Kitabı oku: «Historia de Venezuela, Tomo I», sayfa 34
CAPITULO NUEUE
Como tomando Aluaro de Hordas a su cargo el gouierno de la gente, despues de aver echo vn parlamento a los soldados sobre lo que deuian hazer, dieron la vuelta el rrio abajo hasta llegar a Perataure.
Muerto Alonso Herrera de la manera dicha, y auiendo nonbrado por su theniente a Aluaro de Hordas para que rrigiese y gouernase la gente y canpo como le paresciese, los soldados pasaron por este nonbramiento sin hazer hen ello ynouacion alguna por conoscer a Aluaro de Hordas, que de mas de ser cauallero era muy afable y bien quisto de todos y honbre prudente, entendido y de buen yngenio, el qual azeto el cargo porque le parecio que rresceuian de ello contento los soldados y aun por mandar antes que ser mandado; y pareciendole que el pretender pasar adelante con la enpressa hera en vano, asi por la poca gente que auia, porque de la gente y soldados que de Paria salieron a esta sacon ya no auia mas de ochenta o nouenta, que todos los demas los auia consumido el rrio y trauajos del, como por conozer de los soldados que aunque el lo quisiera hazer, hellos se lo auian destoruar e ynpedir, y aun si les pareziese forcallo a que se boluiese, por lo que antes que Alonso de Herrera muriese auia entendido dellos y aun vistoles yntentar, acordo ganalles por la mano, para con esta manera de anticipazion atrahellos mas a si y tenellos mas propicios, sobre lo qual les hablo teniendolos a todos juntos, poniendoles y trayendoles a la memoria, para consolarlos de su perdizion, quantos enperadores, rreyes y grandes señores auian comenzado descubrimientos y conquistas de tierras no uistas, conforme a la potencia de sus estados, y despues de auer gastado mucha parte de sus rriquezas y andado467 lo mas del camino, dar buelta sin auer hecho ninguna cosa memorable, con perdida de sus gentes y canpo; y que pues esto auia pasado por personas tan poderosas y principales, que teniendo ellos tan justas causas para no pasar de alli, no les seria cosa muy afrentosa el bolverse, pues en todo les hera tan contraria la fortuna, a la qual otros capitanes muy poderosos y briossos ejercitos no auian podido rresistir ni tener de su uando por uia de fuerza, quanto mas vnos soldados tan destrozados, trauajados y deuilitados como hellos estauan de las hanbres, trauajos y calamidades que en aquella trauajosa y larga nauegacion auian traido, donde se les auian muerto todos los mas de sus conpañeros, y los pocos que presentes estauan auian quedado tales de los trauajos pasados que poco numero de henemigos bastaua a destruillos de todo punto; que para ultima rruina y perdicion suya auia sido Dios seruido de quitalles el Capitan que asta alli, con discreta sagazidad, los auia traido y gouernado tan afablemente, cuya muerte les hazia tanta falta para pasar adelante quanto entre todos los presentes no entendia que ouiese quien la pudiese suplir; que aunque los animos y brios no estauan consumidos como las fuerzas, no hera bastante causa el parecelles a todos que heran parte para entrar entre muchos enemigos, proseguir su jornada, pues no todas uesces suplian los animos el defeto de las fuerzas, sino quando la fortuna del Capitan o del exercito hera tal que por el suceso de los acaecimientos se conocia claramente el fauor de los hados, los quales son las principales fuerzas de los ejercitos, y que todo esto conocia y auian conocido en contrario de si mismos en todo el discurso de aquella su jornada; quel tenia por cosa mas que temeraria el querer pasar de alli para arriua, como todos los mas la mostrauan; que pues hellos no heran los primeros a quien la fortuna auia derrivado y hecho voluer atras de sus buenos principios, que no se les podian468 seguir ninguna ynfamia en voluerse, especialmente siendo el pasar adelante rremate y perdicion de todos los que quedauan, y que podian llegar a parte donde ni pudiesen boluer atras ni pasar adelante, dando por su parezer que pues todas las cossas les heran contrarias, como por lo que auia dicho constaua y parescia, que se voluiesen a buscar nueuas entradas donde pudiesen rrecuperar lo que allí auian perdido, y que si algunos ouiese que les pareciese que se deuia hazer lo contrario que lo dijesen, dando las causas en que fundauan su parezer, y que lo que los mas acordasen aquello se efetuase, lo qual se hiziese con brevedad, porque se proueyesen de comida con tienpo para hazer lo que se determinase.
