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Kitabı oku: «Historia de Venezuela, Tomo I», sayfa 32

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CAPITULO SEGUNDO

Como Geronimo Hortal se paso a Cubagua a juntar la jente que con el capitan Alderete auia llegado aquella isla, y Alonso de Herrera con la jente subio el rrio arriua y se alojo a inuernar y hazer vna barca en la prouincia de Carao.


Ya que los vergantines se yban acauando de hazer, le vino nueua a Geronimo Hortal como Alderete, su capitan, auia llegado a la isla de Cuuagua con ciento y cinquenta honbres y otros aderezos y municiones para la jornada. De esta nueua resciuio muy gran contento Geronimo Hortal y todos los que con el estauan, y luego se determino que Alonso de Herrera con toda la jente que alli tenia, diese principio a la jornada y comencase a suuir el rrio arriua, y el yrse a Cuuagua a uerse con Alderete y rrecojer los soldados que traia y procurar juntar mas para yr en seguimiento de Alonso de Herrera423 dentro de seis meses, alcanzallo e yrsse juntos, porque Alonso de Herrera se auia de yr poco a poco y entretiniendo por el rrio ariua.

Determinado y acordado esto, se acauaron de todo punto los uergantines, y Jeronimo Ortal dio todo poder Alonso de Herrera para rregir y gouernar el armada y jente de mas del quel se tenia de teniente general, y nonbro por alguacil mayor a Aluaro de Hordas, sobrino de Don Diego de Hordas, a quien Sedeño quiso cortar la caueza, como en otra parte se dijo, y se partio la buelta de Cubagua al efeto dicho.

Alonso de Herrera hizo luego aprestar y enbarcar su jente, y dejando en la fortaleza de Paria veinte honbres de los mas ynauilitados para trauajar, questuuiesen alli como guardas della, se partio con los vergantines que auia echo y uno de los nauios que Ortal auia traido, el qual no menos trauajo causo a sus soldados que la nao que Ordas auia metido el rrio arriua, el qual hera tan dificultoso de lleuar que ni con los uarcos a rremo ni con las velas lo podian hazer nauegar, y tomaron, por vltimo rremedio, que vna ancora que el nauio traia la echauan atada a un cable el rrio arriua todo lo que el cable alcanzaua, y luego tirauan con el cabrestante, y desta suerte lleuaron el nauio asta el pueblo de Vriaparia, en la qual distancia se tardaron harto tienpo con tan ecesiuo trauajo quanto de semejante manera de nauegar se puede ymaxinar que se padeceria. Demas de lo qual les falto la comida, como a los demas que con Hordas auian por alli nauegado, y aunque en esta jornada yban muchos de los que con Hordas auian padecido los trauajos que arriua se an contado ni en caueza ajena ni en las suyas propias no auian escarmentado; pues rremedio de hazer candela en que aderezar eso poco que tenian de comer, no le hallaron en muchos dias por estar toda la tierra anegada, que entraua entonzes el ynbierno. Mas de quando topauan algunos troncones424 o rraigones de arboles, que los auia por alli muy grandes, juntauanse a ellos y encima hazian candela y aderezauan lo que auia que aderezar para comer.

