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Kitabı oku: «Historia de Venezuela, Tomo I», sayfa 39

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CAPITULO SESTO

En el qual se escriue lo demas que le sucedio á Rreinoso con los soldados asta boluerse al Tocuyo, tierra de Venencuela.


Pascifica y sosegada ya la gente con el poco castigo y perdon general, no quedaron tan asentados como hera razon, lo qual fue causa de nueuos bullicios, porque como todauia pretendiese Pedro de Rreinoso pasar adelante con su jornada e vr a uer la tierra e serrania que por delante tenia, algunos hermanos, deudos y amigos de los muertos le ponian sospecha por la tristeza de sus rrostros de que mouieran nueuos bullicios para uenganza de sus capitanes muertos, por lo qual estubo algun tienpo perplejo Rreinoso en lo que deuia hazer, porque le parecia que quitar las uidas a quien ya auia perdonado y hazer de nuebo el castigo que conuenia para su seguridad, que hera negocio que a su onor no conuenia y que seria contada por gran seueridad. Por otra parte, se temia que si con la demas gente lleuaua estos honbres, que seria yr sujeto a nueuas reueliones, y an aun578 a que le quitasen la uida a el y a sus amigos y redundasen otros daños mayores que los pasados, por lo qual determino de tomar vn medio entre estos estremos, y fue juntar todas aquellas personas de quien el tenia sospecha y se temia, y diziendoles claramente la sospecha que de lleuallos en su conpañia tenia, y como por rruegos de los de su canpo no auia usado con ellos de ningun rrigor, les persuadio a que tomando sus haziendas y lo que mas ouiesen menester para el camino, se uoluiesen a la mar, por quel queria quedar con quietud y sosiego y sin ninguna sospecha de sus soldados.

A quien les fue dicho esto se holgaron de que se les diese y ofreciese lizencia para uolverse sin pedilla ellos, porque ziertamente tenian por gran sucedio579 verse gouernar y rregir por mano de quien tanto aborrecian, y asi luego se pusieron en camino, con lo qual Rreinoso, pareciendole que de todo punto auia linpiado su gente, comenzo a perceuir sus soldados para caminar, y estando ya de camino, vna noche o dos antes que se partiesen, vn soldado llamado Hontiveros, conuoco y junto ciertos amigos para yrse en seguimiento de los que auian buelto a la mar; y juntando consigo asta treinta honbres se aparto de Rreinoso y se fue tras los otros que yban como desterrados caminando la uia de la mar.

Amanescido que fue, echo menos Rreinoso a Hontiueros y a los demas que le auian seguido, y temiose no fuese trato y concierto de los unos o de los otros para juntarse y benir a dar sobre el, y asi se puso luego en arma, viuiendo con el cuidado que se rrequeria, asta que por estenso supo la derrota que abian lleuado.

Viendo la demas gente los sucesos y controuersias que en tan poco tienpo les auia sucedido, rresfriaronse los demas, y perdiendo580 las voluntades que de querer pasar adelante tenian, y asi comenzaron a persuadir a su capitan Pedro de Rreinoso a que dejase de seguir su jornada y diesse la buelta atras. Pesole desta determinacion de la gente a Rreynoso, y quisiera no uenir hen ella, sino seguir su opinion con pasar adelante: mas mirando los ynconuinientes que dello se siguirian, paresciole que hera mejor hazer de grado lo que por uentura le auian de hazer efetuar de fuerza, y aun podria ser con daño de su persona, y asi, por contentar a todos los que a hello le forzauan, dio la buelta mas de ciento y cincuenta leguas, con tanto travajo, hanbres y nezesidades y muertes de españoles quanto yo no se decir; y si trauajosa fue la entrada, no fue mas descansada la vuelta. Solamente tuuo de uentaja desandar en mas breue tienpo lo quen mucho auian andado.

