Kitabı oku: «Gestionar sin estar», sayfa 4
Competencias y valores para desempeñarse exitosamente en el mundo digital
Muchas veces me preguntan: ¿cuáles serán las competencias necesarias para enfrentar el futuro, mirando al futuro?
Hablar sobre el futuro implica, en todos los casos, que cualquier análisis que se realice esté condicionado por la incertidumbre. No obstante, el esfuerzo debe hacerse.
Por otra parte, los modelos de competencias deberían definirse siempre mirando al futuro; en ese caso, el futuro según la visión organizacional. Por lo tanto, la respuesta a esta cuestión debería incluir, desde mi perspectiva, una mirada conjunta sobre “pasado-presente-futuro”.
Ahora bien, la Pandemia 2020 ha llevado a los habitantes del mundo entero a una situación impensada. Las personas (no todas, pero sí un número relevante) comenzaron a trabajar desde sus hogares, con mayor o menor preparación para hacerlo de manera adecuada. Debieron desplegar –solas o con algún tipo de ayuda– una serie de actividades nuevas o, sin ser totalmente nuevas, hasta ese momento infrecuentes.
Entre nuestro pasado reciente, el presente y, también, el futuro, deseo destacar valores que comenzaron a ser considerados importantes, como el cuidado del medio ambiente, la sustentabilidad, la diversidad, entre otros.
Una organización podrá disponer de una nueva tecnología para resolver una situación o un problema. Al mismo tiempo, deberá considerar los aspectos éticos involucrados. En todas las disciplinas. Considerando que, por un lado, los avances tecnológicos producen fascinación y, por otro, no siempre dichos avances tecnológicos vienen acompañados por los valores necesarios para su desarrollo, lo cual entraña riesgos/consecuencias que eventualmente pueden ser muy graves.
El avance tecnológico digital, por ejemplo, es vertiginoso y, de un modo u otro, ha modificado nuestras vidas. Nos asombramos cuando, mientras estamos leyendo el diario en una aplicación, aparecen ante nuestros ojos esos zapatos que miramos hace solo un rato en Instagram… y así, miles de situaciones similares. ¿Hasta dónde “está bien una intromisión” y cuándo deja de ser admisible?
¿Cuánto saben de nosotros los gobiernos, las fuerzas de seguridad, etc.? En el plano empresarial, ¿cuánto conocen de nosotros nuestros competidores? Nunca lo sabremos…
Este conocimiento es utilizado de manera positiva para detectar el virus (por ejemplo, en la Pandemia 2020) y/o también para conocer la forma en que pensamos e impedir la libre opinión. Es un tema difícil.
¿Cómo se usa la información disponible (Big Data)? Si el uso es el correcto, no habrá objeciones (o habrá pocas). Si, por el contrario, dicha información es utilizada por personas mal intencionadas, estas podrían llevar a cabo acciones delictivas o, cuando menos, reñidas con las buenas costumbres y los valores morales.
Desde la mirada del número 1 y del director de Recursos Humanos, ¿cómo resolver la cuestión planteada, es decir, intensificar el avance tecnológico digital y, al mismo tiempo, obrar evidenciando valores?
Nuestra propuesta es que en los modelos de competencias se incluyan como competencias cardinales (es decir, para todos los colaboradores de la organización) al menos dos que apunten al equilibrio: Ética y Conocimientos digitales/Conocimientos técnicos. De este modo, los comportamientos éticos controlarán el avance de los conocimientos, para que su aplicación se realice de acuerdo con ciertos valores, en especial Ética (ya mencionado) y Respeto.
Retomaremos el tema de las competencias necesarias más adelante, en este mismo apartado, y también en los siguientes.
¿Formación sobre conocimientos o manejo intuitivo? Esa es la cuestión
La Pandemia 2020 obligó a muchas personas a realizar un aprendizaje acelerado, a utilizar de manera improvisada ciertas herramientas, en muchos casos impensadas antes de ese período.
Varios de nuestros amigos, profesionales destacados en diversas especialidades, enviaban mensajes de WhatsApp solicitando pequeños consejos sobre cómo hacer esto o aquello. Quienes ya veníamos utilizando esos métodos de trabajo, los ayudábamos y, a su vez, buscábamos apoyo en expertos para otras cuestiones, que no sabíamos cómo resolver. Aprendizaje acelerado en todas las direcciones. Un amplio proceso colaborativo.
Vivimos en un mundo complejo y diferente al de hace muy pocos años. Solo por poner ejemplos de todos los días, las aplicaciones nos traen al presente –sin que lo solicitemos– desde recuerdos que quizá no queremos rememorar hasta fotografías de viajes realizados y tantas otras situaciones que nos evocan momentos felices y placenteros.
