar questiones. CAL.—"bien me dize este necio: no quiero en tal tiempo recebir enojo / no quiero pensar en lo que pudiera venir sino en lo que fue / no en el dano que resultara de su negligencia: sino en el prouecho que verna de mi solicitud: quiero dar espacio a la yra: que o se me quitara / o se me ablandara." Pues descuelga, "Parmeno," mis corazas "e armaos vosotros: e assi yremos a buen recaudo: porque como dizen el hombre apercebido medio combatido." PARM.—helas aqui, senor. CAL.—ayudame aqui a vestirlas. mira tu, Sempronio, si parece alguno por la calle. SEMP.—senor, ninguna gente parece: e avnque la houiesse, la mucha escuridad priuaria el viso e conoscimiento a los que nos encontrasen. CAL.—pues andemos por esta calle: avnque se rodee alguna cosa: porque mas encubiertos vamos. Las doze da ya; buena hora es. PARM.—cerca estamos. CAL.—a buen tiempo llegamos. Parate tu, Parmeno, a ver si es venida aquella senora por entre las puertas. PARM.—yo, senor? nunca dios mande que sea en danar lo que no concerte. mejor sera que tu presencia sea su primer encuentro. Porque viendome a mi no se turbe: de ver que de tantos es sabido: lo que tan ocultamente queria hazer e con tanto temor faze. O porque quiza pensara que la burlaste. CAL.—o que bien has dicho. la vida me has dado con tu sotil auiso. Pues no era mas menester para me lleuar muerto a casa: que boluerse ella por mi mala prouidencia. Yo me llego alla, quedaos vosotros en esse lugar. PARM.—que te paresce, Sempronio, como el necio de nuestro amo pensaua tomarme por broquel? para el encuentro del primer peligro. Que se yo quien esta tras las puertas cerradas? Que se yo si ay "alguna" traycion? que se yo si Melibea anda porque le pague nuestro amo su mucho atreuimiento desta manera? E "mas," avn no somos muy ciertos dezir verdad la vieja. No sepas fablar, Parmeno: sacarte han el alma, sin saber quien. No seas lisonjero como tu amo quiere: y jamas lloraras duelos agenos. No tomes en lo que te cumple el consejo de Celestina, e hallarte has ascuras. Andate ay con tus consejos e amonestaciones fieles: darte han de palos: no bueluas la hoja, e quedarte has a buenas noches. Quiero hazer cuenta que oy me nasci: pues de tal peligro me escape. SEMP.—passo: passo: Parmeno, no saltes: ni hagas esse bollicio de plazer. que daras causa a que seas sentido. PARM.—calla, hermano; que no me hallo de alegria como le hize creer: que por lo que a el cumplia dexaua de yr. e era por mi seguridad. Quien supiera assi rodear su prouecho como yo? muchas cosas me veras hazer, si estas daqui adelante atento: que no las sientan todas personas: assi con Calisto como con quantos en este negocio suyo se entremetieren. porque soy cierto que esta donzella ha de ser para el ceuo de anzuelo: o carne de buytrera: que suelen pagar bien el escote los que a comerla vienen. SEMP.—anda, no te penen a ti essas sospechas: avnque salgan verdaderas. Apercibete a la primer boz que oyeres tomar calzas de Villadiego. PARM.—leydo has donde yo. en vn corazon estamos. calzas traygo, e avn borzeguies de essos ligeros que tu dizes: para mejor huyr que otro. Plazeme que me has, hermano, auisado de lo que yo no hiziera de verguenza de ti; que nuestro amo, si es sentido: no temo que se escapara de manos desta gente de Pleberio: para podernos despues demandar como lo hezimos: e incusarnos el huyr. SEMP.—o Parmeno amigo: quan alegre e prouechosa es la conformidad en los companeros: avnque por otra cosa no nos fuera buena Celestina: era harta la vtilidad que por su causa nos ha venido. PARM.