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Contextualización del campo temático

La pregunta ¿cómo entender la relación entre las prácticas dialógicas y los códigos sociolingüísticos? se ubica en tres contextos del conocimiento. En primer lugar, se sitúa en la revisión teórica de lo que se propone con cada concepto para ver los puntos epistemológicos, teóricos y metodológicos que los conectan; en segundo lugar, se encuentra en el contexto de los antecedentes investigativos centrados en explicar la construcción de códigos sociolingüísticos por parte de terapeutas y familias en la construcción del cambio, y, en tercer lugar, se enmarca en la realización y participación del Diplomado Internacional sobre prácticas dialógicas, realizado entre los años 2012 y 2013, cuyo objetivo fue enriquecer los debates y las reflexiones sobre la comprensión de las prácticas dialógicas como una apuesta pragmática, enriquecedora y propositiva de las relaciones humanas. Los dos últimos contextos de conocimiento están incluidos en los planteamientos a la segunda pregunta de investigación ¿cómo se llegó a esta relación?

Construcción de la relación entre códigos sociolingüísticos y prácticas dialógicas

Ambos conceptos, códigos sociolingüísticos y prácticas dialógicas, se enmarcan en los campos de las ciencias sociales, la sociolingüística y las prácticas psicosociales; contienen perspectivas de abordajes epistemológicos, teóricos y metodológicos desde trabajos investigativos, reflexivos y terapéuticos que integran el enfoque sistémico, el construccionismo social y la filosofía del lenguaje. Tanto los códigos como las prácticas son construcciones complejas cuyos focos de atención son lo dialógico y lo relacional, es decir que constituyen un lugar interactivo desde donde las personas producen acciones creativas para afrontar situaciones difíciles en sus vidas, tal como puede verse en aquello que comúnmente es denominado “momento de crisis”.

Las prácticas dialógicas se basan en conocimientos previos, desarrollan propósitos, contextos y diseños originales, distinguen un conocimiento que parte de las experiencias de vida en situaciones diversas y generan procesos de aprendizaje (Fried Schnitman, 2015ª, 2015b). Mediante los códigos sociolingüísticos, entendidos como pautas que conectan las relaciones, se reconoce la forma como las personas valoran sus experiencias relacionales, lo que cada quien percibe de sí mismo, de los demás y las situaciones que lo rodean. También, mediante los códigos pueden identificarse los contextos creados por las personas mientras transitan desde el lugar del problema hacia el lugar de cambio y la creación de nuevas formas de aprendizaje (Sánchez, 2016).

La relación de estos dos conceptos, códigos sociolingüísticos y prácticas dialógicas, fue la entrada al terreno de la investigación que respalda este libro y que detallo a continuación porque fue un recorrido epistemológico-teó-rico-metodológico desde donde emerge este texto. Centrarme en aspectos comunes me permitió identificar una carta de navegación para explorar las realidades que presentaban las voces de algunos integrantes de las familias; igualmente, me ayudó a dejar de lado el detalle de la manera como operan estos conceptos, por ejemplo, en las prácticas terapéuticas y de la intervención2. Es decir, con este estudios se logró pasar de ver el cambio co-construido en los contexto terapéuticos bajo el protagonismo del profesional a ver el cambio como un proceso en el que las personas y sus familias toman el lugar central, capaces de lograr transformaciones ante situaciones de conflicto.

Lo anterior permite mostrar que en el campo de la investigación todo marco de referencia y de conocimiento guía las acciones del investigador cuando entra en conversación o en diálogo con los otros. En el caso de la investigación que motivó el presente libro, por ser investigación cualitativa, los marcos de referencia aquí planteados me proporcionaron mayores niveles de flexibilidad para ser creativa en las conversaciones, para seguir los caminos a los que invitaba el despertar de múltiples intereses provenientes de las voces de los hablantes. Esta visión me llevó a una nueva curiosidad investigativa para ir tras las huellas o el paso a paso de las construcciones narrativas que se dan a través de las voces de cada persona, cuando narra la trayectoria entre el evento de crisis y lo que concibe como la superación de esta.

