Kitabı oku: «Paso a la juventud», sayfa 7
La FUE vio en el triunfo del Frente Popular «el fin de un bienio ominoso para la enseñanza y la promesa de un mejoramiento en todos los aspectos de la cultura». Pronto reconoció que el nuevo gobierno había intensificado la creación de escuelas pero «esto no es bastante»: «Continúa sin rectificarse el examen de ingreso, no se ha devuelto la representación escolar en los claustros. Prosiguen haciendo como que enseñan bastantes señores ineptos. Y sobre todo, permanece el señoritismo jactancioso como dueño de la Universidad». Parece que la recuperación de la legalidad tras las elecciones de 1936 permitió también un nuevo crecimiento de la organización estudiantil, como sucedería con otras organizaciones: por ejemplo, en la provincia de Alicante se informó de la creación de una Asociación Profesional de Estudiantes de Bachillerato (APEB) en la capital y otra en Elche, y de una Sociedad de Alumnos en la Escuela del Trabajo de Alicante.200
De cara a las elecciones municipales de abril de 1936, posteriormente suspendidas, la dirección de la FJS defendió apoyar la propuesta de programa presentada por los comunistas, frente al programa realizado por los republicanos. El primero contenía reivindicaciones juveniles que iban más allá de las que mantenía la organización juvenil socialista y que, en general, no podían ser llevadas a cabo por los organismos locales: «Plenos derechos civiles y políticos desde los 18 años», «jornada máxima de seis horas», «enseñanza profesional durante las horas de trabajo por cuenta de los patronos», o un «salario mínimo para los aprendices no inferior a la mitad del de los adultos». Pero esto, por otra parte, entraba dentro de la estrategia de la izquierda largocaballerista, que había defendido desde la UGT liberarse del compromiso del Frente Popular y pactar con los comunistas para dichas elecciones; y es significativo que en un número conjunto de los órganos centrales de ambas organizaciones juveniles, la crítica a Besteiro se realizara poniendo como ejemplo contrario a Largo Caballero.201
Y aunque las bases para la unidad orgánica fueron aprobadas por las direcciones de la FJS y la UJCE en marzo de 1936, la naturaleza y el carácter de la organización resultante, las Juventudes Socialistas Unificadas –o Juventud Socialista Unificada, que ambas formas fueron usadas en la época–, al igual que el desarrollo y las posiciones adoptadas por las demás organizaciones juveniles vinculadas a las fuerzas que lucharon con la República, y las relaciones entre ellas no se pueden explicar sin los condicionamientos que el estallido de la guerra civil, el 18 de julio, interpuso en todos estos procesos, como veremos a continuación.
1 British Youth Peace Assembly, «The world we means to make»: a report of the World Youth Congress held at Geneve, August 31st-september 6th 1936, Londres, British Youth Peace Assembly [órgano coordinador de cerca de cuarenta organizaciones juveniles británicas], 1936,
2 Leon Blum, La jeunesse et le socialisme. Conference prononcée le 30 Juin 1934 (Maison de la Mutualité), París, Librairie Populaire-Editions du Parti Socialiste (SFIO), 1936, p. 3.
3 He analizado este proceso en Sandra Souto Kustrín, «Juventud, teoría e historia: la formación de un sujeto social y de un objeto de análisis», Historia Actual Online, n° 13 (invierno 2007), pp. 171-192, especialmente, pp. 171-178.
4 Marvin Rintala, «A generation in Politics: A Definition», The Review of Politics, vol. 25, n° 4 (octubre 1963), pp. 509-522, pp. 518-521; Víctor Alba, Historia Social de la Juventud, Barcelona, Plaza y Janés, 1979, p. 177; Bruna Bianchi y Marco Fincardi, «Giovani e ordine sociale. Miti e ruoli, in Europa e in Italia, tra XIX e XX secolo», en Bruna Bianchi y Marco Fincardi (Eds.), «Giovani e ordine sociale», Storia e problemi contemporanei, n° 27 (junio 2001), pp. 7-33, pp. 16-17; VV.AA., «Youth and Youth cultures in Germany: the post-wars periods 1918ff. and 1945ff. compared» y Jiri Koralka, «Spontaneity and Organization in Czech Youth Movements, 1848-1938/39», en Commission Internationale d’Histoire des mouvements sociaux et des structures sociales, La jeunesse et ses mouvements. Influence sur l’évolution des sociétés aux XIXe et XXe siècles, Paris, Éditions du Centre National de la Recherche Scientifique, 1992, pp. 25-40, p. 29; y pp. 217-229, p. 223, respectivamente.