Llegados con tanta calamidad y trauajos al pueblo de Paria, donde auia estado Hordas, hallaronle despoblado de poco tienpo y sin ninguna comida, a causa de que ziertos yndios cariues salteadores, que por alli zerca bivian, auian dado sobre la gente y naturales del pueblo, y auian preso y muerto muchos dellos, se los auian comido425, y los demas que pudieren escapar, por no uenir a manos de tan crueles enemigos, se pasaron a uiuir a otra parte. De mas de pretender proueherse de comida en este pueblo de Paria, lleuaua yntencion el capitan Herrera de si ouiese o hallase en el tanta abundanzia de comida como quando en el entro Hordas, ynbernar alli, por no nauegar en tienpo de agua, y por entretenerse hasta uer si durante el ynbierno venia su gouernador Ortal; y despues que bio el mal aderezo que alli auia, pasose de la otra uanda del rrio, a la prouincia de Carao, donde ansi mesmo antes auia estado con Hordas, y saltando en tierra dejo vn Capitan con algunos soldados en guarda de los uergantines, y el, con todos los demas soldados, se426 entro la tierra adentro en demanda del pueblo o poblazon de Carao, questaua apartada del rrio dos leguas, y hallaronlo sin jente, aunque uien proueido de labranzas de yuca, y maiz muy poco, porque en aquella prouincia mas se dan los naturales por la yuca que por el maiz. Los naturales se avian puesto en cobro por el temor que tenian a españoles, por el daño que Hordas les auia echo al tienpo de su partida. Con tan buen rrecurso y prouision de comida como hen este pueblo allo, Alonso de Herrera acordo ynuernar en el por las causas dichas; y porque en los uergantines que tenian echos no cauia bien toda la jente, ni aun se podian lleuar en ellos los cauallos, acordo de hazer alli427 vna barca grande, llana, a manera de las cordouesas que andan por el rrio Guadalqueui, y asi luego mando comenzar a serrar madera y poner las manos en la hobra.

La jente estaua diuidida en dos partes, porque los vnos auitauan en el pueblo de Carao con el capitan Herrera, guardando y haziendo y ajuntando la comida, los otros rresedian en los varcos, guardandolos y continuando la hobra de la uarca que tenian entre manos, mas cada dia yban los vnos a donde estauan los otros; los que rresedian en el pueblo lleuauan del casaue que hazian a los del rrio, y los del rrio ynuiauan a los del pueblo pescado y tortugas y otras chucherias que del rrio sacauan; y porque el camino por donde se tratauan les parecio algo largo para andallo tan de hordinario, abrio el capitan otro por vna montaña y sierra que entre medias de los dos alojamientos estaua, la qual, aunque hera aspera, no dejaua de atajarse por hella parte del camino.

CAPITULO TERCERO

En el qual se escriue como algunos principales vinieron de paz al alojamiento de Herrera, y como por traicion yntentaron pegar fuego a los buhios donde los españoles estauan alojados, y como fue descubierto y rremediado.


En este tiempo dos o tres señores o principales de aquella prouincia vinieron, como suelen dezir, de paz, aunque su principal yntento fue uer y conozer la jente española que alli auia, para si fuesen parte echallos de su tierra. Alonso de Herrera los rresciuio amigablemente y les dio a entender que su uenida ni estada alli428 no era para danificalles ni hazelles mal ninguno, mas de esperar a que pasase el ynuierno y proueherse de alguna comida o matalotaje para su uiaje, despues de lo qual se irian. Los yndios mostraron holgarse de la conpañia de los españoles, aunque en lo ynterior no deuian de tener ningun contento, pues los ueian señoreados en su tierra, casas y labranzas, y asi se ofrecieron, aunque finxidamente, de guardar y conseruar el amistad y paz con los españoles. Herrera les dijo que para que con mas breuedad el y sus conpañeros se fuesen de su tierra y pueblos, que hellos y sus súditos les ayudasen a hazer cazaue para su matalotaje, y que teniendo la prouision de lo que para su uiaje y jornada auia menester, que aunque no fuese vien salido el ynuierno, se irian el rrio arriua. Los yndios respondieron que les placia de hazer lo que se les rrogaua, y asi lo pusieron luego por la hobra. El capitan Alonso Herrera mando, so graves penas, que no se les hiziese ningun daño a los casiques ni a sus sujetos, y para que mas a rrecaudo estuuiese la comida que se hazia, hizo desenbaracar vn buhio o casa de yndios que cerca donde posaua estaua, y alli hazia poner o juntar todo el casaue que sus soldados, con sus propias manos, hazian, y el que los yndios traian, no descuidandose en el mirar por si y uiuir mas rrecatadamente que hasta alli, porque deuajo de la finjida paz que le auian dado no le hiziesen alguna traicion donde todos pereciesen; y biendo quan buena maña se dauan a hazer este jenero de uitualla y que presto ternian429 lo necesario dello, mando a la jente que en el rrio rresedian que guardasen los uergantines, y en la hobra de la varca que pusiesen en horden todos los aderezos de fragua que lleuauan y labrasen las herramientas y clauazones que para ajuntar y acauar la uarca eran nezesarios; y con estas maneras de gastar el tiempo casi todos andauan ocupados y aun trauajados, porque los mesmos soldados cortauan la madera para el uarco y la traian al astillero y la labrauan, hazian el caruon para la fragua y lo cargauan, majauan y martillauan, y yuan por la yuca a las labranzas, arrancauanla, traianla a cuestas a su rreal, y por sus propias manos la rrallauan, esprimian y aderezauan para hazer el casaue.