A todos les parecio que se deuia poner en hobra lo que Aluaro de Hordas dezia, ansi por tan justas causas que para hello daua, como porque demas de tenerlo los mas en voluntad, deseauan grandemente uerse fuera de aquel tan enfermo469 y trauajoso rrio, en parte donde pudiesen descansar de los trauajos passados y rreformarse.
Rresulutos todos en el parezer del capitan, luego se proueyeron de comida de algunas labrancas que no muchas jornadas de alli estavan, lo qual yendo a traher, procuraron los yndios que lo auian senbrado, defendersela; mas aunque flacos y enfermos los españoles lo hizieron tan uien, que los yndios no les danificaron en cosa alguna, mas de hirilles vn cauallo de dos que lleuauan solos, el cual dende a poco murio rrauiando, y fue rrepartido y comido entre todos, y tomando el mayz que pudieron y ouieron menester, dieron la buelta y se enbarcaron y comenzaron a nauegar agua auajo.
Auiales quedado vn solo cauallo, el qual boluian consigo, y por dar pesadunbre a los soldados del uergantin en que iua lo mataron de conformidad, dando a entender a su Capitan que el se auia muerto. Rresciuio enojo del matar del cauallo Aluaro de Hordas, y deseando castigar al que lo auia echo, pero curo470 aueriguallo y no pudo, y asi lo rrepartio entre todos, que no les fue pequeña fiesta.
Lo que del rrio de Meta auian andado en treinta dias agua arriua, lo uoluieron a desandar agua abajo en poco mas de un dia que tardaron en llegar a las juntas de este rrio de Meta con el del Guayaure o Paria, donde hallaron por la grande ynundacion de entranbos rrios, las altas peñas donde auian dejado la cruz y las cartas de auiso que arriua dije, todas cuuiertas de agua, que casi no conocian la tierra. Prosiguieron con su vuelta por el rrio Uriaparia abajo, y ni curaron de tenerse en ninguna parte ni en el camino se hallaron quien les estoruase el pasaje. Para un solo soldado fue desgraciada la nauegacion del rrio auajo, que de muy considerado perdio la vida, y fue de esta manera: este desgraciado soldado venia sentado a la proa de vno de los uergantines, el qual auia de pasar por junto a unas peñas que el rrio tenia descuviertas, y con la furia que el uergantin lleuaua paresciale al soldado que yva derecho a dar en las peñas, donde no podia dejar de hazerse pedazos; y pretendiendo saluar la uida, se arroja del vergantin a una de las peñas, la qual con la lama y umidad que sobre si tenia estaua muy rresvalosa, y no obo puestos los pies sobre hella cuando rresualando dio consigo en el rrio sin que mas paresciese. «El que gouernaua el vergantin, gouerno tan bien que aunque aquel desgraciado soldado le parescio que no podia escapar no rresciuio daño ninguno, y el se quedo en el rrio» por la ocasion dicha471.
Al cauo de quinze dias que dieron la vuelta, llegaron a la isla de Gaspar de Silua o Perataure, que esta a la boca de este rrio de Uriaparia, y lo que nauegando agua arriua anduvieron en cinco meses de nauegacion, lo tornaron a desandar en solo quinze dias, sin otros treze meses que en todo el descurso de la jornada gastaron, desde que salieron de la fortaleza de Paria hasta esta llegada de Perataure, que por todos fueron diez y ocho meses de jornada tan trauajosa quanto no se puede encarezer por escrito.
