Kitabı oku: «Historia de Venezuela, Tomo II», sayfa 19
CAPITULO TREINTA Y UNO
Que trata de como juraron los soldados y Don Hernando, la guerra que auian de hazer a los del Peru.
El ssiguiente dia los traydores dieron horden como con toda solenidad se hiziese el juramento que el dia antes se auia propuesto, y que todos firmasen lo que auian dicho, y asi, tornandose a juntar toda la jente del canpo y oficiales del Don Hernando de Guzman, mandaron adereszar donde se dijese misa, y llamaron vn clerigo que auia por nonbre Alonso Henao, el qual, aunque deuio sauer el efeto para que los traidores le mandauan dezir la misa, nunca lo rrehuso ni tubo mucho escrupulo dello, y rreuistiendose con sus hornamentos sazerdotales, les dijo missa, a todos de los quales o los mas podemos conjeturar la deuocion con que la oyrian y la atencion con que la contenplarian los milagros y misterios della.
Acauada la missa el Don Hernando de Guzman, sin consentir quel clerigo se desnudase, dijo alli a todos el efeto para que se auian juntado y para que auian dicho aquella missa, haziendoles entender que para que entre hellos ouiese mas conformidad y amistad y seguridad, y se guardasen lealtad, hera necesario toda aquella solenidad de juramento en la forma que alli se auia de hazer, y mandando al clerigo que auia dicho misa que rreciuiese a todos juramento, llegando el primero Don Hernando de Guzman y luego Lope de Aguirre y los demas oficiales del canpo, discurriendo por todos los soldados, pusieron las manos todos encima del ara consagrada y libro misal con que auian acauado de dezir misa, y declarando el juramento y solenidad del como es costunbre, dijeron que juraban a Dios y a Santa Maria, su gloriosisima madre, y aquellos Ebanjelios y Ara consagrada donde auian puesto sus manos, que unos a otros se ayudarian y fauorescerian y serian vnanimes i conformes en la guerra que yban hazer a los rreynos del Piru y tenian entre manos, y que entre hellos no abria rrebueltas ni rrancores, antes moririan en la demanda, fauoreciendose unos a otros, haziendo la guerra bien y derechamente, sin que ninguna cosa de amor, parentesco, lealtad ni otra causa alguna pudiese ser parte para estoruarselo ni dejallo de hazer, y que en todo el discurso de la guerra tendrian por su general a Don Hernando de Guzman, y le ouedecerian y harian todo lo quel y sus ministros les mandasen, so pena de perjuros e ynfames y de caher en caso de menosualer.
Hecho este tan nefario300 juramento, mandaron que todos lo firmasen de sus nonbres, y asi firmando el primero Don Hernando de Guzman y luego Lope de Aguirre el sobredicho juramento y la elecion que auian echo de su General, algunos se quedaron por firmar, no porque se salvasen del juramento ni de otras maldades que los traidores hizieron, sino porque como heran muchos y llegauan juntos y unos sobre otros, pasauansse algunos porque no sauian firmar o por parescelles que con no echar alli su firma se rreleuarian despues de culpa con el Rey. Luego comenzaron a dibulgar algunos que aquel juramento se auia echo principalmente por aliar y confederar a los amigos de Juan Alonso de Lauandera, que auia muerto Lope de Aguirre de la manera que arriua se dijo, con los de Lope de Aguirre, y que de alli adelante entre hellos no ouiese mas discordias y pendencias. Que fuese por el vn yntento o por el otro, hello se hizo de la forma y manera questa declarado, y permitio Dios que por auerse echo el juramento tan contra su ley y boluntad, no solo no tuuiesen ninguna conformidad de alli adelante los traidores, mas luego comenzaron a tener peores rrebueltas y dicenciones que de antes y a matarse los vnos a los otros, como adelante se dira.
CAPITULO TREINTA Y DOS
Que trata como Lope de Aguirre hizo Principe a Don Hernando y lo tuvieron todos por tal.
En este tiempo nunca zesauan las hobras de los vergantines, las quales heran causa de suceder algunas cosas que no sucedieran si tanto tiempo alli no se detuuieran, porque como suelen dezir, la ociosidad es causa de muchos males.
