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Kitabı oku: «Historia de Venezuela, Tomo II», sayfa 28

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CAPITULO SSETENTA

De como Faxardo uino a la Margarita, y de su temor enzerro Aguirre ssu jente en la fortaleza, y de alli la embarco en el nauio, y a un clerigo, y mato a su almirante.


Estando ya Lope de Aguirre muy de camino, porque no faltaua mas de enbarcar la jente y alzar las belas y nauegar, vino a la isla un Francisco Faxardo, que rresedia en la prouincia que llaman de Caracas, que es en la Gouernacion de Benencuela, con cierta cantidad de yndios flecheros y guerreros, y con algunos vezinos del pueblo de Caracas, por uer si podrian hazer algun desabrimiento o dar algun desasosiego a Lope de Aguirre y a sus secazes; y si como llego tan tarde llegara siquiera vn mes antes, y aun vna ssemana, no dejara de hazer mucho prouecho, porque rrecoxiera algunos uezinos que andauan huidos, y por uentura se huyeran algunos ssoldados; y azercandose el Francisco Faxardo con su jente todo lo que pudo al pueblo, se metio en un monte questa zerca de la Margarita, y de alli comenzo a dar grita a Lope de Aguirre, y a llamar su jente, conbidandolos con su fauor y defensa.

Aguirre, como uio la osadia de Faxardo, temiose que fuesse mucha jente la que traia, y demas desto, que no se le huyesen los soldados y lo desamparasen, ya que no todos, algunos, y asi, luego, rrecoxio toda su jente en la fortaleza, y zerrando las puertas446, no consentia salir nenguno della.

Faxardo, asi mesmo, no osaua desmanpararse447 del monte, questaua entre vnas estancias del pueblo; el qual Aguirre auia yntentado atalar muchas ueces, y no auia osado enuiar soldados a hello, porque no se huyesen. Demas desto ponia muy grandes temores Lope de Aguirre a su gente, diziendoles que aquellos llamamientos que Faxardo hazia, no hera para mas de hengañallos, y en coxiendolos deuajo de su dominio, matallos, porque auian muerto al Gouernador de la Margarita y a los demas becinos y mugeres; y andando en estas gritas, pensando como se enbarcaria sin rreziuir daño alguno, porque demas de lo dicho se temia Aguirre que al tienpo que la jente se estuuiese enbarcando podria Faxardo azercarse y los demas, y con la flecheria de los yndios hazelle algun daño o dalle ocasion a que entonces se le huyese la jente, y asi acordo de no sacallos por la puerta, sino a las espaldas de la fortaleza hizo vn portillo alto, y poniendo en el vna escalera, haza bajar por alli sus soldados, y que uno a vno se fuesen enbarcando, y el alli con su guardia de amigos y panyaguados; y auiendo enbarcado en esta forma toda la jente, que ya no quedaua sino solo Aguirre con sus amigos, llego a el vn soldado mouido con zelo de amistad, porque448 era de los mas culpados y prendados en los delitos cometidos, llamado Alonso Rodriguez, almirante, y le dijo que se desuiase vn poco afuera de la mar, porque todas las olas le mojauan; y por esto quel dijo echo mano al espada Aguirre y le dio vna cuchillada que le corto vn brazo, y mando que lo fuesen a curar. Yendo a curalle se arrepintio y mando que lo acauasen de matar. Sus ministros lo hizieron ansi, y su buena crianza del pobre Alonso Rodriguez le costo la uida.

Otros que lo deuian sauer mejor, dijeron que el hazer Lope de Aguirre esta crueldad no procedio de la ocasion que alli le dio, sino de que antes auia dicho el Alonso Rodriguez que tres cauallos y un macho que Aguirre lleuaua en los uergantines ocupavan mucho, y que por esto no cauia toda la jente, y questa fue la causa porque le mato.

Hecho esto, se fue Lope de Aguirre con los que con el auian quedado, a casa de un clerigo, que hera cura de aquella isla, llamado Contreras, y lo saco de su casa contra ssu boluntad, y lo lleuo consigo, y se enbarco con el, y los demas que auian quedado en el pueblo con el, despues de auer estado en la isla quarenta dias, antes mas que menos, y auella rouado y saqueado y destruyo totalmente, de suerte que los que hen ella quedaron se sustentaron dende en adelante con harto trauajo. Rrouo y echo a perder todas las haziendas de bienes muebles que los uezinos tenian; mato para comer y para hazer mal a los uecinos todos los ganados que tenian; tomoles y lleuoles por fuerza mas de cien piezas ladinos, yndios e yndias de seruicio; saco desta isla hasta doze o treze soldados de los que se le llegaron quando hen ella entro, con mas de zinquenta arcabuzes y muchas espadas y lanzas y otros generos de armas, con los seis tiros de artilleria que arriua dijimos.

