Kitabı oku: «Historia de Venezuela, Tomo I», sayfa 38
CAPITULO TERCERO
Como Antoño Sedeño, prosiguiendo su jornada, marcho la tierra adentro y murio, y en su lugar fueron nonbrados por los soldados Rreynoso y Losada para el govierno de la gente.
Acauado el disuarate del llicenciado Frias y su gente, Antoño Sedeño se quedo con el juez y con su capitan Sandoual y con los otros principales que tenian en prisiones, y a la demas gentalla550 como dije, los ynuio desnudos a la costa, que fue gran uentura no matallos yndios551, a lo menos vsaron con hellos los uarbaros naturales de aquellas prouincias de mas uezindad que sus propios hermanos y como señores, y aun deuio de ser la yntencion de Sedeño entregar estos soldados a los yndios para que los matasen, pues los ynbiaua de la forma dicha y sin armas, porque no se tuuiese en Cubagua noticia de la tirania de quel auia usado con el juez que el Audiencia rreal auia ynuiado; y luego552 se apresto Sedeño con su gente para meterse o caminar la tierra adentro, a partes donde no lo pudiesen facilmente hallar aunque lo buscasen, y aunquestaua tan confiado en sus capitanes y soldados y gente que consigo lleuaua, que todos moririan en su defenssa y pondrian por el la uida, no quiso ponerse en semejante condicion, pues podia la fortuna en un punto mouer los animos de todos a que si uiesen zerca de si algun canpo que en fuercas y poder se les ygualase, amenazandolos con la ynfamia de traicion y tirania, totalmente lo desanpararian por conseruar en sus personas esta honrra de lealtad de su condicion.
Era tan largo y generoso Antoño Sedeño, que con la mucha y desmedida largueza que en el dar con todos generalmente vsaua, que no auia soldado que no lo tuuiese en las entrañas y le paresciese que hera poco perder la uida por el, porque le acontecio553 vn solo capote con que andaua cuuierto, quitarselo dencima y dallo a vn soldado que con necesidad le pedia una camisa o rropa uieja para cubrir y abrigar sus carnes del frio. Mas la consideracion que con todo esto tubo Sedeño, no fue tan en vano como algunos parescera, porque aunque dadiuas quebrantan peñas, la honrra y el temor propio puede mucho mas que todas las dadiuas, pues en nuestro tienpo, pocos años a vimos que Francisco Hernandez Giron, aviendo de comun consentimiento de algunas rrepublicas y gentes que se le llegaron en las prouincias del Cuzco, tomando las armas contra su Rrey y señor y usando de todas las554 y franquezas que otro Capitan de su posible podia vsar, sus mas principales amigos, temiendo perder las uidas y queriendo rrestaurar las honrras, las quales les heran prometidas de parte del Rrey, le negaron y desmanpararon555 quando mas prospero estaua, y asi fue desuaratado y muerto.
Sedeño, como honbre auisado y bien considerado, cogitaua todas las cosas rreferidas, y asi, no queriendo esperar mas en aquella prouincia, por no uer otra vez rrostro a rrostro gente del Rrey, se metio la tierra adentro, con proposito de buscar y descubrir las prouincias de Meta, que siendo tal como se decian, no dexaria de ser perdonado del delito cometido; pero todos sus desinios fueron ataxados con que despues de auer caminado con su canpo y gente algunos dias en demanda de su noticia de Meta, permitio Dios que muriese hinchado de ciertas yeruas poncoñosas que una esclaua suya le auia dado, y tan pauperrimo que con auer poseido arta cantidad de bienes tenporales, no le hallaron vna sauana con que podello enterrar; y aunque algunos tuuieron a gran uirtud esto, los que bien lo miraren hallaron que fue prodigalidad, porque el auerse tan largamente con los soldados Sedeño no manaua de caridad sino de anuicion y codizia de mandar, para con aquella su largueza atrahellos a si y lleuallos a tierras rremotas y apartadas donde pudiese ser señor absoluto dellos; y esto la yspiriencia nos lo mostro en el propio, pues vn poco de tienpo que estubo en la isla Trenidad, en dos uezes con algunos soldados, se auia y ouo tan rrigurosa y asperamente con ellos, que la vna uez se amotinaron contra hel, y la otra le dieron ocasion a que se saliese de la isla por uerse fuera de su mando.
