Kitabı oku: «El mediterráneo medieval y Valencia», sayfa 6
1 F. Braudel, El Mediterráneo y el mundo mediterráneo en la época de Felipe II, Mé-xico-Madrid-Buenos Aires (Prólogo a la primera edición francesa de 1949), 1976, p. 17; íd., «Histoire et sciences sociales. La longue durée», en Annales ESC, 13/4, 1958, pp. 725-753 (traducción castellana en F. Braudel, La historia y las ciencias sociales, Madrid, 1970, pp. 60-106).
2 Aunque es posible encontrar formulaciones más o menos explícitas de este return desde hace diez o quince años en la investigación histórica (por ejemplo, M. Aymard, «La longue durée aujourd’hui. Bilan d’un demi-siècle (1958-2008)», en D. R. Curto et al. (dirs.), From Florence to the Mediterranean and beyond: essays in honour of Anthony Molho, Florencia, 2009, vol. 2, pp. 559-580), la explosión de este ha tenido lugar recientemente con la publicación del dosier «La longue durée en débat» de la revista Annales HSS, 70/2, 2015, que contiene el artículo-manifiesto de D. Armitage y J. Guldi, «Le retour de la longue durée: une perspective anglo-américaine», pp. 289-318. Véase también, de estos autores, The History Manifesto, Cambridge, 2014; disponible en línea: <http://historymanifesto.cambridge.org/>. Conviene subrayarlo: si en 1958 el motivo era «la crisis general de las ciencias humanas» (Braudel), en 2015 es la explosión incontrolada de saberes parciales, la superabundancia de datos, la incertidumbre de las fronteras de las disciplinas, el fracaso de la cooperación interdisciplinar, las recriminaciones contra un humanismo retrógrado e insidioso... (Armitage-Guldi). Siempre la familiar y permanente «crisis de la historia».
3 Retorno que los responsables editoriales de la revista rechazan explícitamente cuando dicen «les Annales ne partagent pas leur conception de la longue durée», lo que se entiende perfectamente vista la deriva y la dispersión temática de la revista en las últimas décadas, pero lo que no se comprende tanto es la elección de los comentaristas críticos analistas que intervienen en el debate, ni mucho menos los términos algo desagradables de algunas críticas. Véase la respuesta de D. Armitage y J. Guldi, «Pour une “histoire ambitieuse”. Une réponse à nos critiques», en Annales HSS, 70/2, 2015, pp. 367-378, a quienes hay que agradecer, al menos, la claridad de su propuesta: «nuestra concepción de la larga duración no es la de Braudel [...] para nosotros no es una “prisión” ni un ciclo sin fin, mucho menos un paisaje presuntamente inmóvil o un decorado estático ante el cual se desarrollan los acontecimientos del mundo. Al contrario, entendemos la larga duración como un instrumento dinámico, flexible y, sobre todo, crítico con las historias establecidas y con las instituciones vigentes» (p. 378).
4 L. Palermo, Sviluppo economico e società preindustriali. Cicli, strutture e congiunture in Europa dal medioevo alla prima età moderna, Roma, 1997, pp. 60 y ss.; A. Cortonesi y L. Palermo, La prima espansione economica europea. Secoli XI-XV, Roma, 2009.
5 D. Armitage y J. Guldi, «Le retour de la longue durée», cit., p. 292.
6 C. Wickham, «Memories of underdevelopment: What has marxism done for medieval history, and what can it still do?», en C. Wickham (ed.), Marxist history writing for the twenty-first Century, Oxford, 2007, pp. 32-48 (traducción castellana en Anales de historia antigua, medieval y moderna, 41, 2009, pp. 85-100).