5 Los Wandervögel («pájaros migratorios») eran una red de grupos excursionistas formados por estudiantes de secundaria de clase media que floreció en Alemania desde finales del siglo XIX.Véase, por ejemplo, John Randall Gillis, Youth and History. Tradition and Change in European Age Relations 1770-Present, Nueva York-San Francisco-Londres, The Academic Press, 1974, pp. 149 y ss.; Peter D. Stachura, The german youth movement 1900-1945: an interpretative and documentary history, Londres, Macmillan, 1981, pp. 13-37; y Ángel C. Moreu, «Idealisme naturalista dels adolescents alemanys (1897-1945). Dels Wandervögel (ocells errants) a la Hitlerjugend (juventud hitleriana)», en Josep González-Agapito y Xavier Laudo, «Associacionisme Juvenil, Socialització i Educació al segle XX», Educació I història: revista d’història de l’educació: full informatiu de la Societat d’Història de l’Educació dels Paϊsos de Llengua Catalana, n° 6 (diciembre 2003), pp. 36-43.
6 Por ejemplo, la movilización juvenil pacifista antes de la Primera Guerra Mundial en Francia se puede seguir en Yolande Cohen, Les jeunes, le socialisme et la guerre. Histoire des mouvements de jeunesse en France, París, L’Harmattan, 1989, pp. 167-216.
7 Radomir Luza, History of the International Socialist Youth Movement, Leyden, A.W. Sijthoff, 1970, p. 28. Una síntesis del papel de las organizaciones juveniles socialistas en el surgimiento de los partidos comunistas en diferentes países europeos se puede ver en Richard Cornell, Revolutionary vanguard: the early years of the Communist Youth International 1914-1924, Toronto-Buffalo-Londres, University of Toronto Press, 1982, pp. 32-43. Los Boy-Scouts agrupaban a chicos desde los 8 a los 23 años y, en su versión femenina, las Girl Guides, a chicas de 7 a 21 años.
8 Las citas en VV.AA., “Youth and Youth cultures in Germany…”, op. cit., pp. 25-40, p. 29 y Aline Coutrot, «Youth Movements in France in the 1930’s», en Walter Laqueur y George Mosse (eds.), «Generations in Conflict», Journal of Contemporary History, vol. 5, n° 1 (1970), pp. 23-35, p. 27.
9 Jiri Koralka, «Spontaneity and Organization in Czech Youth Movements…», op. cit., p. 224; Andrzej Micewski, «Polish Youth in the Thirties», Journal of Contemporary History, vol. 4, n° 3 (julio 1969), pp. 155-167, p. 157; Serge Berstein, Histoire du Parti Radical. La Recherche de l’âge d’or, 1919-1926, París, Presses de la Fondation Nationale des Sciences Politiques, 1980, pp. 241-242.
10 Jeremy Noakes, «Orígenes, estructura y funciones del terror nazi», en Noel O’Sullivan, Noel (ed.), Terrorismo, Ideología y Revolución, Madrid, Alianza, 1987, pp. 91-114, pp. 102-104; Eve Rosenhaft, Beating the Fascists? The German Communists and Political Violence, 1929-1933, Cambridge, Cambridge University Press, 1983, p. 193; Charlie Jeffery, Social Democracy in the Austrian Provinces, 1918-1934. Beyond Red Vienna, Londres-Madison, Leicester University Press-Farleigh Dickinson University Press, 1995, pp. 208-209.
11 Véanse los diferentes estudios sobre la juventud en el periodo de entreguerras en distintos países europeos recogidos en Bruna Bianchi y Marco Fincardi (Eds.), «Giovani e ordine sociale», op. cit.; Walter Laqueur y George Mosse (eds.), «Generations in Conflict», op. cit.; Commission Internationale d’Histoire des mouvements sociaux et des structures sociales, La jeunesse et ses mouvements…, op. cit.; Dieter Dowe (Ed.), Jugendprotest und Generationen-konflikt in Europa im 20. Jahrhundert. Deutschland, England, Frankreich und Italien im Vergleich (Vorträge eines internationalen Symposiums des Instituts für Sozialgeschichte Braunschweig. Bonn und der Friedrich-Ebert-Stiftung vom 17.-19. Juni 1985 in Braunschweig, Bonn, Verlag Neue Gesellschaft, 1986; y Sandra Souto Kustrín (coord.), «Ser joven en la Europa de entreguerras. Política, cultura y movilización», Hispania. Revista Española de Historia, Madrid, vol. LVII, n° 225, enero-abril 2007, pp. 11-147.