La jente que saco de la Margarita serian hasta ciento y zynquenta honbres, porque quando hen ella entro, metio al pie de duzientos honbres. En el tienpo que hen ella estuuo, mato y se le huyeron y pasaron al Prouincial con Monguia y otros que el dejo de su boluntad, cinquenta y siete honbres. Saco asi mesmo ciento y treinta arcabuzes por todos, con los que tomo e hurto en la Margarita y los que saco del rrio Marañon. Saco asi mesmo tres cavallos muy buenos y un mulo, todos los aderezos que pudo auer y hurtar de la gineta entre los uecinos, con pensamiento de en llegando a Tierra Firme pertrecharse de cauallos.

CAPITULO SSETENTA Y UNO

Que trata de como Aguirre nauego y se determino de yr a la Burburata, y de como llego a hella, y de lo que en el camino dezia y hazia contra Dios.


Enbarcosse Lope de Aguirre en la forma dicha, en su nauio y tres uergantines, domingo ultimo dia de Agosto del año de sesenta y uno; el qual, antes que se enbarcase, auia tenido auiso de como en el Nonbre de Dios y en Panama y en todos los otros pueblos de la costa, se tenia noticia de su llegada a la Margarita y de los desinios que tenia, y que estauan puestos en arma y a punto de guerra, y con todo cuidado y bijilancia, y con mucha jente de guarnicion; y considerando la estrechura del camino que por alli ay para pasar a Piru, y quan facilmente le podian desuaratar y ofendelle, acordo, en uiendose enbarcado, mudar proposito y benirse al pueblo de la Burburata y saltar en tierra, y atrauesando aquella Gouernacion, yrse al Nuevo Rreyno de Granada, y de alli a la Governacion de Popayan, y de alli al Piru, sin considerar si tanbien tendria por este camino estoruo o ynpedimento como por el Nonbre de Dios; y asi hizo a los pilotos que tomasen la derrota y nauegasen hazia el puerto de la Burburata.

Lleuaua a sus mas amigos y de quyen el mas confianza tenia en los barcos, y a todos los demas consigo en el nauio, y con todo eso no consintio que en los barcos lleuasen ninguna aguja ni carta de mariar, sino solo en su nauio; en el qual de noche lleuaua puesto vn farol para que le siguiesen los barcos, y de dia se iuan tras del.

En la navegazion no le sucedio tan prospero tiempo como el quysiera, porque la trauesia que ay desde la Margarita a la Burburata se suele nauegar en dos dias, y fue Dios seruido de dalle calmas, de suerte que tardo ocho días, y creyendo que el tardarse tanto en tomar tierra hera por falta de los pilotos, los amenazaua con la muerte asperamente, temiendo que le lleuauan a otra parte, o que hen ellos estaua el defeto del tiempo o de no nauegar los nauios; y con esta yra, boluiendose contra los pilotos y honbres de la mar, dezia muchas blasfemias y eregias contra Dios y contra sus santos. Esta yra le aplacauan muy bien sus secazes y amigos, añadiendo a sus heregias y a sus blasfemias, otras mayores. Todos procurauan ymitar a su capitan: si el blasfemava, todos blasfemavan; si el rrenegaua, todos rrenegauan; si el mataba, todos heran omecidas; si el rrouaba, todos hurtauan; si el hera traidor, todos le seguian, y aun en estos casos que e dicho, o algunos, y aun por uentura muchos que tenian tan perdido el temor de Dios y la uerguenza de las jentes como su capitan y aun quyzas mas, y con estos generos de lletanias y oraciones, no mirando Dios a los que las dezian, por lo que su diuina Magestad fue seruido.

Llegaron al cauo de los ocho dias a uista del puerto de la Burburata, y con mucha alegria y contento entraron hen el, y surxeron a los siete de Septienbre; y luego sin se detener ora ni momento, echo toda su jente en tierra, los quales se alojaron en la playa, sin salir ninguno de la conpañia hasta ver si su General mandaua otra cosa.