7 Y no es que, con anterioridad, no hubiera existido una práctica histórica bastante extendida de observar regularidades en el tiempo y sobre todo de cuantificarlas, pero la crítica posmoderna a la formulación modélico-matemática y econométrica propia de las facultades y de la enseñanza anglosajona, la desconfianza –sobre todo por parte de la microhistoria– frente a los modelos explicativos globales y el cuestionamiento de la capacidad de la cifra para explicar un hecho o una evolución asentaron un duro golpe al uso y significado de los datos numéricos en el trabajo del historiador. Las nuevas tendencias que incorporan los análisis cuantitativos practican ya un mayor acercamiento y diálogo entre historiadores, economistas y el resto de ciencias sociales, donde conviene destacar la aparición de revistas como Histoire et Mesure (desde 1984), dedicada a la reflexión y a una práctica histórica fundamentada en el uso de cifras, estadísticas y modelos cuantitativos. Véase B. Lepetit, «L’histoire quantitative: deux ou trois choses que je sais d’elle», en Histoire et mesure, 4/3-4, 1989, pp. 191-199; G. Béaur, «Âge critique ou âge de raison? Les dix ans d’Histoire et Mesure», en Histoire et mesure, 11/1-2, 1996, pp. 7-17. Sobre la permanente necesidad de la cuantificación, su actual renovación y el uso imprescindible de las estadísticas véase el dosier Où va l’histoire économique? de la revista Historiens et Géographes, 378 (mayo de 2002), con intervención de J. Y. Grenier, y 380 (octubre 2002), con intervenciones de P. C. Hautcoeur y J. F. Eck.
8 B. Yun Casalilla, «Misurazioni e decisioni. La storia economica dell’Europa preindustriale oggi», en Studi Storici, 50/3, 2009, pp. 581-605, 585.
9 Inútil referenciar las obras, sobradamente conocidas, de estos autores. Una visión más detallada puede verse en L. Palermo, Sviluppo economico e società preindustriali, cit., pp. 164 y ss., y especialmente M. Arnoux, Le temps des laboureurs. Travail, ordre social et croissance en Europe (XIe-XIVe siècle), París, 2012, capítulo 1, quien realiza un repaso de los principales autores, enfoques y obras francesas sobre el argumento.
10 G. Bois, La gran depresión medieval: siglos XIV-XV. El precedente de una crisis sistémica, Valencia, 2011, p. 15.
11 A. Guerreau, El feudalismo, un horizonte teórico, Barcelona, 1984, pp. 30 y ss., quien también realiza un amplio repaso de autores y enfoques de la historiografía francesa sobre el tema.
12 G. Bois, La gran depresión, cit., p. 17. Parecidas expresiones son las que recoge M. Arnoux, Le temps des laboureurs, cit., pp. 19-20, «simple cliché que no merece la pena cuestionar y ni siquiera examinar», «argumento lógico más que hecho establecido», etc.
13 G. Fourquin, Histoire économique de l’occident médiéval, París, 1969, pp. 137-141.
14 P. Vilar, Crecimiento y desarrollo. Economía e historia: reflexiones sobre el caso español, Barcelona, 1964; A. Cortonesi y L. Palermo, La prima espansione economica, cit.
15 M. Arnoux, Le temps des laboureurs, cit., pp. 13-14 y 35.
16 J. de Vries, «The Industrial Revolution and the Industrious Revolution», en Journal of Economic History, 54, 1994, pp. 249-270, y The Industrious Revolution. Consumer Behaviour and the Household Economy, 1650 to the Present, Cambridge, 2008 (traducción castellana: La revolución industriosa: consumo y economía doméstica desde 1650 hasta el presente, Barcelona, 2009).
17 S. R. Epstein, Freedom and Growth. The rise of states and markets in Europe, 1300-1750, Londres, 2000 (traducción castellana: Libertad y crecimiento. El desarrollo de los estados y de los mercados en Europa, 1300-1750, Valencia, 2009), que utiliza el término premoderno para referirse al período que se extiende entre 1200 y 1800, entendido como un todo, algo ya generalizado entre los historiadores de la economía y que también empleamos en este trabajo.
18 B. Yun Casalilla, «Misurazioni e decisioni», cit., p. 584; P. F. Luna, «¿A dónde va la historia económica “a la francesa”?», en América latina en la historia económica, 22, 2004, pp. 29-52; G. Calafat y É. Monnet, «Le retour de l’histoire économique?», en La Vie des idées, 5 de enero de 2016. Disponible en línea: <http://www.laviedesidees.fr/Le-retour-de-l-histoire-economique.html>.