—ninguno podra negar lo que por si se muestra. Manifiesto es que con verguenza el vno del otro: por no ser odiosamente acusado de couarde: esperaramos aqui la muerte con nuestro amo, no siendo mas de el merecedor della. SEMP.—salido deue auer Melibea. escucha, que hablan quedito. PARM.—o como temo que no sea ella: sino alguno que finja su voz. SEMP.—dios nos libre de traydores: no nos ayan tomado la calle por do tenemos de huyr. que de otra cosa no tengo temor. CAL.—este bullicio mas de vna persona le haze. quiero hablar, sea quien fuere. ce, senora mia. LUCR.—la voz de Calisto es esta; quiero llegar. quien habla? quien esta fuera? CAL.—aquel que viene a cumplir tu mandado. LUCR.—porque no llegas, senora? llega sin temor aca: que aquel cauallero esta aqui. MELIB.—loca, habla passo: mira bien si es el. LUCR.—allegate, senora, que si es: que yo le conozco en la voz. CAL.—cierto soy burlado: no era Melibea la que me hablo. Bullicio oygo: perdido soy. Pues viua o muera: que no he de yr de aqui. MELIB.—vete, Lucrecia, acostar vn poco. ce, senor, como es tu nombre? quien es el que te mando ay venir? CAL.—es la que tiene merecimiento de mandar a todo el mundo. la que dignamente seruir yo no merezco. No tema tu merced de se descobrir a este catiuo de tu gentileza: que el dulce sonido de tu habla, que jamas de mis oydos se cae: me certifica ser tu mi senora Melibea. yo soy tu sieruo Calisto. MELIB.—la sobrada osadia de tus mensajes me ha forzado a hauerte de hablar, senor Calisto: que hauiendo hauido de mi la passada respuesta a tus razones: no se que piensas mas sacar de mi amor de lo que entonces te mostre. Desuia estos vanos e locos pensamientos de ti: porque mi honrra e persona esten sin detrimento de mala sospecha seguras. A esto fue aqui mi venida: a dar concierto en tu despedida e mi reposo. No quieras poner mi fama en la balanza de las lenguas maldezientes. CAL.—a los corazones aparejados con apercibimiento rezio contra las aduersidades: ninguna puede venir que passe de claro en claro la fuerza de su muro. Pero el triste que desarmado, e sin proueer los enganos e celadas, se vino a meter por las puertas de tu seguridad: qualquiera cosa que en contrario vea, es razon que me atormente, e passe: rompiendo todos los almazenes en que la dulce nueua estaua aposentada. O malauenturado Calisto. o quan burlado has sido de tus siruientes. o enganosa muger Celestina: dexarasme acabar de morir: e no tornaras a viuificar mi esperanza: para que tuuiese mas que gastar el fuego que ya me aquexa. Porque falsaste la palabra desta mi senora? porque has assi dado con tu lengua causa a mi desesperacion? a que me mandaste aqui venir para que me fuese mostrado el disfauor? el entredicho? la desconfianza: el odio: por la mesma boca desta que tiene las llaues de mi perdicion e gloria. O enemiga e tu no me dixiste que esta mi senora me era fauorable? no me dixiste que de su grado mandaua venir este su catiuo al presente lugar? no para me desterrar nueuamente de su presencia: pero para alzar el destierro ya por otro su mandamiento puesto ante de agora. en quien fallare yo fe? a donde ay verdad? quien carece de engano? a donde no moran falsarios? quien es claro enemigo? quien es verdadero amigo? donde no se fabrican trayciones? quien oso darme tan cruda esperanza de perdicion? MELIB.—cesen, senor mio, tus verdaderas querellas: que ni mi corazon basta para lo sofrir: ni mis ojos para lo dissimular. Tu lloras de tristeza, juzgandome cruel: yo lloro de plazer, viendote tan fiel. O mi senor e mi bien todo; quanto mas alegre me fuera poder ver tu haz: que oyr tu voz. Pero pues no se puede al presente mas fazer: toma la firma e sello de las razones que te embie escritas en la lengua de aquella solicita mensajera. todo lo que te dixo confirmo. todo lo he por bueno. limpia, senor, tus ojos. ordena de mi a tu voluntad. CAL.