Kitabı oku: «Historia de Venezuela, Tomo II», sayfa 14
CAPITULO SSIETE
De la sospecha que en Piru se tenia de Pedro de Horsua, y de lo que le auiso vn amigo suyo y el pronostico que sobre su jornada obo.
El Uissorrey de Piru y los Oydores y otras personas, despues de partido de Lima el gouernador Pedro de Orsua, quedaron con alguna sospecha de que algunos uelicosos y facinorosos soldados que consigo lleuaua, no le ynduciesen y persuadiesen a que se alzase contra el seruicio de su Magestad, y con la jente que tenia, que heran casi trecientos honbres, y boluiese sobre el Piru y les pusiese en algun aprieto; por que entre la jente que Pedro de Orsua auia sacado de Piru yban algunos soldados que se auian hallado en los alzamientos y rreueliones de Gonzalo Pizarro y de Francisco Hernandez Jiron y de Don Sevastian de Castilla y de los Contreras; y estando en esta confusion y con deseo de sauer alguna nueva del suceso que arriua se a contado, y de como Pedro de Horsua hizo la justicia que se a dicho, de aquellos soldados que mataron al capitan Pedro Rramiro, lo qual sauido y entendido por todos en general, fue loado el general Pedro de Orsua de auer castigado tan justamente aquellos soldados, y se quito de sus pechos y coracones el rresauio que tenian de la buelta de Pedro de Horsua a Piru; y como en las Indias por la mayor parte la jente es algo supresticiosa, se dijo y pronostico, sauida aquella nueua, que pues la jornada se auia comenzado por sangre, que no pararia en bien; y demas desto vn bezino del Piru, que se decia Pedro de Añasco, de un pueblo llamado Chachapoyas, muy amigo del Gouernador y muy espirimentado en cosas del Piru, y que tenia gran conocimiento de algunos soldados que lleuaua Pedro de Orsua consigo, y de las ocasiones que suelen causar motines y alzamientos, le escrivio una carta al Gouernador en que le ynbio a dezir, que como amigo le auisaua que tenia sospecha de algunos de los soldados que consigo lleuaua, que heran bulliciosos y facinerosos y que podia ser causalle la muerte a el v otro graue daño, y que especialmente tenia este rrezelo y sospecha de Lorenco Salduendo y de Lope de Aguirre y de Joan Alonsso Labandera y Cristoual de Chaues y de Don Martin y a otros que por sus nonbres nonbraua, y que por diez v honze hombres menos no auia de dejar de hazer su jornada; que le rrogaua que los echase fuera; que si por conpasion de bellos pobres y necesitados no les quisiese ynbiar, que esto no se le pusiese por delante, porque el los proueheria y sustentaria en el ynter que yba a descubrir la tierra, y que despues de descuuierta podria ynuiar por hellos y hazelles el uien que quisiese; y que asi mesmo le esortaua y rrogaua que no llevase consigo a Dona Ines de Atienzia, hija de Blas de Atienca, vezino de la ciudad de Trujillo, mujer que fue de Pedro de Arcos, vezino de Piru, porque demas de ser vna cosa tan fea, de tan mal exenplo, por las nueuas que della tenia, antes se le causaria daño que prouecho de su lleuada, y que si el fuese seruido de que se quedase, que el daria horden como se hiziese de suerte que la Doña Ines no entendiese quel lo mandaua ni auia sido consentidor dello.
Rresceuida esta carta por el Gouernador, no curando tomar el consexo que su amigo Pedro de Añasco le dava, antes lo desimulo todo, no rrespondiendole nada: solamente hizo boluer a Piru al Don Martin, uno de los que le auisauan que echase fuera, y a los demas lleuo consigo, los quales le hurdieron y dieron la muerte, como adelante se dira, y asi mesmo la Doña Ines fue mucha caussa para que este Gouernador se perdiese, segun lo afirman todos los soldados que biuos escaparon.
CAPITULO OCHO
Como el Gouernador hordeno que Don Juan de Bargas fuese con treinta honbres delante, y mando que Garcia de Horce se adelantase con otros treinta, y lo que le acahecio a Garcia de Arze.