19 L. Fontaine, Le marché. Histoire et usages d’une conquête sociale, París, 2014, pero véase también su anterior libro L’économie morale. Pauvreté, crédit et confiance dans l’Europe préindustrielle, París, 2008, y la severa crítica de A. Skornicki, «Le marché, entre domination et émancipation», en La Vie des idées, 16 de enero de 2015. Disponible en línea: <http://www.laviedesidees.fr/ Le-marche-entre-domination-et-emancipation/html>.
20 De donde se deduce que existen, por lo menos, dos economías de mercado. Véase A. Guerreau, «Avant le marché, les marchés: en Europe, XIIIe-XVIIIe siècle», en Annales HSS, 56/6, 2001, pp. 1129-1175.
21 M. Arnoux, Le temps des laboureurs, cit., pp. 257-290; I. Theiller, «Prix du marché, marché du grain et crédit au début du XIIIe siècle: autour d’un dossier rouennais», en Le Moyen Âge, CXV/2, 2009, pp. 252-276.
22 S. R. Epstein, Libertad y crecimiento, cit.; íd., An island for itself: economic development and social change in late medieval Sicily, Cambridge, 1992 (traducción italiana: Potere e mercati in Sicilia. Secoli XIII-XVI, Turín, 1996).
23 Una apreciación similar a la que expresa M. Arnoux en Le temps des laboureurs, cit., p. 262, cuando afirma que «la hipótesis de la comercialización creciente de la sociedad europea es más un progreso en la descripción que en la explicación», a propósito de los conocidos trabajos de R. H. Britnell, The commercialisation of english society (1000-1500), Cambridge, 1993 y de J. Hatcher y M. Bailey, Modelling the Middle Âges. The history and theory of England’s economic development, Cambridge, 2001, libro que Ch. Wickham, «Memorias del subdesarrollo», cit., p. 87, critica por contener un poco de todo (maltusianismo, marxismo y teoría de la comercialización). Véase también una reseña global en Ch. Dyer y Ph. Schofield, «Estudios recientes sobre la historia agraria y rural medieval británica», en I. Alfonso (ed.), La historia rural de las sociedades medievales europeas, Valencia, 2008. Sorprende el entusiasmo por la «comercialización» de la reciente publicación Dynamiques du monde rural dans la conjoncture de 1300. Échanges, prélèvements et consommation en Méditerranée occidentale, études réunies par M. Bourin, F. Menant et Ll. To, École française de Rome, 2014, que constituye un excelente ejemplo de este tipo de razonamiento económico subyacente al estudio de estos temas y que, en el fondo como diría Arnoux, «es más un progreso en la descripción que en la explicación».
24 A. Greif, Institutions and the path to the modern economy: lessons from medieval trade, Cambridge-New York, 2006; A. Greif, L. Kiesling y J. V. C. Nye (eds.), Institutions, innovation and industrialization: essays in economic history and development, Princeton, 2015.
25 G. Bois, La gran depresión, cit., pp. 49-62.
26 L. Feller, «Histoire du Moyen Âge et histoire économique (Xe-XVe siècle) en France», en F. Ammannati (ed.), Dove va la storia economica? Metodi e prospettive, secc. XIII-XVIII (Atti della Quarantaduesima Settimana di Studi. Prato 18-22 aprile 2010), Florencia, 2011, pp. 39-60; íd., Campesinos y señores en la Edad Media, Valencia, 2015; L. Feller (ed.), Calculs et rationalités dans la seigneurie médiévale: les conversions de redevances entre XIe et XVe siècles, París, 2009.
27 G. Béaur, «L’histoire économique des campagnes», en Historiens et géographes, 378 (2002), p. 86; L. Fontaine, «Les enjeux politiques et sociaux du marché dans l’Europe moderne», en La vie des idées, 19 janvier 2016. Disponible en línea: <http://www.laviedesidees.fr/Les-enjeux-politiques-et-sociaux-du-marche-dans-l-Europe-moderne.html>.
28 Lo que está haciendo aparecer nuevos recursos analíticos como la historia de las emociones, la historia cognitiva, la sicología experimental, la llamada «teoría de perspectivas», etc., que influencian un retorno a la microeconomía y una ambición por integrar los sentimientos y las creencias en las explicaciones tradicionales de los comportamientos económicos.