Bueltos y llegados a la cordillera o sierras, entraua ya el ynvierno y erales necesario parar sin caminar, para lo qual conzertaron que porque aquella tierra hera de pocas uituallas y asi581 toda la gente ynbernaua junta podria en breue acauarseles la comida y peligrar todos, que se diuidiese la gente en dos partes y que Pedro de Rreinoso, general, con la una, tomase la derrota que mejor le pareciese y buscase sitio y prouincia asignada para aquel efeto, y que Diego de Losada, maese de canpo, con la otra parte de la gente, hiziese lo mesmo.

Apartandose con este concierto los dos capitanes, Pedro de Rreinoso camino lo que pudo, y sin poder hallar lugar comodo donde ynbernar, vino a dar a la prouincia de Baraquisimeto, donde hallo a un capitan llamado Montaluo de Lugo con cierta gente, que iua en seguimiento de Federman y de otros capitanes que auian salido la buelta de los Llanos arrimados a la cordillera. Este Montaluo de Lugo fue el que con su gente, salido de esta prouincia, fue a parar al Nueuo Rreino de Granada, donde poco antes auia llegado Niculas Federman con su gente y la de Sedeño.

Llegado Rreinoso a donde Montaluo de Lugo estaua, y sauido por el la manera de su uenida y el suceso de la jornada de Sedeño, prendio al capitan Rreinoso y enbiolo preso a Coro, que hera ciudad que en aquel tienpo estaua poblada, sin conpañera, para que de alli lo ynbiasen preso a Santo Domingo, a que diese quenta de su jornada al Audiencia rreal, lo qual se efetuo asi; y pasado Rreinoso en Santo Domingo, como hera de buen linaje no le falto abrigo, porque alli le casaron honrradamente, donde uiuio mucho tienpo despues y murio, y la mas de su gente se fue con Montaluo de Lugo, y todos juntos, como e dicho, salieron al Nueuo Rreino de Granada, de los quales y de su suceso, se dize en la Istoria del Nueuo Rreyno.

El capitan Losada ynuerno en vn pueblo o prouincia de yndios uien proueidos de comida, llamado Curbaquiua; y pasado el ynuierno se uoluio a Maracapana por donde auia entrado la tierra adentro, y alli se desyzo y desuarato su gente y el se paso a Coro, donde en aquella governacion, siruiendo al Rrey y haziendo algunas jornadas y entradas señaladas, como en algunas partes desta Istoria se uera, biuio mucho tienpo trauajosamente hasta que murio en la prouincia de los yndios llamados caracas.

APÉNDICES

APÉNDICE I

Provisión de la Audiencia de la Española, dada por los Oidores Fuenmayor, Guazo, Infante y Vadillo, en 4 de Mayo de 1534582.


Parecieron ante el Audiencia Luis G. de Leyva i Antonio de la Llana, procuradores de Venezuela, presentando una provanza sobre «los males, injusticias, agravios i estorsiones que el Governador Alfinger, difunto, e Bartolome de Santillana, su teniente, havian hecho. Y otra sobre que el Teniente queria irse secretamente de la provincia. Parecio tambien Pedro Jacome Ganzio, en nombre de los alemanes Governadores, exponiendo los alborotos de Venezuela despues de la muerte de Alfinger, por querer cada (uno) su Governador i quitar la vara a Santillana, siendo los principales para ello los Oficiales reales i Francisco Gallego, Alcalde de Coro, quienes le prendieron con mucho alboroto (tomando todo el oro que Alfinguer i la gente que con el fue a la entrada donde murió), le metieron en carcel obscura con muchas prisiones i alli le tuvieron más de un año, i nombraron en su lugar al Factor Sant Martin, etc. Todos pedian justicia. – Provee el Audiencia que el Obispo Bastidas vaya, tome en si la Governacion i ordene quanto convenga, tanto sobre cristianos como sobre indios, i dege Teniente a quien mejor le pareciere.

En Coro, a 27 de Junio de 1534, juntos en Cabildo en la Iglesia, Pedro de San Martín, Alcalde ordinario factor i Veedor i Regidor, Estevan Mateos, Alcalde ordinario i Regidor, Contador Naveros, Regidor; Antonio Orejon, procurador general; Juan de Villegas, escrivano, se presentó la provisión, se obedeció, i luego se pregonó.

(Extracto en la Colección Muñoz, tomo LXXX.)