12 Espartaco, Madrid, órgano de orientación marxista editado por las Juventudes Socialistas, septiembre de 1934, pp. 6-10, «Nuestra justificación teórica: las juventudes, en primer plano»; Ramiro Ledesma Ramos, «Discurso a las juventudes de España», en Ibidem, ¿Fascismo en España? Discurso a las juventudes de España (estudio preliminar de Santiago Montero Díaz), Barcelona, Ariel, 1968, pp. 207-266, p. 265.
13 Sandra Souto Kustrín, «“El mundo ha llegado a ser consciente de su juventud como nunca antes”: Juventud y movilización política en la Europa de entreguerras», Mélanges de la Casa de Velázquez, vol. 34-1, primavera 2004, pp. 179-215.
14 Véase, por ejemplo, Dolores Gómez Molleda, «Juventud y Política en la España Contemporánea», Studia Historica. Historia Contemporánea, vol. V, n° 4 (1987), pp. 7-20, p. 9.
15 Sobre el papel de la FUE en la caída de la dictadura de Primo de Rivera, véanse, entre otras obras, Shlomo Ben-Ami, «Los estudiantes contra el Rey. Papel de la FUE en la caída de la dictadura y la proclamación de la República», Historia 16, Madrid, n° 6 (octubre de 1976), pp. 37-47 y «La rebellion universitaire en Espagne, 1927-1931», en Revue d’Histoire Moderne et Contemporaine, tomo XXVI (julio-septiembre de 1979), pp. 365-390; Ramón Casterás Archidona, «Los estudiantes: de la dictadura a la República», en Colloqui Internacional 2a República Espanyola, Comunicacions presentades a las ponències I i II, Barcelona, Universitat, 1981, vol. 1, pp. 92-109 y José Cepeda Adán, Los movimientos estudiantiles, 1900-1936, Madrid, Artes Gráficas Municipales, 1985, pp. 17 y ss. Una síntesis reciente en Eduardo González Calleja, Rebelión en las aulas. Movilización y protesta estudiantil en la España Contemporánea (1865-2008), Madrid, Alianza, 2009, pp. 99-137.
16 José López-Rey, Los estudiantes frente a la dictadura, Madrid, Morata, 1930, p. 27. Sobre la extensión de la FUE desde su nacimiento ver María Fernanda Mancebo, La Universidad de Valencia. De la Monarquía a la República (1919-1939), Instituto de Cultura Juan Gil-Albert-Universitat de València, 1994, pp. 87-90; sobre la FUE de Granada, Mario López Martínez, «El nacimiento de la FUE (Federación Universitaria Escolar) granadina: La juventud rebelde frente a la monarquía», Anuario de Historia Contemporánea, 1985, n° 12, pp. 257-281, pp. 263-264. Isaura Varela, «Universidad nueva y nuevos estudiantes. De los universitarios “troyanos” a los de la FUE», en Xavier Castro y Jesús de Juana (eds.), Mentalidades colectivas e ideoloxías, Orense, Diputación Provincial, 1991, pp. 229-242, la cita en p. 231.
17 Véase María Fernanda Mancebo, «Una élite estudiantil: los primeros congresos de la Unión Federal de Estudiantes Hispanos (UFEH)», en Les élites espagnoles à l’époque contemporaine, Pau, Université de Pau et des Pays de l’Adour, 1982, pp. 363-393; María Fernanda Mancebo, La Universidad de Valencia. De la Monarquía…, op. cit., pp. 88-89.
18 Renovación, Madrid, órgano de la Federación Nacional de Juventudes Socialistas, 15/3/1928, p. 2, Gregorio Marañón, «Plumas Ajenas. La Juventud»; 15/3/1929, p. 8; Luis de Zulueta, «Vosotros los jóvenes».