Estos planteamientos responden a una creación inductiva, para lo cual fue necesario tomar los lineamientos de la teoría fundamentada. Bajo este método, las categorías y subcategorías creadas emergieron de la información brindada por cada una de las personas que ofrecieron sus voces para narrar, desde el recuerdo, una situación de crisis familiar. En la mayoría de estas voces se expresa una tragedia reflejada en el dolor, el sufrimiento, la angustia, la lucha y la manera como las personas y sus familias se movieron y relacionaron para salir de estas formas de vida.

En este sentido, resalto las narraciones de los recuerdos, los testimonios que traen a la memoria algunas frases y descripciones en las que la mirada se pierde en el vacío de aquella situación sobre la que cada familia dio vueltas. Las personas recuerdan las formas de girar sin encontrar salidas, que en el transcurrir del tiempo dejaron muchas heridas, pérdidas o sinsabores que no quisieran volver a vivir, los recuerdos se configuran en un laberinto de acciones, interacciones y emociones, que para muchos ha dejado marcas en el cuerpo, en su piel y en su mirada, pues la descripción de lo vivido deja entrever la tristeza, el temblor y las expresiones de llanto de lo que ha pasado y hoy es un recuerdo y una huella. “Piensa en cuantas cosas heterogéneas se llaman ‘descripción’: descripción de la posición de un cuerpo por medio de sus coordenadas; descripción de una expresión facial; descripción de una sensación táctil; de un estado de ánimo” (Wittgenstein, 2008, p. 41).

Finalmente, en cada voz está el reconocimiento del valor, de la fuerza y de la capacidad para salir adelante y seguir con sus proyectos de vida personal y familiar. Como también señala Wittgenstein, las sensaciones tienen un tiempo, se expresan y se ubican en el cuerpo, lo cual permite definir una diferencia conforme al sentido afectado a partir de en donde se localiza la experiencia de la sensación en el cuerpo, como sucede con la sensación del gusto y del dolor (Wittgenstein, 2007). Con esto quiero decir que, en cada momento de la narración, el recuerdo y la descripción sobre lo que se traía al presente de la entrevista, las expresiones y contenidos de la narración variaban. Ejemplo de ello son las miradas de miedo, de tristeza o melancolía por lo que no se pudo decir y hacer en dichos momentos, así como también las sonrisas por la decisión percibida como el inicio de un momento de cambio y superación de la crisis.

Categorías centrales y campo temático. Articulación teórica

La segunda pregunta sobre esta investigación, ¿cómo se llegó a la relación de las prácticas dialógicas y los códigos sociolingüísticos?, es más que una presentación de antecedentes investigativos o de un diplomado internacional3; es la gestación y el surgimiento de una investigación que transciende los contextos terapéuticos, en tanto las acciones, los patrones interactivos, los significados y las coordinaciones sociolingüísticas de los integrantes de las familias se ponen en el escenario de la transformación. Es decir que desde este enfoque se reconoce que los recursos, las capacidades personales y sociofamiliares se exaltan frente una situación de crisis. Por lo tanto, aquí los protagonistas son las prácticas dialógicas y los códigos sociolingüísticos que construyeron las familias en un trayecto de sus vidas en el marco de sus relaciones cotidianas.

No obstante, las diferencias entre la tesis de doctorado y la investigación base del presente libro, hay elementos comunes desde el punto de vista metodológico, ya que son investigaciones cualitativas, con enfoque hermenéutico, apoyadas en la teoría fundamentada y en el microanálisis. La diferencia y el plus entre la tesis y la investigación que respalda este texto es la comprensión de las dinámicas relacionales de los integrantes de las familias cuando luchan por lograr un cambio respecto a una situación de crisis, ya sea en el contexto de la terapia o en el contexto de las dinámicas relacionales e interactivas en las familias. Esto es un aporte adicional a lineamientos metodológicos para trabajar con estos grupos de población en diversos procesos de terapia, acompañamiento, intervención o educación familiar. Es decir, ambas investigaciones, más el estudio y las reflexiones sobre las prácticas dialógicas potencian la comprensión y el trabajo con familias en múltiples contextos de relación social. De ahí la importancia de contar parte de la historia investigativa.