Sin embargo, y volviendo al ámbito laboral, esta “inteligencia” de la tecnología y/o el aprendizaje acelerado, producto de una emergencia, no deben inducirnos a error.
Por ejemplo, pensar “ya no será necesario estudiar, puedo consultar todo en mi celular”, lo cual implica que la persona solo debería aprender a manejar cierta tecnología. Lamentablemente esta afirmación la he escuchado repetidas veces…
En la misma línea de pensamiento se inscribe la creencia de que el aprendizaje de la tecnología se lleva a cabo intuitivamente y, por lo tanto, no serán imprescindibles el estudio y la educación. Lo dudo. Por otra parte, en lo personal, amo estudiar y no me gusta la idea. Quizá sea así en un futuro, no sé. Hoy no sabemos hasta dónde llegará la inteligencia artificial.
Analizando el contexto actual y el de los próximos años más o menos cercanos, no puedo imaginar al ser humano totalmente ignorante de todo, solo consultando información en Internet. Aunque hoy, y desde hace unos años, todos –me incluyo– utilicemos Internet de manera constante –no frecuente, sino realmente constante– para buscar información sobre las cosas más diversas. Desde el nombre de un actor que no recordamos, en una película que estamos viendo en streaming o televisión, hasta una nueva tendencia del rubro que sea. También para servicios muy variados y todos los etcéteras que se desee sumar a estos meros ejemplos. Me asumo como una fanática al respecto.
A modo de abogado del diablo, quizá debiéramos preguntarnos si el piloto de un avión debe ser un experto en manejar aviones o un intuitivo. Igual pregunta cabe hacerse en relación con un médico, solo por poner dos ejemplos (lo mismo vale para un abogado, un arquitecto…). ¿Cómo aprendieron el piloto y el médico los conocimientos que los habilitan para ejercer sus respectivas profesiones? Seguramente no de manera intuitiva, sino producto de muchos años de estudio y entrenamiento duro.
Como decíamos al inicio de este punto, las circunstancias llevaron a muchas personas a la utilización práctica de un gran número de herramientas, durante un tiempo. Esa experiencia, aun con sus errores, es muy valiosa.
Sobre la base de esa experiencia, las organizaciones podrán extraer conclusiones. Como decíamos, en muchos puestos de trabajo solo será necesario saber usar las herramientas pertinentes. En otros, el conocimiento necesario será mayor.
Como se verá más adelante, en apartados siguientes, para desempeñarse exitosamente en un puesto de trabajo es necesario que su ocupante posea conocimientos, competencias y experiencia. Estos tres factores se retroalimentan entre sí. La experiencia permite adquirir conocimientos y desarrollar competencias. Al mismo tiempo, es importante recordar que, en algunos casos, será necesario realizar acciones adicionales para alcanzar el nivel adecuado de cada uno de estos aspectos.
Si bien hoy no podemos evaluar ni conocer en su total dimensión los avances de la tecnología y tampoco podemos prever con algún grado de certeza cómo irán evolucionando los oficios en los años venideros, pareciera que, en alguna medida, los conocimientos y la experiencia serán siempre necesarios.
Gestionar. Dirigir proyectos. Tomar decisiones. Análisis de conjunto o particularizado
Dirigir proyectos y tomar decisiones requiere desplegar un conjunto de conocimientos y competencias. Retomando el gráfico de páginas previas, veremos a continuación aspectos adicionales necesarios, también a tener en cuenta.
Para enfrentar una crisis y/o nuevos retos de cualquier índole, será necesario que el ocupante de un puesto de trabajo cumpla con aquellos aspectos que permitan evidenciar un desempeño adecuado. El trabajo a distancia es un elemento que se adicionará a la situación descrita.
Por ejemplo, si para desempeñarse como responsable de comercio exterior en una empresa se requieren ciertos conocimientos, competencias, experiencia y valores, y estos factores están presentes, a su vez, en el grado adecuado, el desempeño será el esperado. Si a esta situación preexistente se le adiciona el trabajo a distancia, solo habrá que implementar las modificaciones necesarias y el cambio a realizar será más fácil. En resumen, dentro del ejemplo planteado, se estará en buen camino para alcanzar una cultura orientada al trabajo a distancia.
Ahora bien, si en el punto de origen –antes del trabajo a distancia– no están cubiertos uno o varios de los requisitos necesarios para desempeñar las tareas y responsabilidades de cada puesto, en su modalidad a distancia el desempeño se verá afectado por las mismas falencias que, eventualmente, podrían presentarse si ese colaborador trabajara de manera presencial.
Con esta salvedad clarificada, veamos el gráfico de la página siguiente.
Observando la figura de manera horizontal, a los conocimientos deberán adicionarse conocimientos digitales, descritos más arriba.