19 Renovación, 10/11/1930, p. 3 y 20/5/1929, p. 1. Federación de Juventudes Socialistas de España, IV Congreso Nacional (Convocatoria y Orden del día), Madrid, Gráfica Socialista, 1932, p. 14. Francisco de Luis Martín, La FETE en la Guerra Civil española (1936-1939), Barcelona, Ariel, 2002, pp. 98-100, recoge los intentos de formación de grupos de estudiantes socialistas realizados por la FJS, con escaso éxito, desde su creación. Sobre la escasa actividad de la juventud socialista bajo la dictadura de Primo de Rivera ver también Alfonso Olid Egea, Memoria de una larga lucha, Madrid, Compañía Literaria, 2001, p. 39, que había ingresado en 1928, con 17 años, en la Juventud Socialista Madrileña (JSM).
20 Renovación, número extraordinario dedicado al Congreso de Juventudes, octubre de 1915, pp. 7 y 18; un análisis detallado de la afiliación por regiones en pp. 8-18. Desde 1912 se podía reducir la duración del servicio militar mediante el pago de una cantidad (cuota) que permitía también elegir arma, cuerpo y unidad militar, lo que creaba desigualdades porque este sistema de cuotas sólo era accesible para aquellos jóvenes cuyos padres contaban con cierto nivel económico.
21 Este papel subordinado de las organizaciones juveniles socialistas provocaría numerosos conflictos entre jóvenes y adultos en todos los países, al igual que en la Internacional Juvenil Socialista (IJS), influyendo en la atracción que los jóvenes socialistas europeos sintieron hacía el comunismo a partir de 1917. Véase, por ejemplo, Radomir Luza, History of the International…,op. cit., pp. 19 y ss.; Richard Cornell, Youth and communism: an historical analysis of international communist youth movements, Nueva York, Walker, 1965, p. 13; Peter D. Stachura, The german youth movement…, op. cit., p. 95; Jacques Varin, Jeunes comme J.C. Sur la Jeunesse communiste. Tome I, de 1920 à 1939, París, Éditions Sociales, 1975, pp. 26 y ss.
22 Sobre los primeros años de la FJS, se puede ver Antonio González Quintana, «La primera organización de jóvenes proletarios españoles: las Juventudes Socialistas de España o el fracaso de una alternativa juvenil de clase (1903-1921)», Studia Historica. Historia Contemporánea, vol. 5, n° 4 (1987), pp. 21-46, las citas, en pp. 26 y 40. Sobre la campaña antimilitarista desarrollada entre 1909 y 1914 véase también Antonio González Quintana y Aurelio Martín Nájera, Apuntes para la Historia de las Juventudes Socialistas de España, Madrid, Fundación Pablo Iglesias, 1983, pp. 13-23. Indalecio Prieto, «Crepúsculos. Los viejos que fuimos jóvenes», 10/4/1955, en Indalecio Prieto, Convulsiones de España. Pequeños detalles de grandes sucesos, México, Oasis, 1967-1969, 3 vol., vol. 3, pp. 177-182, p. 177. Adolfo Fernández Pérez, Juventudes y socialismo en Asturias. Primer tercio del siglo XX, Oviedo, Fundación José Barreiro, 2009 –en realidad una historia del PSOE, la Juventud Socialista y los sindicatos ugetistas asturianos a través, principalmente, de los periódicos El Socialista y La Aurora Social-, p. 49, dice que ya en 1908 hubo conflictos entre los dirigentes de la FJS por las relaciones a mantener con el PSOE.
23 Renovación, octubre de 1915, p. 7, la cita; las proposiciones, en pp. 23-25.
24 Luis Arranz, «Los “cien niños” y la formación del PCE», en Contribuciones a la historia del PCE, Madrid, FIM, 2004, pp. 95-173. La resolución, publicada en El Comunista, cit. en Carlos Alejo Casado Gómez, «De la Unión de Juventudes Comunistas a la Juventud Socialista Unificada», en Manuel Bueno, José Hinojosa y Carmen García (Coords.), Historia del PCE. I Congreso 1920-1977, Madrid-Oviedo, FIM-Universidad de Oviedo-Principado de Asturias-Fundación Juan Muñoz Zapico, 2007, 2 vol., vol. 1, pp. 285-297, p. 288.