APÉNDICE II

Carta de Jerónimo de Ortal al Emperador, fechada en Cubagua á 24 de Diciembre de 1534.


S. C. C. M. – Gerónimo de Ortal a quien V. M. mandó que le viniese a servir de Governador en el golfo de Paria e otras provincias, humilmente besa los pies de V. M. i dice que de la isla de Tenerife hizo saber á V. M. su partida en seguimiento de la jornada de que salió Despaña i dio relación por aquella de la gente que en dos navios llebava, i plugo a Nuestro Señor que, partido de la dicha isla sin nafragio ni escándalo ninguno, llegó á reconocer en veinte i seis dias el rio Dusce, que es ocho grados del norte en la costa de la tierra firme, e podia haver hasta el golfo de Paria cinquenta leguas, i asi, costeando la tierra, vino a la isla de la Trenidad, ques casi a la entrada del golfo, i costeo mucha parte de la dicha isla por haver noticia i lengua de donde estava Antonio Sedeño con pocos cristianos, que a la dicha isla vino puede hacer año e medio, i no se dejó de hacer toda la diligencia que se pudo, porque supo por cartas i nueva cierta en la Cibdad de Sevilla que el dicho Antonio Sedeño estava en la dicha isla con algun trabajo i rriesgo de su persona i de los pocos que alli estavan, i esto procurava viendo que era servicio de V. M. ver los dichos cristianos i segun la nescesidad en que estovieran detenerse alli para los ayudar e sacar del trabajo en que estovieran, lo que por cierto el procuró de haver lengua dellos i costeó la dicha isla, que poca le quedo por ver i nenguna razon ni lengua pudo haver dellos, hasta que llegó en el dicho golfo de Paria, i surto en el ante la fortaleza que alli estava, supo de ciertos cristianos que alli halló, de que adelante dará á V. M. razon dellos, como el dicho Antonio Sedeño podia haver cinquenta dias que dejó la isla de la Trenidad por no se poder sustentar en ella i los indios dalle mucha priesa e havello muerto en veces ciertos cristianos, i ansi se vino al golfo de Paria a la dicha fortaleza, que podia haver hasta doce leguas de donde el tenia su asiento, i en ella supo que podia haver treinta dias que se havia ido de alli con un navio pequeño a la isla de San Juan, con hasta veinte i cinco hombres que sacó de la Trenidad, porque los demas que en ella tenia se le havian ido i dejádole por la poca posivilidad que el tenia en la isla e que la isla era mui recia e segund lo que ha visto della i la relacion que se tiene de los muchos indios que hay que seria menester trecientos españoles i en ellos gente de cavallo para la conquistar de lo que le peso mucho porque estando la dicha isla de la Trenidad con cristianos poblada los de la provincia de Paria i de las otras provincias la tierra adentro estovieram mas quietos e reposados lo que no han hecho como adelante V. M. verá.

