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Kitabı oku: «Historia de Venezuela, Tomo II», sayfa 10

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CAPITULO OCTAUO

En el qual se escriue cierto alboroto que en Panama obo al tiempo que Pedro de Orsua llego allí.


Al tienpo que el jeneral Pedro de Orsua llego a Panama hallo que gouernaua aquella tierra, juntamente con la de Nonbre de Dios, Aluaro de Sosa, español, persona de gran ser, a quien pocos dias antes el marques de Cañete, Don Hurtado de Mendoza, visorrey de Piru, pasando por esta tierra y gouernacion, dio por conpañero y lugar theniente, con yguales y bastante poderes el gouierno a llicenciado Fabricio de Godoy, letrado en leyes, honbre de animo soueruio y contumaz en seguir su propia opiñon, de donde nacieron algunas sediciones, rrebueltas que aunque son algo fuera de lo que boy narrando las quiero escreuir en este lugar, porque163 se uea el estremo y riesgo en que ultimamente estuuo Panama de perderse y rreuelarse, solo por mandar el Marques yncautamente vna cosa tan escandalosa como fue dar conpañero, sin ninguna causa ni necesidad, al gouernador que el Rrey y su Consejo rreal auian puesto en el gouierno desta tierra.

Fue, pues, el caso que el llicenciado Fabricio de Godoy tenia particular trato y conocimiento en casa de una doña Catalina, muger rrica en aquella ciudad, a la qual comunicaua como deuda y parienta con muy particular frequentacion; y a la entrada y salida desta casa, por particular priuanza, aconpañaua al theniente Fabricio de Godoy vn criado suyo muy querido, de quien el hazia toda la mas confianza, dandole parte de todos los negocios que entre manos tenia. Este criado del theniente, trato amores con una criada de Doña Catalina y los uino a efetuar con ella, de suerte que el mayordomo de aquella casa vino a sauerlo, y teniendolo por cosa de grande ynjuria y afrenta que en casa de su señora se hiziese semejante echo, determino aber berganza desta ynjuria y tomalla por sus propias manos, y asi fue que puso azechanzas al criado de Godoy para quando entrase en casa de su señora a sus rrequiebros, donde lo tomo enbuelto con la dama, y alli hizo a ziertos sclauos negros que lo atasen y azotasen, y echo esto muy a su saluo y boluntad, lo solto y dejo yr libre. Este honbre asi afrentado, rretubo en su animo su ynjuria, segun los de nobles corazones los suelen hazer, para vengar en publico el agrauio que en secreto se le auia echo; y un dia de gran solenidad en aquel pueblo, que casi toda la jente se auian congregado en el monasterio de San Francisco a oyr los oficios diuinos, propuso este soldado vengarse, y esperando que todos de tropel saliesen de la Iglesia, y entre los demas el Mayordomo de doña Catalina que le auia afrentado, se llego a el y le dio con una porra que lleuaua, alli publicamente, muchos palos, y echando mano a su espada se fue rretirando y rrecojiendo al monasterio de San Francisco, donde se rretraxo.

Esta doña Catalina, sauido este nueuo suceso entre su mayordomo y su contrario, llamo al theniente Fabricio de Godoy, y dandole noticia de lo que auia sucedido, le encargo la uenganza suya y de su mayordomo. El theniente yncontinente se fue a San Francisco, y aunque los frailes tenian zerradas las puertas de su monasterio, las quebro y furiosamente hizo pedazos, apellidando jente para aquel negocio. Entro en la yglesia del monasterio, y sin enbargo de la rresistencia que los frailes le hizieron, saco el rretraido y lo lleuo a la carcel publica de la ciudad, donde yncontinente mando traher vna uestia para sacallo afrentar por las calles, segun lo acostunbran hazer los juezes españoles. El gouernador Aluaro de Sosa tuuo noticia de todo este suceso y de lo que el theniente queria hazer, y luego acudio a la carzel y quitando de las manos y furia del theniente aquel honbre preso, y no consintiendo que se le hiziese la ynjuria y afrenta que se le queria hazer, echo al theniente fuera de la carzel y dejo hen ella algunos honbres y alguaciles puestos de su mano para que lo defendiesen y no consintiesen que de alli fuese sacado por el Fabricio de Godoy ni por otra persona alguna.