Estaua en el puerto de la Burburata vn navio de mercadurias, y sus dueños, viendo venir los nauios de Aguirre y rreconociendo ser hellos por la noticia e señas que les auian dado, dieron barrenos al nauio, despues de auer sacado del lo que pudieron, y echaronlo a fondo449 zerca de la playa; y por ser tan junto a tierra, quedo el nauio la mayor parte del descuuierto, y biendolo asi Lope de Aguirre lo mando luego echar o poner fuego y se quemo asta donde estaua lleno de agua, y el se estuuo con su jente en la playa alojado toda aquella noche, sin consentir que nadie se apartasse del alojamiento.

CAPITULO SSETENTA Y DOS

Que trata de como el Gouernador de Venencuela fue auisado de la llegada de Aguirre a Burburata, y de lo que sobre hello hizo, y enuio a llamar al capitan Brauo, y al capitan Diego Garcia de Paredes, y de otras cossas que, azerca desto, suzedieron.


Los vezinos del pueblo de la Burburata, que estara media legua del puerto, viendo uenir los nauios del traidor, presumiendo que no podian ser otros, pusieron en cobro todas sus haziendas, y ellos, desanparando su pueblo, se auyentaron todos a los montes y a sus rrepartimientos por diversas partes, por estar mejor escondidos; y teniendo zertifycacion de los que heran por uellos saltar en tierra y desenbarcar, enuiaron luego por la posta auisso a su Gouernador de como Lope de Aguirre y sus secazes auian saltado en tierra; la qual nueua rreceuida y sauida por el llicenciado Pablo Collado que, como antes de agora se a dicho, rresedia en la ciudad del Tocuyo, procuro dar horden en como se le hiciese alguna manera de rresistencia al Aguirre, entendiendo que la jente que alli se juntase no podia ser parte para arruinar ni desuaratar al traidor ni a sus secazes, a causa de la poca gente que se podia juntar de los pueblos comarcanos, y de las pocas armas asi defensiuas como ofensiuas que alli tenian; pero pareciole que ya que esto no pudiesen hazer, que podian ser parte para quytalles y alcalles las comidas y dalles algunas armas y trasnochadas de noche, con que los hiciesen andar atemorizados o desasosegados y desuelados, y asi mando luego juntar, y que se juntasen a donde el estava, toda la jente de los pueblos comarcanos, nombrando por general della a Gutierre de la Peña, vezino del Tocuyo; y juntamente con esto despacho sus cartas al capitan Pedro Brauo de Molina, justicia de Merida, haziendole sauer la llegada del Aguirre a su Gouernacion, y rrogandole que luego le uiniese a fauorezer con toda la mas gente que pudiese; y tornando a rogar y persuadir al capitan Diego Garcia de Paredes y a los demas vezinos de Benenzuela que con el estauan en Merida, que se fuesen a seruir a su Magestad en aquella enpresa, dandoles todo siguro450 por lo pasado, y prometiendoles premio por lo que de presente se ofrecia, porque451 aunque antes los auia enuiado a llamar, no auian ydo, por no sauer la nueua cierta de la llegada deste452 traidor a la Gouernacion; los quales luego se partieron y fueron a donde el Gouernador estaua con toda la breuedad que pudieron, sin se detener en el camino; a los quales el rreciuio con rrostro alegre, agradeciendoles su uenida, nonbrando luego por maese de campo al capitan Diego Garcia de Paredes, descargandose con el con buenas rrazones, diciendole que uien beya lo mucho que su perssona merezia, y que por auer estado ausente en aquella coyuntura y rrequerillo asi la breuedad del negocio, auia nonbrado por general a Gutierre de la Peña; que le suplicaua que hazetase aquel cargo de maese de canpo, pues no auia otro mejor cargo con que podelle seruir, y que aunque Gutierre de la Peña tenia titulo de general, que el hera el que auia de mandar el canpo.

Rrindiole Diego Garcia al Gouernador muy cunplidas gracias por este cunplimiento y azeto el cargo, ofreciendose con el a morir por el seruicio de su Magestad. Luego se fue a donde estaua Gutierre de la Peña, general, juntando la gente en Baraquysimeto, donde de todos fue rreceuido con mucha alegria y contento, porque aunquel Gouernador auia mandado que todos acudiesen al Tocuyo, pareziendole que la ciudad de Barquysimeto hera lugar mas acomodado, asi para juntar la gente como para rreceuir al Aguirre, por auer de llegar primero alli que a el Tocuyo, mando a su General que se fuese aquel pueblo, y que alli juntaria la jente que se auia de juntar.