El mesmo trauajo tenian en proueherse de agua y leña, y con estar ocupados en todos estos trauajos, no heran tan moderados que no hazian algunos desabrimientos a los yndios de la tierra que de paz tenian y les seruian, por donde deseasen echar los españoles de su tierra, los quales, para no ser sentidos de lo que deseauan hazer, y porque para echallos por fuerca de armas, hellos no heran parte ni hallauan ningun descuido en los soldados, enuiaron ziertas noches vn yndio de los mas valientes y osado quentre hellos auia a que con una flecha de fuego tirada con un arco, pegase fuego al buhio donde los españoles juntauan el casaue, para que pegadose el fuego en aquel buhio, se les quemase el matalotaje y las demas casas que alli zerca estauan, y si la ocasion fuese tal qual hellos deseauan, acudir con sus armas a dar en los españoles, y si no, con aquel daño serian compelidos a yrse a otra parte.

Esta ynvencion no la hizo el yndio a quien se cometio tan yncuuiertamente que no fuese visto por las uelas que uelauan, porque al tiempo que el yndio tiraba la flecha con el fuego desde lejos, yba centellando, y acudiendo al buhio donde cayo o se hinco, uiose claramente la traicion, de lo qual se enojo tanto el capitan Herrera que determino de vengarse muy a su saluo, enuiando toda la mas de la jente que alli tenia a los pueblos donde los yndios estauan descuidados por pensar que no auian sido sentidos, para que, so color de yr a cojer yuca para hazer casaue como otras uezes lo auian echo, prendiesen a todos quantos en los pueblos allasen; y para mas descuidallos hizo que no lleuasen harmas ningunas, lo qual pudiera causalle al capitan mas daño del que pensaua hazer a los yndios si fueran redomados o guerreros.

Los soldados lo hizieron como su Capitan les mando, y prendiendo toda quanta gente hallaron en el pueblo, asi uarones como mugeres, los lleuaron a todos donde Alonso de Herrera auia quedado con otros pocos de soldados430, el qual, a los yndios que le parecio que heran para guerrear y que si se soltauan le podrian danificar, pusolos en prisiones de hierro, de suerte que no se podian yr, y a los demas ato con sogas por el pescuezo, como se acostunbraua hazer en semejantes echos. La jente que en esta ynjusta y cautelossa presa se tomo, pasaron de trecientas personas, entre los quales auia un yndio estranjero, natural de Aruaco, aunque muy amigo de estos y casado alli, de grandisima dispusicion y fuercas y muy gentil presencia, el qual, al tiempo de la toma, cupo en suerte a un valenciano no de menor dispusicion y fuercas que el yndio, para que lo atase o amarrase como a los demas hazian. El yndio se aprouechaua tan bien de sus fuercas que aunque despues llegaron al efeto otros españoles no lo pudieron sujetar asta que con vn machete que vno de los soldados lleuaua, le dieron dos o tres golpe en la caueza, con que le aturdieron, y asi, casi sin sentido, lo aprisionaron como pretendian.

Este yndio, traido al rreal descalabrado, y biendolo Herrera, rreprehendio asperamente a los que lo avian echo y lo hizo soltar para que se fuese o hiziese lo que quisiese, procurando primero curallo de los golpes que en la caueza tenia. El yndio no consintio431 que los españoles le curasen, no fiandose de la cura que le podia hazer quien le abia descalabrado; mas despues de auerse estado alli algunos dias, se fue al pueblo y a su modo se curo, de suerte que sano en mas breue tiempo que pudiera sanar si los españoles le curasen. Y aunque sano y en su liuertad se uio, nunca dejo de uenir a uer a sus conpañeros y amigos que presos estauan, trayendoles algunas cosas para su sustento; y con esta libertad que tenia, lo mas del tiempo entendia en espiar y mirar el modo que los españoles tenian en uelarse y guardarse y tratarse de la vna rrancheria a la otra, para que juntando alguna jente yntentar de soltar a sus conpañeros.