Murio en vn balle o prouincia que se dezia o dijo de Tiznados, nonbre puesto por los españoles a causa de que las gentes de aquella prouincia todos traian los rrostros pintados de ciertas sajaduras que hen ellos se hazian, haziendose y sacandose alguna sangre, sobre la qual ponian tizne o carbon molido y zumo de yerua mora, y quedaban las pinturas señaladas sienpre. Desta manera de galania usan algunas naciones de galanias556 de moros de la costa de Uerueria, y aun de la tierra adentro de azerca.
Muerto Sedeño, luego los Capitanes y soldados determinaron de hazer junta y elegir caueza o capitan que los rrigiese y gouernasen. Venian entre las demas gentes dos caualleros de solar conocidos, que aunque manceuos y de poca hedad, sus uirtudes obligaron a toda la conpañia que los nonbrasen por cavezas. El vno hera Pedro de Rreynoso, hijo del señor de Autillo557, en Castilla la Vieja, y el otro Diego de Losada, hijo del señor del Rreinegro. Al Rreynoso, por ser de mas hedad, nonbraron por su Capitan general, y a Diego de Losada pos Maestre de Canpo. Acetaron los cargos por auer sido elegidos de comun consentimiento, y comencaronlos a vsar en gracia y amistad de todos, y gouernando prudentemente su canpo, despues de auer descansado algunos dias en el lugar donde Antoño Sedeño murio, prosiguieron su jornada con proposito de dar fin a hella o perder en la demanda las uidas(A).
NOTAS AL CAPITULO III
(A) Diego de Losada, al que algunos han creído gallego, era hijo segundo del señor de Ríonegro, y nació en el pueblo de este nombre, en una casa situada frente al santuario de Nuestra Señora de Carballeda, en la provincia de Zamora; pero no se tienen noticias de su juventud, y hasta se desconoce quiénes fueron sus padres, pues no ha podido averiguarlo su biógrafo, el capuchino fray Froilán de Rionegro, el cual, eu su obra El fundador de Caracas Don Diego de Losada (Caracas, 1914), tiene que entregarse á conjeturas acerca de la ascendencia del ilustre caudillo.
No se sabe por qué se hallaba en Puerto Rico cuando Sedeño alistó gente para la jornada de la Trinidad; lo cierto es que formó parte de los soldados que á las órdenes del capitán Bautista se embarcaron para ir á explorar el río Meta, y que á la muerte de Sedeño, siendo aún joven, fué elegido por los propios soldados como uno de sus caudillos. Demuestra esto la fama que ya habia adquirido, y, en efecto, todos los historiadores le hacen objeto de grandes elogios.
Castellanos, en sus Varones ilustres le llama
«Capitán valeroso y esforzado
Varón en guerra y paz de gran recato
Gran hombre de á caballo y agraciado.»
Oviedo y Baños escribe que «fué de gallarda disposición y amable trato, muy reposado y medido en sus acciones, de una conversación muy agradable y naturalmente cortesano, propiedades que le granjearon siempre la dicha de ser bien quisto». Pérez de Tolosa, al hablar de él, dice «es un caballero de cerca de Benavente, muy esforzado», y en nuestros días, Serrano y Sanz lo ha calificado de uno de los capitanes más ilustres que hubo en América en el siglo XVI.
Como más adelante se ha de hablar más largamente de Don Diego de Losada, al dar cuenta de la fundación de Santiago de León de Caracas, y de cómo, tras grandes esfuerzos, sometió á los yndios capitaneados por el heroico Guaicaipuro, sirvan estas lineas como antecedentes de lo que en su lugar se dirá.
CAPITULO QUARTO
En el qual se escriue como el Audiencia de Santo Domingo, teniendo noticia de lo que Sedeño hizo con el llicenciado Frias, proveyo al llicenciado Castañeda que lo siguiese y prendiese, y lo queste llicenciado Castañeda hizo en la jornada. Cuentase algunas costumbres de ciertos yndios por do el capitan Rreynoso paso.
En tanto que lo dicho paso en el canpo de Sedeño, los soldados del llicenciado Frias salieron a Maracapana y de alli pasaron a Cubagua, donde dieron noticia de lo que les auia sucedido con Sedeño. La justicia de Cubagua luego, temiendose que Sedeño con los suyos no ouiesen conspirado y biniesen sobre hellos, viuiendo558 con cuidado, dieron luego auiso a la Audiencia rreal de Santo Domingo de lo que pasaua.