29 B. Yun Casalilla, «Misurazioni e decisioni», cit., p. 589; L. Palermo, Sviluppo economico, cit., pp. 95 y ss.; S. R. Epstein, Libertad y crecimiento, cit. Para un marco más general, véase J. H. Munro, «The “New Institutional Economics” and the Changing Fortunes of Fairs in Medieval and early Modern Europe: the Textile Trades, Warfare and Transaction Costs», en S. Cavaciocchi (ed.), Fiere e mercati nella integrazione delle economie europee secc. XIII-XVIII (Atti della Trentaduesima Settimana di Studi. Prato 8-12 maggio 2000), Florencia, 2001, pp. 405-451.
30 P. Prodi, Settimo non rubare. Furto e mercato nella storia d’Occidente, Bolonia, 2009, y especialmente las últimas obras de G. Todeschini, Ricchezza francescana. Dalla povertà volontaria alla società di mercato, Bolonia, 2004; Come Giuda. La gente commune e i giochi dell’economia all’inizio dell’epoca moderna, Bolonia, 2011; La banca e il ghetto. Una storia italiana, Roma-Bari, 2016; «Servitude et travail à la fin du Moyen Âge. La dévalorisation des salariés et les pauvres peu “méritants”», en Annales HSS, 70/1, 2015, pp. 81-89.
31 D. C. North, Structure and change in economic history, Nueva York, 1981.
32 S. R. Epstein, Libertad y crecimiento, cit., especialmente capítulo 2 «Libertad, libertades y crecimiento».
33 G. Béaur (ed.), Property rights, land in market and economic gowth, Turnhout, 2014; G. W. Grantham, «Divisions of labour: agricultural productivity and occupational specialization in pre-industrial France», en The Economic History Review, 46/3, 1993, pp. 478-502; P. T. Hoffman, Growth in a traditional society. The French countryside 1450-1815, Princeton, 1996.
34 K. Pomeranz, The great divergente: China, Europe and the making of the modern World economy, Princeton, 2000; J. Abu-Lughod, Before European hegemony: the World system A.D. 1250-1350, Oxford, 1991; P. Boucheron (dir.), Histoire du monde au XVe siècle, París, 2009; P. Kyle Crossley, What is global history?, Cambridge, 2008; J. Goody, The theft of history, Cambridge, 2006 (traducción castellana: El robo de la historia, Madrid, 2011); C. Douki y Ph. Minard, «Histoire globale, histories connectées: un changement d’échelle historiographique?», en Revue d’histoire moderne et contemporaine, 54/4bis, 2007, pp. 7-21.
35 Mesure et histoire médiévale (XLIII Congrés de la SHMESP. Tours, 31 mai-2 juin 2012), París, 2013 (especialmente las ponencias de A. Guerreau, «La mesure au Moyen Âge: quelques directions de recherche», pp. 17-38, y M. Borin y E. Zadora-Rio, «La mesure au Moyen Âge et les mesures des médiévistes: remarques en forme de conclusión», pp. 375-396), además de recordar las páginas iniciales de este trabajo.
36 N. Coquery, F. Menant y Fl. Weber (dirs.), Écrire, compter, mesurer. Vers une histoire des rationalités pratiques, París, 2006, quienes señalan las dificultades del diálogo entre historiadores y la ciencia económica contemporánea.
37 J. Hatcher y M. Bailey, Modelling the Middle Âges, cit. Una actitud similar en M. Arnoux, Le temps des laboureurs, cit., quien, para abordar el crecimiento medieval, afirma que no tendrá en cuenta «ni donnée chiffrée ni tableau statistique» (p. 10).
38 B. M. S. Campbell, «National Incomes and economic growth in pre-industrial Europe: Insights from recent research», en Kings in captivity. Macroeconomy. Economic growth, Varsovia, 2014, pp. 167-196; J. L. van Zanden, «Una estimación del crecimiento económico en la Edad Moderna», en Investigaciones de historia económica, 2, 2005, pp. 9-38; J. L. van Zanden y B. van Leeuwen, «Persistent but not consistent: the growth of national income in Holland 1347-1807», en Explorations in economic history, 49, 2012, pp. 119-130; R. Allen, «Economic structure and agricultural productivity in Europe, 1300-1800», en European Review of Economic History, 3, 2000, pp. 1-25 (utilizo la traducción castellana de este artículo en R. Allen, Revolución en los campos. La reinterpretación de la Revolución Agrícola inglesa, Zaragoza, 2004, pp. 213-240).