CAPITULO DIEZ
En el qual se escriue como Aluaro de Hordas y los demas españoles, despues de auer pasado gran tormenta en la mar, aportaron a la isla de Cubagua, y Jeronimo Hortal, questaua en la Trenidad a esta sazon, se paso a Tierra fyrme, al puerto de Naver, sauiendo la perdida de su gente.
Luego que allegaron a la isla de Perataure, como tenian tan propinqua la nauegacion de la mar, la qual es mas peligrosa y fragosa a causa de los grandes mouimientos y alteraciones que hen ella hazen los vientos, que la de los rrios y nauegaciones de aguas dulzes, comenzaron aderecar sus uergantines y a rreparallos de todo lo que tenian necesida de aderezarse; y temiendose quen la fortaleza de Paria no estuuiese Geronimo Hortal con gente para seguir su nauegacion y los hiziese boluer otra vez a proseguir su jornada, acordaron no llegar a hella, y asi se partieron la costa en la mano, en demanda de Cuuagua.
Yendo navegando les dio tan gran tormenta que a472 uno de los vergantines, cuyo arraiz hera vn Andino, dio con el en tierra, donde se hizo pedazos, sin que peligrasse persona alguna. Los demas barcos yban prosiguiendo su uiaje y sustentandose contra el biento lo mejor que pudieron.
Vn soldado de los del uergantin quebrado, llamado Perdomo, buen peon y nanador, lo mas presto que pudo se fue la costa auajo y comenco a dar uozes a los uergantines que yvan nauegando. Fue oydo por vno dellos, y rreparandose a uer lo que hera, el Perdomo se echo a la mar y nadando llego al barco, que lo esperaua, y rrecogiendolo dentro, dio noticia de la perdida de sus conpañeros; mas no pudieron alcanzar al uarco o uergantin donde yba Aluaro de Hordas, y asi se ouieran de quedar perdidos aquellos españoles si Dios no permitiera que la tormenta se les boluiera con tienpo contrario, que los hizo a todos arriuar y boluer otra vez a Perataure, donde supieron el suceso de la perdida del uergantin de Andino.
Determino Aluaro de Hordas de quel vno de los uergantines fuese a la costa donde estauan los españoles esperando su rremedio, que los rrecoxiese y trujese.
En este tiempo, auiendose diuidido los perdidos a buscar comida o algun marisco para comer, la costa adelante, los que auian quedado en el lugar donde auian salido, aderezando o dando horden como de la propia madera del uergantin quebrado hazer algun pequeño barco en que salir de alli, vieron benir cinco piraguas de yndios hazia donde hellos estauan, que no poco temor y alteracion los causo, por no tener armas con que ofender ni defenderse, que por auerse descuidado y auellas dejado en la orilla de la mar fueron cuuiertas con la creciente, y asi acordaron de meterse la tierra adentro, en vnas montañas o arcabucos que zerca tenian, donde se ascondieron. Los yndios llegaron con sus piraguas aquel lugar, y uiendo que no auia quien les ofendiese, saltaron en tierra y tomaron lo que mejor les parecio o todo lo que quisieron, y dieron la buelta, prosiguiendo su uiaje.
Idos473 los yndios, llego el uergantin quen busca de los perdidos venia, y no allando alli a nadie nauego la costa auajo y uio a los que andauan mariscando o buscando comida a la orilla de la mar, y rrecogiendolos se uoluio a Perataure, donde auia quedado Aluaro de Hordas. Dieronle rrelacion de la gente que faltaua, questaua escondida por temor de los yndios, de lo qual rreciuio gran pesadunbre; y sabido que las piraguas de los cariues auian llegado a la costa, determino de yrlas a buscar el rrio arriua: puso en salto o enboscada con sus uergantines en cierta parte del rrio, para si las piraguas pasasen, tomallas. Quiso su fortuna que pasaron de noche, al tienpo que las uelas se auian durmido, y quan oyeron el rruido de los rremos o canaletes, ya las piraguas yban lejos; fueronlas siguiendo, y como hera de noche houieronse de yr con su honrra, eceto vna que deuia de ser de mal navegar, que se quedo trasera y por no ser tomada se metio entre vnos manglares del rrio, donde todavia fue sentida por los españoles. Tuuieronla zercada asta que fue de dia; e los yndios, entendiendolo, saltaron en tierra y escaparon sin ser tomado ninguno.