El theniente, hinchado y aun casi afrentado de esto que el Gouernador con el auia vsado, comenzo a juntar gente, familiares y amigos suyos, para por fuerza hazer lo que como juez ynferior no podia; aunque el no se jataua ni tenia sino por ygual y conpañero en el gouierno con Aluaro de Sosa, y asi publicaua vna confusa copia de poderes que el Uisorrey le auia dado, con la qual asi mesmo juntaua ocultamente mucha gente, y segun se afirma, tuuo en su casa rrecoxidos mas de ciento y cinquenta arcabuzeros, con el calor y fauor de los quales casi desbergonzadamente se ponia en conpetencias publicas con el gouernador Sosa, y a desmandar todo lo quel mandaua, y a hazer otras cosas de honbre sedicioso, con que tenia llenos de miedos los animos de los mercaderes que en aquella ciudad rresidian, a los quales parecia que la desenboltura y atreuimiento del theniente no podia dejar de parar en vna maluada tirania, y asi estauan casi todos a punto para si las cosas viniesen a rronpimiento, rrecoger el oro y plata y cosas preciosas que tenian y rretirarse con ello a lugares rremotos y apartados, donde pudiesen estar seguros de la desuergonzada cubdicia y auaricia de que comunmente los soldados suelen vsar en semejantes sediciones y rrebueltas.

Turaron las gritas, de mucho escandalo y peor exemplo, entre el Gouernador y su theniente, mas de quinze dias, sin que uiniesen en total rronpimiento, porque aunque algunos o muchos soldados y personas oziosas y deseosas de semejantes rrebueltas se le auian publicamente y ocultamente llegado al theniente para serle fauorables en este negocio, toda la otra turua del pueblo dauan grandes muestras de estar sus animos ynclinados a seguir la boz y parcialidad del Gouernador, a quien tenian por persona que actualmente rrepresentaua el señorio rreal, con lo qual tenian asi mesmo suspenso el animo del theniente para que ya que164 con loco y ciego atreuimiento quisiese sujetar al Gouernador o matarlo165, la consideracion del no tener copia de jente, para que ya que su persona y honrra fuera maculada con el ynfame titulo de traidor, pudiese salir adelante con su tirania y alcamiento trunfando de aquel pueblo y de sus rriquezas y de todos los demas que pretendiese atropellar subjetos al Rrey.

El gouernador Sosa no popaba166 ni menospreciaba nada la desuerguenca de su contrario, antes temiendose de alguna traicion, sienpre traia y tenia consigo jente que lo guardaua, para que en qualquier repentico caso que se ofreciese no fuese tomado ni hallado desaperceuido y por eso puesto en la merced y boluntad de su contrario; y asi cada qual figuraua a su enemigo de ygual poder y cautela, no dando lugar el temor y consideracion de estas cosas a que lo que cada qual pretendia se efetuase, que hera prenderse el vno al otro.

A estas sediciones se azerco la fiesta del bienauenturado San Francisco, en cuyo dia el Gouernador, dejando la custodia y guarda que le parecio nescesaria y conuiniente en el preso, se fue a oyr los ofizios diuinos con toda la mayor parte del pueblo a la yglesia de San Francisco, cuya festividad, como e dicho, se zelebraua. El theniente Fabricio de Godoy, pareciendole buena ocasion esta para salir con su ynteres y sacar el preso del poder del Gouernador, con algunos soldados y esclauos que con el se hallaron, se fue a la carcel y con hachas y palancas y otros aderezos que lleuaua, comenco a uatir las puertas y a derriuarlas, y en efeto, las hizo pedacos. Dentro de la carzel estaua el Alguazil mayor con otros algunos soldados, a quien el Gouernador auia encargado la guarda y custodia del preso, los quales con animo y balor167 singular, poniendose a la puerta, comenzaron a defender la entrada al Theniente y a pelear contra el y contra los que seguian su boz y le aconpañauan, de los quales el Alguazil mayor rreciuio vna muy peligrosa herida en la caueza.