39 P. Malanima, L’economia italiana. Dalla crescita medievale alla crescita contemporanea, Bolonia, 2002; íd., «Measuring the italian economy, 1300-1861», en Rivista di storia economica, 19/3, 2003, pp. 265-295; íd., «Wages, productivity and working time in Italy, 1270-1913», en Journal of European economic history, 36, 2007, pp. 127-171.
40 Datos de Allen para la estructura del empleo en Europa en 1400, De Vries y Malanima para la evolución de las tasas de urbanización estimadas según los salarios y la fuerza de trabajo dedicada a la agricultura entre 1300 y 1400. Van Bavel y Van Zanden para el caso holandés entre 1400 y 1500.
41 Lo que significa que el PIB por habitante inglés en 1086 equivalía a algo menos del 37% del nivel de 1800. Véase B. M. S. Campbell, English seigniorial agriculture, 1250-1450, Cambridge, 2000, pp. 406-411.
42 J. L. van Zanden, «Una estimación del crecimiento», cit., p. 24.
43 P. Malanima, L’economia italiana, cit., p. 450.
44 R. Allen, «Estructura económica», cit., pp. 234-235, y sobre todo G. Federico y P. Malanima, «Progress, decline, growth: product and productivity in Italian agriculture, 10002000», en Economic History Review, LVII/3, 2004, pp. 437-464, que rectifican y completan algunos datos de Robert Allen.
45 M. Overton y B. M. S. Campbell, «Production et productivité dans l’agriculture anglaise, 1086-1871», en Histoire et mesure, XI/3-4, 1996, pp. 255-297; J.-M. Chevet y G. Béaur (eds.), Measuring agricultural growth. Land and labour productivity in Western Europe from the Middle Âges to the Twentieth Century (England, France and Spain), Turnhout, 2014.
46 P. Malanima, «I prezzi delle cose. Ieri e oggi. Prolusione», en I prezzi delle cose nell’età preindustriale (48 Settimana di studi. Prato, 8-11 maggio 2016) (en prensa).
47 R. Allen, «Estructura económica», cit., p. 216.
48 C. Álvarez-Nogal y L. Prados de la Escosura, «The rise and fall of Spain (12701850)», en The Economic History Review, 66/1, 2013, pp. 1-37, modelo español que, en substancia y para estos autores, se sustenta sobre la base de factores externos como la mayor disponibilidad de tierra o el comercio internacional de la lana, pero que no cuenta con estudios suficientes sobre el consumo, la productividad del trabajo, la economía urbana o los niveles de vida.
49 Expresión de J. L. van Zanden, «Una estimación», cit., p. 25.
50 P. Malanima, «Measuring the Italian economy», cit., pp. 289-291.
51 R. Allen, «Estructura económica», cit., pp. 216-217.
52 J. L. van Zanden, The Long Road to the Industrial Revolution: the European economy in a global perspective, 1000-1800, Leiden-Boston, 2009. Si no tan frecuente como la «gran divergencia» Europa-China, la comparación y «pequeña divergencia» Italia (o Europa meridional)-norte Europa es usual en historia económica bajomedieval. Véase E. Crouzet-Pavan y É. Lecuppre-Desjardin (dirs.), Villes de Flandre et d’Italie (XIIIe-XVIe siècle). Les enseignements d’une comparación, Turnhout, 2008.
53 R. Allen, «Estructura económica», cit., pp. 217-228.
54 P. Malanima, «Crescita o declino? Città e campagne in Europa dal XIV al XVI secolo», en Annali del Dipartimento di Storia (Roma), 4, 2008, pp. 13-48; íd., «Italian cities, 1300-1800. A quantitative approach», en Rivista di storia economica, XIV, 1998, pp. 91-126; P. Bairoch, Cities and economic development from the dawn of history to the present, Chicago, 1988; J. de Vries, European urbanization 1500-1800, Londres, 1984 (traducción castellana: La urbanización de Europa 1500-1800, Barcelona, 1987). Naturalmente subyace el problema de definir y categorizar qué es una ciudad tanto desde el punto de vista de las actividades económicas de sus habitantes como del número de su población. Malanima entiende ciudad como «el asentamiento estable de población dedicada preferentemente a actividades secundarias y terciarias» y coloca el límite en 5.000 habitantes, lo que, desde el punto de vista económico, parece bastante correcto, aunque para algunas regiones la cifra debería ser inferior.