Sintieron el Presidente y Oidores en el grado que hera rrazon, el agrauio que a su juez se le auia echo, y luego, con toda presteza y diligencia, nonbraron otro juez que fuese sobre Antoño Sedeño, que fue el llicenciado Castañeda, al qual mandaron que solamente con vn escriuano y un alguazil fuese donde Sedeño estaua y lo prendiese y hiziese justicia de los culpados, considerando que si de aquella suerte no heran ouedecidas las prouisiones559 que hellos ynbiauan, que deuian andar fuera del seruicio del Rrey Sedeño y los que le seguian, y teniendo rrespuesta dello rremitillo a las armas y castigallos como a rreueldes.
El llicenciado Castañeda se fue a Cubagua y alli se ynformo de la derrota que Sedeño auia lleuado, y sauiendo que se auia entrado la tierra adentro no curo de seguille, asi por no ponerse en el riesgo que el llicenciado Frias se avia puesto, como por no tener ni hallar la copia de gente que le parescia que hera nezesaria para rresistir a Sedeño si fuese menester, y asi paso a Maracapana con vnos pocos soldados, de donde ynuio en seguimiento y alcanze de Sedeño, para que le notificasen las prouisiones de laudiencia, a un Capitan llamado Juan de Yucar con asta veinte conpañeros, los quales metiendose por el rrastro y camino que Sedeño y su gente «auian lleuado, caminando por las propias jornadas, fueron alcanzar el canpo de Sedeño»560 que ya hera muerto, al rrio de Nirua, que cae en la gouernacion de Benencuela, entre Uarquesimeto y la Ualencia, donde despues se descubrieron minas de oro y se poblo la Villarrica, que tuuo otros muchos nonbres y mudamientos.
Como al tienpo que el capitan Joan de Yucar alcanzo esta gente hera muerto su capitan Sedeño, nunca vbo ningun alboroto ni descomedimiento de los que vuiera si su capitan fuera uibo; mas los que gouernaban el canpo, no perdiendo nada de su punto ni jurisdiccion, rresciueron amigablemente al capitan Joan de Yucar y a los que con el yban, y como demas destos todos los soldados estauan bien en aquella sazon con el Rreynoso, y deseauan pasar adelante con su demanda, no obo ningun alboroto ni rremouimiento de quererse boluer atras, porque como algunos soldados estuuieran de opinion de no pasar adelante, no dejaron de tener algunas diferencias, aunque saue Dios quien lleuara la peor parte, y sin pasar de alli se confederaron y concertaron el Juan de Yucar y Rreynoso, que pues Sedeño, contra quien benia era muerto y los soldados lleuauan intencion de seruir al Rrey en aquel descubrimiento que entre manos llevauan o tenian, que se boluiese561 a la costa el capitan Juan de Yucar con sus soldados y con el llicenciado Frias y con los demas forcados.
Hicolo asi Juan de Yucar, que desde alli dio la vuelta, y Rreynoso con su canpo se quedo en aquel propio rrio ynuernando.
Vuelto el capitan Joan de Yucar a la costa, y sauido por el llicenciado Castañeda como hera muerto Sedeño, y como aquella gente lleuaua a cargo el capitan Rreynoso y quan pacificos yban todos y quan sin pensamiento de hazer cossa que no deuiesen o contra el seruicio del Rrey, arrepintiose por no auer el ydo al negocio y juntar alguna gente y salir en seguimiento de Pedro de Rreynoso, para como juez a quien el negocio estaua cometido, tomar en si toda la gente y hazerse gouernador y proseguir la jornada; y porque, para hazer esto, le hera algun ynpedimento Jeronimo Ortal, que alli auia venido con el llicenciado Castañeda, procedio contra el, diciendo que auia engañado al Audiencia y que auia asaltado y rrouado los capitanes y gente de Sedeño, y con estas ocasiones lo prendio y enuio a Santo Domingo, el qual, yendo ante el Audiencia, hizo rrelacion de los desinios e yntencion del llicenciado Castañeda, los quales savidos por el Audiencia, luego a la hora enuiaron por el y se hallo y fue quitado de sus pensamientos, como en otra parte atras dije.