Estando las cosas en esta confusion, acudio gente a la Iglesia donde el Gouernador estaua oyendo el sermon, dando bozes y diciendo la rrebuelta en que el Theniente y el Alguacil mayor estauan, y por el consiguiente todo Panama. El Gouernador, pareciendole que no seria tanto el peligro ni tan rrepentino que despues de acauado los oficios diuinos no pudiese ser todo rremediado y apaciguado, estuuose quedo asta que el pedricador uiendo o entendiendo el alboroto que hen el pueblo auia, dio fin a su sermon, y dirigiendo sus palabras al Gouernador le exorto a que saliese a rremediar aquella sedicion, y a los demas vezinos y jente que en la Iglesia auia les dijo como deuian seguir a su Gouernador y fauorezer y seruir en el al Rrey; y con esto y otras cosas que alli dijo, salio el Gouernador de la Iglesia apellidando que todos le siguiesen y diesen avxilio y fauor al Rrey, y usando de aquel comun apellido que todos los jueces y ministros de justicia españoles, como poco a dije, suelen vsar diciendo «aquí del Rrey», al qual apellido es cosa muy aueriguada y usada acudir con toda presteza todos los circunstantes de tal suerte que si alguno lo dejase de hazer seria grauemente castigado por hello.

Llegado que fue el Gouernador a la plaza y carzel donde el Theniente estaua con su jente peleando con el Alguazil mayor y los demas, hallo que los que al Theniente aconpañauan todos estauan armados de lanzas, cotas y montantes, por lo qual luego mando apregonar y echar vando, con pena de la uida, que todos los uezinos estantes y auitantes acudiesen a fauorecerle con todas las armas ofensiuas y defensiuas que tuuiesen, y asi luego comenzo a llegarse la jente armada e yr en socorro del Alguazil mayor, con quien todauia el Theniente estaua peleando. Al Alguazil, aunque herido, jamas le auia faltado brio para defender la entrada al Theniente, y en la ora que uio que le uenia socorro, avmentandosele el animo, se auentajado de entre sus conpañeros y azercandose al Theniente con una partesana que tenia, le dio vn bote con que le paso la cota que lleuaua uestida y le hirio malamente en vn muslo, con lo qual y con uer el Theniente y los suyos, que serian veinte y cinco honbres, que al apellido del Gouernador acudia y se juntaua mucha jente, el asi mesmo, vsando del propio apellido y boz del Rrey y pidiendo con hella feruor168 a los del pueblo, de los quales ninguno se le juntaua, se fue rretirando y rreciuiendo los golpes de los que le seguian, asta meterse en la torre de la Iglesia mayor de aquella ciudad, y a irse con los que le auian seguido su opinion. Se defendio por espacio de tres oras, suuiendose alguno de sus compañeros a lo alto y omenaje de la torre o canpanario, de donde tiraban muchos ladrillos y piedras a la jente quen la plaza estaua, con que arredrauan y apartauan la jente de las puertas y zerca del canpanario, con lo qual aquella ciudad estaua tan metida y encendida en fuego de discordia y sedicion, que ya todos, de todo punto, tenian puestos los ojos en que de alli auia de rredundar vn cierto motin, pareciendoles que si al Theniente, que tan encendido estaua en yra, se le arimavan o allegauan algunos sediciosos soldados que en la plaza auia, deseosos de semejantes tomultos, que facilmente saldrian con la uitoria de lo que yntentasen, porque los mas de los mercaderes y los uecinos con ellos, aunque estauan alli con el Gouernador haziendo obstentacion, tenian los corazones y animos mas169 puestos en oyendo llevar fuera de la ciudad sus rriquezas y tesoros que en defender con las armas en las manos la opinion de aquel Theniente y de los que le siguiesen, porque se hazian quenta que en tanto que el Gouernador con alguna jente pelease con el Theniente y sus secaces, tendrían hellos arto tiempo para asegurar sus haziendas, para el qual efeto muchos tenian prevenidos criados y negros y otros mocos y mocas de sus casas y algunos jumentos que lleuasen cargado el oro y la plata y las otras cosas preciosas.