CAPITULO QUARTO

Como el yndio Aruaco junto jente y se puso en enboscada para con ella librar a sus conpañeros, y lo que le sucedio y se hizo de los demas yndios presos.


Avnque no es cosa vssada mezclar los echos de los yndios que uoy432 con los trauajos que uoy narrando de los españoles, sumariamente dire lo quel yndio descalabrado, de quien de suso hize mencion, hordeno e hizo por libertar y sacar de prision a sus conpañeros y por ventura a su muger, que con los demas presos debia destar.

Este Aruaco, andando con esta ansi433 de liuertar a sus amigos, junto entre todos los demas que por alli andauan libres y de las joyas que los cautiuos tenian escondidos, cierta cantidad de oro, que hellos llamauan vna haua, que hera vn zestillo pequeño, que no dejarian de cauer en el mas de mill pesos, y fuese a la prouincia de Guayana, questaua pocas jornadas de alli, que hera jente con quien los presos, en tienpo de su liuertad, tenian contrato y conuersion434, y hablo con el señor y principal de aquella prouincia, y haziendole sauer el ynfortunio y prision de sus conpañeros, y rrogandole435 que le fauoreciese para libertallos, pues todos heran amigos, y para que la jente fuese de mejor gana le lleuaua aquel poco de oro que auia podido juntar de lo que les quedo, que los cristianos lo tomaron, para ayuda a los gastos que en el socorro se auia de hazer.

El principal rresiuio el presente, sin hazerse mucho de rrogar, y luego conboco y junto su jente de guerra, que serian asta dos mill galdules436, y mandandoles tomar las armas, les dijo el efeto para que los auia llamado, haziendoles que alli, en su presencia, hiziesen los acometimientos y horden con que auian de pelear, los quales lo hizieron con mucha grita y rregocijo, como jente que peleauan con sus propias sonbras; y despues de conclusa la437 rrepresentacion uebieron y bailaron y cantaron conforme a la costumbre que en esto jeneralmente ay en todo lo demas de las Indias, que quando an de ir a pelear se enborrachan y hazen grandes bailes y cantos, y los enuio con Aruaco, diziendoles que fuesen con el y lo ouedeciesen como a su capitan general.

El yndio Aruaco se uino con su jente de guerra y se enbosco en vna montaña por do atrauesaua el camino que los españoles lleuauan o seguian desde su rreal a los uergantines y rrio, para que al tiempo que por alli pasasen con las piezas e yndios que presos tenian cargados de la comida, dar sobre hellos y matar los españoles que en su guarda fuessen y soltar los yndios y dar luego en la demas jente y acaualla, lo qual hizieran facilmente con esta horden que auia ynbentado si Dios todopoderosso, por su misericordia, no permitiera que fueran descuuiertos de esta manera438; segun la horden que el capitan auia dado en su canpo, auia velas y rrondas de a cauallo, y al que le cauia rrondar el quarto del alua estaua obligado a correr, despues de amanecido, distancia de vn tiro de arcabuz al rrededor del sitio; y auiendo salido vn Moran a cunplir con su obligacion, por auelle cauido aquella noche la ronda, lleuaua vnos perros consigo, los quales sintiendo el olor de los yndios que estauan en la enboscada, fueron hazia el arcabuco, y sin osar entrar dentro, comenzaron a ladrar. El amo se fue llegando a uer lo que hera, y ahotando439 los perros entraron en el arcabuco y descubriose la zelada. Los yndios, viendo que heran sentidos, salieron tras del Moran, y tirandole muchas flechas le constriñeron a que se rretirase a donde la demas jente estaua aderezando de partirse con todos los yndios presos cargados de casauo para yr a los uergantines y rrio, y auiendo de pasar por la enboscada de los yndios; y se ouieran ya partido sino se lo estorvara el Capitan, que auia oydo el rruido de los perros, y aunque enteramente no sauian ni pensauan lo que hera, no consintio que saliesen hasta que el que rrondaua ouiese buelto, el qual llego, como se a dicho, rretrayendose de los yndios y dando alarma, con lo qual luego, con la breuedad que el caso rrequeria, se armaron todos, asi de a pie como de a cauallo, y despues de auerseles vien azercado los yndios, dieron en ellos hiriendo y alanceando los auyentaron con arta perdida de muchos de hellos que mataron en el alcance.

