Kitabı oku: «Historia de Venezuela, Tomo II», sayfa 24
CAPITULO ZYNQUENTA Y DOS
Que trata de como algunos soldados que auia en la Margarita se pasaron a Aguirre, y de algunos auisos que le dieron, y de como Aguirre ynuio por el nauio del fraile Montesinos.
Apoderados los amotinadores en la isla Margarita en la forma que se a dicho, y dando alguna señal de sus tiranias y crueldades, aunque no de los muy atroces, estauan en aquel pueblo algunos soldados a quien parecia muy bien la mucha liuertad y atrevimiento de que los soldados y secaces de Lope de Aguirre vsauan, rrouando a diestro y a siniestro y haziendo otras fuercas y biolencias asi a los uecinos como a las mujeres de aquella tierra, sin por ello rreceuir ninguna punicion ni castigo, antes al que mas rrouaua y hurtava y mas molestia hazia, aquel trataua mejor Lope de Aguirre y le fauorecia mas, pareciendole que los que mas males y daños ouiesen echo a los seruidores del Rrey y contra su Magestad, que por rrazon de ser mas culpados no osarian en ningun tienpo pasarse a el Rey ni apartarse de su sujecion y motin.
Zeuados, pues, los soldados que en la Margarita auia de esta liuertad, y con perversa codicia de poder libremente hurtar y rrouar algunas rriquezas que hellos abian uisto esconder a los uezinos, acordaron meterse deuajo de la sujecion y bandera de Lope de Aguirre, y asi se fueron a el y se ofrecieron en su seruicio, prometiendole de seguille de contino y poner por el y en su seruicio sus uidas, y pelear como leales soldados suyos, el qual los admitio en su conpañia, y luego les hizo pagar algun sueldo adelantado, porque no tuuiesen lugar de poderse salir afuera, lo qual si ellos yntentaran les costara373 la uida, y asi les hizo pagar y pago de aquello que de la hazienda rreal se auia rouado, y los asento en la matricula de sus soldados y les dio liuertad para que fuesen tan grandes vellacos como los demas que asta alli le auian fyelmente seguido, los quales vsando de la liuertad que hellos tanto auian deseado, comezaron a juntar algunos de los otros soldados viejos y a lleuallos y a yrse con ellos a las partes y lugares donde sentian o entendian que los uecinos tenian puesto en cobro o escondido algunas cosas de mercadurias y rropas de su uestir y otras joyas y preseas, y lo buscauan y hallauan y partian entre si muy amigable y ermanablemente.
Fueron estos nueuos soldados que se pasaron deuajo de la bandera de los amotinadores, causa de muchos mas daños y crueldades de los que pudieran sobrebenir si hellos no se les pasaran Aguirre, porque como honbres que sauian muy bien la tierra o ysla, la qual es tan pequeña como es notorio, dauan noticia a los amotinadores de todo lo que en ella auia, enseñandoles los caminos para algunas estancias y heredades donde algunas personas estauan rrecoxidas o tenian sus mugeres y hijos, y asi le dieron noticia estos soldados mas que traidores a Lope de Aguirre, su capitan, de como en vn pueblo llamado Maracapana, ques en la Tierra Firme, bien zerca de aquella isla, estaua vn fraile prouincial de Santo Domingo, llamado frai Francisco Montesinos, el qual tenia un nauio muy bueno y grande y bien artillado, y estaua alli con cierta gente o soldados entendiendo en la conversion de aquellos naturales, a quien su Magestad le auia cometido, y que con mucha facilidad y bien poca jente podrian tomar el nauio y trahello a la Margarita, en el qual con toda breuedad se podria seguir la derrota de Piru por Nonbre de Dios.