Estando el gouernador Pedro de Horsua en el pueblo de los motilones, llamado Santa Gruz, recojiendo su jente, que aun no auia llegado toda, acordo ynuiar cien honbres delante, y por capitan dellos á Don Juan de Bargas, para quen llegando al rrio de Cocama, ques por donde auian bajado los quarenta soldados de Juan de Salinas, suuiesen por el arriua y trajesen toda la comida que pudiesen a la boca del rrio, para que quando Pedro de Orsua llegase alli con la demas jente, hallase alguna comida con que pasar adelante; y estan223 ya aperzeuida toda la mas de la jente, mando el Gouernador a un Garcia de Arze, amigo suyo, que con treinta honbres se adelantase a una prouincia questaua veinte leguas del astillero el rrio auajo, que llamauan los Caperucos, porque los yndios de alli traian cierta manera de vonete o caperuzas; y que juntando a la orilla del rrio toda la mas comida que pudiesen, esperase al capitan Don Juan de Bargas y a la demas jente que con el auia de yr, para que de alli se fuesen todos juntos al rrio de Cocama.
Partido Garcia de Arze con sus treinta conpañeros en una balssa y en ciertas canoas, o porque no quisso, o por lo que a el le parescio, no curo esperar a Don Juan de Bargas donde le auian mandado, mas nauegando el rrio auajo y pasando el rrio de Cocama y otros que adelante estauan, camino asta que llego con arta hambre y trauajo y rriesgo de su persona a vna ysla poblada questaua enmedio del rrio, questaria del astillero trecientas y beinte leguas, la qual por este rrespeto, fue llamada la isla de Garcia; y perdieron en el camino dos soldados que salieron a tierra a buscar comida y se metieron por un arcabuco y nunca mas atinaron a salir, y al fin se quedaron alli. La hanbre224 en este camino tuuieron estos treinta soldados fue tan grande, que no comian sino lagartos o caimanes que Garcia de Arze mataua con el arcabuz, que hera muy buen arcabuzero.
Llegados a esta ysla se rreformaron de la hambre que traian, y adiuinando la tardanza que en salir el armada del astillero podrian tener, y para estar algo seguros de los yndios de la tierra, se procuraron fortificar, haziendo cierta manera de fuerte o palenque donde se defendieron y anpararon de las cotidianas guazavaras que los yndios, asi por el rrio como por tierra, les dauan cada dia, las quales heran tantas, que si Dios milagrosamente no los guardara, hellos no heran parte para defenderse, porque treinta honbres solos y mal aderezados, poca rresistencia podian hazer a dos o tres mill yndios que se juntauan a ofendelles, y la principal defensa heran los arcabuzes, en espezial el de Garcia de Arze, el qual viendose vn dia en aprieto de la guerra que los yndios le dauan, y auiendose acauado la municion de las pelotas, hizo que la baqueta del arcabuz les siruiese de pelota, con la qual arrojo y arruino la jente de una canoa, que hera la principal de las que le dauan la guazaua225. Otra vez, en otra guazauara, defendiendose, echo en el arcabuz dos pelotas asidas la vna a la otra con hilo de alanbre, y de aquel tiro lleuo y derriuo seis yndios de una canoa: y con uer los yndios la destruicion que este arcabuzero hacia hen ellos, acordaron dejar los treinta españoles, y no solo no les uinieron a dar mas guazauaras, mas quedaron tan atemorizados y amedrentados quen uiendo no auia yndios que parasen, antes procurauan auer y tener amistad con los españoles; y con este yntento uinieron vn dia cierta cantidad de yndios a la isla dondestaua el Garcia de Arze y sus conpañeros, los quales creyendo que uenian deuajo de alguna cautela a hazer algun daño, les procuraron ganar por la mano, enzerrando casi quarenta de hellos en vn buhio de aquel fuerte o palenque que tenian echo y quitandoles las uidas miserablemente a estocadas y a puñaladas dieron fin de hellos, y bolo de oy adelante la fama de sus crueldades, de forma que de ay adelante les temian mucho mas los yndios theniendo noticia destas crueldades y de otras que hazian.
Desde que Garcia de Arze se partio del astillero asta quel Gouernador llego a esta isla, se pasaron tres meses, el qual tiempo estuuieron ssolos estos treinta honbres en esta ysla.
CAPITULO NUEUE
Como se partio Don Juan de Uargas con los setenta226 honbres a Cocama y lo que le ssucedio.