25 La FJS decía tener, en 1921, 3.424 afiliados; en su congreso de mayo de 1929 sólo 1.098, aunque en diciembre de este último año Mariano Rojo habló de 2.697 federados. Sin embargo, en este cálculo incluía 34 secciones que no habían contestado a una encuesta sobre militancia enviada por la dirección juvenil (Antonio González Quintana, «La primera organización de jóvenes proletarios…», op. cit., p. 35; Renovación, 15/1/1930, p. 1, Mariano Rojo, «Las Juventudes Socialistas en 1929»). Adolfo Fernández Pérez, Juventudes y socialismo en Asturias…, op. cit., p. 292, llama la los años de la dictadura «la difícil travesía del desierto» de la Juventud Socialista Asturiana y sitúa en 1929 los inicios de su reactivación, pp. 325-333 y 346-360.
26 Ver artículos haciendo referencia a la polémica en Renovación, 15/2/1928, pp. 1 y 2; Federación de Juventudes Socialistas de España, Orden del día, proposiciones y memoria del III Congreso Ordinario que se verificará en Madrid los días 6 y ss. del mes de mayo de 1929, Madrid, Gráfica Socialista, 1929, pp 15-16 y 22. Graco Marsá fue expulsado de la JSM en 1931 (Renovación, 30/10/1931, p. 4). Tras la escisión tercerista, las juventudes socialistas volvieron a numerar sus congresos desde el número uno, de ahí que el de 1927 sea el segundo.
27 Federación de Juventudes Socialistas de España, Orden del día, proposiciones y memoria…, op. cit., pp. 15-19, la cita en p. 15; la ponencia, en Renovación, 20/5/1929, p. 6, los enfrentamientos en mismo número, p. 1; la forma de elección del Comité Nacional en p. 4. En este congreso entró en la dirección juvenil socialista Carlos Hernández Zancajo. En un pleno celebrado en 1931 pasó a formar parte de la ejecutiva José Cazorla (Federación de Juventudes Socialistas de España, IV Congreso Nacional…, op. cit., p. 3). Ambos jugarían un importante papel en el desarrollo posterior de la juventud socialista, como veremos.
28 Archivo del Partido Comunista de España (APCE), Monografías, 26/1. Segis Álvarez, La Juventud Socialista Unificada de España. Sus orígenes actividades, Moscú, 1962 (texto mecanografiado), p. 19. La unificación juvenil había ido precedida de la unificación de los dos partidos, que formaron el PCE en noviembre de 1921. La información sobre los primeros pasos de la UJCE es escasa, no estando claros ni siquiera los nombres de sus primeros responsables (Véanse diferentes datos en Carlos Alejo Casado Gómez, «De la Unión de Juventudes Comunistas…», op cit., p. 291, que no indica referencias; APCE, Monografías, 26/1: Sergis Álvarez, La Juventud Socialista…, op. cit., p. 17; y APCE, film 3 (145). Sobre las características de la organización, véase Fernando Hernández Sánchez, Guerra o Revolución. El Partido Comunista de España en la guerra civil, Barcelona, Crítica, 2010, pp. 45-47.
29 APCE, Monografías, 26/1; Segis Álvarez, La Juventud Socialista…, op. cit., pp. 25-26. Similares contenidos tendría posteriormente el proyecto de programa que la Juventud Comunista Ibérica del Bloc Obrer y Camperol (BOC), el pequeño partido comunista heterodoxo dirigido por Joaquín Maurín y cuya fuerza se centraba en Cataluña, elaboró en 1931 (La Batalla, 24/12/1931, cit. en Ramón Casterás Archidona, La Juventud del POUM: Una juventud de la guerra civil española, Barcelona, edición del autor, 1983, pp. 15-16).
30 Un primer boceto de programa, según Antonio González Quintana y Aurelio Martín Nájera, Apuntes para la Historia…, op. cit., p. 40, se había realizado en el congreso de 1927. Renovación, 20/5/1929, pp. 4-5.
31 Chris Ealham, La lucha por Barcelona. Clase, cultura y conflicto, 1898-1937, Madrid, Alianza, 2005, pp. 47, 51, 76 y 91 y ss.
32 Susanna Tavera, «Escola de Rebel.lia. La joventut i l’anarcosindicalisme», en Enric Ucelay Da Cal (dir.), La joventut a Catalunya al segle XX. Materials per a una història, Barcelona, Diputació, 1987, 2 vol., vol. 1, pp. 138-151, pp. 142-143; Chris Ealham, La lucha por…, op. cit., pp. 210, 225, 238 y 248, la cita en p. 225. Un informe de la UJCE de junio de 1933 decía que “numerosos grupos anarquistas están compuestos exclusivamente por jóvenes” (APCE,Film VI (97).