Pasado el ynuierno, los capitanes Rreynoso y Losada comenzaron a marchar con su canpo, y dende a pocos dias562, vna esquadra llamado Pedro de Cazeres563, que yua descubriendo delante, topo el rrastro de la gente de Fredeman, que estuvo poco antes rrancheada en la prouincia del Tocuyo; y sin dar parte a nadie, desimuladamente, dio noticia de lo que auia visto a Rreinoso, el qual, como no lleuaua ningunos poderes de Rrey, mas de la elecion que los soldados auian echo, temiose que si encontraban con la gente del rrastro que auia uisto Cazeres, que seria despojado de su trono564 con el maese de canpo Diego de Losada, que apartandose de la sierra por donde yva el rrastro de Frederman, se diese guiñada y se metiese por los llanos; y todo esto hazia el capitan Rreynoso por consejo y astucia de Pedro de Cazeres, que hera honbre entremetido y entendido.
Este Cazeres es vn viejo tullido y enfermo, a quien Lope de Aguirre, viendo que las enfermedades que tenia y la trauajosa uejez no uastauan a consumir sus dias, hizo con maluadas entrañas, a sus ministros que se la quitasen.
Apartados de la sierra y metidos por lo llano, despues de auer caminado algunos dias con arto trauajo y necesidad, asi por el fastidioso calor que por aquellas uajas y ahogadas tierras ay, ques grandisimo, como por las rralas poblazones que se hallauan, llegaron a un rrio caudaloso que algunos quisieron dezir, y asi lo afirmaron, quera uno de los bracos del rrio de Uriaparia, al qual pasaron con arto trauajo, y caminando por las tierras que por delante tenian, hallavan cantidad de gentes estrañas por la brutalidad con que biuian, vien semejantes aquellas nueuas gentes pocas565 uistas y descubiertas en la Nuruega, llamados pimeos y etrofagos, que son gentes que se sustentan y matienen de pezes y su nonbre propio lo significa assi; porque ni hellos tenian casas donde se rrecogian ni labranzas ni otro genero de mantenimientos mas de unas rraizes delgadas como el dedo y ñudosas como rraizes de cañas, las quales secan al sol y muelenlas y hazen dellas cierta harina y rrebueluenla con harina que tanvien hazen de pescado, y destas dos harinas hazen ciertos vollos y puches con que se sustentan.
Es tanta la abundancia que de pescado tienen estos yndios, que esto les haze viuir tan ociosamente, porque de ynuierno se anega casi toda la mas de aquella tierra, y es tan grande la abundancia de pescado que en este tienpo se cria en los anegadizos, que quando viene el verano lo que toman basta a sustentallos en la forma dicha; y es tal la calidad y constelacion de esta tierra que algunas lagunas, despues de secas y consumida el agua de la az de la tierra, cauando los yndios a medio estado y mas hondo tornan hallar agua donde hallan y toman mucho pescado, como son armadillos y anguillas muy gruesas y otros generos de peces, cosa que ciertamente paresce yncreyble.
Tienen estos yndios cantidad de vnos perrillos pequeños que avllan y no ladran, que los españoles comen y llaman mayas; tienen buen comer; no los desuellan, sino pelanlos como lechones, y hazense dellos gustosas cenas. Hazen estos yndios azeite de la grasa del pescado, lo qual guardan para untarse el cuerpo y comer con ello mahamorras. No tienen sal de la mar, ecepto de una quen muchas partes vsan los yndios hazer de ceniza de cogollos de palma, y es vna sal que rresquema y amarga, casi a manera de salitre, y es muy blanca: hazen della panecillos pequeños de la forma de la uasija en que los cuajan.
De ynuierno se rrecoje esta gente a lugares altos que por alli zerca ay, en el qual tienpo es su abrigo vnos pequeñuelos pabellones566 en que apenas cauen el marido y la muger; y durante este tienpo de ynuierno se sustentan del mataloje567 que de las harinas de pescado y rraices que dije, an podido hazer en el tienpo del uerano, de lo qual entonzes gastan hellos muy poco por guardallo para el ynuierno, y todo lo que comen es pescado fresco.
Es esta gente de cuerpos muy crecidos y morenos muy mucho por andar desnudos y al sol, que en esta parte arde y quema en gran manera. Las mugeres ansi mismo andan desnudas: solamente las dos partes de sus cuerpos mas vergonzossas train cuuiertas con vna panpanilla de anchor de tres dedos. Vsan arcos de palo y flechas y macanas en las guerras que unos con otros trahen; y aunque en los lugares altos ay muchos uenados, no se dan nada por ellos los yndios, porque no los comen, y si los matan es solamente por rrecreacion o pasatienpo y para prouecharse de los cueros para dormir.