El capitan Pedro Brauo de Molina, despues de auerse partido y ydo el capitan Diego Garcia de Paredes, mando luego juntar la gente y uezinos que en aquel pueblo auia, para juntamente con el parezer de todos, hazer lo que mas conuiniese a el seruicio de su Magestad y sustento de su rrepublica, con los quales trato de que queria dar auiso de la nueua que tenia a la Rreal Audiencia, y assi mesmo yr con los amigos y vezinos que pudiesse, a fauorezer al Gouernador; y para lleuar la nueua de la llegada del Aguirre a Tierra Firme, mando aperzeuir tres soldados, porque no se sufria yr menos a causa de auer de pasar por ciertos yndios de guerra, que como se a dicho antes de agora, auia en el camino. A uno destos apercevidos, que se dezia Andres de Pernia, le parecio que eran pocos para poder pasar por aquellos yndios de guerra, y asi rrespondio al capitan quel no se atreuia a lleuar aquel auisso, porque hen ello no se auenturaua sino perder la vida.

Visto por el capitan la poca boluntad que de yr a dar esta nueua, que tanto ynportaua, tenian, con parezer de todo el pueblo se acordo que aquel mensaje se quedase para mas adelante que se uiese y entendiese mas claramente el yntento del amotinado y la derrota que tomaua, la qual ssucedio y salio a bien, porque si aquella segunda nueua entrara en el Rreyno, pudiera ser que costara de la hazienda rreal mas de cien mill pessos, y de particulares otros tantos, que necesariamente se auian de gastar en auiar y peltrechar soldados para la guerra y en otras municiones y aderezos necesarios.

El capitan Pedro Brauo mando luego aderezar veinte y tantos soldados, para con ellos yr al socorro que por el Gouernador le auia sido pedido; algunos de los quales, yendo contra lo que antes auian dicho, rreusaron la yda, diziendo que para rresistir Aguirre eran pocos, y que en su pueblo hazian gran falta, y que lo que en la yda se auenturaua a ganar era que los yndios de la tierra matasen las mugeres y los demas vezinos que para anparo y sustento del pueblo quedauan. El Capitan, como hombre de ualeroso animo, y con el zelo que de seruir a su Magestad tenia, rrespondio que por ninguna uia auia de dejar de yr en aquel socorro, y que se aprestasen para se partir otro dia, porque el que no quisiese yr de grado, el le lleuaria por fuerza. Visto esto, luego se aderezaron los que para yr aquel socorro se auian nonbrado y se partieron de la ciudad de Merida, alzando vandera en nonbre de su Magestad camino del Tocuyo, en la qual derrota los dejaremos y nos bolueremos a Lope de Aguirre, que lo dexamos en la playa de la Burburata alojado con su gente aquel sereno de Dios453, sin que los uezinos de aquel pueblo le quysiesen ynuiar algun socorro o rrefresco para rrefrixerio del mareamiento que tenian, o siquiera benillos a uisitar, como hizieron aquellos caualleros de la Margarita, a quyen en pago de su buen rreziuimiento, el traidor dio el galardon que ariua se a contado.

CAPITULO SSETENTA Y TRES

Que trata de como llego Lope de Aguirre a la Burburata, y de las cossas que alli hizo.


Pasada la noche y benido el dia, que hera lunes, otauo de Setiembre, acordo Lope de Aguirre ynuiar al pueblo de la Burburata algunos de sus priuados a que uiesen lo que hen el auia, y si los uezinos parecian por alli juntos o le pensauan dar algun desasosiego y alboroto, y a que si vuiese algun rrefresco se lo trujesen; los quales fueron y hallaron ssolas las cassas, sin moradores ni otros bienes ni hazienda alguna dentro, porque como se a dicho, todo lo auian alzado y escondido y puestose hellos con ello en cobro.

Solamente hallaron en este pueblo vn soldado de los que con el capitan Pedro de Monguia se auian pasado contra su boluntad al Prouincial de Maracapana, que se decia Francisco Martin, piloto, que teniendo noticia de como Aguirre auia llegado al pueblo, aunque con los demas uezinos se auia vydo al monte, luego que uio que no parecian los uezinos se torno al pueblo y se uino a estos soldados que Aguirre auia enuiado, y les dijo que el se uenia y boluia al seruicio de su capitan Lope de Aguirre, los quales luego dieron la buelta al puerto donde auian dejado a Lope de Aguirre, y lleuandole el soldado le hizieron rrelacion de como auian hallado el pueblo, y de como aquel Francisco Martin, piloto, se auia buelto y rreducido a su servicio.