Solos dos españoles hieron440 los yndios, y el vno fue el Capitan, que auiendo dado a un yndio vna lancada por vna teta, que lo paso de a parte a parte, el yndio disparo la flecha y le paso el sayo de armas y lo hirio. Rrecojida la jente, de los heridos no peligro ninguno mas de causarles gran dolor en todo el cuerpo las heridas, a causa destar las flechas vntadas con aji cariue.

Auida esta uitoria, luego determino el Capitan de no detenerse alli mas tiempo; y haziendo lleuar toda la comida que tenia a los uergantines, el se rrecogio al rrio con toda la jente e yndios que tenia presos, a los quales, en pago de su ospedaje, los enbarco en el nauio, para que con cierta cantidad de oro que por alli abia rrecojido, los lleuasen a Jeronimo Ortal a Cubagua para ayuda a rreazerse de mas jente. Los yndios, viendose en el nauio deuajo de cuvierta y que los querian lleuar fuera de su natural, acordaron prouar fortuna y uer si se podrian soltar, y una noche, a media noche, alcaron la puerta del escutillon y con el mayor silencio que pudieron se comencaron a salir vno a uno y echarse al agua, y nadando se iuan hazia la tierra, y se ponian en saluo. El que hazia la guardia e vela a este tiempo estaua durmiendo, y quando acudio o sintio que los yndios se le salian eran ya huidos la mayor parte de hellos, y tapando de nueuo la boca del escotillon llamo a sus compañeros y dio noticia de lo sucedido; lo qual sauido por Alonso de Herrera rresciuio harto enojo por la poca jente que le auia quedado, y por que no se le fuese la que rrestaua mando luego partir el nauio con cinco o seis españoles que con pena mando que fuesen en el, porque tenian todos tan buena esperanza del suceso de su jornada que no querian boluerse atras por hallarse presentes al entrar de la tierra y gozar de las rriquezas que hellos mesmos se prometian.

El piloto de la carauela, al tiempo de su partida, manifesto al Capitan que entre ciertos lebantiscos que en su campo estauan, se vsaua el pecado de sodomia, que los castigase. Alonso de Herrera rresciuio su declaracion sobre hello del piloto y lo ynbio luego y procuro averiguar los que auian vsado y vsauan aquel nefando pecado: confesaron cinco honbres, que dijeron ser ytalianos, entre los quales auia vno llamado Joan Maria, natural de Florencia. Este prometia de dar al Capitan gran suma de dineros porque lo soltase y no lo quemase: los demas, sus conpañeros deste, afirmauan que podia dar lo que prometia y mucho mas, por suceder, çomo sucedia, en la hazienda de vn tio suyo muy rrico que no tenia otro heredero sino a el; mas el Capitan no se curo dello, queriendo mas castigar aquel delito con la merescida pena que lleuar en su conpañia quien lo ynficionasse y fuese para mas yndinacion y castigo suyo y de su jente, y asi los quemo a todos.

CAPITULO QUINTO

Como Alonso Herrera y los españoles que con el estauan, salieron de la prouincia de Carao y comenzaron su nauegacion y jornada el rrio ariua, y lo que les sucedio con ciertos cariues que en el camino toparon.