Queriendo Don Jhoan de Bargas cunplir lo que su227 gouernador le auia mandado, tomo vn bergantin de los que auian echo y con ciertas canoas rrecoxio los setenta honbres rrestantes, y partiendose del astillero por prencipio del mes de Julio del año de sesenta, comenco a nauegar el rrio auajo, y llegando a la prouincia de los Caperuzos y no hallando alli a Garcia de Arze, no curo de detenerse, mas pasando de largo fue por sus jornadas contadas agua abajo al rrio de Cocoma, donde no hallando228 a Garcia de Harze, que se auia passado de largo el rrio auajo, dio horden en suuir el rrio de Cocoma arriua, a buscar la comida para esperar al Gouernador, y dejando algunos soldados de los mas enfermos y para menos en la voca del rrio, en guarda del vergantin, se fue en las canoas que tenia el rrio arriua, por el qual camino veinte y dos jornadas, al cauo de las quales hallo ciertas poblazones de yndios y mucha comida de maiz, en las quales, tomando algunas piezas o yndios, machos e henbras, para su seruicio, y todas las canoas y maiz que pudo cargar, dio la buelta a donde auia dejado el uergantin, y hallo la jente que alli auia quedado muy fatigada de hanbre, tanto que desta causa y alguna leve enfermedad, hallo muertos tres españoles y muchas piezas de seruicio, con la qual llegada se alegraron mucho todos los enfermos y aun los sanos, por auelles venido algun rremedio con que mitigar alguna parte de la fatiga que la canina hanbre les daua.
Estuuo aqui el capitan Don Juan de Uargas esperando al Gouernador mas de dos meses, en el qual tienpo los soldados que con el estauan, o persuadidos de la ociosidad que alli tenian o pareziendoles mal la tardanza del Gouernador, andauan buscando horden como salir de aquel mar dulce. Ovo dos opiniones o maneras de motin, porque segun se dijo, estaua la gente echa dos229 parcialidades, y los vnos heran de pareszer que matasen al Don Joan de Bargas, y se fuesen la buelta del Piru, por el propio rrio de Coma230 arriua; otros dezian que no, sino que biuo dejasen alli al Don Juan, y ellos se fuesen, porque despues no les caluniasen alguna cosa sobre su muerte; y como en nada nunca se conformaron, nunca uino a efeto el un proposito ni el otro, ni tanpoco se trato tan publicamente que pudiesen ser castigados por ello, mas que despues se supo, y con la uenida del Gouernador se mitigo todo, como adelante se dira.
CAPITULO DIEZ
Como ssalio Pedro de Horsua de los motilones y se despoblo el pueblo de Santa Cruz y echaron los varcos en el rrio; y de como la jente se quisso amotinar y huir del astillero, y el los aplaco.
Quiriendo el gouernador Pedro de Horsua acauar de salir con su jente e yr en seguimiento de los que adelante auia ynuiado, se partio de los motilones, donde auia estado todo el tiempo que se tardo en juntar la gente, echando por delante todos los soldados que alli tenia, y demas desto persuadio e ynportuno a los questauan por vezinos y habian poblado aquel pueblo de los motilones, que lo dejasen y se fuesen con el a aquella jornada, haziendoles grandes promesas y teniendo con ellos grandes cumplimientos, los quales, vencidos de las nueuas palabras y corteses rrazones que el Gouernador les auia dicho, dejando lo cierto por lo dudoso, despoblaron su pueblo de Santa Cruz231 de los motilones y se fueron con el Gouernador al astillero, trayendo por delante todo el hato y aparato que alli tenian.
Llegado que fue el Gouernador al astillero con toda esta jente, luego dio horden como echasen los uarcos y bergantines que allo echos en el rrio; y por causa de no ser la madera tan rrecia ni bien sazonada como se rrequeria, y por ser alli la tierra demasiada de umeda y muy lluuiossa, al tiempo de echallos en el agua se quebraron todos los mas, que no quedaron sino solamente tres chatas y un bergantin, lo qual fue causa de detenerse mas tiempo.
El Gouernador procuro hazer canoas y balsas en que pudiesen cauer todos y caminar el rrio auajo; y como todas estas chatas y uergantin quedaron tan mal acondicionadas, antes de auer nauegado la mitad del uiaje sse perdieron y quebraron las dos dellas, como adelante se dira; y asi, por defeto de auerse quevrado todos los mas de los uarcos y no tener la copia de hellos que hera menester, se ubo de quedar como se quedo en el astillero232 todo el mas aderezo que los soldados tenian para su jornada, como heran cauallos y ganados y otras cosas que en la jornada no se podian pasar sin ellas, de lo qual rresciuieron tan gran descontento todos los mas de los soldados, que casi amotinados se quisieron boluer a Piru, y de hecho se boluieran si el Gouernador no se diera tan buena maña como se dio a mitigallos, prendiendo a unos y alagando a otros y disimulando con otros y haziendo generales amonestaciones a todos, poniendoles233 por delante lo poco que perdian en lo que alli se les quedaua y lo mucho que auenturaban a ganar en la jornada que lleuaban entre manos, y dandoles a entender que sentia el mas la perdida de lo que alli quedaua que sus propios dueños, pues como Gouernador estaua despues obligado a pr234uer a todos; y asi aplaco a toda la gente, y sin que nadie se le vyese senbarcaron en su bergantin, balsas y canoas todos los soldados y seruicio, y de trecientos cauallos no pudieron lleuar mas de quarenta, y los otros se quedaron perdidos en el astillero, con todo el ganado, que de todo genero era mucha cantidad.