Aguirre se holgo mucho con el Francisco Martin, y le abrazo y le hizo muchas caricias, pareciendole que honbre que tanta lealtad tenia a un traidor tan cruel como el, que sienpre lo seguiria, y luego le pregunto por el suceso del capitan Pedro de Monguia, y como se auia pasado al fraile, el qual, descargandose con la ynozencia que hen el negocio auia tenido, porque es cierto que por el pensamiento no le auia pasado de rreducirse a seruicio de su Magestad, le dijo que Pedro de Monguia y Artiaga y Rodrigo Gutierrez los auian engañado a el y a los demas sus conpañeros, porque quytandoles vno a uno las armas cautelosamente, los desarmaron a todos, y desque se uieron zerca de donde estaua el Prouincial y su jente, apellidando a boces el nombre del Rrey se pasaron e hicieron con el Prouincial; y que el y los demas sus conpañeros no auian podido hazer lo que heran obligados a su seruicio por estar sin armas; y que su uenida a seruille daua testimonio de la poca culpa que hen el motin de Monguia el auia tenido, y que el mesmo proposito tenian de serville todos los demas conpañeros que andavan por alli al monte descarriados, desnudos y muertos de hanbre y perseguidos de los uezinos, los quales el creya que sauiendo su llegada aquel puerto luego se bendrian a rreducir en su seruicio.

Aguirre, sauido esto, dio muy buenos uestidos a este su leal seruidor, y escriuiendo una carta muy amigable y con muchos ofrecimientos para los demas que por alli andauan, lo ynbio y le dijo que los fuese a buscar y les diese la carta y les dijese de palabra el deseo que tenia de seruilles y hazelles todo bien.

El Francisco Martin se partio luego, haziendo lo que Aguirre le mandaua, y andubo dos o tres dias buscando sus conpañeros, y no hallandolos, y pareciendole que aquel tiempo que por el canpo andaua hera malgastado por no topar en que hazer mal, se boluio a donde estaua Lope de Aguirre, y le dijo que no los auia hallado; y asi se quedo en su conpañia, mas despues le dieron el pago con vna miserable muerte, como adelante se dira.

Y porque su saltada en Tierra Firme tuuiese algun buen prencipio, y asi mesmo por enpezar a gratificar el seruicio que le hizieron los soldados que en la Margarita de su boluntad se le juntaron, mando este propio dia, en la misma costa o playa de la mar, matar a uno destos soldados, portugues, llamado Farias. La causa de su muerte fue por que quando salto en tierra pregunto si donde estauan hera ysla o tierra firme; y pareciendole Aguirre mal aquella pregunta, lo mato dandole garrote; mas se deue creher que fue esto permision diuina, que enpezasen a uer su pago aquellos que boluntariamente auian sido traidores y causadores de muchos males que en la Margarita se hizieron; y hecho esto encamino toda su gente que se fuesen a alojar en el pueblo de la Burburata; y quedandose el alli de los postreros con algunos de sus amigos y priuados, pego fuego al nauio y barcos que le auian traido alli, porque no tuuiesen algunos ocasion de meterse hen ellos y huirse, y luego se fue tras sus soldados derecho al pueblo.

CAPITULO SSETENTA Y QUATRO

Que trata del pregon que dio Lope de Aguirre en la Burburata contra su Magestad, apregonando guerra a fuego y a sangre.