—o senora mia: esperanza de mi gloria. descanso e aliuio de mi pena. alegria de mi corazon. que lengua sera bastante para te dar yguales gracias a la sobrada e incomparable merced: que en este punto de tanta congoxa para mi, me has quesido hazer: en querer que vn tan flaco e indigno hombre pueda gozar de tu suauissimo amor: del qual, avnque muy desseoso, siempre me juzgaua indigno, mirando tu grandeza. considerando tu estado. remirando tu perfecion. contemplando tu gentileza. acatando mi poco merescer e tu alto merescimiento. tus estremadas gracias. tus loadas e manifiestas virtudes. Pues, o alto dios! como te podre ser ingrato: que tan milagrosamente has obrado comigo tus singulares marauillas. O quantos dias antes de agora passados: me fue venido este pensamiento a mi corazon: e por impossible le rechazaua de mi memoria: hasta que ya los rayos ylustrantes de tu muy claro gesto dieron luz en mis ojos: encendieron mi corazon: despertaron mi lengua; estendieron mi merecer: acortaron mi couardia: destorcieron mi encogimiento: doblaron mis fuerzas: desadormescieron mis pies e manos. finalmente, me dieron tal osadia: que me han traydo con su mucho poder a este sublimado estado en que agora me veo: oyendo de grado tu suaue voz. la qual si ante de agora no conociese: e no sintiesse tus saludables olores: no podria creer que careciessen de engano tus palabras. Pero como soy cierto de tu limpieza de sangre e fechos: me estoy remirando si soy yo Calisto: a quien tanto bien se le haze. MELIB.—senor Calisto, tu mucho merecer: tus estremadas gracias: tu alto nascimiento han obrado: que despues que de ti houe entera noticia: ningun momento de mi corazon te partiesses. E avnque muchos dias he pugnado por lo dissimular: no he podido tanto, que en tornandome aquella muger tu dulce nombre a la memoria: no descubriesse mi desseo: e viniesse a este lugar e tiempo: donde te suplico ordenes e dispongas de mi persona segund querras. Las puertas impiden nuestro gozo. las quales yo maldigo: e sus fuertes cerrojos e mis flacas fuerzas. que ni tu estarias quexoso, ni yo descontenta. CAL.—como, senora mia, e mandas que consienta a vn palo impedir nuestro gozo: nunca yo pense que demas de tu voluntad lo pudiera cosa estoruar. o molestas e enojosas puertas: ruego a dios que tal huego os abrase como a mi da guerra: que con la tercia parte seriades en vn punto quemadas. pues, por dios, senora mia, permite que llame a mis criados para que las quiebren. PARM.—no oyes? no oyes? Sempronio? a buscarnos quiere venir: para que nos den mal ano. no me agrada cosa esta venida. en mal punto creo que se empezaron estos amores. yo no espero aqui mas. SEMP.—calla. calla. escucha, que ella no consiente que vamos alla. MELIB.—quieres, amor mio, perderme a mi: e danar mi fama? no sueltes las riendas a la voluntad. la esperanza es cierta. el tiempo breue: quanto tu ordenares. E pues tu sientes tu pena senzilla: e yo la de entramos: tu solo dolor, yo el tuyo e el mio: contentate con venir manana a esta hora: por las paredes de mi huerto. Que si agora quebrasses las crueles puertas: avnque al presente no fuessemos sentidos: amanesceria en casa de mi padre terrible sospecha de mi yerro. E pues sabes que tanto mayor es el yerro: quanto mayor es el que yerra: en vn punto sera por la cibdad publicado. SEMP.