En el año 2008 cuando hice la presentación del primer proyecto de mi tesis doctoral: Códigos sociolingüísticos, familias y terapia sistémica. Proceso de cambio sociofamiliar, realicé dos interrogantes de investigación:

1. ¿Qué códigos sociolingüísticos co-construyen terapeutas sistémicos y consultantes –familias o integrantes de ella–, y cómo evolucionan hacia un cambio de discurso –significados– y de patrones (prácticas) de interacción sociofamiliar?

2. ¿Qué códigos sociolingüísticos surgen de las historias de éxito contadas por las familias que han atravesado por una situación de crisis sociofamiliar?

El primer interrogante fue el que guio el desarrollo y finalización de la tesis doctoral, puesto esta pregunta por sí sola definía ya un campo de exploración y conocimiento complejo en el marco de los procesos y conversaciones terapéuticas desde la perspectiva sistémica, unida a los marcos epistemológicos del construccionismo social y la filosofía del lenguaje.

La búsqueda de respuesta de esta inquietud se concentró en observar, registrar, examinar y describir las conversaciones y los diálogos terapéuticos mediante los cuales se creaban conexiones interactivas o patrones de relación construidos por los consultantes, y entre estos y los terapeutas. Con este estudio se pudo determinar que estas conexiones indicaban la creación de señales sociolingüísticas diferentes si las conversaciones giraban sobre el problema, la redefinición o el cambio. Este análisis requirió lecturas minuciosas, en las que fue necesario avanzar y retroceder en el paso a paso de la secuencia de fragmentos para poder encontrar cuáles eran las construcciones sociolingüísticas creadas por los hablantes para llegar al cambio o transformación de los problemas.

Fue ahí cuando di nombre a las pautas que conectan y que fueron señales de una forma característica de relación entre los hablantes. A cada pauta que conectaba las relaciones le di un nombre –código–, una explicación y también determiné la función que cumplen: código de contexto, código de contrastación, código de rebote, código circular perceptivo, código de suspensión, código de complemento, código de reconocimiento, código imaginativo y código integrativo (Sánchez, 2012, 2016).4

En el seguimiento de cada uno de los momentos conversacionales, algo que enriqueció la emergencia de estos códigos, y que permitió poder llegar a explicar cómo se van dando los procesos de cambio, fue haber observado, por un lado, cómo cambiaban las narraciones cuando las personas variaban el tiempo de la conversación: pasada (lo que precede), en el presente (lo que sucede) o en el futuro (lo que proviene). Es decir, la acción hecha verbo se transformaba según la ubicación del fragmento en uno u otro tiempo de la vida cotidiana. Cuando me refiero este tiempo, hago alusión tanto al tiempo procesal de las conversaciones terapéuticas como al tiempo en el que transcurren las narraciones, percepciones y descripciones de lo que viven las personas en uno u otro contexto relacional, dialógico, intersubjetivo.

Por otro lado, también observé un movimiento en el uso de los pronombres en la relación de quien narra con lo narrado y con el sujeto principal de la acción. Llamé a estos movimientos los contextos interactivos de los personajes protagonistas de una experiencia, cuya vida relacional está en la manera como el hablante centra su narrativa en algo o en alguien y en relación consigo mismo en tanto narrador y parte del problema, de la redefinición o del cambio. Entonces, encontré diferencia cuando los énfasis está en uno de los siguientes contextos interactivos: yo, tú, él, eso, aquello y sus plurales (Sánchez, 2013, 2014, 2015 y 2016).