Los de los uergantines tomaron la piragua y no hallaron en ella rrastro de cristianos; porque si aquellos yndios cariues ouieran tomado los españoles que faltavan, no dejaran de hallar algun quarto o sangre de hellos; y asi Aluaro de Hordas perdio la sospecha de que fuesen muertos y torno a ynviallos a buscar, a los quales allaron en el propio lugar donde se perdieron, que auian salido del arcabuco.
Holgaronse los vnos con los otros de su rrestauracion, y juntaronse otra buelta en la isla de Perataure. Tornaron a proseguir su uiaje para Cubagua, y porque al tiempo de la tormenta ya dicha se aparto otro de los vergantines, y asta entonzes nunca auian hallado rrastro ni tenido nueuas del, acordo Aluaro de Hordas de ir a dar uista a la fortaleza de Paria, por si auian aportado alli, y tanbien por uer si hallarian algun rrecurso de comida, que ya no lleuauan ninguna.
Llegados a la fortaleza no hallaron mas que rrastro de auer estado en el gente, lo qual les fue contento, por creher por aquella señal que no serian perdidos sus conpañeros; mas el contento no fue tanto que vastase a moderar el sentimiento que la hanbre les hazia tener, la qual rremediaron en alguna parte con cierta cantidad de cueros de manati podridos que allaron por el suelo o muladar, y con muchos bledos que en aquel sitio auia, de los quales cojieron todos los que pudieron para matalotaje, y aun de este jenero de comida no obo en tanta abundancia que les vastasse a sastisfascer la hanbre que tenian. Mas474 al fin con ellos se sustentaron lo mas del tienpo que nauegaron, en el qual nunca les dejo de sobrar ynfortunios y trauajos, asi de sospechas por perderse de uista algunas ueces los vnos a los otros, como porque de todo punto les faltase el comer en el camino, lo qual rremediauan con llegarse algunas tardes a tierra y cojer algunas cosas de las que la mar suele criar en sus rriueras.
Estando vna tarde Aluaro de Hordas surto en vn puerto buscando desta comida que e dicho, llegaron dos barcos que yvan a donde estaua Geronimo Ortal, a la Trenidad, con algunas cosas de prouision para su jornada, el qual estaua halli rreaziendose y juntando su gente para yr en busca de Alonso de Herrera el rrio arriua, y se auia rrecogido a aquella isla a juntar su gente por rrespeto de que los yndios de Paria le auian flechado ciertos soldados con yerua y lo auian echo salir de alli.
Los de los varcos, que yvan a donde Geronimo Hortal estaua, dieron a los otros la comida que pudieron, y ovieron dellos rrelacion de la muerte de Alonso de Herrera, y de todo el suceso de la jornada, y con esto se apartaron los vnos de los otros los uergantines. Los dos dellos, que heran en donde yua Aluaro de Hordas y otros, fueron a Cubagua, y el otro vergantin, con vna piragua en que yvan ocho soldados, aporto a la isla Margarita, donde les hizieron todo buen rreciuimiento y cortesia y les dieron muy bien de comer; y dende475 a pocos dias se tornaron a enbarcar y se fueron a la isla de Cubagua, donde fue tanta la falta de comida que auia que casi los propios uezinos no tenian que comer, y asi los de los primeros vergantines, sino fueron algunos que tenian amigos conocidos de tienpo uiejo, todos los demas se fueron a posar a la yglesia, y los del otro uergantin, que despues llego por uia de la Margarita, se aposentaron en el ospital, y de alli salian de noche a pedir por Dios para su sustento, que lo tenian los mas por mayor genero de calamidad y trauajo que todos los pasados juntos.