Holgose mucho Aguirre desta nueua que le dieron, y assi luego, con toda dilijencia y breuedad, hizo enuarcar en vn bergantin o fragata diez y ocho soldados ssuyos con un capitan llamado Pedro de Monguya, vizcaino; y dandole por piloto an negro de quella isla374, que hera muy diestro en la nauegacion de todos aquellos puertos, les mando que luego, sin hazer escala ni parada en ninguna parte, se fuesen derechos donde estaua el nauio del fraile, y lo tomasen, y se lo trajesen; los quales luego se partieron a cunplir lo que su capitán les mandaua, y yendo nauegando, toparon en el camino el nauio o barco de Plazuela, mercader que ariua se dijo que tenia preso Lope de Aguirre porque le dijeron que lo auia escondido, y un Diego Hernandez, portugues, con otros tres conpañeros suyos, secazes del traidor, se metieron en el barco y se boluieron con el a la Margarita, con que escaparon la uida a el Plazuela, como se a contado, y el capitan Menguia, con sus catorzes conpañeros, prosiguio su biaje y derrota a donde estaua el navio del fraile, e ya que llegaron zerca les parecio al Capitan y a algunos soldados, que no deuian tener muy dañadas las yntenciones, que arto mas asegurauan sus uidas con quedarse o hazerse con el fraile y dalle auiso de lo que pasaua para que de parte de su Magestad se pusiese algun rremedio, que no hazer lo que Aguirre les mandaua, pues el galardon que al fin les auia de dar, auia de ser quytalles la uida. Los demas soldados, que no les parezia vien lo que Monguya queria hazer, desimularonlo, arto contra su boluntad, por parezelles que de ai adelante no auia de auer liuertad para rrouar; y unos de boluntad y otros por fuerca, se fueron derechos a donde el fraile estaua, vien descuidado de su uenida y del suceso de su enbajada, el qual los rreciuio alegremente, y despues que hellos dijeron la causa de su benida y el suceso de su jornada, se alboroto algo y no se fyo mucho de los soldados, antes les quyto luego las armas, rrecatandose dellos, los quales lo tuuieron todo por vien, por dar alguna muestra o señal de que heran ynocentes y sin malicia ni culpa alguna de lo hasta alli sucedido, y luego frai Francisco Montesinos conto la jente que consigo tenia y los marañones que le auian dado el auiso, se enbarco en su nao para yr a dar auiso a la Borburata, puerto de la gouernacion de Benencuela y a Santo Domingo, y de camino pasar por la Margarita, por uer si podia hazer algun daño a Lope de Aguirre y a sus ssecazes.
CAPITULO ZINQUENTA Y TRES
De como Aguirre mando a los uezinos de la Margarita que le hiciessen matalotaje, y del parlamento que les hizo.
Auiendo Lope de Aguirre ynbiado al capitan Monguya y a sus compañeros a Maracapana a que tomasen el nauio de frai Francisco Montesinos y sse le trujesen, estaua muy alegre y contento con la mucha confyanza que tenia de los soldados que avia ynuiado y del buen aparejo que auia hallado en aquel nauio para pasar en mas breue tiempo de lo quel penso a Nombre de Dios; y porque uenido que fuese el nauio no ouiese ocasion de detenerse alli mas tiempo, mando luego a los uezinos de la isla que le trujesen seiscientos carneros y algunos nouillos para salar y hazer carnaje, y le hiciesen gran cantidad de cazaue, para questuuiese echo el matalotaje, lo qual todo rrepartio entre los vezinos, mandandoles que hiciesen de zezina y casaue cada uno vna parte; y para que sus soldados fuesen mejor seruidos y mas rregalados y entendiesen que tenia muy particular quenta con ellos, les dio a todos posadas en casa de los uezinos, mandandoles que cada uno sustentase y diesen de comer a los que le cauian por suerte, rreseruando algunas casas de bezinos donde a el y a los de su guardia que de continuo estauan en la fortaleza les hiziesen de comer y se lo lleuasen alli.