Era por prencipio del año de treinta y zinco quando de todo punto Alonso de Herrera acauo de aderezarse para nauegar el rrio arriua en demanda de su noticia de Meta. Enbarcada toda la jente y bastimentos, ansi en los uergantines que de Paria auian sacado como en la uarca que en esta prouincia hizo, comenzo a nauegar con vn genero de tormenta que, con la marea y brisa que de la mar venia, le sobreuino y alcanço de tal suerte que estuuieron en rriesgo de perderse en el rrio, porque con las muchas olas que el uiento y la creciente de la marea leuantauan, se les enchian los vergantines de agua, tanto que con dificultad y gran trauajo la agotauan. Algunos no tuuieron este pronostico por uien de su jornada, porque tanbien al tiempo que salieron de la fortaleza, en el Golfo de Paria, les tomo otra tormenta donde pensaron perecer.

A bonanza del rrio sin perdida alguna su viaje prosiguieron con algun descanso, por ayudalles mucho el uiento y nauegar los vergantines a uela y sin necesidad de rremos. Toparon otro dia de como salieron de Carao, dos piraguas de yndios cariues que uenian de saltear de los pueblos comarcanos al rrio arriua. Fueron ciertos soldados en vna canoa de perlas a tomar las piraguas. Los yndios, desque los uieron zerca, arrojaronse al agua y dejaron las piraguas con lo que hen ellas traian, que hera cantidad de quartos de yndios frescos y asados en barvacoa de los pueblos que auian arruinado el rrio arriua. El Capitan tomo de las piraguas lo que le pudo aprouechar y lo demas echo en el rrio y mando quebrar las piraguas.

Prosiguio el armada su uiaje, e ya que hera tarde y que queria anochezer, vieron cantidad de candelas el rrio arriua de yndios questauan rranchados. Cudiciaronse los soldados a yr a ellas, por uer lo que fuesse, y si hen ellas vuiese de que se aprouechar. El Capitan se lo estoruaua diciendo que las lunbres que se ueian heran de cariues, conpañeros de los demas cuyas canoas auian tomado aquel dia, con los quales no podian ganar nada, sino auenturar a que le yriesen algun honbre o cauallo y muriese rraviando. Los soldados todauia persuadian a su capitan a yr a uer lo quen las candelas auia, por lo qual, despues de rrancheados en tierra a la parte de donde las lunbres parescian, y pasado buen rrato de la noche, Alonso de Herrera tomo consigo veinte honbres con sus espadas y rrodelas y se fue derecho a donde las lunbres estauan, y azercandose a hellas todo lo que pudo, conocio ser yndios cariues, de los quales algunos dormian y otros andauan asando quartos de yndios de los que auian tomado, y otros hazian barbacoas para asar sus partes; y considerando el Capitan bien la jente que auia y el sitio y alojamiento donde estauan, se boluio a sus uergantines sin ser sentido; y para que el brio y boluntad que los soldados tenian de dar en aquellos ynumanos yndios y desuaratallos se cunpliese, echo en tierra dos cauallos y enuio con ellos treinta honbres que antes que amaneciese tuuiesen tomada las espaldas a la parte de tierra a los yndios, para quen llegandose con los uergantines por el rrio, los cojiesen en medio y diesen en ellos a su uoluntad.

Amanecido, el Capitan se partio el rrio arriua en sus vergantines, y no pudieron llegar tan en breue que ya los yndios no auian sentido a los que por tierra auian ydo a tomalles las espaldas, con los quales se comencaron a rreuoluer por las armas y ofenderse los vnos a los otros. Los yndios heran tan diestros en su jenero de pelear y de tan buen animo que tuuieron por pundonor no boluer las espaldas a sus contrarios, y asi se trauo entre hellos vna bien rreñida guazauara, la qual tuuo asta que la jente de los uergantines salto en tierra con su Capitan, y despues de juntos todos los españoles peleauan los yndios con mas animo que de antes, paresciendoles que si no hera benciendo o matando los cristianos no tenian otro rremedio para escapar las uidas. En el conflicto de esta guazabara dieron a vn soldado llamado Joan Fuerte, que rreside agora en el Nueuo Rreyno, cinco flechazos, y pareciendoles a los yndios que con tantas heridas le tenian muerto, corriendo arremetieron a el para lleuarselo biuo, y el se dio tan buena maña que de mas de quinze yndios que lo tenian asido se solto y saluo, por ser honbre de grandes fuercas. El suceso desta guazauara fue que los yndios murieron todos hen ella, que no escapo ninguno, ecepto dos, que el vno dellos rreseruaron para que les guiase algunas poblazones de aquel rrio, y el otro con ciertas heridas, se echo al rrio, donde a uista de todos le rrecoxio vn cayman y lo metio deuajo del agua. De la parte de los cristianos quedaron heridos seis honbres y un cauallo, de los quales murieron los tres.