33 Eduardo González Calleja y Sandra Souto Kustrín, «De la Dictadura a la República: orígenes y auge de los movimientos juveniles en España», en Sandra Souto Kustrín (coord.), «Ser joven…», op. cit., pp. 73-102, p. 88.
34 El primer manifiesto está recogido en Renovación, 16/9/1933, pp. 1-2, las citas en p. 2; el segundo, se conserva en Archivo Histórico Nacional, Audiencia Territorial de Madrid, Criminal (AHN, ATM [Cr.]), leg. 205/1, juzgado n° 18, causa 349/33. Juan Avilés Farré, La izquierda burguesa en la Segunda República, Madrid, Espasa Calpe, 1985, pp. 267-268 y 341-342; Centro Documental de la Memoria Histórica (CDMH), Político Social (PS) Castellón 69, expte. 9, folios 2-6, reglamento de constitución de la Juventud de Unión Republicana de Castellón.
35 José Ramón Montero Gibert, La CEDA. El catolicismo social y político en la II República, Madrid, Ediciones de la Revista del Trabajo, 1977, 2 vol., vol. I, pp. 582-656, la cifra en p. 648. Tanto la organización juvenil como el partido adoptaron el adjetivo popular al prohibir el gobierno republicano el apelativo nacional en los grupos políticos.
36 Ramiro Ledesma Ramos, ¿Fascismo en España?, op. cit., p. 151; José Antonio Primo de Rivera, «Juventud a la intemperie», en Arriba, 7/11/1935, reproducido en José Antonio Primo de Rivera, Obras completas: discursos y artículos (1922-1936), Madrid, Instituto de Estudios Políticos, 1976, 2 vol., vol. 2, pp. 784-788, la cita en p. 787. A finales de 1933 Falange no pasaba de 2.000 afiliados, un año después apenas alcanzaban los 5.000, y a inicios de 1936 contaba con unos 8.000 militantes. Stanley G. Payne, Falange. Historia del fascismo español, París, Ruedo Ibérico, 1965, pp. 45 y 68-69.
37 Ya en su tercer congreso, celebrado en 1933, hubo delegaciones de Valencia, Alicante, Almería, Cádiz, Castellón, Ciudad Real, Cuenca, Granada, Huelva (bachillerato), Córdoba, Zaragoza, Santiago, Valencia y Madrid. Las tres últimas fueron las más importantes (FUE, órgano de la Federación Universitaria Escolar, Valencia, 1/4/1933, edición facsímil, «Ponencias y acuerdos del III Congreso de la UFEH»). María Fernanda Mancebo, «Manuel Tuñón de Lara: una juventud comprometida con la causa antifascista», en José Luis de la Granja Sainz (coord.), Manuel Tuñón de Lara: maestro de historiadores, Bilbao-Madrid, Servicio Editorial de la Universidad del País Vasco-Casa de Velázquez, 1994, pp. 31-36, p. 34.
38 Genís Samper i Triedu, La Joventut fa Catalunya. 1900-1985. Aproximació a la història de les associacions de Joves, Barcelona, Generalitat de Cataluña. Direcció General de Joventut, 1987, pp. 109-110, destaca como características de la FNEC su defensa de la nacionalidad catalana y del catalán como lengua universitaria y el apoyo a que el ingreso en la universidad fuera resultado de las capacidades intelectuales y no de la situación económica. En Valencia surgió la Asociación Valencianista Escolar (María Fernanda Mancebo, La Universidad de Valencia. De la monarquía…, pp. 134 y ss.).
39 Enric Ucelay Da Cal, «Violencia simbólica y temática militarista en el nacionalismo radical catalán», en Julio Aróstegui (ed.), «Violencia y política en España», Ayer, n° 13 (1994), pp. 237-264, p. 239; y Enric Ucelay Da Cal, «Los “malos de la película”: las Joventuts d’Esquerra Republicana-Estat Catalá y la problemática de un “fascismo catalán”», en Eduardo González Calleja (ed.), «Juventud y Política en España», Ayer, n° 59, 2005/3, pp. 147-172.