En este tienpo proueyo Dios de que el Sumo Pontifize concediese cierto jubileo, con que despues de echas ciertas hobras santas y pias, diesen de comer a tres pobres tres dias. Este jubileo, asi como fue vtil a las animas de los vnos, asi fue confortatiuo a los cuerpos de los pobres, que en aquellos dias comieron como conuidados del Padre Santo.
Llegados los uarcos a la Trenidad dieron auisso al Geronimo Ortal de la perdida y buelta de su armada. Sintiolo mucho, y uiendo que con los que alli consigo tenia no era parte para suuir el rrio de Paria arriua, ni menos para sustentarse en aquella isla, saliose della con toda la gente y vinose a Tierra firme, a vn puerto llamado Neveri, mas uajo del puerto de Maracorpima; y dejando a rrecaudo la gente que alli tenia, paso a la isla de Cubagua, a uer si podia atraer a si algunos de los soldados que avian salido de Paria, para uoluer a conseguir su demanda de Meta. Mas los soldados estauan tan escarmentados de los trauajos del rrio que nunca jamas quisieron condezender con su peticion, sino fueron dos o tres, que confiados de la mucha amistad que con Jeronimo Ortal tenian, y por no andar limosneando en Cubagua, se voluieron o fueron con el a Neveri, donde tenia la demas gente; y asi hago distencion en este lugar, porque asi como se muda aqui la jornada y derrota de Paria, asi ay nueuos476 sucessos y acaecimientos, como en el siguiente libro se uera.
LIBRO SEXTO
EN EL LIBRO SEXTO CONTIENE477 COMO PASADO JERONIMO ORTAL A TIERRA FIRME, SE DIO A HAZER ESCLAUOS, Y ENTRADOS LA TIERRA ADENTRO, EN EL QUAL TIENPO LLEGO Á LA PROPIA PROUINCIA VN CAPITAN BATISTA, ENUIADO POR ANTONIO SEDEÑO DESDE PUERTO RRICO, EL QUAL SE ENTRO A YNVERNAR LA TIERRA ADENTRO CON LA GENTE QUE TRAIA. HORTAL478 TENIA POCA GENTE; YNUIO VN CAPITAN SUYO, LLAMADO NIETO A479 A HAZER ESPALDAS A OTROS SOLDADOS QUE LA TIERRA ADENTRO ANDAUAN RRESCATANDO ZERCA DE DONDE ESTAUA ALOJADO EL CAPITAN BATISTA, EL QUAL ENOJADO DE QUE LA GENTE DE GERONIMO ORTAL SE LE AZERCASE TANTO, EMVIO ZIERTOS SOLDADOS SUYOS A QUE DESCONPUSIESEN Y DESARMASEN AL CAPITAN NIETO: HIZIERONLO ANSI. AFRENTADO DE ESTO, JERONIMO ORTAL Y LOS SUYOS FUERON A MARACAPANA, DONDE A LA SAZON AUIA LLEGADO EL CAPITAN RRODRIGO DE UEGA CON MAS GENTE, YNUIADA POR SEDEÑO. DIO HEN ELLOS ORTAL Y LOS SUYOS; DESARMARONLES Y QUITARONLES LOS CAUALLOS Y QUANTO TENIAN, Y LUEGO FUERON A DAR SOBRE EL CAPITAN BAUTISTA Y LOS SUYOS, A LOS QUALES ASI MESMO DESBARATARON. CON ESTAS VITORIAS SE HIZO DE GENTE Y ARMAS JERONIMO ORTAL, Y SE ENTRO EN LA TIERRA ADENTRO EN DEMANDA DE META, DONDE SUS PROPIOS SOLDADOS SE AMOTINARON CONTRA EL Y LE DESCONPUSIERON Y ENVIARON A LA COSTA, Y NONBRARON DOS CAPITANES QUE LOS RRIGIESEN Y GOUERNASEN. PROSIGUIERON480 SU JORNADA; FUERON A DAR A LAS PROUINCIAS DEL TOCUYO Y BARQUISIMETO, DONDE HALLARON AL CAPITAN MARTINEZ CON LA GENTE DE FEDERMAN, POR EL QUAL FUERON LOS DOS CAPITANES DEPUESTOS DE SUS MANDOS Y ENVIADOS PRESOS A CORO, Y LA GENTE SE QUEDO CON FREDEMAN. HORTAL SE FUE A SANTO DOMINGO, DONDE DESPUES DE AVER TRAIDO CIERTOS JUECES SOBRE SUS NEGOCIOS A TIERRA FIRME, MURIO DE ENFERMEDAD QUE LE DIO.