CAPITULO HONZE
En el qual se trata de la partida de Pedro de Orsua del astillero, y de lo que les sucedio en el rrio asta los bracamoros.
A los veinte y seis de Septiembre del año de sesenta, se partio el gouernador Pedro de Orsua del astillero con todo el rrestante de la jente que le auia quedado, los cuales partieron con todo el descontento posible, asi por los cauallos y ganados y otras cosas que alli dejauan, como por el gran peligro en que yban de perder las uidas a causa del mal aderezo que lleuauan para nauegar y de la grandeza de aquel rrio, donde si en medio del se uieran en algun aprieto de quebrarse el bergantin, pudiera ser perderse la jente por no poder tomar tan en breue la tierra, y porque, como e dicho, yban las chatas y bergantines muy mal acondicionados.
El segundo dia de su nauegazion, dejo el armada todas las sierras atras, y desde alli adelante todo fue tierra llana asta la mar del norte. Al tercero dia de nauegacion que lleuauan, dio el uergantin en vn bajo, y por yr tan mal acondicionado como yva, sse le salto vn pedazo de la quilla, donde estuuieron en harto peligro de perderse los que yvan dentro, si no lo remediaran con mantas y lana.
El Gouernador, aunque uio en este riesgo el bergantin, no curo de detenerse, mas siguiendo su uiaje fue sin parar hasta la prouincia de los Caperuzos, donde hallo a Lorenzo Salduendo, a quien el auia ynbiado delante dos o tres dias en balsas y canoas con ciertos soldados, a que le tuuiese junta alguna comida, el qual lo auia echo asi. Dende a dos dias llego el uergantin, que se auia quedado atras, con harto trauajo, y alli lo aderezaron dentro de otros dias; y rrepartiendo el Gouernador la comida que alli auia allado junta, entre todos los de la armada, enbio que se fuese delante el vergantin quebrado con la jente que lleuaba, y por caudillo della a Pedro Alonso Galeas, para que llegando donde Don Juan de Bargas estaua, a la boca de Cocama, diese noticia de como yba el Gouernador, y porque si el se detuuiese en el camino tuuiesen esperanza los questauan con Don Juan que llegaria presto el Governador.
El vergantin, caminando sin se detener como le fue mandado, llego al rrio de Cocoma, donde hallaron la gente con el alboroto que atras se a contado; y uista la llegada del vergantin y la nueua que les dieron de la uenida del Gouernador, se aseguraron todos, y se holgaron vnos con otros. Donde a pocos dias se partio el Gouernador Pedro de Orsua de la provincia y pueblos de los Caperuzos, caminando agua auajo su poco a poco, holgandose y rrecreandose toda la gente vnos con otros, saltando y durmiendo cada noche en tierra, porque las noches no nauegauan con temor de no caher en algun peligro; y con esta bonanza llegaron a vn rrio que por mano izquierda desta derrota entra y se junta con el rrio de los Motilones, por donde yban nauegando, que se llama el rryo de los Bracamoros, y nace zerca de los nacimientos del rrio de los Motilones, en una prouincia que se llama Guanuco, y el se llamo deste nonbre, Bracamoros, porque empieza a pasar por vna prouincia llamada Bracamoros, pasando antes por Guanuco el uiejo y por entre Cajamalca y Chachapoyas, creciendo cada uez mas por las muchas bertientes que a el acuden, de tal suerte que quando entra en el de los Motilones, pareze dos ueces mayor que el. Juntasen estos dos rrios ciento y beinte leguas del astillero, y auia de sus nacimientos a las juntas trecientas leguas.