40 La Euzko-Gastetxu-Batza, Federación de Chicos Vascos; Euzko Gastedi, Juventudes Vascas; Euzko-Mendigoxale-Batza, Federación de Montañeros Vascos, y Euzko-Ikasle-Batza, Federación de Estudiantes Vascos. José Luis de la Granja Sainz, El nacionalismo vasco: un siglo de historia, Madrid, Tecnos, 1995, p. 157; Xosé Manoel Núñez Seixas, «Juventud y nacionalismo gallego durante la II República», Cuadernos Republicanos, n° 20 (1994), pp. 51-61.
41 Carta del Comité Peninsular de la Federación Ibérica de Juventudes Libertarias (FIJL) al Ateneo Libertario de Alló (Navarra), fechada el 27/7/1934 y conservada en CDMH, PS Barcelona 1395.
42 Renovación, 10/4/1931, p. 1.
43 Renovación, 20/2/1931, p. 1, «¿República? Sí, primero; pero después, ¡Socialismo!»; Federación de Juventudes Socialistas de España, IV Congreso Nacional…, op. cit., p. 6; y Federación de Juventudes Socialistas de España, Memoria del V Congreso, Madrid, Gráfica Socialista, 1934, p. 13. Las Juventudes Socialistas mantuvieron en sus estatutos de 1932 que se podía pertenecer a ella hasta los treinta y cinco años, aunque se recomendaba el ingreso en las Agrupaciones Socialistas a los 23 y este ingreso sería obligatorio a los 30 años si se llevaba por lo menos tres meses de afiliado. Federación de Juventudes Socialistas de España, Estatutos de las Juventudes Socialistas, Madrid, Gráfica Socialista, 1932, p. 9.
44 Federación de Juventudes Socialistas de España, IV Congreso Nacional…, op. cit., p. 4. La Federación Regional Catalana de Juventudes Socialistas anunció su formación al director de El Socialista, órgano central del PSOE, el 10/2/1934 (FPI, Archivo Histórico (AH), 22-18, f. 53). Difícilmente se puede hablar, por tanto, de la Federación Catalana de Juventudes Socialistas entre 1931 y 1933, como hace Ramón Casterás Archidona, Las JSUC: ante la guerra y la revolución (1936-1939), Barcelona, Nova Terra, 1977, pp. 107 y ss., aunque sí de secciones de la FJS en Cataluña.
45 CDMH, PS Bilbao 174, expte. 3, Carta de la Ejecutiva Nacional de la FJS de 28 de diciembre de 1932. CDMH, PS Bilbao 76, expte. 7, folios (ff.) 4-26, Documentación del Primer Congreso de la Federación Provincial de Juventudes Socialistas de Vizcaya, a celebrar el 25 de marzo de 1934 en Bilbao, f. 6. Las secciones eran: Alonsótegui, Aranguren, Baracaldo, Bilbao, Dos Caminos, Erandio, Gallarta, Guecho, Guernica, La Arboleda, Las Carretas, Lejona, Miravalles, Ortuella, Portugalete, Santurce, San Salvador del Valle, Sestao, Balmaceda, Zaramillo, Galdames, San Julián de Musques y Bermeo.
46 Albacete, Alicante, Almería, Badajoz, Castellón, Ciudad Real, Córdoba, Granada, Guipúzcoa, Huelva, Jaén, León, Madrid, Málaga, Murcia, Navarra, Oviedo, Palencia, Pontevedra, Santander, Sevilla, Valencia, Vizcaya y Zaragoza (Federación de Juventudes Socialistas de España, Memoria del V Congreso, op. cit., pp. 37-38, que incluía el modelo de reglamento).
47 Ver actas de la comisión organizadora de la Federación de noviembre de 1931 y febrero de 1932 y actas del primer congreso, conservadas en CDMH, PS Santander C 76, expte. 3, ff. 1-6; y PS Santander C 76, expte. 4, documentación del segundo congreso de la Federación Provincial de Juventudes Socialistas Montañesas, 11 de marzo de 1934, f. 3, orden del día, y f. 4, de donde son los datos de afiliados. Las secciones participantes en el primer congreso eran Maliaño, Reinosa, Torrelavega, Santander y Los Corrales. Las constituidas posteriormente eran Astillero, Renedo de Piélagos, Castro-Urdiales, Molledo de Portolín, San Felices de Buelna y Liérganes (estas tres últimas no habían enviado datos de afiliación).