Estando, pues, las cosas en esta confusion y el animo del Teniente y de los que con el estauan tan lleno de miedo como el de los mercaderes, fueron por mano de personas religiosas y becinos graues y honrrados de aquella ciudad, tratadas pazes y amistades entre el Theniente y su Gouernador, para que la cosa no uiniese en el mal y daño que muchos auian pronosticado.

Pretendia ya el Gouernador a este tiempo tomar a manos al Theniente y hazer justicia del publicamente y de los que heran de su opinion, porque como de toda aquella jente temerosa del pueblo tuuiese zercada la torre donde el Theniente estaba, parecialle que por ninguna parte se podian salir sin caher en sus manos, y asi menospreciaua los conziertos de la paz; pero como ayudado de su natural ynclinacion y animo generoso, fue por muchos persuadido a ser antes misericordioso y clemente que seuero y cruel, fue pazificado todo este alboroto conque entregandose el Theniente y los que con el estauan en manos del Gouernador, fuesen presos, enuiados a España al Consexo rreal de las Indias, donde su negocio se uiese y determinase conforme a justicia.

El Gouernador, despues que en su poder estuuo170, a Fabricio de Godoy, mando hazer vna gruesa jaula de hierro, para dentro della, como a monstruo v otro animal feroz, enuiar presso al Theniente a España; pero tanuien fue rrogado e ynportunado por los prinzipales y religiosos del pueblo a que no solo no usase deste rrigor con Fabricio de Godoy, pero que conuirtiendo de todo punto su rrigor en clemencia, no lo ynuiase a España, donde con mas seueridad podria ser castigado, sino que usando de mas blandura y mesericordia, lo ynuiase a Lima, al Uirrey, para que alla le diesen el castigo que el Uisorrey quisiese. Vino hen ello Albaro de Sosa e hizolo asi como le fue rrogado, con que todo punto quedo el pueblo pacifico y satisfecho de su clemencia y buen gouierno.

CAPITULO NONO

Como le fue encargado a Pedro de Orsua la guerra y pascificazion de cierta chuzma de negros rreueldes, y de como Orsua enuio a Fuentes, español, con ciertos soldados, a castigar vn rrouo que los negros auian echo en el camino que va de Nonbre de Dios a Panama.


En estos mesmos dias estauan los uezinos de Panama y Nonbre de Dios, y especialmente los mercaderes, que uiuian de su particular trato y mercancia, llenos de un terrible miedo, porque auiendo de muchos dias atras comenzado a huirse muchos negros esclauos, estomagados y hartos de la seruidunbre y cautiuerio en que sus amos los tenian, se auian metido, con desinio de conseruar su liuertad y morir por hella, en las entrañas y partes mas yntrinsicas de los arcabucos y montañas, donde auian echo zierta forma de pueblo y fortaleza, y teniendo alli puestas como en parte segura sus mugeres e hijos y toda la demas gente ynutil, salian los mas valientes y osados negros al camino rreal que de Nonbre de Dios trauiesa a Panama, por donde acostunbran pasar las harrias171 y rrequaje que por tierra lleuan mercaderias a Panama. Hazian muchos rrobos y estragos en los harrieros y pasajeros, quitandoles todo lo que lleuauan, con que auian arruinado algunas gruesas haziendas; auian con sus maluados hechos y correrias, dado grandes muestras y señales de pretender y querer aquellas dos fertelisimas ciudades destruillas y aruinallas de todo punto; y aunque algunas personas se les auia encargado la guerra de discipar y desuaratar la junta de los negros, con grandes promesas de premios y gratificaciones, nunca auian salido con ello, por estar los negros corrouorados y fortalecidos en vn fuerte alojamiento, y tan platicos y diestros en la tierra, que de su naturaleza era asperisima y ebscurisima, que casi se andauan burlando de los que les salian a buscar, y llegauan muchas vezes con desvergonzado atreuimiento, confiando en su mucha lijereza, a las puertas y aguajes del Nonbre de Dios a tomar y saltear las negras y otras jentes que salian a prouerse de cosas que les hera nezesarias, sin rrezeuir ningun castigo.