Conclussa esta guazauara, los españoles se esparcieron por la canpiña, asi por se rrecrear en uer tantos cuerpos muertos por sus manos, como por buscar si hallarian algun oro y otras cosas de que se aprovechar, y biendo la carneceria de yndios que aquellos cariues tenian alli para su sustento. En el propio sitio donde los yndios cariues estauan rrancheados, auia ziertos aruoles en los quales uieron estar cinco yndios de los que aquellos cariues auian traido biuos asta halli, y los tenian atados en lo alto de estos arboles para quando ouiesen comido los que ya tenian muertos, matar estos, los quales, como fuesen vistos por algunos soldados, creyendo estar sueltos, comencaronlos a llamar y hazer señas para que se defendiesen, y como uiesen que no uajauan, suuieron arriua y hallaronlos de la forma dicha, y soltandolos lleuaronlos a su Capitan, el qual allo que uno de ellos hera hijo de un principal o señor de cierto pueblo que estaua el rrio arriua, zerca del paso de Calaitu, el qual conto al Capitan, por vn ynterprete, la forma que aquellos cariues auian tenido en prendelle y cautiuallo a el y a otros muchos yndios e yndias, estando sus padres fuera del pueblo, y prometiendo al Capitan que si lo lleuaua a donde su padre estaua que les haria hazer mucha cortesia y proueher de lo necesario para el uiaje.

En esta rrancheria de estos cariues se detuuo esta armada quatro dias, asi por tener hen ella que comer del despojo de441 los cariues traian rrouado, como por tener necesidad de aderezar el timon de la barca grande, que no podia nauegar.

Venian estos yndios cariues muy proueidos de hamacas de tela, de las quales se tomaron muchas, y de gran cantidad de flecheria de todas suertes para guerra y para caza y para pesqueria. La flecheria de la guerra traian muy a rrecaudo y de suerte que no se les mojase, y las demas no tan guardadas.

423.En la edición de Caracas se dice: para ir en seguimiento de Alonso de Herrera Y dentro de seis meses, etc. La conjunción y no está en el original. Es dudoso si esa y está ahí bien colocada, ó estaría mejor entre las palabras meses y alcanzallo.
424.En la edición de Caracas: troncos, en vez de troncones.
425.Idem íd.: y se los habían comido.
426.En la edición de Caracas se omite el se.
427.Idem íd., falta allí.
428.En la edición de Caracas: ni su estada allí. Este su no está en el original.
429.En la edición de Caracas: tenían, en vez de tendrían.
430.En la edición de Caracas: con otro poco de soldados.
431.En la edición de Caracas: en la cabeza tenía el indio; no consintió, etc. El punto y coma, colocado después de la palabra indio, en lugar de estarlo después de tenía, altera el sentido.
432.Aquí falta alguna palabra, como contando ú otra equivalente, ó sobran que y voy. En la edición de Caracas se suprimen las palabras que voy.
433.Debe ser ansia.
434.Conversión dice el original, pero debe ser conversación.
435.En la edición de Caracas, en vez de y rogándole, se escribe rogóle.
436.Debe ser gandules. En la edición de Caracas se pone galdules.
437.En la edición de Caracas: su, en vez de la.
438.En la edición de Caracas se hace punto en la palabra descubiertos, y de se escribe con mayúscula.
439.Ahotando, de ahotado, adjetivo anticuado que significa confiado, asegurado.
440.Debe querer decir hirieron.
441.Debe ser que, en vez de de.
Yaş sınırı:
12+
Litres'teki yayın tarihi:
25 haziran 2017
Hacim:
690 s. 1 illüstrasyon
Telif hakkı:
Public Domain