En cuanto a competencias, quizá se deberán intensificar algunos aspectos de las que ya estaban asignadas al puesto, para permitir un mejor desenvolvimiento en el trabajo a distancia; por ejemplo, Liderar con el ejemplo y Colaboración. Y también adicionar otras. En los apartados 7, 8, 9 y 10 se describirán competencias necesarias para números 1, directivos y jefes, colaboradores y, también, para todos los integrantes de la organización en conjunto.
En el gráfico se menciona la experiencia, a la cual se le “suma” la experiencia digital. Es decir, para llevar a cabo las tareas y responsabilidades de cada puesto de trabajo será necesario algún tipo de experiencia, según corresponda en cada caso. A este cúmulo de experiencia requerida en la modalidad presencial, se le adicionará el complemento necesario –en materia de experiencia– que permita el trabajo a distancia.
Por último, valores que, como destacamos siempre, son los primeros aspectos en orden de importancia. En el gráfico indicamos Ética y Respeto,6 muchas organizaciones ya los estaban considerando. En un caso u otro, recordarlos será fundamental para alcanzar un satisfactorio trabajo a distancia, en todos los involucrados.
Momentos sumamente críticos para la humanidad en su conjunto, como la Pandemia 2020, ponen negro sobre blanco comportamientos positivos y negativos. La mayoría de las personas desplegaron en el período comportamientos altamente positivos –por ejemplo, mayor comprensión frente a las necesidades del otro, respeto, colaboración, etc.–. El gran reto será, cuando la pandemia quede atrás, cómo incorporarlos a la vida cotidiana. En el contexto de este trabajo, en desafío será incorporarlos al trabajo a distancia.
Gestionar para alcanzar los resultados esperados
Para que una organización alcance una cultura con alta orientación al trabajo a distancia habrá que identificar los principales ítems que la componen y las características necesarias en las personas que integran la organización para lograr este objetivo de desarrollo cultural. Con este propósito se hará aquí un recorrido por un conjunto de competencias, usualmente las necesarias para el propósito mencionado.
Gestionar, administrar y dirigir proyectos requiere perseverancia y constancia
Concentrándome en competencias, sugiero analizar el siguiente concepto.
Perseverancia en la consecución de objetivos.7 Capacidad para obrar con firmeza y constancia en la ejecución de proyectos y en la consecución de objetivos. Capacidad para actuar con fuerza interior, insistir cuando es necesario, repetir una acción y mantener un comportamiento constante para lograr un objetivo, tanto personal como de la organización.
Elegí esta competencia, incluida entre las cardinales en las obras mencionadas en la nota al pie, por varias razones: la principal es que en su definición mezcla una característica fuertemente ligada a valores personales, como la perseverancia, junto con la consecución de objetivos. El término “objetivos” no solo hace referencia al mundo laboral, organizacional. Podría incluir todo tipo de objetivos, incluyendo los de la vida personal.
Veamos el concepto en detalle. Primero, la frase al inicio de la definición. En segundo término, el texto luego del punto seguido, que da inicio al segundo párrafo. En ambos casos, se hace referencia a aspectos de una persona relacionados con valores, con ciertas características que si bien, igual que cualquier otra característica, se podrán desarrollar, están más relacionadas con aspectos generales del comportamiento.
Capacidad para obrar con firmeza y constancia…
Capacidad para actuar con fuerza interior, insistir cuando es necesario, repetir una acción y mantener un comportamiento constante…
En cambio, las dos frases siguientes señalan la aplicación –por decirlo de algún modo, “en la práctica”– de comportamientos concretos, al decir:
…en la ejecución de proyectos y en la consecución de objetivos.
…para lograr un objetivo, tanto personal como de la organización.
En resumen, esta competencia plantea cómo a través de evidenciar ciertos comportamientos será posible ejecutar proyectos, lograr objetivos, tanto dentro del ámbito organizacional/laboral como en la vida personal de cada individuo.
¿Por qué incluir una referencia a gestionar proyectos en el contexto de este libro?
En una primera instancia, la palabra “proyecto”8 hace referencia a la idea de “ejecutar algo” que, en un sentido amplio, podrá tener distinto grado de relevancia, según la perspectiva de cada uno. Desde esta mirada, cada uno de nosotros tiene “en mente” distintos proyectos que desea ejecutar.
En un contexto de trabajo a distancia, organizaciones y personas, en el marco profesional y personal, desplegarán sus capacidades para alcanzar distintos objetivos que se hayan propuesto.
Una competencia, un concepto, usualmente se relaciona con otros y en ciertos casos se solapan entre sí. Para gestionar y dirigir proyectos hará falta otro conjunto de competencias, por ejemplo, Comunicación eficaz, Calidad y mejora continua, Capacidad de planificación y organización… La idea se expresa en la figura siguiente.