Pues como Pedro de Orsua lleuo loa y fama de capitan prudente y sagaz y de gran fortuna en la guerra, y llegase a Panama en tiempo de tanta turbacion, por todos los tratantes fuele encargada la enpresa y jornada del desuarate de los negros, y ofreziendose los vezinos y mercaderes de entranbos puertos a fauorezer y socorrer a Pedro de Orsua con dineros y armas y todas las otras cosas nezesarias para la guerra y soldados que la auian de hazer, fueronle por el gouernador Aluaro de Sosa dados todos los poderes y jurisdiccion quo se rrequeria y era nezesario para juntar y gouernar la jente que consigo auia de lleuar y nonbrar oficiales della; y con esto y con hasta doze soldados amigos que en Panama tenia, Pedro de Orsua se paso a Nonbre de Dios, donde poniendo uandera en lugar publico y tocando a tanbor, comenzo a juntar gente, de la qual hizo maestre de canpo a Francisco Gutierrez, natural de Sevilla, honbre poco pratico en cosas de guerra, por nunca auella seguido, pero de gran animo y muy baliente y de sagaz ingenio para con poca yspirienzia alcanzar en poco tiempo lo que en mucho otros no conocieran, como despues lo mostro por la hobra. Nonbro por capitanes de su ynfanteria a Francisco Diaz, deudo suyo, a quien el despues corto la caueza en los Motilones, y a Pedro de la Fuente, honbre algo practico en aquella tierra por auer algunos dias andado por hella con jente española persiguiendo y dando caza a los negros. Hizo alferez desta jente a Garcia de Arze, buen soldado y estremado arcabuzero, muerto despues por mano de Lope de Aguirre en la jornada del Marañon; esquadras o cauo desquadras hizo a Francisco de Cisneros y a Pedro de Peralta.

Tardose algunos dias Pedro de Orsua en hazer y juntar la jente necesaria para esta guerra, en el qual tienpo sucedio que Pedro de Mazuelos mayor enuio por tierra en dos rrecuas a Panama obra de quatro mill pesos de mercadurias con menos guardia y costodia de la que en vn tiempo tan calamitoso de cosarios hera menester, y llegando los harierros172 a un rrio questa adelante de la sierra de Capira, salieronles al camino vna quadrilla de negros cimarrones de hasta beinte personas, armados de arcos y flechas, y machetes por espadas, y unas flacas lanzuelas, y haciendo pressa en las harrias y en los que las lleuaban a cargo, quisieron, por poner mayor espanto a los pasajeros que dende adelante por alli pasasen, matar los harrieros, y muertos, atrauesar los cuerpos en el camino, para con este adbominable exenplo de crueldad, atemorizar de todo punto la jente de Panama y Nonbre de Dios; pero este cruel echo les fue ynpedido y estoruado a los negros por vn principal o caudillo que consigo traian, el qual queriendo dar muestras de honbre vmano y clemente, no solo dio livertad a los harrieros y españoles que con hellos yban, pero hizoles dar las mas de las vestias y azemilas de carga que lleuaban para en que pudiesen caminar, quedandose hellos con algunas mulas de las más rrecias y de mejor parezer y con toda la mercaduria que en las harrias lleuaban, de la qual despues de auer tomado y apartado las cossas a hellos mas vtiles y prouechossas, como heran rruanes, angeos, machetes, tigeras, cuchillos y otras cosas de esta calidad, todo lo demas esparcieron y derramaron por las rriueras del rrio, y con lo que pudieron lleuar a cuestas se fueron la buelta de su alojamiento, dejando por alli escondidas algunas cosas de las dichas para boluer por ellas.

