Kitabı oku: «Los caprichos», sayfa 4
32 – Porque fue sensible
¤ Como ha de ser, este mundo tiene sus altos y bajos. La vida que ella traía no podía parar en otra cosa.
§ Las pobres mozas incautas van a las cárceles después de quedar preñadas por una natural sensibilidad. (La mujer de Castillo).
¶ La mujer de Castillo. Las muchachas incautas vienen a parar a parir a una prisión por demasiada sensibilidad.
33 – El conde Palatino
¤ En todas ciencias hay charlatanes que sin haber estudiado palabra lo saben todo y para ello hallan remedio. No hay que fiarse de lo que anuncian. El verdadero sabio desconfía siempre del acierto: promete poco y cumple mucho; pero el conde Palatino no cumple nada de lo que promete.
§ Todos los charlatanes y sacamuelas quieren pasar por condes y marqueses extranjeros arruinados para vender bien sus drogas.
¶ Los charlatanes y sacamuelas venden bien sus drogas fingiéndose condes y marqueses.
34 – Las rinde el sueño
¤ No hay que despertarlas, tal vez el sueño es la única felicidad de los desdichados.
§ Los frailes suelen entrar de noche en los conventos de monjas y se entregan a toda relajación con ellas, hasta que las rinden y las coge el sueño.
¶ No hay que despertarlas, tal vez el sueño es la única felicidad de los desdichados.
35 – Le descañona
¤ Le descañonan y le desollarán. La culpa la tiene quien se pone en manos de tal barbero.
§ Una cortesana afeita a su amante bobalicón que se le cae la baba, y le arranca así hasta el último maravedí.
¶ Igual que ¤.
36 – Mala noche
¤ A estos trabajos se exponen las niñas pindongas que no se quieren estar en casa.
§ Noche de viento recio, mala para las putas.
¶ Malo anda el negocio, cuando el viento y no el dinero levanta las sayas a las buenas mozas.
37 – ¿Si sabrá más el discípulo?
¤ No se sabe si sabrá más o menos, lo cierto es que el maestro es el personaje más grave que se ha podido encontrar.
§ Un maestro burro no puede enseñar más que a rebuznar.
¶ Los maestros burros no pueden sacar otra cosa más que borriquillos.
38 – ¡Bravísimo!
¤ Si para entenderlo bastan las orejas, nadie habrá más inteligente; pero es de temer que aplauda lo que no suena.
§ Hasta los burros aplauden por moda la música mala, cuando ven otros que dicen bravísimo.
¶ Si para entenderlo bastan las orejas, ninguna más a propósito.
39 – Hasta su abuelo
¤ A este pobre animal le han vuelto loco los genealogistas y reyes de armas. No es él solo.
§ Los borricos preciados de nobles descienden de otros tales hasta el último abuelo.
¶ A este pobre animal le han vuelto loco las genealogías (Godoy).
40 – ¿De qué mal morirá?
¤ El médico es excelente, meditabundo, reflexivo, pausado, serio. ¿Qué más hay que pedir?
§ No hay que preguntar de qué mal ha muerto el enfermo que hace caso de médicos bestias e ignorantes.
¶ El médico es excelente, meditabundo y pausado.
41 – Ni más ni menos
¤ Hace muy bien en retratarse: así sabrán quién es los que no le conozcan ni hayan visto.
§ Un animal que se hace retratar no dejará de parecer por eso animal, aunque se le pinte con su golilla y afectada gravedad.
¶ Hace bien en retratarse el Sr. Golilla. Así sabrán quién es los que no lo hayan visto.
42 – Tú que no puedes
¤ ¿Quién no dirá que estos dos caballeros son caballerías?
§ Los pobres y clases útiles de la sociedad son los que llevan a cuestas a los burros, o cargan con todo el peso de las contribuciones del estado.
¶ Las clases útiles de la sociedad llevan todo el peso de ella, o los verdaderos burros a cuestas.
43 – El sueño de la razón produce monstruos
¤ La fantasía abandonada de la razón produce monstruos imposibles: unida con ella, es madre de las artes y origen de sus maravillas.
§ Portada para esta obra: cuando los hombres no oyen el grito de la razón, todo se vuelve visiones.
¶ La fantasía abandonada de la razón produce monstruos, y unida con ella es madre de las artes.
44 – Hilan delgado
¤ Hilan delgado y la trama que urden ni el diablo la podrá deshacer.
§ Las alcahuetas llevan una cuenta muy cabal de sus tercerías y se hacen pagar muy bien los niños que van despachando y se ven detrás colgados como cerros de lino.
¶ Las infames alcahuetas hilan tan delgado que ni el diablo puede deshacer la trama de chiquillos que urden.
45 – Mucho hay que chupar
¤ Las que llegan a 80 chupan chiquillos: las que no pasan de 18 chupan a los grandes. Parece que el hombre nace y vive para ser chupado.
§ Los rufianes y alcahuetas desgracian centadas de chiquillos, dando drogas para abortar cuando el secreto lo exige.
¶ Parece que nace el hombre y vive para ser chupado. Los rufianes llevan buena cuenta de las cestas de chiquillos que se fabrican por su medio o se desgracian con sus abortivos.