No se alcancaron a sauer otras particularidades azerca de los rritos y zerimonias de estos yndios, por yr la gente tan de pasada y con deseo de pasar aquella pesima tierra antes que entrase el ynuierno.
CAPITULO QUINTO
En el qual se escriue como yendo Rreinoso en seguimiento de su jornada se le amotino la mayor parte de la gente, de suerte que uino a pelear con ella y los uencio.
Pasadas estas prouincias de gente y tierra tan desesperada por su esterilidad, en las quales padecio mucho trauajo toda la gente por la falta de la comida, llegaron a otras prouincias de gente que, aunque heran tan baruaras como los de atras, tenian casas en que uiuian y labrauan y cultiuauan la tierra de que se sustentauan, en donde determinaron de descansar algunos dias para rrehazer sus personas y jumentos de la hanbre y trauajos pasados.
E ya questauan algo rreformados acordo el capitan de alli ynuiar568 a descubrir por la derrota que lleuaban, soldados a la lijera. Por no afligir toda la gente junta enviose vna esquadra con asta veinte honbres, los quales despues de auer caminado por tierra llana algunos dias, con arta falta de comida por no topar poblacones en los quales no comian sino hera carne de uenado asada, sin otra ayuda de costa llegaron a un caudaloso rrio, que como las gentes no estauan diestras en aquella tierra, no tenian noticia de los rrios que de las sierras bajan por aquellos llanos, no pudieron rreconozer que rrio fuese aquel, aunque algunos obo que quisieron decir que hera el rrio Marañon; mas yo duda pongo en ello, porque de otros que an ydo en demanda de algunas prouincias hazia la parte del rrio Marañon y an caminado por tierras altas, nunca an podido llegar a vello: pero de este rrio se puede piadosamente crer ser el que oy comunmente llaman el Guauyare, que tiene sus nacimientos cerca de la ciudad que llaman San Juan de los Llanos, prouincia del Nueuo Rreino.
A la orilla o playa de este rrio hallaron vn yndio viejo, que estaua en guarda de vna canoa muy grande y bien labrada, al qual, por señas, le preguntaron por gente y poblazones, y el entendiendo lo que se le preguntaua, señalo y dio a entender que en vna baja serrania que el rrio abajo se hazia, auia gran numero de gente; y con esto, y sin cosa de comer se uoluio la esquadra y los soldados por su camino, a donde estaua su capitan con la demas gente y canpo, para moverse de alli en demanda de aquella serrania; y auiendo ynuiado adelante a Diego de Losada, maestre de su canpo, con asta treinta conpañeros e segun en su descubrimiento lo usavan o avian vsado, mouiose cierta sedicion o orgullo569 entre algunos capitanes o personas principales del canpo, que rreuestidos de una peruersa ynvidia, y deseando quitar los mandos al Capitan y Maese de canpo, decian que aquella serrania heran anegadicos, y que lleuallos alli hera lleuallos a la carneceria, y que de ser gouernados por mocos de poca espirienzia abian de uenirsse a perderse; todo lo qual nascia de enuidia, pareciendoles que si dauan en alguna rrica prouincia, que les hera a hellos cosa afrentosa rreceuir mercedes de aquellos caualleros manceuos.
Esta mormuracion no fue tan corruta570 que uiniese a oidos de Pedro de Rreynoso, mas de para promouer a los soldados a que uiniesen en lo que hellos querian hazer. Los mullidores571 de estas platicas heran el capitan Alonso Aluarez Guerrero y el capitan Aduca y el capitan Pedro Copete y el capitan Garcia de Montaluo y el capitan y el capitan y el capitan, que entre diez honbres que alli yvan deuian ser los cinco honbres capitanes, los quales la noche antes que Pedro de Rreinoso se partio, convocaron y juntaron todos sus amigos con los mas que asi pudieron atraher, sin hazer mal ninguno a su General ni a otra persona, tomaron todos los cauallos que ouieron menester y fueronse a dar sobre Diego de Losada que estaria tres leguas de alli, al qual hallando descuidado de semejante suceso le quitaron los cauallos y armas, y los que heran de su opinion, para luego que amaneciese hazer lo que les pareciese.
Pedro de Rreinoso, sauido y uisto los echos por estos Capitanes y sus secaces, junto los amigos que con el auian quedado para tomar acuerdo en lo que deuian hazer, y a todos les parecio que vsando de presteza saliesen luego en su seguimiento, y si no ouiesen los capitanes y sus secaces desuaratado a Losada, juntarse ian572 o harian lo que la ocasion les mostrase, y si lo ouiesen desuaratado, tanuien harian lo que conuiniese.