—enoramala aca esta noche venimos. aqui nos ha de amanescer, segund el espacio que nuestro amo lo toma. Que avnque mas la dicha nos ayude, nos han en tanto tiempo de sentir de su casa / o vezinos. PARM.—ya ha dos horas que te requiero que nos vamos: que no faltara vn achaque. CAL.—o mi senora e mi bien todo: porque llamas yerro aquello que por los sanctos de dios me fue concedido? rezando oy ante el altar de la Madalena: me vino con tu mensaje alegre aquella solicita muger. PARM.—desuariar, Calisto, desuariar. por fe tengo, hermano, que no es christiano. lo que la vieja traydora con sus pestiferos hechizos ha rodeado e fecho: dize que los sanctos de dios se lo han concedido e impetrado. E con esta confianza quiere quebrar las puertas: e no haura dado el primer golpe: quando sea sentido e tomado por los criados de su padre que duermen cerca. SEMP.—ya no temas, Parmeno: que harto desuiados estamos. en sintiendo bullicio, el buen huyr nos ha de valer. dexale hazer, que si mal hiziere, el lo pagara. PARM.—bien hablas. en mi corazon estas. asi se haga. huygamos la muerte, que somos mozos. "que no querer morir / ni matar / no es couardia: sino buen natural. Estos escuderos de Pleberio son locos: no desean tanto comer / ni dormir / como questiones / e ruydos. Pues mas locura seria esperar pelea con enemigo que no ama tanto la vitoria e vencimiento: como la continua guerra e contienda." O si me viesses, hermano, como esto, plazer haurias: a medio lado: abiertas las piernas: el pie ysquierdo adelante, puesto en huyda: las haldas en la cinta; la adarga arrollada y so el sobaco, porque no me empache: que por dios que creo corriesse como vn gamo, segun el temor tengo destar aqui. SEMP.—mejor esto yo: que tengo liado el broquel e el espada con las correas: porque no se me caygan al correr: e el caxquete en la capilla. PARM.—e las piedras que trayas en ella? SEMP.—todas las verti por yr mas liuiano: que harto tengo que lleuar en estas corazas: que me hiziste vestir por importunidad: que bien las rehusaua de traer: porque me parescian para huyr muy pesadas. Escucha: escucha: oyes, Parmeno? a malas andan. muertos somos. bota presto. echa hazia casa de Celestina: no nos atajen por nuestra casa. PARM.—huye. huye. que corres poco. o pecador de mi, si nos han de alcanzar, dexa broquel e todo. SEMP.—si han muerto ya a nuestro amo? PARM.—no se. no me digas nada. corre e calla: que el menor cuydado mio es esse. SEMP.—ce. ce. Parmeno, torna: torna callando: que no es sino la gente del alguazil que passaua haziendo estruendo por la otra calle. PARM.—miralo bien. no te fies en los ojos: que se antoja muchas veces vno por otro. no me auian dexado gota de sangre: tragada tenia ya la muerte: que me parescia que me yuan dando en estas espaldas golpes. En mi vida me acuerdo hauer tan gran temor: ni verme en tal afrenta: avnque he andado por casas agenas harto tiempo: e en lugares de harto trabajo: que nueue anos serui a los frayles de Guadalupe: que mill vezes nos apuneauamos yo e otros. pero nunca como esta vez houe miedo de morir. SEMP.—e yo no serui al cura de sant Miguel "e al mesonero de la plaza: e a Mollejar el ortelano? e tambien yo tenia mis questiones con los que tirauan piedras a los paxaros que assentauan en vn alamo grande que tenia: porque danauan la ortaliza." Pero guardete dios de verte con armas: que aquel es el verdadero temor. no embalde dizen, cargado de hierro e cargado de miedo. Buelue: buelue: que el alguazil es cierto. MELIB.—senor Calisto, que es esso que en la calle suena? parescen vozes de gente que van en huyda. Por dios, mirate, que estas a peligro. CAL.