55 Discute la cronología bajomedieval de la urbanización europea en P. Malanima, «Urbanisation and the Italian economy during the last millenium», en European Review of Economic History, 9, 2005, pp. 97-122.
56 S. R. Epstein, «Nuevas aproximaciones a la historia urbana de Italia: el renacimiento temprano», en Hispania, LVIII/2, 1998, pp. 417-438.
57 R. Allen, «Estructura económica», cit., pp. 220, 226 y 228.
58 D. Armitage y J. Guldi, «Le retour de la longue durée», cit., pp. 310 y 314; J. Burnouf y otros, «Sociétés, milieux, ressources: un nouveau paradigme pour les médiévistes», en Être historien du Moyen Âge au XXIe siècle (XXXVIIIe Congrès de la SHMESP. 31 mai-3 juin 2007), París, 2008, pp. 95-132, que propugnan la vuelta a una perspectiva global y ecológica como la del trabajo ya clásico de A. W. Crosby, Ecological imperialism: the biological expansion of Europe, 900-1900, Cambridge-New York, 1986; pero véase también S. Cavaciocchi (ed.), Economia e energia secc. XIII-XVIII (Atti della trentaquatressima Settimana di Studi. Prato 15-19 abril 2002), Florencia, 2003, y el volumen de S. Cavaciocchi (ed), Le interazioni fra economia e ambiente biologico nell’Europa preindustriale secc. XIII-XVIII. Economic and Biological Interactions in Pre-industrial Europe, from the 13th to the 18th Centuries (Atti della quarantunessima Settimana di Studi. Prato 26-30 aprile 2009), Florencia, 2010.
59 P. Malanima, Energia e crescita nell’Europa pre-industriale, Roma, 1996; íd., Uomini, risorse, tecniche nell’economia europea dal X al XIX secolo, Milán, 2003; íd., «Energy, power and growth in the High Middle Âges», en Kings in captivity. Macroeconomy. Economic growth, Varsovia, 2014, pp. 197-216; íd., «Energy and population in Europe: the medieval growth», en Europas aufstieg. Eine spurensuche im spätten Mittelalter, 2013, pp. 201-220.
60 E. A. Wrigley, People, cities and wealth. The transformation of traditional society, Oxford, 1987 (traducción castellana: Gentes, ciudades y riqueza: la transformación de la sociedad tradicional, Barcelona, 1992); íd., Poverty, progress and population, Cambridge, 2004. Una exposición amplia del tema en E. Tello, «Nuovi problemi, approcci e metodi per la storia economica ambientale delle società preindustriali e in via di industrializzazione», en Studi storici, 50/3, 2009, pp. 607-631.
61 Orientaciones y abundante bibliografía sobre el tema puede verse en R. C. Allen, T. Bengtsson y M. Dribe (eds.), Living standards in the past. New perspectives on well-being in Asia and Europe, Oxford, 2005.
62 Il commercio al minuto. Domanda e offerta tra economia formale e informale secc. XIII-XVIII (Atti delle Settimane di studi. Prato 2014), Florencia, 2015.
63 Ch. Dyer, Standards of living in te later Middle Âges: social change in England c.1200-1520, Cambridge, 1990 (traducción castellana: Niveles de vida en la baja Edad Media: cambios sociales en Inglaterra, c. 1200-1500, Barcelona, 1991); íd., Making a living in the middle ages: the people of Britain 850-1520, New Haven, 2002; íd., An Âge of Transition? Economy and society in England in the later Middle Âges, Oxford, 2005.
64 L. Palermo, Sviluppo economico, cit., pp. 134 y 203-204.
65 P. Malanima, «I prezzi delle cose», cit.
66 A. K. Sen, Development of freedom, Oxford, 1999; A. K. Sen y M. Nussbaum (eds.), The quality of life, Oxford, 1993. Para Giacomo Todeshini, véase nota 30 anterior.