La nueua deste asalto llego al Nombre de Dios, donde mouio los animos de todos los de aquel pueblo a quejarse publicamente de la neglijencia y descuido de los que gouernaban, pues siendo obligados a rremediar semejantes motines y a tener seguros los caminos pasajeros, con soñolento descuido y sorda desimulacion pasauan todos los males que los negros hazian, no considerando los daños e ynrremediables peligros que los leves principios suelen traher por ser menos preciados. La justicia, como de presente parecia estar encargado el negocio de los negros a Pedro de Orssua, desculpauanse con el diciendo que en su mano estaua el rremedio y socorro que de presente todos pedian. Pedro de Mazuelos, a quien particularmente tocaua el rrouo de proximo hecho por los esclauos, ynportuno y rrogo a Pedro de Horsua que con brevedad enbiase jente y soldados a la parte y lugar donde se auia echo el asalto, y siguiendo los negros les quitasen la presa de entre las manos toda entera, y que les daria una parte della, y sino haria zierto pagamento y sueldo por el trauajo de yllos a buscar.

Orsua ynbio yncontinente al capitan Pedro de la Fuente con quinze soldados al efeto dicho, y no solo le encargo la rrestauracion de la perdida de Macuelos, pero principalmente le rrogo que procurase auer algun negro uibo para guia y lunbre de los alojamientos y rrancherias de los negros, para que ciega ni confusamente no saliesen despues a buscallos por tan obscuras montañas como aquellas del Nonbre de Dios son. Pedro de la Fuente, lleuando por guia a los harrieros, llego al lugar donde auian sido rrouados, y hallando toda la mas de la rropa, que heran sedas, terciopelos, rrasos, tafetanes y otras cosas de balor, tendidas y esparcidas por el suelo en la forma dicha, la mando recoxer; y estando ocupados en esto, oyo que por la montaña se les uenia hazercando vn gran tropel y estruendo, sin bozes ni otra demostracion de ser gente, y deseando el capitan Fuentes sauer lo que hera, hizo recoxer los soldados, y con ellos se enbosco y estuuo quedo junto a la propia montaña y rriuera del rrio, asta que del arcabuco salieron diez muy dispuestos y ligeros negros bien aderezados y armados a su modo. Esperaron a que se apartasen del monte y saliesen al rraso, y luego que los uieron en lugar comodo arremitieron a hellos los españoles, diciendo «Santiago».

Los negros, que ninguna cosa se turvaron de uer yr sobre si a los soldados, rreuolviendo sus armas contra hellos, los esperaron con muy buen senblante, vsando del mesmo apellido de Santiago de que los españoles al arremeter auian vsado, y quiriendose animar los unos a los otros, a que si como deuian peleauan abrian vna uitoria aquel dia muy honrrosa y prouechosa para hellos y para sus compañeros, solamente dezian a grandes uozes en la pelea «oy dia, oy dia», que por ser torpes en el pronunciar la lengua castellana no tenian aptitud para decir otra cosa, que hera como si dijeran oy es dia de ganar uitoria entera de nuestros enemigos, a los quales podemos tener por vencidos si la fortuna no nos es contraria; y ciertamente, aunque de presente heran mas en numero los españoles que los negros, en otras muchas cosas les heran muy desiguales e ynferiores, porque la lijereza de aquellos baruaros hera tanta que en su mano estaua el esperar o arremeter o huyr, y demas desto les hera muy fauorable el tienpo y la tierra, porque haziendo vn dia muy blando y pardo, dejavase caher vna menuda agua que mojando la tierra, que alli hera asperisima y acompañada de grandes y rresualosos peñascos, hazia que los negros con liberalidad y lijereza saltasen de peña en peña y de una parte a otra, lo qual les hera muy dificultoso y pesado a los nuestros, y asi no podian juntarse con los henemigos a pelear como ni quando querian, con lo qual los negros, de lo mas alto, que sienpre señoreavan, disparauan la flecheria que tenian muy a su saluo y tirauan con mas firmeza y fuerza los dardos y piedras que contra los nuestros arrojauan, y ultra desto los arcabuces que los españoles lleuauan o tenian heran casi de todo punto ynutiles, porque con la menuda agua que caia el poluorin se mojaua en los fogones y no prendia el fuego hen ellos.