CAPITULO PRIMERO
En el qual se escriue como Jeronimo Hortal envio Augustin Delgado con gente hazer esclauos al pueblo del casique Guaramental, el qual se conuido con la paz y rreciuio amigablemente a los españoles.
Geronimo Hortal, viendose desanparado y aun negado de los suyos y que tenia poca gente para salir con ninguna jornada que a lo largo yntentase, acordo aprouecharse del rremedio que todos los mas en aquel tienpo vsauan para remediar sus necesidades, que hera hazer esclauos, para lo qual el tenia vna zedula del Enperador, que en aquellos tienpos hera muy facil de alcanzar y dificil481 de guardar, porque si los que hazian los esclauos guardaran la horden o ynstruccion que el Rrey les daua, que tuuiesen e hiziesen en el hazer de los esclauos, es uerisimo que nunca se despoblaran ni arruinaran tantas prouincias como se destruyeron con la ynsaciable cobdicia de las gentes que entonzes pasauan a Indias; porque si el Rrey dezia podreis tener por esclauos aquellos que los señores naturales de la tierra tienen por tales y os uendieren, juntauanse los que heran en la consulta o conciliabulo y dauan vn albazo482 en vn pueblo y prendian al señor o casique y a todos sus uasallos e despues de conocido quien hera el principal dezianle que si se queria aber libre que les uendiese aquellos yndios que en su pueblo auian tomado, que le darian tal y tal cosa. El señor o casique, por uerse libre, deziales que los tomasen graciosamente, que el no queria nada por ellos. Amedrentauanle o persuadianle para que pareciendo483 ante el juez o behedor que el Rrey tenia alli para rregistrar los esclauos y ber que no vuiese fraude en el hazellos, el qual muchas vezes hera hen ello, y que digese quel auia uendido aquella gente a los cristianos. El casique lo hazia como los españoles se lo pintauan, y asi se uoluia a su pueblo solo y desaconpañado, y quando mucha cortesia le hazian, le dauan alguna de sus mugeres para contentalle, y en pago de sus uasallos le dauan quatro niñerias, quen España baldrian diez maravedis, y con estas cautelas y otras semejantes es cosa averiguada que se hizieron todos los mas de los esclavos, y se rrouaron y tomaron ynfinidad de haciendas; a los quales autores y perpetradores de estos maluados echos se a uisto pagar sus engaños en esta vida con miserables trauajos y muertes y en la otra estemos ciertos que no quedaron sin el castigo que la grauedad de sus culpas y pecados merecieron.
No digo esto por Jeronimo Ortal, el qual en parte hera tan buen cristiano que por no consentir que se les hiciese agrauio a los yndios ni se les rrouasen sus haciendas, procurauan los soldados y capitanes que lleuaua que no saliese con ellos a ninguna parte de las adonde avian de yr a hazer esclauos.