En la parte superior de la figura se observan dos competencias: Conocimientos digitales, mencionada en páginas previas, junto con Perseverancia en la consecución de objetivos. En la parte inferior de la figura se suman otras, Comunicación eficaz, Capacidad de planificación y organización, y Calidad y mejora continua.9
Gestionar, administrar y dirigir proyectos requiere también la capacidad para tomar decisiones
Tomar decisiones es una capacidad inherente a muchos puestos de trabajo. Veamos a continuación una definición y, a continuación, un análisis detallado.
Toma de decisiones.10 Capacidad para analizar diversas variantes u opciones, considerar las circunstancias existentes, los recursos disponibles y su impacto en el negocio, para luego seleccionar la alternativa más adecuada, con el fin de lograr el mejor resultado en función de los objetivos organizacionales. Implica capacidad para ejecutar las acciones con calidad, oportunidad y conciencia acerca de las posibles consecuencias de la decisión tomada.
Desglosando en frases la definición precedente, es posible observar que la competencia implica una cierta capacidad de análisis y ejecución para lograr algo, en este caso, un buen resultado, con relación a alguna cuestión en particular. En el inicio de la definición e, igualmente, luego del punto seguido, se describen características relacionadas con aspectos generales del comportamiento.
Capacidad para analizar diversas variantes u opciones…
Implica capacidad para ejecutar las acciones…
En la segunda parte de cada una de las dos frases indicadas precedentemente se describe una aplicación práctica de la competencia, junto con los resultados esperados.
…considerar las circunstancias existentes, los recursos disponibles y su impacto en el negocio, para luego seleccionar la alternativa más adecuada…
…con el fin de lograr el mejor resultado en función de los objetivos organizacionales.
También allí se describe la manera en la cual se desea alcanzar ese resultado.
…con calidad, oportunidad y conciencia acerca de las posibles consecuencias de la decisión tomada.
Como ocurre con muchas otras competencias, Tomar decisiones implica el despliegue de varias de ellas, lo cual dependerá de la relevancia y/o complejidad de la cuestión a resolver, del ámbito donde se presente la situación, etc.
Entre las competencias relacionadas podríamos mencionar Influencia y negociación, Cierre de acuerdos, Manejo de crisis, Pensamiento analítico, Pensamiento conceptual…
En la parte superior de la figura se observan tres competencias: Conocimientos digitales, mencionada en páginas previas, junto con Perseverancia en la consecución de objetivos y Toma de decisiones. En la parte inferior de la figura se suman otras, Influencia y negociación junto con Cierre de acuerdos, Conocimientos digitales –cuya definición se expuso en las primeras páginas de este apartado–, Pensamiento analítico/Pensamiento conceptual y Manejo de crisis.11
Una reflexión sobre las competencias y su elección
Numerosos conceptos, ideas, principios y valores podrán ser considerados como competencias necesarias, según la visión y estrategia organizacionales. Dicha visión podrá incluir, entre otros aspectos, alcanzar una alta cultura orientada al trabajo a distancia.
Por otra parte, al realizar la elección de los conceptos mencionados, se deberá contemplar su interrelación, su posible superposición, etc. En una situación opuesta, se podrá dejar de lado aspectos importantes.
La definición de un Modelo de competencias que contemple adecuadamente todo lo expuesto en este apartado es una tarea compleja, que debe realizarse con la participación de la máxima conducción. De la implantación exitosa de dicho modelo dependerá que se alcancen –o no– los resultados esperados.
A modo de cierre del apartado
Gestionar sin estar es una filosofía de trabajo que abarca a la organización en su conjunto. Unos trabajadores podrán desempeñarse a distancia, otros de manera presencial. En esta obra, se analizará en profundidad la mejor manera de adoptar home office desde todas las miradas. No obstante, la cultura de trabajo a distancia, la filosofía que implica gestionar sin estar, de un modo u otro, será una filosofía de trabajo, una forma de hacer las cosas, de gestionar, para todos y cada uno de los integrantes de la organización. Trabajando a distancia o de manera presencial.
Las personas, en sus diferentes roles, tanto profesionales como personales, despliegan un conjunto de conocimientos y competencias, cada día, en cada momento. Como se expuso en la Presentación, este apartado es el inicio de un viaje para analizar una serie de cuestiones, más allá del trabajo a distancia, incluyéndolo y, al mismo tiempo, planteándonos un nuevo estilo de hacer las cosas.
Gestionar. Dirigir proyectos. Tomar decisiones, implica una serie de cuestiones que son tratadas en los distintos apartados de esta obra. A través de su lectura, usted podrá unir conceptos y establecer relaciones entre ellos.