Nunca andaua Lope de Aguirre sino ymaxinando y pensando astucias y medios como atraher a si la gente y engañallos y metellos en lazos y hoyos donde con dificultad pudiesen salir, como lo hizo en lo que los dos capitulos antes deste se a contado; y andando en estas vasilaciones diole en la mente de poner a su General en vna cunbre muy alta y de mucho rriesgo, para de alli derriualle con mas facilidad, y para tratar y comunicar con los soldados lo que queria hazer y tenia penssado, mando juntar toda la gente en vna plaza questava junto a la posada de Don Hernando de Guzman, su General, y des que los tuuo juntos, y el entre hellos como solia andar armado y aconpañado de sus yntimos amigos y secazes, les comenco hablar a todos generalmente desta manera:
Señores, ya vuestras mercedes sauen como el otro dia, por general junta y elecion, hezimos y nonbramos por nuestro Capitan general a Don Fernando de Guzman, de nuestra propia boluntad y espontaneo adbitrio, sin que para hello se nos hiciese fuerza alguna, antes amonesto a todos que elijiesen a quien mejor les pareziese, y despues de auelle elegido y nonbrado por nuestro General, nos exorto y amonesto que cada uno eligiese y escoxiese lo que quysiese y fuese su boluntad, declarandose hen ello con el si querian seguir la guerra o no, sin que para hello fuesen apremiados los que no lo quysiesen seguir, antes son tan bien tratados los que alli se declararon no querer seguir la guerra quanto vuestras mercedes lo uen por la hobra, y los que declaramos que queriamos seguir la guerra, juramos y prometimos de cunplillo asi, y porque despues aca podria ser auer algunos de vuestras mercedes que ouiesen acordado otra cosa que les pareciese mejor, y porque ninguno aya tomado por uia de fuerza el juramento y pueda despues dezir que conpelido y constreñido de la fuerza del juramento que hizo siguio la guerra contra su boluntad, yo desde agora, en nonbre del general mi señor y como maese de canpo, digo que cada uno de vuestras mercedes se uea bien hen ello, y si no tiene boluntad de hazer ni cunplir lo que juro, desde aqui se le alza el juramento y se le da licencia para que sin yncurrir en ninguna pena, pueda declararse y seguir lo que tuuiere en su boluntad y pecho, porque deuajo de fee y palabra que para hello se le daua, le prometo de guardar con el o con ellos lo que se a guardado con aquellos caualleros que dijeron que no querian seguir la guerra ni ser contra el Rrey, que los tratamos como hermanos y partimos con hellos hermanablemente de lo que tenemos.
Los que alli se hallaron presentes o algunos, tomando la mano por los mas, rrespondieron que no heran honbres que sus palabras auian de voluer atras ni auian de quebrantar su juramento, especialmente en vna cosa que tan notoriamente vian y conocian hellos la vtilidad y prouecho que dello se le seguia, y que antes estauan muy firmes y constantes en proseguir y lleuar al cauo la guerra que habian comencado, y cunplir muy por entero lo que auian jurado.
Y prosiguiendo adelante Lope de Aguirre con su platica comenzada, dixo: pues vuestras mercedes estan tan fijos y firmes en este proposito y boluntad, y muestran animos tan balerosos no solo para rresistir y sujetar el Piru, ques una sola prouincia, mas todos los rreynos y prouincias de las Indias, las quales no serian muy bien gouernadas sino tuuiesen rrey que las gouernase, y el señorio dellas perteneze al Capitan que las conquistare y sujetare, para el qual efecto lleuamos a Don Hernando de Guzman, que al presente es nuestro General, a quien de derecho pertenesze aquellos reynos, es cosa muy necesaria y conuiniente que para que en llegando al Piru luego le demos la Corona de rrey, que tan justamente le pertenesze, desde agora le tengamos, conozcamos y ouedezcamos por nuestro principe y señor natural, para lo qual es necesario y forcoso que todos nos desnaturemos de los rreynos despaña, y neguemes la ouediencia al rrey Don Felipe, señor della; y porque en esto no aya mucha dilacion y se comienze a hazer vna cosa tan nezesaria y util a todos, yo desde agora digo que me desnaturo de los rreinos despaña, donde naci y era natural, y que si algun derecho tenia a hella por rrazon de ser mis padres naturales de aquellos rreynos y vasallos del rrey Don Felipe, que yo me aparto de tal derecho y niego ser mi rrey ni sseñor Don Felipe, y digo que ni lo conozco ni quyero conozer ni tenello ni ouedezello por rrey, antes vsando de mi liuertad, desde luego elijo por mi principe y rrey y señor natural a Don Hernando de Guzman, y juro y prometo de serle leal uassallo y de morir por su defensa, como por mi rrey y señor que es, y en señal de rreconocimiento de rrey y de la ouediencia que como a tal deuo tener, yo le uoy a uesar la mano, y todos los que quysieren confirmar y aprouar lo que yo e dicho en esta elezion del Principe y rrey Don Hernando de Guzman y rreconocello y tenello por tal su rrey y señor natural, sigame y uenga a dalle la ovediencia y sujecion. Yendose luego hazia donde Don Hernando de Guzman estaua, y todos los capitanes y soldados del canpo tras del, entrando delante Lope de Aguirre, le dijo como todos aquellos caualleros y el le auian elexido por su Principe y rrey natural y como a tal le uenian a dar la ouediencia y a uesar la mano; que suplicauan a su ecelencia se la diese.