—senora, no temas, que a buen seguro vengo. los mios deuen de ser: que son vnos locos e desarman a quantos passan: e huyriales alguno. MELIB.—son muchos los que traes? CAL.—no, sino dos. pero avnque sean seys sus contrarios, no recebiran mucha pena para les quitar las armas: e hazerlos huyr segun su esfuerzo. Escogidos son, senora: que no vengo a lumbre de pajas. Si no fuesse por lo que a tu honrra toca: pedazos harian estas puertas. e si sentidos fuessemos: a ti e a mi librarian de toda la gente de tu padre. MELIB.—o, por dios, no se cometa tal cosa. pero mucho plazer tengo que de tan fiel gente andes acompanado. bienempleado es el pan que tan esforzados siruientes comen. Por mi amor, senor, pues tal gracia la natura les quiso dar: sean de ti bientratados e galardonados: porque en todo te guarden secreto. "E quando sus osadias e atreuimientos les corregieres a bueltas del castigo mezcla fauor: porque los animos esforzados: no sean con encogimiento diminutos e yrritados en el osar a sus tiempos." PARM.—ce. ce. senor: senor: quitate presto dende: que viene mucha gente con hachas, e seras visto e conoscido: que no ay donde te metas. CAL.—o mezquino yo: e como es forzado, senora, partirme de ti. Por cierto temor de la muerte no obrara tanto como el de tu honrra. Pues que assi es, los angeles queden con tu presencia. mi venida sera, como ordenaste, por el huerto. MELIB.—assi sea, e vaya dios contigo. PLEB.—senora muger, duermes? ALI.—senor, no. PLEB.—no oyes bullicio en el retraimiento de tu hija? ALI.—si oygo. Melibea. Melibea. PLEB.—no te oye; yo la llamare mas rezio. Hija mia Melibea. MELIB.—senor. PLEB.—quien da patadas e haze bullicio en tu camara? MELIB.—senor, Lucrecia es: que salio por vn jarro de agua para mi: que hauia gran sed. PLEB.—duerme, hija, que pense que era otra cosa. LUCR.—poco estruendo los desperto: con gran pauor hablauan. MELIB.—no ay tan manso animal que con amor / o temor de sus hijos no asperece: pues que harian, si mi cierta salida supiessen? CAL.—cerrad essa puerta, hijos: e tu, Parmeno, sube vna vela arriba. SEMP.—deues, senor, reposar e dormir esto que queda daqui al dia. CAL.—plazeme, que bien lo he menester. Que te parece, Parmeno, de la vieja que tu me desalabauas? que obra ha salido de sus manos? que fuera hecha sin ella? PARM.—ni yo sentia tu gran pena, ni conoscia la gentileza e merescimiento de Melibea: e assi no tengo culpa; conoscia a Celestina e sus manas; auisauate como a senor. Pero ya me parece que es otra: todas las ha mudado. CAL.—e como mudado? PARM.—tanto, que si no lo ouiesse visto, no lo creeria. mas assi viuas tu como es verdad. CAL.—pues aues oydo lo que con aquella mi senora he passado? que haziades? teniades temor? SEMP.—temor, senor, o que? por cierto todo el mundo no nos le hiziera tener. Fallado auias los temerosos: alli estouimos esperandote muy aparejados: e nuestras armas muy a mano. CAL.—aues dormido algun rato? SEMP.—dormir, senor? dormilones son los mozos: nunca me assente. ni avn junte por dios los pies, mirando a todas partes: para en sintiendo porque, saltar presto: e hazer todo lo que mis fuerzas me ayudaran. Pues Parmeno, avnque te parecia que no te seruia hasta aqui de buena gana: assi se holgo quando vido los de las hachas: como lobo quando siente poluo de ganado: pensando poder quitarleslas: hasta que vido que eran muchos. CAL.—no te marauilles: que procede de su natural ser osado: e avnque no fuesse por mi: hazialo porque no pueden los tales venir contra su vso. que avnque muda el pelo la raposa, su natural no despoja. Por cierto yo dixe a mi senora Melibea lo que en vosotros ay. e quan seguras tenia mis espaldas con vuestra ayuda e guarda. Hijos, en mucho cargo os soy: rogad a dios por salud, que yo os galardonare mas conplidamente vuestro buen seruicio. Yd con dios a reposar. PARM.