El saltó en tierra en el golfo i halló en aquella fortaleza, que es una casa de tapias no bien reparada, sino que por no le quitar el nombre no digo á V. M. quatro paredes de tierra caida, a un Alonso de Herrera con hasta treinta e cinco hombres entre dolientes i sanos, el qual tenia cargo de la justicia de alli porque fue teniente del governador Diego de Ordas, difunto, a quien V. M. tenia por Governador en aquella tierra, e ansi a el como a los otros les hizo saber a lo que V. M. le embiava aquellas partes, e desde a dos dias que fue llegado tomó la vara de la justicia, aunque no dejo de creer por lo que adelante V. M. vera, segun aquella gente estava enseñoreada i sin cabesza i las muchas desórdenes que en aquella tierra se han hecho, como da la tierra señal dello i de lo poco quel a estado en ella, ha visto i sabido si tuvieran posivilidad i el no viniera con ciento i cinquenta hombres de guerra como alli puso no toviera a mucho que esperaran otro mandamiento de V. M. i el tomó como he dicho la justicia i procuró de saber lo que se havia hecho en esta absencia, i ha visto tantos malos recaudos que acordándose como dejó la tierra i la halla le duele el alma acordarse dello, porque como V. M. sabrá por las informaciones que con esta van cerradas y selladas, está la tierra alzada i tan de guerra como si nunca fuese hollada de cristianos, de los quales movimientos han suscedido muertes de cristianos i de Religiosos mas de los que fuera razon, i todos estos acaescimientos han sido despues que Antonio Sedeño dejó la isla de la Trenidad i se vino al dicho golfo i por pendencias viejas que el Alonso de Herrera, que alli estava por teniente, i el tenían, vinieron a no entender los unos ni los otros sino en prenderse las personas i hacerse mill desaguisados e dar ocasion a los indios a se desmandar i hacer lo que V. M. verá por las dichas informaciones, de lo que por cierto V. M. ha sido mui des servido, i si el hoviera llegado a tiempo, porque esto fue dos meses antes que el llegase, pudiera ser que lo hoviera todo destorvado i dado orden en que V. M. se sirviera i embiara a cada uno dellos a dar descuento de sus culpas ante V. M., porque Antonio Sedeño tenia poca necesidad de ir aquella provincia, a mas de que en ella le favoresciesen en sus nescesidades como se havia hecho, i no a ser señor della i de la justicia, i tambien el otro que en ella estava pudiera guardalla sin escandalo de la tierra e otras cosas excesivas a que dava lugar e pudiera escusar, ya el dapno está hecho como V. M. verá i tengo por inposible poder remediarse a buenas, sino con un muy recio castigo en los indios por los atrevimientos e cosas de hecho que han pasado, porque el en los pocos dias que alla a estado, que ha sido casi un mes, ha procurado con dádivas e buenas obras i soltando algunos indios que halló presos de la tierra, atraerlos al servicio de V. M. i a sido todo, i lo vee, trabajo escusado segund están predestinados. Da quenta á V. M. para que de alla se mande lo que tiene de hacer, i en este medio se governara lo mejor que pudiere i supiere, encomendandolo siempre a Nuestro Señor, que el penso venir aquella tierra de pax como siempre lo ha estado i tener en ella las espaldas seguras para saber los secreptos de la tierra a dentro que no son sino mui grandes como V. M. vera, i hallolo todo al contrario teniendo la guerra sin la poder escusar dentro en las puertas.