Don Hernando de Guzman, mostrando grandes señales de agradecimiento, y rrindiendoles las gracias por la nueua elecion y aceptandola, nunca quyso dalles la mano, mas comenzando por el Lope de Aguirre, los abrazo a todos; y desde alli le comenzaron á llamar Ecelencia. Daua muestras de gran contento y alegria con el titulo de Principe y Ecelencia.
Veis aqui a Lope de Aguirre con mas potestad que ningun rrey del mundo, pues de su propia autoridad hordenaua guerras y elegia principes y coronaua rreyes, y al que queria matar, mataua, y al que no, con la uida se quedaua.
CAPITULO TREINTA Y TRES
Que trata de como Don Hernando301 puso casa de principe, y nonbro oficiales, y señalo ssalarios en Piru, y otros cargos que dio y condutas dellos.
Colocado nuestro Don Hernando de Guzman, por la traidora y amotinadora comunidad, en titulo y estado de Prinzipe de las Indias, como el que sin tener ninguna seguridad pretendia ser Rey del mayor Inperio que ay en el mundo de bien ceuil302 gente, comenzo a tomar alguna grauedad y seueridad, conforme como se rrequeria a persona que tan gran rrey y señor pretendia ser, y a dar horden que su casa y seruicio della fuese conforme a la de los otros juridicos principes y señores; y asi luego nonbro su maestresala y mayordomo, camarero, trinchante y pajes y muchos jentiles honbres que le aconpañauan y asistian a su palacio; y usando mas largamente de su jurisdiccion, para que mas de boluntad le sirviesen sus oficiales y jentiles hombres, señalauan a cada uno el salario conforme al cargo que tenia, a diez y a doze mill pesos, librados en su rreal caxa en los rreynos de Piru. Mando luego dar nuevas condutas a los capitanes y otros oficiales de la guerra, con sus señalamientos de salarios; y era tanta la veneracion que todos tenian a este su Principe, que en leyendo alguna zedula suya, luego se destocauan.
El titulo de sus zedulas enpezaua asi: «Don Fernando de Guzman, por la gracia de Dios, Principe de Tierra Firme y de Piru, &.ª» Comia ssolo, y servianle a la mesa con todas las zirimonias que al Rey suelen seruir.
Estaua este nuestro Principe tan contento, tan alegre, tan hinchado de uersse con aquella magestad, que cierto hera cosa de admiracion; y en esto mostraua mas su grande necedad, porque si el fuera cristiano y cuerdo y discreto, vien biera que todo aquello hera cosa de burla, y que mas parecia sueño y juego que los muchachos suelen hazer quando eligen un rrey y le ouedezen y hazen con el muchas zerimonias, que no cosa que lleuaua termino de permaneszer. Mas el proue estaua tan ciego y era tan anuicioso en el mandar, que tengo entendido que si esta perversa jente, o Lope de Aguirre, ynbentor destos hechos, le dijera que hera bien que le adoraran, se presume que lo consintiera; porque como se a dicho, el hombre que tan sin causa ni rrazon consintio que matasen a su Gouernador, porque le hiciesen a el General, y tan sin fundamento y fuera de todo termino, permitio que lo tuuiesen por Principe y Rrey de las Indias, no auiendo sujetado ningun pueblo de españoles ni teniendo ninguna batalla ni uitoria de ninguna cosa que se pueda dezir del, sino que hera tonto o loco, o no tenia ningun termino de hombre.