48 CDMH, PS Alicante 33, expte. 1, doc. 2, 14 pp., Informe para el II Congreso Provincial, pp. 1 y 2; y doc. 4, Circular de la Federación Provincial de 16 de septiembre de 1934. Este congreso no se llegó a celebrar antes de octubre de 1934.
49 Las otras secciones eran las de Cabañal, Cuart de Poblet, Manises, Buñol, Guadasuar, Játiva, Puebla del Duc y Sueca. CDMH, PS Bilbao 174, expte. 7, ff. 41-44, Acta del II Congreso Provincial de Juventudes Socialistas de Valencia, f. 41.
50 Renovación, 10/8/1931, p. 1. Se insistió en la educación política de los jóvenes, por ejemplo, en Renovación, 31/12/1932, p. 4 y Federación de Juventudes Socialistas de España, Memoria del V Congreso, op. cit., pp. 86 y 98.
51 Federación de Juventudes Socialistas de España, Resoluciones del IV Congreso, op. cit., pp. 38-39. Esta escuela se limitó a una serie de conferencias, pronunciadas por destacados miembros del PSOE (Renovación, 27/8/1932 p. 1; 3/09/1932, p. 4; 10/9/1932, pp. 1 y 4 y 17/9/1932, pp. 1 y 4). Federación de Juventudes Socialistas de España, Memoria del V Congreso, op. cit., p. 15.
52 Renovación, 3/6/1933, p. 4; 10/6/1933, p. 3; 17/6/1933, p. 2; 8/7/1933, p. 1; o 15/7/1933, p. 4. En esta segunda escuela el programa se dividió en dos cursos: el llamado «curso de propagandistas» era un curso de formación política «socialista» e historia del movimiento obrero europeo. El curso de estudios municipales analizaba el trabajo en los ayuntamientos estudiando la legislación vigente, la elaboración de los presupuestos o los diferentes aspectos de la gestión de un municipio (Federación de Juventudes Socialistas de España, Memoria del V Congreso, op. cit., pp. 15-16).
53 Renovación, 11/3/1933, p. 4; Federación de Juventudes Socialistas de España, Memoria del V Congreso, op. cit., pp. 88-90.
54 Renovación, 8/7/1933, p. 1. Después de la celebración de la escuela de verano de 1933, Renovación recogió impresiones de participantes de distintos pueblos que destacaron este carácter de confraternización con otros jóvenes (ver 5/8/1933, p. 3; 19/8/1933, p. 3; 26/8/1933, pp. 2 y 3). En el Congreso de 1932 se había aprobado que «durante los meses de verano, las federaciones organizarán jiras (sic) a las localidades donde existan secciones, para estrechar entre los afiliados los lazos de camaradería» (Federación de Juventudes Socialistas de España, Resoluciones del IV congreso, op. cit., p. 41). Ejemplos de este tipo de concentraciones y excursiones en diferentes zonas de España en Renovación, 30/9/1931, p. 3; 8/4/1933, p. 2; 3/6/1933, p. 2; 8/7/1933, p. 2; 19/8/1933, p. 1; 2/9/1933, pp. 1 y 2; 29/7/1933, p. 3; o 14/7/1934, p. 4.
55 Circular de la Federación Montañesa de Juventudes Socialistas conservada en CDMH, PS Santander D 28, expte. 3, ff. 11-13; CDMH, PS Bilbao 76, expte. 7, ff. 4-26, Documentación del Primer Congreso de la Federación Provincial de Juventudes Socialistas de Vizcaya, f. 10; Federación de Juventudes Socialistas de España, Memoria del V Congreso, op. cit., pp. 16-17.
56 Sobre el surgimiento de milicias de diferentes tendencias políticas durante la Segunda República véase, por ejemplo, el conjunto de artículos recogidos en Julio Aróstegui (coord.), «La militarización de la política durante la Segunda República», Historia Contemporánea, n° 11 (1994).
57 Federación de Juventudes Socialistas de España, IV Congreso Nacional…, op. cit., pp. 17-18, de donde es la cita. Renovación, 20/4/1931, p. 1. Se insistía en su carácter defensivo en p. 3 del mismo número; y en su separación de los republicanos el 10/5/1931, p. 2.