67 L. Palermo, Sviluppo economico e società preindustriali, cit., pp. 139-143 y 228-230; J. M. Salrach, El hambre en el mundo: pasado y presente, Valencia, 2012; M. Bourin, J. Drendel y F. Menant (dirs.), Les disettes dans la conjoncture de 1300 en Méditerranée occidentale, Roma, 2011; M. Bourin, S. Carocci, F. Menant y Ll. To Figueras, «Les campagnes de la Méditerranée occidentale autour de 1300: tensions destructives, tensions novatrices», en Annales HSS, 66/3, 2011, pp. 663-704.
68 Véanse los diversos coloquios sobre carestías y crisis alimentarias en época preindustrial en H. R. Oliva Herrer y P. Benito i Monclús (eds.), Crisis de subsistencia y crisis agrarias en la Edad Media, Sevilla, 2007 (especialmente la intervención de F. Menant, «Crisis de subsistencia y crisis agrarias en la Edad Media: algunas reflexiones previas»); P. Benito i Monclús (ed.), Crisis alimentarias en la Edad Media. Modelos, explicaciones y representaciones, Lleida, 2013; P. Benito i Monclús y A. Riera i Melis (eds.), Guerra y carestía en la Europa medieval, Lleida, 2014.
69 A. K. Sen, Poverty and famines. An essay on entitlement and deprivation, Oxford, 1981.
70 Además de la referencia obligada a T. Piketty, Le capital au XXIe siècle, París, 2013, véase el monográfico Lire Le capital de Thomas Piketty en la revista Annales HSS, 70/1, 2015, especialmente el artículo de G. Todeschini, «Servitude et travail à la fin du Moyen Âge», cit., pp. 81-89, y el coloquio «Cittadinanza e disuguaglianze economiche: le origini storiche di un problema europeo (XIII-XVI secolo)» publicado en Mélanges de l’Êcole française de Rome. Moyen Âge, 125/2, 2013.
71 Además de los estudios ya citados de Paolo Malanima y C. Álvarez-Nogal y L. Prados de la Escosura, «The rise and fall of Spain (1270-1850)», cit., véase A. Carreras, «Problemi di stima del PIL nell’Europa moderna. Il caso spagnolo», en Studi storici, 50/3, 2009, pp. 653-694; B. Yun Casalilla, Marte contra Minerva. El precio del imperio español c. 1450-1600, Barcelona, 2004.
72 A. Guerreau, «L’étude de l’économie médiévale. Genèse et problèmes actuels», en J. le Goff y G. Lobrichon (eds.), Le Moyen Âge aujourd’hui. Actes de la recontre de Cerisy-la-Salle, en Cahiers du Léopard d’or, 7, 1997, pp. 31-82: 45-46.
73 Véase, por ejemplo, A. Grohmann, «Vecchie e nuove sensibilità nella storiografia economica italiana», en Dove va la storia economica?, cit., pp. 25-37, y las intervenciones de G. Nigro y A. Grohmann en el debate del congreso Le interazioni fra economia e ambiente biologico, cit., pp. 607-609, donde ambos, afirmando la utilidad de los bancos de datos para el trabajo histórico, insisten tanto en los mecanismos correctivos del planteamiento teórico del cuantitativismo como en las cuestiones que tienen que ver con la utilización de los datos de archivo y de las fuentes primarias.
74 Entre los muchos trabajos del autor sobre el tema, véase su escrito póstumo: S. R. Epstein, «Trasferimento di conoscenza tecnologica e innovazione in Europa (1200-1800)», en Studi storici, 50/3, 2009, pp. 717-746, que representa una síntesis global de sus ideas. Para un contexto más amplio véanse las Actas del reciente Congreso sobre Gremios y corporaciones laborales en la transición del feudalismo al capitalismo publicado en Áreas. Revista internacional de ciencias sociales, 34, 2015.
75 La trasmissione dei saperi nel medioevo (secoli XII-XV) (Diciannovesimo convegno internazionale di studi. Pistoia, 16-19 maggio 2003), Pistoia, 2005.
76 P. Malanima, «Crescita o declino?», cit., p. 25.
77 B. Yun Casalilla, «Misurazioni e decisioni», cit., 605.