Y visto el estado en que estava toda la tierra e haviendo noticia que mucha parte de la gente della estava absentada i que se ivan a la provincia de Viaparii, ques 50 leguas de un rio arriva que tenian de pax con mala intencion para la hacer de guerra como ellos estavan le parescio que comvenia darse mucha priesa i embiar a alguna gente a la dicha provincia a hazer asiento en ellas por evitar que los indios no hiciesen lo que estos del golfo, i tambien que para saber los secretos de la tierra era por alli el camino e ansi dio toda la diligencia que pudo e fue posible en efetuarlo que dice porque dentro de veinte e cinco dias que poco mas estuvo en el golfo, hizo 4 vergantines, al proposito de la entrada del rio e con ellos e con una caravela en que fueron 6 cavallos, despacho un capitan con 160 hombres para que fuesen a la dicha provincia de Viaparii a saz bien mantenidos de viscochos e harinas e otras cosas de Castilla e con una estrucion de lo que devian de hacer hasta que el llegase, e estando para despachar la dicha armada, llego un vergantin de la isla de Cuvagua que puede estar 40 leguas del dicho golfo, a le dar aviso como el capitan Alderete, a quien el dejo en San Lucar casi despachado para venir en su seguimiento, era llegado a la dicha isla con un galeon e le traia en el 130 hombres de guerra; e para los recoger e dar orden en otras cosas que cumplian al servicio de V. M. en la dicha isla, haviendo dejado la orden nescesaria ansi a los que ivan el rio arriva como a los que quedavan en la fortaleza, el vino a esta isla de Cuvagua en donde agora esta, i fue a 13 dias de Noviembre, en donde hallo al dicho Capitan con la gente que tiene dicha, tan buena e tan bien armada que no piensa haver salido para este efecto mejor Despaña, e todos hovieron mucho placer de le ver, porque estos desta isla no han dejado siempre ni dexan sino se les fuese a la mano de destorvar como hicieron en lo pasado a Diego de Ordas los que vinieron a servir a V. M. el entiende en hacer navios e aparejar todo lo nescesario e tiene comprados en la isla de la Margarita ciertas yeguas e cavallos para la jornada, aunque no se hace a poca costa en esta tierra, para ir a se juntar con toda la gente que para esta jornada ha traido Despaña i piensa en breve tiempo que se ha de hacer a V. M. tanto servicio como nadie lo haya hecho en estas partes por el grande aparejo e nuevas que de la tierra se tiene i segund son i tiene indios que le lleban a ello, i tiene por cierto que quando andovieron con Diego de Ordas difunto por el rio no se estuvo 150 leguas de donde el capitan Pizarro hallo a Javaliba, porque los mismos indios que dice dan nuevas del por oidas de otros indios i de los hermanos que mato por tiranizarlos e señorearlos; e de los indios que V. M. le mando recoger en esta isla para lenguas dos dellos, que son carivees, dicen todo esto e mas que ellos son de la provincia de Meta a donde le han de llebar, i dan tanta relacion de oro i lo que hacen del despues que los sacan de una sierra, que paresceria a la clara todo el oro del Peru venir de esta parte, e ansi en toda esta isla i con los Piloctos que el trajo tanteando hasta donde llegaron por el rio arriva, que bien fueron 200 leguas, lo mas de ello al sudueste en demanda desta Meta e por vajar el agua tan de golpe no fue en su mano poder llegar a ella, e segund por donde corrieron i de donde se bolvio por la vaja del agua se hallaron devajo de la quinoncial en dos grados de la vanda del norte, i estando Pizarro en siete grados de la quinocial como dicen de donde ellos llegaron corriendo por tierra norte sur, no estarian los unos de los otros 150 leguas, i tienese por cierto que la grandeza del oro esta devajo de la quinocial i haver llegado ellos tan cerca della les hace creer ser verdad lo que estos indios dicen i corresponde ansi lo que de la Española escriven: e tambien todos los indios desta costa de Tierra firme dan grandes nuevas de ello. Los que vinieron en esta jornada son 300 hombres e 20 de cavallo, toda gente lucida, i de hecho el se partira de esta isla en fin del mes de Enero derechamente a Viaparii a juntarse con la otra gente para que placiendo a Nuestro Señor en principio de Mayo que el agua esta mas crescida, i tura cinco meses antes que torne a bajar se encomenzara la jornada i con el ayuda de Nuestro Señor salidos de Viaparii en 25 dias le dicen las lenguas e guias que le pornan en la misma Meta, porque todos los navios que el lleba, que piensa seran hasta nueve o diez, son todos de remos i en ellos van los cavallos, i los navios son tan sotiles i bervos de arte que hallando algund mal paso que les pudiese estorvar, se podian llebar sin trabajo por tierra hasta pasarlo, i si correspondiere la tierra con las nuevas que se da dellas que se tienen por ciertas, no se entendera sino en horadar la tierra i salir a esta vanda del norte de la Tierra firme para que por aca sea el tracto e no por el rio por donde agora lo van a descubrir, i no se deja de creher segund Pilotos que por el camino que el agora va se han de descubrir mui grandes secreptos de que V. M. ha de ser mui servido, i siempre terna cuidado de hacer saber a V. M. lo que suscediere en la jornada.

Nuestro Señor la S. C. C. M. por luengos tiempos guarde con acrescentamientos de mas reynos e señorios. De Cuvagua 24 de Diciembre de 1534 años: de la S. C. C. M. humilimo siervo i vasallo que sus inperiales pies i manos besa: Geronimo Dortal.

(Colección Muñoz, tomo LXXX.)

APÉNDICE III

Carta del Obispo Bastidas al Emperador, fecha en Santo Domingo á 20 de Enero de 1535.