Digo esto, porque despues se dijo que aquella lecion y nonbramiento que Lope de Aguirre y todos los demas hicieron de Principe y Rrey en Don Fernando de Guzman, lo comunico Lope de Aguirre con el y con algunos amigos suyos, y por su consentimiento y boluntad se hizo. Por cierto que me parece que les son en mucha obligacion el padre y la madre de Don Hernando de Guzman y todos sus parientes a Lope de Aguirre, pues sin auello hellos procurado ni aun pensado ni uenilles por ninguna uia de derecho, les hizo a su hijo Principe y Rrey de las Indias, que por derecho natural y diuino pertenezen a los Rreyes de Castilla y de Leon, y se lo a hecho conpetidor del mejor Rrey que ay entre los Rreyes cristianos; pues pretendiendo Don Hernando de Guzman, por la elecion que de Rrey de las Indias en el hizo Lope de Aguirre y sus secaces, el magistrado y señorio de toda la Tierra Firme, por fuerza se lo auia de contradezir y defender el ynvitisimo Rrey despaña y sus ministros y leales vasallos, a quien el Sumo Pontifeze se le auia dado y adjudicado derechamente, como quien lo pudo bien hazer. Mas no fue menester nada de esto, porque vsando del poder que en tiempo de las comunidades de Castilla vsaua el cura de Medina, junto a la Palomera de Villa, que quando le parecia quytaua rreyes y ponia rreyes, adjudicando vnas uezes el Rreyno de Castilla a Juan de Padilla, y otras vezes al rrey Don Carlos, Lope de Aguirre, que hizo este Rrey y Principe de las Indias, en pocos dias le quito el señorio y rreino, dandole tan cruda y desastrada muerte como adelante se dira.
Dio asi mesmo Don Hernando de Guzman cargo de sarjento mayor del canpo a Martin Perez, vno de los dos que quedaron sin cargos de los que se hallaron en la muerte del Gouernador, aquel que vsando vien su officio de amotinador, dio la primera estocada a Don Joan de Bargas, theniente de Pedro de Orsua, estandolo desarmando, con que lo paso de parte a parte, y con la sobra de la espada hirio muy mal a otro compañero suyo, que lo estaua desarmando, como en otra parte se a dicho. Este cargo de sarjento mayor se quito a Sancho Pizarro, a quien en la primera elecion despues de muerto Pedro de Orsua se le auia dado, y a el le dieron el cargo de capitan de a cauallo.
CAPITULO TREINTA Y QUATRO
Que trata de la horden que los traidores auian tratado y dado para tomar el Piru, y de las mercedes que hellos mesmos a si mesmos prometian.
Metidos Don Fernando de Guzman, Principe eleto por Lope de Aguirre, en el calor y codicia de auer y poseher los rreinos del Piru, del qual vmor y enfermedad no carecian los demas, sus secazes y conpañeros andauan entre si como honbres que tenian muy fijado en su coracon aquella seta que Lope de Aguirre les auia pedricado y arraigado, comunicado y tratado qual seria la mejor horden y el mejor medio y mas breue que para efetuar su guerra y sujecion tar303 el Piru se podria tener; y despues de auer echo muchas juntas y consultas sobre hello, y dados todos sus parezeres, se uinieron a rresumir en que la horden que para hello se auia de tener hera esta: acauados los uergantines o nauios, procurar con toda breuedad salir a la mar, y por la nezesidad que de comida lleuauan, hazer escala en la isla Margarita, donde por la poca rresistencia que les podrian hazer, en pocos dias se proueherian de lo nezesario, asi como pan y carne y agua, en lo qual no se avia de detener de quatro dias arriua, y si alli ouiese alguna gente que los quisiese seguir, rrescevilla en sus nauios y partirse luego, a cauo del tiempo dicho e yr derecho al Nonbre de Dios, y tomar tierra y puerto en vn rrio que llaman del Saor, questa muy zerca del Nombre de Dios, y saltar alli en tierra de noche, y puesto toda su gente en armada y ordenanza, segun que para semejante hecho se rrequeria, yrse derechos al pueblo o ciudad de Nonbre de Dios y lleuar la jente aperceuida y rrepartida de suerte que antes que fuesen sentidos tuuiesen tomado el puerto y sierra de Capira, que es paso para Panama, para que ninguno con el alboroto pudiese yr304 a dar auisso a los de Panama; y asegurado y tomado este