Turo gran rrato esta pelea, sin acostarse la fortuna a ninguna parte, antes los negros auian herido vno o dos españoles, hasta que presumiendo algunos de aquellos negros que se tenian por mas valientes, que hera mucha la bentaja que uno por vno tenian a sus contrarios, tres dellos se uinieron allegando en diferentes lugares con tres españoles que tanbien andauan desmandados de los demas. El suceso de los quales fue tan prospero para los nuestros, que matando los dos españoles a los dos negros que les auian salido y dejarretando el otro al con quien peleaua, pusieron tanto temor a los demas por auerles entre los tres muerto a su principal o capitan, que no curando de tenerse a esperar otra quadrilla de negros que poco atras uenian, se dieron a huir y esparcirse ligeramente por la montaña y arcabuco que en su fauor tenian, saltando con grande belocidad y facilidad de una en otra peña casi menospreciando a los españoles si tras hellos quisiesen seguir; pero el capitan o caudillo que lleuauan, como fuese platico en aquellas guerras, no consintio que ningun soldado se apartase ni fuese en seguimiento de los negros, antes juntando a todos con las armas en las manos, como estauan, comenzando de ynterrogar aquel negro que uibo y dejarretado en las manos les auia quedado, si auia por halli zerca algun alojamiento o rrancheria de negros. El le respondio que no, pero que tras del y sus conpañeros auian, de la poblazon y rrancheria principal, salido otros quinze negros que no tardarian en llegar alli si con temor de los que se avian retirado e huido no se bolviesen todos a donde estaua su principal, lo qual el tenia por ynposible; pero que lo mas seguro les hera a los españoles rretirarse o acoxerse con presteza, sino querian ser alli todos muertos y presos de los demas negros con los quales venia vn baliente capitan y uno de sus ouispos y otros muy principales y balientes honbres de aquella su conpañia, que no solo en numero tenian bentaja a los españoles, pero en esfuerzo y balentia y en destreza de pelear, pues estauan de mucho tienpo atras echos a aquel oficio y trauajo.

El capitan Fuentes creyo o dio credito a lo quel negro decia, pero no mostrando punto de flaqueza ni couardia, antes poniendo toda su esperanza en Dios ynmortal, que le daria entera vitoria de aquellos ladrones, que tan en daño y perjuicio de los cristianos andauan a saltear y rrouar por aquellos caminos y pueblos, se estuuo quedo con sus conpañeros, esperando con las armas en la mano la venida de los negros.

163.En la edición de Caracas: para que.
164.En la edición de Caracas: para ya que.
165.Idem íd., aquí se hace punto, quedando cortada la oración.
166.Popar: Despreciar ó tener en poco á uno.
167.En la edición de Caracas: sabor, por valor.
168.Debe ser una errata material, y querer decir favor.
169.En la edición de Caracas: mal, por más.
170.En la edición de Caracas: tubo. – Esto es lo que debía decir.
171.Arria, recua.
172.Debe querer decir arrieros.
Yaş sınırı:
12+
Litres'teki yayın tarihi:
30 haziran 2017
Hacim:
510 s. 1 illüstrasyon
Telif hakkı:
Public Domain
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