Los soldados, de dia se estauan en las posadas que les auian dado, comiendo y beuiendo y aziendo otros malefycios, y de noche se rrecoxian a dormir junto a la fortaleza, en una playa o plaza que alli se hazia hazia la uanda de la mar; y porque los uecinos no estuuiesen tan descontentos como hera razon estar con tan malos guespedes, y por dalles alguna manera de sastifacion, los hizo llamar y juntar a todos, y con sus acostunbrados fenximientos les hablo de esta manera:
Ya buesas mercedes sauen que mi uenida a esta ysla no fue para hazer yo y mis conpañeros auitacion hen ella ni dar a vuestras mercedes ningun desgusto, mas hazelles todo seruicio. Dios me es testigo si traia pensado de estar hen ella de quatro dias arriua, pero ya ben que los nauios que yo traigo venian muy mal acondicionados para pasar de aqui, y porque en esta isla no hemos hallado ningun nauio en que poder nauegar, y que si Dios no ouiera sido seruido de que aquel rreverendo padre questa en Maracapana tuuiera alli aquel nauio, forzosamente nos auiamos de detener mucho tiempo para hazer en esta isla con que nauegar, y asi ynbie el capitan Monguya con algunos soldados, como vuestras mercedes sauen, a que me lo trujesen; el no puede tardar mucho en su uenida; venido que sea, ueran vuestras mercedes con quanta breuedad les desocupamos la tierra, por cuyo rrespeto yo e suplicado a vuestras mercedes que tengan preuenido el matalotaje que para nuestro uiaje es menester; y si yo tengo presos al señor gouernador Don Juan de Villandrando y a los demas caualleros, a sido para que con mas facilidad y seguridad vuestras mercedes, por nuestros dineros, nos prouean de lo necesario para nuestro sustento el tiempo que aqui vuieremos destar; y otras muchas ueces e dicho que yo no quiero que a mi ni a mis ssoldados y conpañeros se nos de cosa de gracia, sino por nuestros dineros, y todo lo que vuestras mercedes nos dieren les sera pagado en mas suuidos precios que en otros tienpos lo suelen bender, asi lo torno agora a dezir, por que bien entiendo que o por hazernos merced o por algun oculto temor, dan algunas cosas a menos precio de lo que valen, porque bender vna gallina por dos rreales, vien se be claro que son engañados hen ello vuestras mercedes, y en los demas ganados y mantenimientos si no dan de tres rreales para ariua no se la den, y asi, a este rrespeto pueden hazer en las demas cosas que uendieren, y demas de lo que de presente a vuestras mercedes se les diere, desde aqui les doy mi fee y palabra que al tiempo de mi partida seran muy mas por estenso gratifycados de la merced que se nos a hecho hasta aqui, y de aqui adelante se nos hiziere.
Nengun contento les dio esta platica a los uezinos, porque aunque Lope de Aguirre en el conprar y contratar se mostraua liueral, prometiendo por lo que le uendian mucho mas de lo que le pedian, como quyen nunca lo piensa pagar, sus soldados y capitanes, por fuerza o de grado, sin blanca ni cornado, se proueian de todo lo que auian menester, y aun de lo que no auian menester, sino que por su pasatiempo se lo tomauan a los proues vecinos.
Auia Lope de Aguirre cobrado algun odio, de bien poca ocasion, a un Enrriquez de Orellana, capitan de su municion, por parezelle que tenia algunos rrespetos de honbre de bien, por lo qual le queria muy mal, aunque no lo mostraua. No falto quyen le dijo Aguirre que este Enrriquez de Orellana auia dicho que el se avia enborrachado el dia que entraron en la Margarita, por lo qual y por la enemistad que le tenia, le mando ahorcar sin confysion por no dalle con la muerte ningun contento ni rrefrijerio, y luego dio el cargo de capitan de la municion a un muy fiel soldado y amigo suyo, y que permanecio con el hasta su muerte, llamado Anton Llamoso, que antes hera sarjento de su guardia.
CAPITULO ZYNQUENTA Y CUATTO
De como se le huyeron quatro soldados en la Margarita Aguirre, y lo que hizo sobre hello, y como le trujeron los dos dellos y los ahorco sin confyssion y mando matar a un frayle.
Algunos ssoldados de los que Lope de Aguirre traia consigo, viendo quan poca seguridad tenian en sus uidas y personas, porque quando mas amigo hera vno de Lope de Aguirre y mas seguro pensaua questaua, entonzes lo mataua, andauan bacilando que horden tendrian para yrse y huirsse de su compañia, los quales no lo osauan hazer, lo uno por ser la tierra tan corta y tan trillada y sauida de los uezinos, a los quales tenia Aguirre sujetos y presos y facilmente los podria opremir con graves amenazas a que buscasen a los que se ausentasen y los trujesen ante el, donde no pagarian ssu huida con no menos de con muy cruel muerte; lo otro porque el traidor de Aguirre tenia de noche y de dia muy grandes guardas y zentinelas y rrondas y sobrerrondas en todo el pueblo y especialmente por los caminos que del salian por la isla, a fin de que ninguno pudiese entrar ni salir a dar auiso en ninguna parte sin que el lo entendiese ni supiese. Pero prospuestas todas estas cosas y temores, se quisieron auenturar quatro soldados casados, en compañia, llamados Francisco Bazquez y Gonzalo de Zuniga y Juan de Billatoro y Luis Sanchez del Castillo; lo qual sauido por Lope de Aguirre, traidor, comenzo alborotarse, pareciendole que si en aquel negocio de la ida de aquellos soldados no mostraua mas aspereza de la que hera menester, que se le herian375 poco a poco todos, y asi comenzo hazer muy grandes bramuras376 y amenazas de mostrarse muy feroz contra los uezinos y contra Don Juan de Billandrando, gouernador, y contra los demas que tenian presos, diziendoles quellos tenian escondidos aquellos soldados y sauian dellos, y que ya questo no fuese, que en su tierra estaban y que no se les podian yr, y que si no querian uer la destruicion de sus personas y de toda aquella tierra, que los trajesen, que trayendoselos, no solo liuertarian a si y a su patria, mas les daria de albricias y hallazgo por cada uno de los quatro docientos pesos. Juntamente con esto hizo muy particulares amenazas de la uida a Don Juan de Billadrando, diciendole que diese luego mandamientos para que aquellos honbres se buscasen y se los trujesen, si no, que haria morir por ello. El Gouernador, vestido del temor de sus amenazas, entendiendo que el traidor lo haria mejor que lo decia, persuadio a los uezinos a que los buscasen y los trajesen, y para ello les dio todos los mandamientos que Aguirre le mandaua.