Todo lo anterior configuró una lectura más completa sobre los códigos sociolingüísticos creados por los interactuantes y la co-construcción del cambio sociofamiliar en los contextos terapéuticos. Esta presentación general, sintetizó un proceso de cinco años de trabajo en una investigación cualitativa, con un enfoque hermenéutico unido al método de la teoría fundamentada (Strauss y Corbin, 2002) y del microanálisis de la interacción humana (González, 1994; Beavin, McGee, Phillips y Routledge, 2003). Las fuentes de información fueron las videograbaciones de cinco procesos terapéuticos completos, más otros que sirvieron de exploración piloto, porque de estos últimos solo se tenían apartes cortos de uno u otro momento de la conversación terapéutica. Igual, fueron una base importante para aprender sobre la observación detallada.

El segundo interrogante del proyecto inicial, ¿qué códigos sociolingüísticos5 surgen de las historias de éxito contadas por las familias que han atravesado por una situación de crisis sociofamiliar? Fue con el que identifiqué la investigación que fue la plataforma de este libro. Como puede verse, esta inquietud marcó otro tema, otra población y un contexto de estudio diferente. Desde el 2008, esta inquietud ha sido el punto de partida para el desarrollo de un nuevo proceso investigativo importante, por cuanto podría ser una base de enriquecimiento a los procesos terapéuticos y otras formas de intervención sociofamiliar y relacional. Una invitación a que psicoterapeutas y profesionales que realizan procesos de intervención clínica o psicosocial incorporen en su trabajo con personas y familias las capacidades de afrontamiento en situaciones de crisis que ellas han aprehendido, lo cual es un recurso que mediará en la transformación de los conflictos. Quizás sea una forma de minimizar la tendencia de aquellos profesionales que están más centrados en la patología o en la definición de diagnósticos que nominalizan, limitan y rotulan.

Los objetivos de este nuevo proceso de investigación fueron explorar y comprender en el encuentro y la entrevista con las familias: a) los códigos sociolingüísticos que aparecen al narrar los recursos de las familias hacia la solución de una situación de crisis; y b) los códigos sociolingüísticos que reflejan cambios en los discursos –significados– y patrones –prácticas– de interacción sociofamiliar. Por lo tanto, el sentido de la pregunta se dirigió a seguir, a través de los discursos, el paso a paso de la construcción de soluciones ante situaciones de crisis vividas por las familias. De esta manera, se proyectó la posibilidad de explorar y comprender los cambios de significados y patrones de interacción articulados al cambio que se desprenden de los discursos de las personas entrevistadas.

El supuesto que guio la referencia inicial de esta búsqueda investigativa y, a su vez metodológica, fue ver la familia como un grupo potencialmente activo, cuyos integrantes actúan, impulsan y generan procesos de cambio y transformación de situaciones de crisis vividas por ella. En el marco de estos procesos y de sus contextos particulares, los integrantes de las familias son percibidos como personas capaces de crear, mantener o transformar los significados y los patrones de interacción. Este supuesto se conservó desde el momento en el cual se formuló la investigación sobre códigos sociolingüísticos y prácticas dialógicas, que fue la base para la construcción de este libro.

Con el fin de perfilar las primeras exploraciones sobre los procesos de algunos miembros de familia ante una situación de crisis, en el año 2009 realicé una prueba piloto con tres casos. Las personas narraron de manera voluntaria una situación de crisis y fueron, también voluntariamente, quienes al final de la entrevista hicieron observaciones sobre la claridad (o confusiones) de las preguntas realizadas. Las observaciones que hicieron estas personas fueron tomadas en cuenta para aclarar la redacción y limpiar el contenido de las preguntas6.

La guía de entrevista inicial7, validada después de esta prueba piloto, es la que presento a continuación. Este documento se convirtió en un primer insumo para el desarrollo de la investigación cuyos resultados presento. Más adelante haré una descripción detallada del proceso metodológico8 del estudio.