Partiose luego Rreynoso con hasta treze honbres de a cauallo y treinta y cinco peones, y caminando a todo andar, llego al alojamiento donde los capitanes estauan que auian desarmado a Diego de Losada, y hallolos puestos en arma, porque segun paresze, tenia puestas centinelas en el camino, que les dieron auisso de como en su seguimiento venia Rreinoso y el rresto de la gente, los quales, aunque sintieron que heran sentidos de sus contrarios y que estauan puestos en arma, arremitieron temerariamente, por ser sus contrarios casi docientos honbres y ellos asta cinquenta.
Al arremeter la gente de los capitanes amotinados, derrocaron vn soldado llamado Labrador, que en las armas y el cauallo les parecio ser el capitan Rreinoso, porque a esta ora au no hera uien de dia, y ansi comenzaron a cantar uitoria los de Rreynoso, quen las uozes con que su capitan los animaua, conocieron no auello perdido. Rresistian con tan buenos animos y fuercas el ynpetu de sus contrarios que despues de auer herido en ellos y peleado buen rrato, los constriñeron a huir, porque la gente que entre hellos estaua del capitan Losada les ponia doblado miedo y les hacia que considerasen no tener las espaldas seguras.
Auyentados y desvaratados la gente de este motin, luego alli fueron presos los tres Capitanes o cauezas, que heran Guerrero y Copete y Montaluo. A los dos, Copete y Guerrero, luego yncontinente les cortaron las cauezas, y al Montaluo no, por yntercesion de Diego de Losada, y aun segun la venibolencia del capitan Rreynoso, si los dos tan de rrepente no fueran muertos tan uien fueran perdonados, como lo fueron todos los demas soldados y capitanes, que no se hizo mas castigo ni daño hen ellos de que en el conflito de la batalla rresciuieron, en el qual murieron mas de treinta españoles.
Fauorescio en este suceso mucho la fortuna a Pedro de Rreinoso, porque parece cosa ynfalible573 que solos cinquenta honbres, y esos mal aderecados, fuesen parte para desuaratar tan de rrepente y en tan breue espacio a ducientos honbres que tanbien heran españoles como hellos y estauan puestos en arma y aduertidos de la llegada de sus contrarios. Podian estos amotinados capitanes y soldados, si les preguntaran como abian sido rronpidos574 y desuaratados de tan poca gente, rresponder lo que Parturo rreza575 de Persia respondio, siendo reprehendido de los suyos, pero estando en su propio rreyno, convidaua con la paz a Trajano, que le uenia a hazer guerra, diciendo a los que le notauan de couarde y pusilanime: si fuese la guerra de Ejercito al Ejercito no temerian los partos a los rromanos; mas peleamos con el Euperador Trajano, al qual dieron los dioses tan gran fortuna que sobrepuja toda nuestra potencia; y ciertamente dijo Parturo lo que por esperiencia en nuestros tiempos emos uisto que haciamos576 en la guerra la buena fortuna y uentura del capitan que la mucha copia de gente, pues sin esta se a uisto en las Indias otras muchas veces Capitanes amotinados y no amotinados, desvaratar y arruinar con pocos conpañeros grandes conpañias de gentes de sus propias naciones y por uentura mejor aderecados y pertrechados de armas que hellos.
Mas como en estos casos la fortuna es tan mudable, pocas uezes tura en conpañia de los que vna uez fauoreze, si no es para ponellos en cunbre donde derriuandolos pueda dejallos tan frustados y deshechos de sus rriquezas y potencias que antes quieran el vmilde ouedescer que el souervio mandar; como lo hizo Diocleciano, enperador, que con poseer aquella suprema dignidad, entendiendo el engaño que en hella auia, y el fin que muchos de sus predescesores auian auido por mano de la fortuna, rrenuncio y dejo el ynperio en manos del Cesar que auia nonbrado y tomo vida priuada y sosegada, de la qual jamas se quiso desabrazar577, aunque muchas vezes fue rrogado que boluiese al ynperio. E dicho esto, porque, aunque en este rrecuentro tuuo Rreynoso tanta ventura como se a uisto, no quiso pasar con sus fauores la fortuna adelante, mas dejandolo con la miel en la boca vino a derriuallo como luego se dirá.