Hechas estas diligencias se boluio Lope de Aguirre377 los soldados que de la isla se le auian llegado y les dijo que pues hellos sauian muy bien la tierra, que tomasen consigo algunos soldados marañones y fuesen a buscar los huidos. Los uecinos por vna parte, marañones por otra, vnos por el temor del daño que podian rresceuir, otros con codicia del dinero que les auia mandado por la hallada de los huidos, pusieron toda la diligencia posible en buscar aquellos pobres soldados, no desimulando con ninguna parte de las donde presumian que podian estar, y asi los dos dellos, llamados Juan de Uillatoro y Luis Sanchez del Castillo, fueron de tan corta bentura que los toparon y los trujeron a poder de Lope de Aguirre, el qual, sin mucha dilacion, ni sin dejalles gozar del sacramento de la confision, los ahorco del rrollo, diciendoles muchos uituperios y denuestos por auerse ausentado y buscando modo como estar en seruicio de su Magestad, y asi quando los ahorco les mando poner vnos rretulos, a cada uno el suyo, que decian: «a estos honbres an ahorcado por leales seruidores del Rey de Castilla». Despues de ahorcados dezia en presencia de sus soldados a los muertos: «ueamos agora si el Rrey de Castilla os rresuzytara o dara la uida».
Muchos soldados de Lope de Aguirre que tenian proposito de huirse, viendo la diligencia que los vezinos pusieron en buscar los que se vyeron y el castigo que Aguirre hizo hen ellos, mudaron el proposito que tenian y se estuieron quedos, por no parezer el martirio que los otros sus conpañeros auian padecido, y porque hellos no sauian la tierra ni los escondrijos della.
Los otros dos soldados, llamados Francisco Uazquez y Goncalo de Zuñiga, fue Dios seruido que no pareciesen. Asi escaparon la uida378 y se quedaron en la isla escondidos.
Sucedio queste propio dia que el traydor de Aguirre ahorco a estos dos soldados, azerto a pasar por la plaza vn fraile, sazerdote de la horden de Santo Domingo, y biendolo Lope de Aguirre mando que luego le fuesen a matar, y los vezinos questauan presentes le rrogaron que lo dejase y no lo matase, el qual, por conplazer a los uecinos, lo dejo por entonces, mas despues le dio martirio, como adelante se dira.
CAPITULO CINQUENTA Y ZINCO
De como Aguirre decia a sus soldados las justicias que auia de hazer y las gentes que auia de matar.