Figura 1. Guía inicial de la entrevista abierta

Fuente: Guía de entrevista del proyecto inicial de mi tesis de doctorado en Psicología, UBA, 2009

Un segundo insumo que tuvo como base el proyecto fue la puesta en ejecución del Diplomado Internacional de Prácticas Dialógicas (2011 – 2013)9, liderado por Dora Fried Schnitman10 y Jorge A. Sanhueza11, en colaboración con el Kenneth Gergen12 y la participación en diálogos colaborativos de un equipo de psicólogas, psicólogos, psiquiatras y terapeutas sistémicos y construccionistas sociales de América Latina13 y Europa14.

Para la consolidación de la propuesta del Diplomado Internacional en Prácticas Dialógicas (2011) varios invitados, con el liderazgo de la doctora Fried Schnitman, comenzamos a participar desde nuestras investigaciones y proceso de formación doctoral entregando ideas de lo que podría llegar a ser este diplomado.

Las prácticas dialógicas se han entendido como una estrategia importante para aprehender, desarrollar y co-construir nuevas opciones investigativas en el campo de familia. El construccionismo social y las reflexiones en el marco de los postulados de la filosofía del lenguaje fueron los lineamientos epistemológicos de este trabajo académico que integra la formación en el diplomado, el desarrollo de la investigación y la construcción de este libro.

Producto del diplomado, con un grupo de académicos, se logró la publicación del primer volumen del libro titulado Diálogos para la transformación: experiencias en terapia y otras intervenciones psicosociales en Iberoamérica (2015), cuya editora fue Fried Schnitman. Como parte del equipo colaborador tuve la oportunidad de elaborar el capítulo de libro “Terapia familiar sistémica-construccionista. Lógicas sociolingüísticas que co-dicen” (Sánchez, 2015), hacer la reflexión del capítulo de libro “De la traducción radical a la indeterminación de la traducción en la comunicación terapéutica” (Arístegui, 2015) que articulaba la filosofía con la psicología y la psicoterapia, el cual fue parte del volumen 2. Finalmente, asumí la asesoría y acompañamiento del escrito para el volumen 3, titulado “Re-significación socio-familiar del derecho a la educación de niños y niñas en situación de hospitalización y tratamiento. Una propuesta de co-construcción mediante prácticas dialógicas” (González, 2016)

Campo temático. Importancia y novedad de la investigación

La mayoría de los estudios sobre crisis y cambios están centrados en la identificación de problemas y en diagnósticos psicológicos complejos. Los análisis hacen énfasis más en la carencia, en los diagnósticos psicopatológicos de las familias y las personas, en las situaciones problemáticas que enfrentan cotidianamente alrededor se estas “patologías” y en lo que han aportado los profesionales, especialmente de la psicología y la psiquiatría en los procesos de cambio. . Como dice Gergen:

la existencia de un vocabulario del déficit es análoga a la disponibilidad de armas —su misma presencia crea la posibilidad de que haya blancos a los que disparar_ y, una vez que se accionan, «individuos poco ideales» se ven alentados a participar en «programas de tratamiento», a ponerse bajo cuidado psicofarmacológico, o a separarse de la sociedad ingresando en instituciones asistenciales (Gergen, 1996, p. 190; Gergen, 2007, p. 288).

Según Pakman, en torno a los lenguajes que promueven los diagnósticos, los pacientes adquieren la vida propia de enfermos mentales, lo cual es parte de la micropolítica y poder de las instituciones de salud mental y, luego, aunque suene paradójico, el paciente comprendió que su problema ya no tiene cura ya que aprendió el lenguaje de la discapacidad (2011). En este sentido, la paradoja está en que el paciente que obedece inicialmente a su terapeuta aceptando su enfermedad termina finalmente por contradecirle en su conocimiento, por cuanto la aceptación del paciente, paralelamente aleja al terapeuta del propósito de su práctica profesional: “encontrar una cura”.