S. C. C. M. – Desta Cibdad de Santo Domingo escrevi a V. M. mi partida para la provincia de Venezuela en cumplimiento del mando de V. M., i de la dicha provincia de la Cibdad de Coro escrevi mi llegada i como el Presidente e Oidores desta Real Abdiencia me havian encargado en tanto que en aquella provincia estoviese, toviese a cargo la Governacion della e quando me viniese, dejase en ella un juez de Governacion qual me paresciese que asi convenia al servicio de V. M. i bien e pacificacion e quietud de la jente que en ella reside, fasta en tanto que V. M. en ello proveyese, como a V. M. constara por el trasunto de la provision que para ello se dio la qual consta a V. M. embio.

Yo estove en este viaje seis meses i entendi en pacificar e poner en toda quietud la jente de aquella conquista, la qual estava al tiempo que alli llegue mui alterada, a cabsa que los oficiales de V. M. que en la dicha provincia residen, dizen que havian fecho que un Francisco Gallego, que para ello hicieron Alcalde Ordinario, prendiese a un Bartolome de Santillana, Teniente que era de Governador por Ambrosio de Alfinger difunto, diciendo que ellos i los pobladores de la dicha provincia eran mal tratados e molestados del dicho Bartolome de Santillana, i tambien porque al tiempo que esto se hizo era muerto el dicho Governador en la entrada que havia fecho, i creian que por ser muertos sus poderes eran espirados: al qual Santillana halle preso i sus bienes secrestados, e como digo la jente toda mui alterada i puesta en parcialidades, entre las quales i en todos los mas de la dicha Cibdad e provincia, ovo muchos pleitos e devates, los quales procure con todas mis fuerzas de los pacificar. Lo qual se hizo mui en servicio de Dios Nuestro Señor i de V. M. para lo qual fue nescesario que los dichos Bartolome de Santillana e Francisco Gallego saliesen de la tierra e viniesen remitidos a esta su Real Abdiencia, a los quales tuve con todo lo contra ellos prozesado en estado de publicacion, i los oficiales quedaron en la dicha provincia encarzelados para que en esta su Real Abdiencia se vean i determinen sus cabsas, lo qual remiti e hize conforme a la provision que para la dicha Governacion se me dio, e asi los presente.

Dende la Cibdad de Coro escrevi a V. M. dandole razon de la dicha Cibdad e provincia, i de todo lo demas que V. M. por su Real cedula me mando le informase, lo qual pienso mediante Dios V. M. havra visto.

Yo determine de me venir a esta Cibdad por me allar algo indispuesto i con temor de no adolecer, porque en la dicha tierra no havia ningund refrijerio, sino estrema necesidad de todas cosas e grand pobreza, i tambien porque tenia nescedad583 de dar la vuelta a esta Isla por sustentar este pobre patrimonio, asta en tanto que V. M. mande ver e determinar el pleito que traemos mi madre e yo con el Fiscal de V. M. sobre los gastos que mi padre hizo en la conquista de Santa Marta, a cuya cabsa tenemos envarazado todo el dicho patrimonio. Suplico a V. M. lo mande ver i determinar con brevedad para que yo mas libre a V. M. servir pueda, i tambien porque al presente no hay nescesidad de la residencia de mi persona, porque todos estan a punto de se mudar de la dicha Cibdad e seguir descubrimiento en la dicha tierra, porque es imposible alli poderse sustentar, lo qual todos aguardavan a que les viniese Governador i socorro de jente i cavallos.

Antes que de alla partiese provei de juez de governacion al tesorero Alonso Vazquez de Acuña, conforme a la provision e comision que se me dio: el qual es mui criado e servidor de V. M. i asi mesmo lo son el Contador Antonio de Naveros i el Factor Pedro de San Martin, con mui entero zelo i verdadera voluntad segund me parecio, i en todo lo que alli subcedio siempre tovieron respeto al servicio de V. M. i a la pacificacion de la tierra i bien de los pobladores i naturales della.

Por Teniente de la protesion de los indios deje a mi Provisor, por ser como es persona de ispiriencia, i que siempre se ha allado en la tierra despues que se poblo, el qual creo que lo ejercitara con toda fidelidad, porque en lo de asta aqui los naturales han seido del Governador i jente mui mal tratados i molestados, a cuya cabsa han venido en mui grande diminucion, i para que de todo punto no se acaven, es mui nescesario que V. M. les mande mui de fecho sean favorescido, porque en verdad todos los que yo vide es mui buena jente, domesticos i dispuestos para que en ellos imprima qualquier virtud, lo qual en ellos ha de imprimir por buenos tratamientos i no por otros medios, no les faltando en lo que se les prometiese.