paso, todos los demas con su Principe, dar en el pueblo y rrouallo y saqueallo, y matar a los ministros que en el hubiese del Rrey y a todos los demas de quyen se temiesen que les harian algun daño, y asolar y abrasar el pueblo, de suerte que los que por alli quedasen no pudiesen prevalescer contra hellos; y luego, sin mas detenerse con los amigos que alli se le juntasen, yr sobre Panama y hazer las mismas crueldades y rrouos que en el Nonbre de Dios ouiesen echo, y ante todas cosas tomar y asegurar todos los nauios que alli ouiese, porque alguno no se fuese y huyese y fuesse a dar auiso al Piru de su llegada y motin; y echo esto, juntar el artilleria que auia quedado en el Nonbre de Dios, con la que ouiese en Pana305, y fortificarse y hazer alli vna galera que fuese tal qual para semejante negocio hera menester, y otros nauios de armada, y en el ynterin que en Panama estuuiesen haziendo estas guarniciones, vendria ayudalles y fauorescelles gente de Ueragua y de Nicaragua y de otras muchas partes y mas de mill negros, que, so color de tener y auer liuertad, se les llegarian, y los armarian a todos, y con estas guarniciones y gentes y aderezos de guerra pasarian a Piru, donde aunquestuuiesen auisados y en arma, no serian parte para defenderse, porque allende del mucho y buen aparato de guerra que lleuarian, asi de jente como de armas, muchos amigos que en el Piru tenian, en llegando, luego se les pasarian, y no auia duda sino quen pocos dias ternian por suyo el Piru; y como honbres quen tan breue tiempo entre si tenian ya hecha la guerra de Piru y sujetada a si toda la tierra, rrepartian entre si grandes rriquezas y aueres y señoras muy hermosas y jentiles damas de Piru, casadas y honrradas, sin que vuiese quyen se lo contradijese, porque en esto no auia discordia entre hellos, a causa de que si vno dezia yo e de tomar y quyero a Doña Fulana, mujer de Fulano, el otro, yo, señor, tenia en pensamiento eso mismo, mas pues vuestra merced la quiere, tomela vuestra merced mucho de norabuena, que otras damas auian agora llegado rrecien llegadas de España, con quien el honbre se podra contentar: y para en confianza destas uanidades de los soldados, el uano de su Principe, de mas de las libranzas que de su caxa rreal de Piru tenia echas, daua y dio muchos rrepartimientos de los de aquella tierra a muchos que se los pidieron, dandoles y librandoles cedulas dellos a los quales pedian y querian, y auia muchos que tan en su seso pedian y tomauan las cedulas y tratauan las cosas dichas como si de Dios lo tuuieran confirmado, sin ponerseles por delante ningun ynpedimento de los que les podrian sobreuenir, ni los varios acahecimientos y sucesos que las guerras suelen traher consigo306, poniendo en oluido el mucho apaho307 de jente y armas que Gonzalo Pizarro tuuo en el tiempo que andubo fuera del seruicio de su Majestad, y la mucha pujanza en que se uido, y la mucha bentaja que el y su gente tenian a la deste uano Principe y sus amotinadores, y como despues de auer sido vencedor de algunas vatallas y rrecuentros, permitio Dios que no preualeciese, antes en el tiempo que mas prospero y aconpañado estaua, fue desbaratado en la batalla de Jaquizaguana por el presidente Gasca. No se les acuerda a estos la mucha bentura que Francisco Hernandez Giron tuuo en su motin y rreuelion contra el Rrey, donde en la de Chuquingua, con solos trezientos honbres, desuarato mill y ducientos, y tubo otras vitorias y aparejos para tiranizar el Piru, y permitiendo Dios que no preualeciese despues de auer sido vencedor de algunos rrecuentros que contra el Rrey auia tenido, fue en Jauja preso y desuaratado por el capitan Gomez Zarias308; y desta suerte se podrian rrecontar aqui otros muchos motines que en las Indias a auido, en algunos de los quales se auian hallado muchos destos alterados amotinadores; y ninguna destas cossas me pareze que hera parte para quitalles de la mente aquellas sus vanidades y niñerias, antes se crehe quel auerse hallado en otras rreueliones les ponia espuelas para yr adelante con este que tan sin fundamento lleuan entre manos.