—adonde yremos, Sempronio? a la cama a dormir / o a la cozina a almorzar? SEMP.—ve tu donde quisieres: que antes que venga el dia quiero yo yr a Celestina a cobrar mi parte de la cadena: que es vna puta vieja: no le quiero dar tiempo en que fabrique alguna ruyndad con que nos escluya. PARM.—bien dizes: oluidado lo auia: vamos entramos: e si en esso se pone, espantemosla de manera que le pese: que sobre dinero no ay amistad. SEMP.—ce. ce. calla, que duerme cabo esta ventanilla. tha. tha. senora Celestina: abrenos. CEL.—quien llama? SEMP.—abre, que son tus hijos. CEL.—no tengo yo hijos que anden a tal hora. SEMP.—abrenos a Parmeno e Sempronio: que nos venimos aca almorzar contigo. CEL.—o locos trauiesos: entrad, entrad. como venis a tal hora? que ya amanesce. que haues hecho? que os ha passado? despidiose la esperanza de Calisto? o viue todavia con ella? o como queda? SEMP.—como, madre? si por nosotros no fuera, ya andouiera su alma buscando posada para siempre: que, si estimarse pudiesse a lo que de alli nos queda obligado: no seria su hazienda bastante a complir la debda: si verdad es lo que dizen: que la vida e persona es mas digna e de mas valor que otra cosa ninguna. CEL.—Jesu: que en tanta afrenta os haues visto? cuentamelo, por dios. SEMP.—mira que tanta: que por mi vida la sangre me hierue en el cuerpo en tornarlo a pensar. CEL.—reposa, por dios, e dimelo. PARM.—cosa larga le pides, segun venimos alterados e cansados del enojo que hauemos hauido: farias mejor en aparejarnos a el e a mi de almorzar: quiza nos amansaria algo la alteracion que traemos. Que cierto te digo: que no queria ya topar hombre que paz quisiesse. Mi gloria seria agora hallar en quien vengar la yra: que no pude en los que nos la causaron, por su mucho huyr. CEL.—landre me mate si no me espanto: en verte tan fiero: creo que burlas. Dimelo agora, Sempronio, tu, por mi vida: que os ha passado? SEMP.—por dios, sin seso vengo, desesperado: avnque para contigo por demas es no templar la yra e todo enojo: e mostrar otro semblante que con los hombres. Jamas me mostre poder mucho con los que poco pueden. Traygo, senora, todas las armas despedazadas: el broquel sin aro: la espada como sierra: el caxquete abollado en la capilla. Que no tengo con que salir vn passo con mi amo, quando menester me aya: que quedo concertado de yr esta noche que viene a uerse por el huerto. Pues comprarlo de nueuo, no mando vn marauedi en que caya muerto. CEL.—pidelo, hijo, a tu amo: pues en su seruicio se gasto e quebro: pues sabes que es persona que luego lo complira. que no es de los que dizen: viue comigo e busca quien te mantenga. El es tan franco, que te dara para esso e para mas. SEMP.—ha: trae tanbien Parmeno perdidas las suyas. a este cuento en armas se le yra su hazienda. Como quieres que le sea tan importuno en pedirle mas de lo que el de su propio grado haze: pues es arto? no digan por mi: que dando vn palmo pido quatro. Dionos las cient monedas. dionos despues la cadena. a tres tales aguijones no terna cera en el oydo: caro le costaria este negocio. contentemonos con lo razonable: no lo perdamos todo por querer mas de la razon: que quien mucho abarca, poco suele apretar. CEL.