Deje fecha una buena Iglesia de paja conforme a la dispusicion de la tierra i proveido todo lo nescesario lo mijor que yo pude; mediante Dios en teniendo nueva de a donde sentare la jente de echo i nueva del descubrimiento, dare luego la buelta a la dicha Governacion i Obispado, porque certifico a V. M. que en mi vida hize jornada en que mas consolacion i contentamiento recibiese que en haver ido alla, i desee mucho que oviera manera para que yo alli pudiera residir i estar, lo qual espero en Dios Nuestro Señor que en breve sera, si el Governador i jente que biene en ello buena maña se dan, i no delante de lo pasado que es lastima de ver los excesivos gastos i cosas sin proposito que los Velsares en esta conquista han echo i todo sin fruto fasta oy, puesto que la esperanza que tienen los que alli residen es mui grande, como V. M. dello esta ya avisado.

A la sazon que yo de Coro parti, se tovo nueva como los Velsares enviavan nueva armada e socorro a aquella jente e Governacion, con lo qual todos recibieron mucha alegria, como personas que pensavan ser redemidas de sus travajos i especialmente con que tovieron nueva que les venia por Governador Nicolao Fedreman, al qual ellos todos deseavan les viniese i no otro ningund estranjero: a tanto que yo me espantava del contentamiento i deseo que de la persona deste mostravan, diciendo que este era persona calificada para alli, e que en el tiempo que alli estovo se señalo mui bien. Solamente tenia cierta difiriencia con el Contador, i no obstante el desavrimiento que entre los dos havia, decia el dicho Contador que para ver de ser estranjero el Governador que este era el mas conviniente. El qual dicho Fedreman es venido al presente a esta Cibdad sin la dicha governacion, i dizen que viene por Governador en la dicha armada un aleman que se dice Jorje Espira, de lo qual en verdad rescibi mui gran pena, por no me parescer conviniente al servicio de V. M. no perjudicando su persona salvo porque la jente de la dicha Governacion, segund yo realmente dellos supe, han de recibir mucha pena en venirles estranjero por Governador i a quien no conoscen ni espiriencia de la tierra tiene, que ynporta mucho especialmente estando con tanto deseo del dicho Fedreman i con tenerle visto i conoscido, porque en una entrada que hizo en la dicha tierra a donde fue por Capitan General, aprovo mui bien, i conbiene al servicio de V. M. segund lo que yo en este caso alcanzo, que V. M. deve proveer con toda brevedad quel dicho Nicolao Fedreman sea el Governador i Capitan general i no otro estranjero, lo qual certifico a V. M. segund que de la jente que alli reside supe i alcanze, a este desean mas que a otro ninguno i el zelo del buen subceso de aquella tierra, me mueve a significar esto a V. M.

Por la carta que a V. M. escrevi dende Coro, le suplique me hiziese merced de me mandar dar el salario que se da al Governador de aquella provincia el tiempo que a mi cargo estovo la dicha Governacion, que fueron los dichos seis meses en el viaje i estada, teniendo V. M. respecto a los gastos que yo en el dicho viaje hizo, e asi mismo se me señale salario con la protesion de los Indios e merced, i suelta de los doscientos e treinta e tres ducados que V. M. me hizo merced de me mandar prestar para la espedicion de mis bulas, porque yo certifico a V. M. que en la estada e visitacion que hize en la Isla de San Juan por mandado de V. M. i en el dicho viaje de Venezuela he gastado de mi patrimonio mas de mil castellanos, i con tener havito episcopal e ser pobre padezco estrema nescesidad, especialmente que no me puedo escusar de gasto con tener la casa que en esta Cibdad de Santo Domingo tengo de madre i hermanos i deudos, e con pagar grandes debdas que me quedaron de mi padre subcedidas en la conquista de Santa Marta.

