Kitabı oku: «Exilium», sayfa 8
SE DICE ASÍ E INCLUSO ASÍ
y de otro modo:
nada es tanto y después
está:
la casa de la carne
donde los dioses urden
sus veredictos
intransitables.
De esa unión
–agua y sombra–
nace el libro.
Hay que dar
las nuevamente gracias
recibirlo todo
des
es
pe
ra
da
men
te.
ERA Y NO ES Y SERÁ
presa perecedera,
lúcida nada
en la espesa noche
de una flor con rabia.
Con tal exactitud la furia
de ese duelo
que pueden contarse
los labios
que se están sosiegos.
Como siempre cobarde,
el amor en veremos,
con lo oscuro en brazos.
Se oye el destierro inminente,
la espada
que alumbra
la faz de la Tierra.
APENAS UN INTENSO
aburrimiento
en companía de nadie
y aparecen
cosas nunca vistas
:
el pájaro enterrado
en la nuca del pájaro,
la hamaca sin errores,
la daga poderosa
de la claridad.
Con tanto viento a cuestas,
el trabajo y el ocio
coinciden,
se aprende por fin
a estar
siendo.
A ESTE DESAPEGO
lo llamamos infancia
:
vuelo en mano,
recién cierto y fuego,
si es que ardía,
no se sabe.
No es seguro
que esa abundancia
persista,
que algo cante
por primera vez.
No toda es vigilia
la del combate perdido.
No toda es bonanza
la del combate ganado.
QUEDA
casi siempre,
de semejante aventura,
un signo,
una textura de luz,
una adicción
al dolor que rige
bajo la ropa.
Fuera de foco,
la materia opaca,
con el rostro ardido.
Ningún apuro sirve.
Ningún remordimiento.
La desgracia hace noches
donde
se
posa.
SE DIRÍA QUE OCURRE
afuera del antes,
en dirección a días
y otra vez días,
que llega
como estación legible
al tablero inmóvil
de unas piezas negras.
Toca a la puerta
el alfil de agua
trayendo deberes
interminables
.
Tanto esfuerzo para llegar
a esa lengua
donde algunas vez fuimos
niños
de aladas palabras
.