—gracioso es el asno. por mi vejez, que si sobre comer fuera: que dixera que hauiamos todos cargado demasiado. estas en tu seso, Sempronio? que tiene que hazer tu galardon con mi salario? tu soldada con mis mercedes? so yo obligada a soldar vuestras armas? a complir vuestras faltas? a osadas que me maten, si no te has asido a vna palabrilla que te dixe el otro dia, viniendo por la calle: que quanto yo tenia era tuyo: e que, en quanto pudiesse con mis pocas fuerzas jamas te faltaria. e que si dios me diesse buena manderecha con tu amo: que tu no perderias nada. Pues ya sabes, Sempronio, que estos ofrescimientos, estas palabras de buen amor no obligan. No ha de ser oro quanto reluze: sino mas barato valdria. Dime, estoy en tu corazon, Sempronio? veras si avnque soy vieja, si acierto lo que tu puedes pensar. tengo, hijo, en buena fe, mas pesar, que se me quiere salir esta alma de enojo. Di a esta loca de Elicia, como vine de tu casa, la cadenilla que traxe para que se holgase con ella: e no se puede acordar donde la puso: que en toda esta noche ella ni yo no auemos dormido sueno de pesar: no por su valor de la cadena, que no era mucho: pero por su mal cobro della: e de mi mala dicha: entraron vnos conoscidos e familiares mios en aquella sazon aqui: temo no la ayan leuado: diziendo: si te vi, burleme &c. Assi que, hijos, agora que quiero hablar con entramos: si algo vuestro amo a mi me dio, deues mirar que es mio. Que de tu jubon de brocado no te pedi yo parte: ni la quiero. siruamos todos: que a todos dara segun viere que lo merescen: que si me ha dado algo, dos vezes he puesto por el mi vida al tablero. Mas herramienta se me ha embotado en su seruicio que a vosotros. mas materiales he gastado. pues aues de pensar, hijos, que todo me cuesta dinero. E avn mi saber: que no lo he alcanzado holgando; de lo qual fuera buen testigo su madre de Parmeno, dios aya su alma. Esto trabaje yo: a vosotros se os deue essotro. Esto tengo yo por oficio e trabajo: vosotros por recreacion e deleyte. Pues assi no aues vosotros de auer ygual galardon de holgar: que yo de penar. Pero avn con todo lo que he dicho: no os despidays, si mi cadena parece, de sendos pares de calzas de grana: que es el abito que mejor en los mancebos paresce: e si no, recebid la voluntad: que yo me callare con mi perdida. e todo esso de buen amor: porque holgastes que ouiesse yo antes el prouecho destos passos que no otra. Y si no os contentardes, de vuestro dano fares. SEMP.—no es esta la primera vez que yo he dicho: quanto en los viejos reyna este vicio de cobdicia: quando pobre, franca: quando rica, auarienta. Assi que aquiriendo cresce la cobdicia: e la pobreza cobdiciando. e ninguna cosa haze pobre al auariento, sino la riqueza. O dios, e como cresce la necessidad con la abundancia. Quien la oyo esta vieja dezir que me lleuasse yo todo el prouecho, si quisiesse, deste negocio? pensando que seria poco: agora que lo vee crescido, no quiere dar nada: por complir el refran de los ninos, que dizen: De lo poco poco, de lo mucho nada. PARM.—dete lo que te prometio / o tomemosselo todo. Harto te dezia yo quien era esta vieja, si tu me creyeras. CEL.—si mucho enojo traes con vosotros / o con vuestro amo / o armas: no lo quebreys en mi: que bien se donde nasce esto. bien se e barrunto de que pie coxqueays: no cierto de la necessidad que teneys de lo que pedis: ni avn por la mucha cobdicia que lo teneys: sino pensando que os he de tener toda vuestra vida atados e catiuos con Elicia e Areusa: sin quereros buscar otras: moueysme estas amenazas de dinero: poneysme estos temores de la particion. pues calla, que quien estas os supo acarrear os dara otras diez: agora que ay mas conoscimiento e mas razon: e mas merecido de vuestra parte. e si se complir lo que prometo en este caso: digalo Parmeno. dilo: dilo: no ayas empacho de contar como nos passo quando a la otra dolia la madre. SEMP.