Yo vide los libros tocantes a la hacienda de V. M. como Governador para ver al recabdo que avia en ellos, i en lo que me parecio ser necesario dar aviso a sus oficiales para el buen recabdo della, lo hize de la mijor manera que yo alcanze e comvenia e fue nescesario asi lo hazer, porque ellos no tenian tanta ispiriencia como se requiere. Lo mismo se hizo en otras muchas cosas tocantes al Real servicio de V. M. e bien e conservacion e abmento de aquella tierra, de lo qual tenian arta nescesidad.

En dos pueblos que en la dicha Governacion hay quedan trescientos españoles, entre los quales hay mas de los treinta casados con sus mujeres i hijos, toda jente mui de bien e para mucho, porque de ellos se pueden sacar doscientos hombres de guerra, tan buenos i para tanto como los puede haver en todo lo descuvierto destas partes, avituados a mui escesivos travajos e que siempre han tenido estremas nescesidades i estan mui adebdados a los Velsares de cosas que les han dado para se sustentar en la tierra.

Paresceme que V. M. debe proivir que ningun aleman pase en aquella conquista, mas de la persona del Governador ya que haya de ser aleman, i especialmente seyendo personas de poca calidad, porque se averigua haver havido en aquella provincia algunos que han tenido opiniones del ereje Martin Leulterio. Los quales todos son muertos en la entrada que hizo Ambrosio de Alfinguer Governador ellos e todos sus bienes. No se procedio contra ellos ecepto contra un Maestre Juan Flamenco inficionado de la dicha lepra, al qual prendi o hize contra el proceso, e lo remiti al Obispo de San Juan como Inquisidor general que se dize ser destas partes. El trasunto del dicho prozeso embio con esta a V. M. para que lo mande ver o remitir al Consejo de la Santa Inquisicion: i en esto suplico a V. M. en breve i en particular me mande dar aviso de lo que manda que se haga e yo devo hazer.

V. M. me hizo merced de retencion del Deanasgo desta Iglesia de Santo Domingo para ayuda a mi sustentacion, i me dio su Real cedula para que en el entretanto que yo residiese en mi Obispado, el Cabildo desta Iglesia me acudiese con los frutos del, los quales me lo cercenan algo i me quitan muchas ovensiones, i estando en esta Cibdad me compelen a que yo siempre resida en la Iglesia, lo qual es en perjuicio de la abtoridad Obispal, i ellos como sean mancevos e no de mucha calidad movidos de codizia lo hazen: a V. M. suplico por su Real cedula les mande en esto de la residencia se tenga conmigo alguna templanza, atento a la dignidad episcopal e a lo mucho que en esta Iglesia he servido e quand antiguo en ella soy, porque el Deanasgo me vale ciento e cinquenta castellanos, e de ovensiones otros treinta o quarenta, e yo los destrivuyo desta manera: los ciento doy a la Fabrica de la dicha Iglesia, cada un año para el edeficio de una Capilla que en ella fago, i treinta a un Capellan que en ella reside, e otros mas de veinte en obras pias que en la dicha Iglesia se gastan, i en hazer decir la salve todos los sabados del año de canto de organo, i estos Beneficiados no tienen respeto a que se gastan en esto, sino a sus propios intereses, lo qual yo no hago con sobra de riqueza sino conponerme como estoy con mucha nescesidad.

578.En la edición de Caracas: y así aun, en vez de y an aun.
579.Debe querer decir: sucedido, suceso.
580.En la edición de Caracas: perdieron. Esto es lo que gramaticalmente debía decir, pero no lo dice.
581.Para el recto sentido del período debe leerse si en vez de así. En la edición de Caracas: ya si.
582.Este documento y el siguiente son especialmente importantes, porque completan en parte, y en parte rectifican, lo que dicen el P. Aguado y Oviedo y Baños respecto de lo ocurrido en Venezuela á la muerte de Alfinger.
583.Debe querer decir necesidad
Yaş sınırı:
12+
Litres'teki yayın tarihi:
25 haziran 2017
Hacim:
690 s. 1 illüstrasyon
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