Debido a que este tipo de de vocabulario no tiene como perspectiva los lenguajes creativos y generativos construidos por las personas, ni dan cuenta de los recorridos dialógicos (códigos y prácticas), las estrategias de las familias cuando han afrontado situaciones de crisis, es fácil que tanto los profesionales como sus investigaciones caigan en los diagnósticos y en el rótulo.

Por lo tanto, cuando se trabaja en el complejo mundo de la vida humana y sus relaciones, es importante reconocer que a) diversas situaciones relacionales y personales sí requieren de la atención, intervención y acompañamiento psicosocial y psicoterapéutico; b) las personas y sus familias son un recurso por sí solas y único medio para la solución de sus propios problemas; c) hay casos de familias y personas que han activado otras redes de apoyo, sin que medie una intervención profesional; d) no siempre la ayuda del profesional es suficiente para lograr procesos de transformación y cambio en las situaciones de crisis, aunque dichos profesionales se conviertan en una de las redes de apoyo, y e) es común hablar del qué y del para qué del cambio, pero no es común hablar de cómo las familias llegan a él, lo cual es un insumo fundamental para la creación y formulación de nuevas estrategias de acompañamiento que permitan renovar el hacer disciplinar de la psicología y la psiquiatría y de profesiones que han incursionado en el campo de la intervención y orientación a personas y familias en situaciones de crisis, tal como sucede con Trabajo Social, Desarrollo Familiar, Pedagogía y Educación.

En cada una de estas situaciones, por un lado, las personas y las familias pueden lograr sus propósitos de dar salida y aprender otras formas de negociación y afrontamiento a sus conflictos, y, por otro lado, las acciones de las personas y familias son una materia prima fundamental para alcanzar el propio cambio y el fortalecimiento de lo que le es favorable para su desarrollo.

La tendencia académica de recrear más el problema que reflexionar sobre las estrategias de solución y sobre la concertación de acciones para la superación de situaciones de crisis conlleva a una concepción de la familia como agente pasivo en los procesos de cambio, a dejar en manos del profesional que interviene el poder de la transformación. Sin embargo, las familias establecen procesos de cambio y afrontan las crisis también de forma autónoma, activan sus recursos para establecer nuevas condiciones de vida con o sin la ayuda de terceros. Este hecho invita a visibilizar la forma en que lo hacen, a comprender cuáles son los códigos sociolingüísticos y cuáles son las prácticas dialógicas que permiten que el cambio tenga lugar.

En consecuencia, la respuesta a estas apreciaciones es mostrar las prácticas dialógicas y los códigos sociolingüísticos que co-construyen los grupos familiares para superar las situaciones de crisis. La finalidad de este enfoque es reconocer que el cambio y la transformación van más allá de la intervención o el apoyo profesional, aunque éstos sean medios a donde las personas y familias puedan acudir en busca de nuevas alternativas de solución.

En el marco de estos planteamientos, el presente libro contribuye para a) avanzar en el posicionamiento de las familias y sus integrantes como agentes potenciadores de cambio; b) poner en escena las acciones y las relaciones que co-construyen las personas y las familias para alcanzar una solución a sus problemas; c) dejar evidencia de las estrategias de las familias y de su entorno, y d) fortalecer el quehacer profesional con el diseño de lineamientos metodológicos para cualificar los proceso de intervención y de acompañamiento con familias frente a diversas situaciones de crisis.

Dentro de cada una de estas contribuciones está el aporte al conocimiento sobre los significados, los sentidos y los contextos que emergen sobre un camino que transita entre la vivencia y las huellas de una crisis, sus nudos y desenlaces, a una nueva forma de vida. Una vida más esperanzadora, con expresiones y lenguajes guiados por el reconocimiento, los aprendizajes y, por ende, la creación de nuevas prácticas dialógicas y otros códigos sociolingüísticos.

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Yaş sınırı:
0+
Hacim:
444 s. 8 illüstrasyon
ISBN:
9789587592344
Telif hakkı:
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