—"yo digole que se vaya e abaxasse las bragas: no ando por lo que piensas: no entremetas burlas a nuestra demanda que con esse galgo no tomaras si yo puedo mas liebres." dexate comigo de razones. a perro viejo, no cuz: cuz. danos las dos partes por cuenta de quanto de Calisto has recebido. no quieras que se descubra quien tu eres. A los otros, a los otros con essos halagos, vieja. CEL.—quien so yo, Sempronio? quitasteme de la puteria? calla tu lengua: no amengues mis canas. que soy vna vieja qual dios me hizo. no peor que todas. viuo de mi oficio, como cada qual oficial del suyo: muy limpiamente. A quien no me quiere no le busco. de mi casa me vienen a sacar. en mi casa me ruegan. Si bien o mal viuo, dios es el testigo de mi corazon. E no pienses con tu yra maltratarme, que justicia ay para todos: a todos es ygual: tan bien sere oyda avnque muger, como vosotros muy peynados. Dexame en mi casa con mi fortuna. e tu, Parmeno, piensas que soy tu catiua: por saber mis secretos e mi passada vida: e los casos que nos acaescieron a mi e a la desdichada de tu madre: e avn assi me trataua ella quando dios queria. PARM.—no me hinches las narizes con essas memorias: sino embiarte he con nueuas a ella: donde mejor te puedas quexar. CEL.—Elicia: Elicia: leuantate dessa cama. daca mi manto presto: que por los sanctos de dios para aquella justicia me vaya bramando como vna loca. Que es esto? que quieren dezir tales amenazas en mi casa? con vna oueja mansa tenes vosotros manos e braueza? con vna gallina atada? con vna vieja de sesenta anos? Alla: alla: con los hombres como vosotros. Contra los que cinen espada mostra vuestras yras: no contra mi flaca rueca. "senal es de gran couardia: acometer a los menores: e a los que poco pueden. Las suzias moxcas nunca pican sino los bueyes magros e flacos. Los guzques ladradores: a los pobres peregrinos aquexan con mayor impetu. si aquella que alli esta en aquella cama me ouiesse a mi creydo: jamas quedaria esta casa de noche sin varon / ni dormiriemos a lumbre de pajas. pero por aguardarte: por serte fiel: padescemos esta soledad. e como nos veys mugeres: hablays e pedis demasias: lo qual si hombre sintiessedes en la posada no hariades: que como dizen. El duro aduersario entibia las yras e sanas." SEMP.—o vieja auarienta. garganta muerta de sed por dinero. no seras contenta con la tercia parte de lo ganado? CEL.—que tercia parte? vete con dios de mi casa tu e essotro: no de vozes. no allegue la vezindad. no me hagays salir de seso. No querays que salgan a plaza las cosas de Calisto e vuestras. SEMP.—da bozes o gritos. que tu compliras lo que tu prometiste / o se compliran oy tus dias. ELIC.—mete, por dios, el espada. tenle, Parmeno: tenle, no la mate esse desuariado. CEL.—Justicia: justicia: senores vezinos. Justicia, que me matan en mi casa estos rufianes. SEMP.—rufianes, o que? espera, dona hechizera: que yo te hare yr al infierno con cartas. CEL.—ay, que me ha muerto. ay. ay. confession: confession. PARM.—dale: dale: acabala, pues comenzaste. que nos sentiran. muera, muera. de los enemigos los menos. CEL.—confession. ELIC.—o crueles enemigos! en mal poder os veays. e para quien touistes manos? muerta es mi madre e mi bien todo. SEMP.—huye, huye, Parmeno, que carga mucha gente. Guarte, guarte: que viene el alguazil. PARM.—o pecador de mi: que no ay por do nos vamos: que esta tomada la puerta. SEMP.—saltemos destas ventanas: no muramos en poder de justicia. PARM.—salta, que tras ti voy.