Estubo en la boca del rrio de los Bracamoros el Gouernador ziertos dias, porque ynbio por el arriua alguna gente en canoas a buscar comida y poblazon, y hallaron ser todo despoblado; y bueltos, y sauido esto el Gouernador, se partieron su derrota del rrio de los Motilones.
CAPITULO DOZE
Partido el Gouernador de las juntas del rrio de los Bracamoros, camino sin tener ningun suceso en fauor ni disfauor que de contar sea, mas de con su buena esperanza, y al cauo de auer nauegado cien leguas, llegaron a las juntas de Cocama, donde hallo a Don Juan de Bargas con la jente que auemos dicho, algo desuastecida de la comida que auia traido de los pueblos de Cocama, por el mucho tiempo que alli auian estado esperando al Gouernador y sienpre se auia sustentado la jente de lo que auian traido.
Holgaronse todos, unos con otros, y el Gouernador rrepartio la comida que alli hallo entre todos, y deseando238 en aquel rrio ocho dias239, toda el armada se partio junta con arto desabrimiento, por no tener ninguna noticia de Garcia de Harze, que ya dijimos que salio al principio con treinta conpañeros y se fue a la isla de Garcia, donde a esta sazon se estaua; y porque a la salida deste rrio se quebro el bergantin que auia traido delante Don Juan, questaua ya podrido, y echaron toda la jente y hato que en el uenia, en balsas y canoas entre el rrio de Cocama, por mano derecha del rrio de los Motilones, despues de auerse juntado con el de los Bracamoros.
Sus nacimientos son en el Piru; y porque no hay zertidunbre quales ssean, dire aqui las opiniones que hen ello ay, y algunos quieren dezir que los nacimientos deste rrio de Cocaman son Aporima, y Mancay, y Nacai, con los rrios de Uilcas, y Parios, y Xauxa, y otros muchos que con estos se juntan. Otros quieren dezir queste rrio es vn rrio grande que naze de las espaldas de Chinchacocha, en la provincia de Guanuco, que pasa por los asientos y pueblos que llaman Paucar, Tanbo240 y Guacabanba, y se junta con los rrios que salen de Tarama y con los que uido y paso el governador Gomez Arias en lo que llaman de Ruparapa241; y afirman ser este rrio, porque antes del no entra otro ninguno por aquella banda en el rrio de los Motilones, y porqueste rrio es casi tan caudaloso como el de los Bracamoros, y siendo tan grande no puede ser sino el que aqui se apunta por rrespeto de las muchas aguas y bertientes que en si rrecojen juntos estos tres rios, es a sauer: el de los Motilones y el de los Bracamoros y el de Cocoma, hazen en si vn tan gran cuerpo de rrio, con ayuda de ciertos arroyos y esteros que entre medias se rrecojen, que osan afirmar los que lo anduuieron que con dificultad se hallara en el mundo otro mayor que el que digo, en esta parte, que por mas auajo donde se juntan otros rrios, no se hallara en el mundo otro como el.
Estos tres rrios que auemos dicho son muy abundossos de pescado, tortugas, hicoteas y aues que en el se crian, en las playas, en las quales se hallan muchos gueuos de hicoteas y de caimanes, y se toman las mismas hicoteas, que hera muy gran parte del mantenimiento para los soldados.
Yendo caminando el armada por este rrio auajo, de hordinario por los bracos de a mano derecha, sin tener ninguna contrauersia mas de la que se dijo de la perdida del uergantin a la ssalida de Cocoma, al sesto dia encontraron de rrepente vnos yndios questauan en vna playa pescando, los quales, como uieron el armada, desanparando lo que alli tenian, se huyeron y metieron la tierra adentro, de suerte que no pudo ser auido ninguno. Lo que estos yndios tenian hera sus canoas y mas de cien tortugas y hicoteas, con mucha cantidad de huebos, con lo qual no poco contento tuuieron los soldados, por no yr tan uien proueidos de lo necesario como se rrequeria. Partiose esta uitualla y despoxo entre todos, y echa la particion siguieron su biaje el rrio auajo; llegaron a otro rrio que con este de su nauegacion se juntaua a mano derecha, no menos caudaloso quel de los Motilones. No obo piloto que atinase que rrio fuese este, aunque algunos quisieron decir que hera el de la Canela, por donde uajo el capitan Orellana, que naci en Piru, a las espaldas de Quito, en los Quijos, y despues parecio no ser el sino otro questa la242 mas auajo, junto a la isla de Garcia, del qual se hara mencion adelante; y asi este rrio que primero llamaron de la Canela, no se supo que rrio hera.