Estando, pues, Jeronimo Hortal en esta prouincia de Neueri, sustentandose con este genero de aprouechamiento, tuuieron noticia de algunos yndios comarcanos adonde el estaua, que por ser tan ladinos se auian sustentado y conseruado en paz con los españoles, de que ciertas484 jornadas de alli estaua vn principal o señor muy poderoso, de mucha gente y rriqueza, llamado Guaramental. Mouieronse los soldados con mucha alegria, para ir a dar salto en aquella poblazon, mas el Capitan estuuo perplejo en ello, por querer el yr en la demanda, lo qual los soldados procurauan estorualle e ynpedille, sauiendo su condicion, que les auia de yr a la mano en sus demasias; y asi le conuenzieron a que se quedase en aquel sitio y enuiase con cinquenta honbres Augustin Delgado, que hera tenido por honbre espirimentado en negocios de guerra, por auerse hallado en algunas entradas de las que de las yslas de Canaria suelen hazer a Uerueria y asi mesmo en las Indias en algunas guazauaras y guerras entre yndios, donde se auia señalado por buen soldado.
Este Agustin Delgado es el que Hordas dejo en la fortaleza de Paria, que despues se confedero con Sedeño, como atras queda dicho, y conociendo quan buen honbre hera para la guerra de yndios, lo auia atraido a si Geronimo Hortal, y hera por el y por todos sus soldados tenido en mucho; pues como e dicho, a persuacion de los soldados se cometio esta entrada de Guaramental a Agustin Delgado, para que como capitan fuese con aquella gente y hiziese lo que conuiniese.
El casique o señor Guaramental, teniendo noticia de como los españoles yuan a su poblazon y prouincia, acordo ganalles por la mano, enseñado del exenplo y deciplina con que beia biuir485 a otros principales que tenian y conseruauan el amistad de los españoles, y enuio mensajeros al camino a Agustin Delgado con algunos presentes asi de oro como de otras cosas de comida, rrogandole que le rreciuiese en su amistad, la qual el le prometia de sustentar todo el tiempo que por alli anduuiese, y que se fuese derecho a su pueblo con toda su gente, que el les proueheria de todo lo necesario. De esta enbajada no se holgaron nada los soldados, por zessar con hella la esecusion de sus desinios, que heran pura codicia.
Al fin, el capitan Agustin Delgado, conformándose con lo que hera rracon, rresciuio amigablemente el mensaje y enbajada del señor Guaramental, dando por rrespuesta a sus criados que el haria todo lo que su señor le ynuiaua a rrogar, y asi se fue pacificamente aposentar y rranchear al pueblo de Guaramental, donde el señor o principal lo rresciuio con toda alegria y aposento a el con todos los que con el yban en vna rramada486 que de las puertas adentro de su casa o zercado tenia, en que holgadamente se aposentaron todos los españoles y sus jumentos y seruicio.
Hera esta rramada de sola vn agua, echa asi a posta por rrespeto de gozar del fresco entre dia, que el calor hera molesto y pesado.
Este cercado, donde este casique tenia esta rramada, hera de gran compas y cuadrado, echo a manera de fuerza o fortaleza, y ciertamente entre hellos hera tenido por cosa muy fuerte, porque todo el hera echo de palos o arboles muy entretejidos y guarnecidos de crecidas espinas o puntas muy delgadas, de que naturaleza los armo, con que tenian tan fortificado aquel sitio que no hera parte ninguno arrimarse a el sin ser lastimado de las puyas que todos los arboles tenian en si. Dentro de este zercado tenia el casique o señor demas de las casas o buhios de su morada, que en su especie heran muy principales, y dentro de estas casas otros muchos aposentos, que heran como casas de despensa y prouision de las cosas nezesarias para la guerra, asi de armas de todo genero, conforme a su modo y usanza, como de bastimentos y bituallas de carne y maiz y otras comidas de que hellos vsan, y uino echo de maiz y de yuca, que es su principal sustento; de todo lo qual mando el casique o señor Guaramental prouer bastantemente al capitan Agustin Delgado y los que con el estauan, de suerte que sienpre les sobraua todo, porque no osauan los yndios hazer otra cosa por conozer del senblante y gesto de los soldados, y aun de su codicia, que deseauan que se les diese ocasion para saquealles el pueblo y hazelles otros daños que en semejantes actos se suelen rresceuir.