Viendose Lope de Aguirre que ya entraba destruiyendo y asolando los pueblos del Rey en la Margarita, y pareciendole que el suceso que en aquella isla auia tenido y tenia, hera principio para quel efeto de sus desinios ouiese mejor medio y fyn, platicaua muchas uezes con sus priuados y soldados, no de la enmienda que auia de tener, ni de las donzellas que auia de casar, ni de las biudas que auia de abrigar, ni de los guerfanos que abia de rreparar, ni de rreducirse379 al seruicio del Rrey, sino de las crueldades que auia de ynbentar, de las jentes que auia de matar, de los pueblos que auia de380 destruir y la horden y modo que auia de tener en el mandar; y asi les dezia muchas vezes que demas de ser cosas muy necesarias para la perpetuidad y conservacion y bien de las Indias y de todos los que hen ellas381 auian de rresedir, que el tenia prosupuesto y lo pensaua hefetuar y hacer asi, de pasar a cuchillo todos quantos frailes topase de la horden de Santo Domingo, y no dejar con la uida a ningun rrelixioso de la horden de San Francisco, y dar fin y consumir a los demas rrelixiosos de todas las otras hordenes, hecepto a los mercenarios, por parezerle que estos solos no se entremeten en negocios de las Indias, ni auisar ni persuadir al Rrey ni a los demas ministros suyos ni encomenderos lo que conuiene asi para la saluacion de sus propias animas de los encomenderos como para la conuersion de los naturales, y juntamente con los rrelijiosos que auia de matar de las hordenes dichas, dar deuersidad de crueles muertes a todos los visorreyes, presidentes, ouispos, oydores y governadores, letrados y procuradores que pudiese auer a las manos; a los frailes por lo que aconsejauan, persuadiendo a los Rreyes y a sus ministros que hiciesen tratar bien los yndios y desengañando a los encomenderos de lo que les convienen para la saluacion de sus animas y descargo de sus conciencias; a los perlados, porque defendian y boluian por el buen tratamiento y conuersion de los yndios; a los uirreyes y presidentes y oidores, porque quytauan los yndios algunos conquystadores y los dauan a sus criados y panyaguados y otros allegados, y porque hazian justicia y castigavan a los que heran crueles con los yndios; y a los demas letrados y procuradores, porque defendian y auogauan por las causas de justicia contra los soldados y otras personas perjudiciales, diziendo que todos estos generos de personas tenian totalmente destruidas las Indias por las causas dichas382.
Tanuien se puede creher que juntamente contra estos generos de solenes personas lleuara a todos los buenos y caualleros que topara, porque sienpre les tuuo muy grande y particular enemistad, temiendose que con los buenos rrespetos que hen ellos moran y obligacion que tienen a no estar sujetos a ningun zeuil traidor, le auian de procurar quytar la uida y acauarsela; y asi mato todos los honbres de bien y de buen linaje que el Gouernador traia consigo, y a los demas que le quedavan procuro acauarlos en breue tienpo, como auajo se dira383, eceto algunos que por parezerle de poco animo tenia temor384 que contra el hiciesen ninguna cosa dina del linaje de do procedian ni memorable y honrrosa para sus personas.
Mostraua asi mesmo tener grande odio a las mujeres publicas e malas de su cuerpo, por rrespeto del odio que tubo con Doña Ines de Atienca, amiga que fue de Pedro de Horsua, y asi decia que no le auia de quedar biua ninguna, porque por causa destas sobreuenian muchos males entre los honbres y se perdian muchos pueblos; pero no se deue creher del, aunque su mal proposito de mandar y rreinar pasara adelante de donde llego, hicieran ningun mal a este genero de mugeres, antes por la parte que tenian de ser malas y causadoras de males y daños y pecados, las hiciera rreseruar y acatar y rreuerenciar. Mas seguramente se le podia creher si estas amenazas hiciera contra monjas, beatas y otras santas rrecoxidas mugeres y buenas personas, contra quyen el traidor tenia toda su enemistad385. En lo que tocaua a matar rrelixiosos y gouernadores, por el prencipio que tuuo386 bien se puede creher del387 que lo hiciera, porque en el tiempo que uibio, mato los que pudo auer, que despues de auer muerto a su gouernador Pedro de Orsua y a su Prinzype D. Hernando de Guzman y a otros, como arriua se a contado, mato en la Margarita dos rreligiosos y un Gouernador y un Alcalde, como adelante se dira; y si no mato mas rreligiosos y governadores, fue porque en el tiempo que turo su alzamiento, no pudo auer mas, que si mas a sus manos obiera, mas matara. Tanbien se puede uerifycar y aun afirmar, que no estarian fuera destos propositos de Lope de Aguirre muchos de sus soldados, pues hellos dauan ocasion a su capitan para hazer mas crueldades y daños de los que el hiciera, si hellos no le fueran con algunas chismes y parlerias de las que le iban.
Ocupaua388 algunos dias en hazer alardes y formar esquadrones, ynpuniendo a sus soldados en las astucias y horden que auian de tener en acometer y en defenderse; diciendoles que no auia de dar batalla a ningun capitan que contra el viniese, sino fuese al Rrey en persona, porque a todos los demas pensaua desuaratar con muchos ardides, yndustrias de guerra.
Bramura está empleada aquí en la segunda acepción de bramido: grito ó voz fuerte y confusa del hombre cuando está colérico y furioso.