Llegado Lope de Aguirre con sus secazes al pueblo de la Burburata, se alojo en el lo mejor que le parecio, poniendo en su persona y alojamiento mucha mas guardia que asta halli, y biuiendo el muy mas rrecatado, a causa de que como estaua en Tierra Firme temiase que alguno o algunos de sus soldados, atreuiendose a sus pies, y queriendo rredemir el castigo que merecian con dalle a el la muerte, no tuuiesen algun atreuimiento viendolo solo y desaconpañado y lo matasen; de lo qual podia su merced estar seguro, porque tenia tan leales ssoldados que osaran zertificar muchas perssonas que segun las ganas de andar a rrouar y hazer mal todos tenian, aunque le toparan en el monte solo y desarmado, no le dieran la muerte, antes lo sacaran a tierra de paz y lo conservaran para tenello siempre por caueza, porque no pensauan topar con otro capitan que tan amigo fuese de rouar, hurtar y matar como Lope de Aguirre, y que mas desimulase y se holgase con las uellaquerias y crueldades que sus soldados hazian y desverguencas y blasfemias que dezian; y queriendo dar horden en su abiamiento para pasar adelante, luego esparcio algunos de sus soldados a la rredonda del pueblo para que buscasen algunas caualgaduras en que lleuasen la municion y los demas aparatos de guerra, y poniendo los soldados toda la solezytud y diligencia que pudieron en auer caualgaduras, juntaron de por alli zerca obra de beinte y cinco o treinta bestias cauallares y las mas yeguas zerreras e yndomitas, en la busca de las quales se enpuyaron ziertos soldados en puyas que en algunos caminos se auian puesto de yndustria por los uecinos, no mirando por donde yban, ciegos con la desordenada codicia que de hazer mal y rrouar lleuauan; lo qual sauido por Lope de Aguirre, porque pareciese que sentia mucho la desgrazia sucedida aquellos soldados y que los amaua mucho, comenzo a henzenderse en vna yra enfernal, diziendo muchas blasfemias contra nuestro señor Dios y contra sus santos, y haziendo muy crueles amenazas contra los uecinos de aquel pueblo; y porque no pareziese que no se sastifacia con aquello que dezia, sino que deseaua ponello por la hobra, mando luego como rrey apregonar guerra zeuil454 y creminal, a fuego y a sangre, contra el Rrey de Castilla y sus uasallos, metiendo a cuchillo todos quantos por delante topasen, con pena que al soldado de los suyos que a qualquiera prisionero que a las manos oviesse luego no lo matase, por el mesmo caso se le quytase la uida al tal soldado, y ecetando a solos aquellos que sin ninguna fuerza y rresistencia, de su propia boluntad, le uiniesen a seruir y seguir.

Esta guerra se apregono con toda solenidad de tronpetas y atavales en el pueblo de la Burburata, y desmandandose sus soldados mas a lo largo y hazer mal como en tierra de henemigos, andauan por los hatos, cortijos y estancias de los uecinos, buscando que rrobar y en que hazer mal y daño, y assi en vna estancia questaua hobra de quatro leguas del pueblo, hallaron a vn Chauez, que hera alcalde hordinario de aquel pueblo, y luego con muy gran rregocijo lo trajeron ante su capitan, y no lo quysieron matar a fin de ynformarse del donde estauan los demas uezinos y donde tenian sus haziendas, y dejaron en la propia estancia a su muger del mismo Chauez y a una hija suya que alli estaua con el455, que era casada con vn Don Julian de Mendoza.

Assi mesmo prendieron estos traidores soldados otro mercader que andaua al monte, llamado Pedro Nuñez, y trajeronlo ante su capitan Lope de Aguirre, al qual le pregunto que porque se huia, y el soldado456 le rrespondio que de miedo del y de su jente, y el traidor le rreplico que le dijese que dezian del y de sus conpañeros en aquella tierra, y el Pero Nuñez le dijo que nonada, y Aguirre le torno a persuadir que dijese la uerdad de lo que se decia, y que no ouiese miedo ni temor alguno, que el le daua su fee y palabra que no rreciuiria por ello mal ni daño, y asi mesmo todos los que alli estauan se lo persuadian, diziendole que pues su jeneral se lo mandaua, que lo dijese y no obiese miedo. El pobre mercader, uiendose tan acosado y persuadido de todos, dijo: «dizen, señor, que vuestra merced, y todos los que con el bienen, luteranos, malos y crueles». El traidor se enojo de lo que el mercader le dijo, y quytandose una zelada que en la caueza traia, le amago a tirar con ella, diziendole: «baruaro, necio, no sois mas majadero queso», pero no le tiro la zelada; mas después lo mato, como adelante se dira.

446.En la edición de Caracas: y cerrando todas las puertas.
447.Idem íd.: desampararse.
448.Porque, está repetido en el original.
449.En la edición de Caracas: á fundo.
450.En la edición de Caracas: toda seguridad.
451.Idem íd.: que, en vez de porque.
452.Idem íd.: del, por deste.
453.En la edición de Caracas: en aquel sereno de Dios.
454.En la edición de Caracas: senil, por zeuil.
455.En la edición de Caracas se omite con él,.
456.En la edición de Caracas: mercader, en vez de soldado; pero en realidad debía decir mercader, y no soldado.
Yaş sınırı:
12+
Litres'teki yayın tarihi:
30 haziran 2017
Hacim:
510 s. 1 illüstrasyon
Telif hakkı:
Public Domain
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